El término Lucidez tiene
cabida al hablar de salud en la esfera mental. Suele emplearse para hacer
referencia tanto al estado de consciencia de un individuo como a su
orientación.
La conciencia es
el estado de alerta mental que permite responder ante los diversos estímulos,
puede verse afectada por una gran cantidad de fenómenos y enfermedades tanto de
forma circunstancial como de forma permanente, la afectación máxima del estado
de conciencia es el coma, en donde el individuo es incapaz de responder a los
estímulos externos.
La orientación por su parte se relaciona con la capacidad de
en un momento dado estar claro en aspectos sobre quien se es, en donde
se está, la fecha y la hora o momento del día. La desorientación en uno o
varios de estos aspectos da origen al estado confusional.
En ocasiones también puede emplearse el término lucidez para hacer referencia a la capacidad cognitiva o de aprendizaje, que es una función cerebral cuya pérdida es el sustento que da origen a los cuadros de demencia.
La lucidez mental es producto de una vida sana,
intelectualmente activa y la ausencia de factores perturbadores
como enfermedades crónicas. Son muchos los factores capaces de afectar la
lucidez mental, entre ellos cabe destacar:
Infecciones, muchas
veces síntomas como la desorientación y cambios en la personalidad pueden
ser consecuencia de enfermedades infecciosas del sistema
nervioso central.
Deshidratación, la
alteración de los líquidos corporales es capaz de afectar las concentraciones
de los electrolitos y el pH o grado de acide de la sangre lo cual afecta el
normal funcionamiento cerebral.
Enfermedades
vasculares, las alteraciones del
ritmo cardiaco como las arritmias, los accidentes cerebrovasculares o la
insuficiencia en la circulación cerebral por enfermedades como la
arterioesclerosis pueden iniciarse con cuadros de alteración de las funciones
mentales además de las parálisis.
Condiciones
que aumenten la presión intracraneal, trastornos
como la hidrocefalia (aumento de liquido en el cerebro) y los hematomas
subdurales (colecciones de sangre entre el cráneo y el cerebro que ocurren
posterior a traumatismos o caídas) tienen un curso lento y progresivo por lo
que pueden debutar con síntomas sutiles como la alteración leve de la
conciencia o la orientación antes de dar paso a la aparición de síntomas
neurológicos más precisos
.
Drogas y
medicamentos, muchas veces los
cuadros confusionales obedecen al efecto farmacológico de medicamentos o
diversas sustancias, especialmente si se ingieren en forma excesiva o de forma
inapropiada, por ejemplo al combinar medicamentos que son capaces de
interactuar entre sí. En los ancianos esto es muy frecuente ya que es posible
que no entiendan las instrucciones del médico o bien que por afecciones
visuales no logren leer bien las indicaciones o confundan los medicamentos.
Supresión del
sueño, la
alteración en el normal ritmo del sueño puede llevar a un estado de agotamiento
que afecta al estado de conciencia.
Abuso de alcohol, la ingesta alcohólica
tiene un efecto depresor del sistema
nervioso afectando las
funciones mentales especialmente si se combina con factores como una pobre
capacidad de respuesta fisiológica en ancianos y personas debilitadas o bien
con medicamentos que potencien su efecto depresor.
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