Se define
como conjetura al juicio que
se forma como resultado de realizar observaciones o
de analizar indicios. El
término, que procede del latín coniectūra,
es muy usual en el ámbito de la matemática.
En este caso, la conjetura consiste en una afirmación que, al no haber sido probada pero
tampoco refutada, se concibe como cierta. Sólo cuando se haya
podido demostrar su veracidad, la conjetura pasará a ser un teorema y,
por lo tanto, podrá usarse para desarrollar otras demostraciones formales.
Hay matemáticos que dedican toda su vida a resolver
conjeturas surgidas en otros tiempos. Una de las más famosas es la que se
conoce como conjetura de Goldbach, la
cual fue propuesta por el prusiano Christian Goldbach (1690–1764) y consiste en la idea
en que toda cifra
par que sea más grande que 2 puede escribirse como la sumatoria de un par de
números primos.
En el ámbito cinematográfico tenemos que exponer que dicha
conjetura se convirtió en la protagonista de una película española titulada “La
habitación de Fermat”. En el año 2007 fue cuando los directores Rodrigo Sopeña
y Luis Piedrahita llevaron a la gran pantalla dicha producción que gira entorno
a un joven universitario que va a presentar su demostración de la citada
conjetura.
Sin embargo, esa próxima cita será la que traiga consigo no
sólo que alguien entre en su vivienda y destruya todo lo que encuentra a su
paso sino también que sea llamado a una misteriosa cita a la que acudirán otros
personajes quienes serán encerrados en una habitación. Si quieren sobrevivir a
los distintos peligros que en ella se hallan deberán ir resolviendo diversos
enigmas y problemas matemáticos.
Otras conjeturas de índole matemática que se han
popularizado pero que aún no han sido resueltas indican que “existe un
número infinito de primos P tales que P + 2 también es primo” o que “no existen
los números perfectos impares”, entre muchas otras.
Cuando un matemático cumple con el objetivo y prueba una
conjetura, ésta deja de existir como tal. El español Francisco Santos, por
ejemplo, resolvió en 2010 la conjetura de Hirsch,
enunciada por Warren M. Hirsch (1918–2007) en 1957.
En el lenguaje cotidiano también puede hablarse de
conjeturas para referirse a hipótesis o teorías que
aún no han podido comprobarse: “Yo creo que
tu hermano puso en venta la casa ya que planea divorciarse, aunque es sólo una
conjetura de mi parte”, “No entiendo
la reacción de Hugo: pareciera que se enojó por tus conjeturas
sobre Laura”.
De la misma forma, en el sector del Derecho también se hace
utilización de las conjeturas durante los juicios en los que ambas partes,
fiscalía y defensa, plantean las mismas para poder establecer los principios de
su acción y así lograr convencer al juez de lo que ellos plantean.
No hay comentarios:
Publicar un comentario