La esperanza es
un estado de ánimo que nos motiva, nos calma y nos enseña, tanto a saber
esperar, como recibir los anhelos que nacen de nuestro corazón. Sin importar la
circunstancia, ésta -también- virtud nos permite insistir, persistir y resistir
hasta lograr nuestro objetivo.
Existen diferentes escenarios y razones por las que una
persona pierde la esperanza. Sin embargo, es posible recuperarla.
Imagina por un momento que tienes una semilla de un árbol de
manzanas en tu mano, ¿qué te hace pensar que esa semilla se convertirá luego en
un árbol? ¡La esperanza! Ahora, ¿qué te asegura que eso pueda ocurrir? Tú
esfuerzo y dedicación.
En la vida nos encontramos muchas veces con situaciones en
donde tenemos un anhelo que
se convierte en esa “semilla” en nuestras manos. Así que debemos no solo tener
el deseo de que ese sueño se haga realidad sino ir más allá y adquirir el fruto
de eso. No conformarte con que ese árbol de manzanas crezca, sino que
lógicamente obtenga manzanas. Allí es donde está la diferencia. Lo
que hace que ese no sea un simple árbol.
Algunas acciones nos permiten cultivar la esperanza de
manera correcta:
Tener confianza: Para lograrla necesitamos conocernos.
Saber de qué somos capaces y con qué tipo de herramientas contamos. Esto
requiere de tiempo y paciencia, no solo para tener autoconfianza, también para
ganar y obtener la confianza de los demás. La sinceridad nos ayuda a enriquecer
ese vínculo con las personas y fortalece nuestra esperanza.
Abrazar un deseo: Nos disponemos a luchar por ese
sueño tomando en cuenta que, aún cuando no salga todo como lo esperábamos,
debemos mantener la convicción de que el fruto de nuestra lucha será lo mejor
que podemos obtener. Además, recuerda que si te mantienes firme en tus
convicciones, los demás también creerán en ti.
Saber observar y escuchar: Está
comprobado que cuando observamos y escuchamos testimonios de personas exitosas,
nuestra motivación se incrementa y por ende, nuestra esperanza se aviva aún
más.
Ofrecer ayuda: El altruismo o cualquier obra que
implique misericordia y bondad nos inspira. Así como entender que también somos
instrumentos para encender la luz de esperanza de las demás personas.
Compartir con amigos y familiares: Cada momento que
pasemos de nuestra vida junto a las personas que amamos, no solo nos hará ser
más felices sino también a enriquecernos como personas. Es incluso una
oportunidad que combina: altruismo, esperanza y felicidad.
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