En este planeta conviven diversas razas, cada uno con su
credo, tradiciones y una manera de pensar.
Nos han establecido diferencias desde el inicio de los
tiempos, que sólo fomentan el odio entre todos nosotros, lo cual sólo favorece
la división y el enfrentamiento.
Religiones, política, xenofobia, homofobia, y luego tenemos
los fanatismos que abonan un campo yermo, y cuyo fruto será la autodestrucción
de la especie humana y lamentablemente del resto.
Tener en cuenta que las clases dominantes, siempre se
esforzaron por cultivar la simiente de la ignorancia.
El problema radica en que los pueblos se dejan engatusar por
la bella y atractiva imagen del materialismo, alimentando para ello la codicia,
el egoísmo, y la envidia de cada uno.
La felicidad, ni se pesa, ni se mide, ni se compra, y reside
en la suficiencia y en la humildad de pensamiento, lo que hace que pequeñas
cosas, que verdaderamente son grandes, tengan la verdadera importancia de la
que muchas veces carecen, y son la familia y los amigos, a los que debemos
mantener, cuidar con los que tenemos que disfrutar.
Programan ciclos económicos, los llamados años de vacas
gordas y los años de vacas flacas, con lo que sólo gracias a nuestros defectos,
les ponemos en bandeja nuestra completa subyugación a su dominio, ya que no
practicamos lo único que les haría perder su poder, y es el pensamiento.
Cada día la gente dedica el tiempo libre a distracciones que
nublan su mente, televisión, futbol, etc., que les hacen desconectar momentáneamente
de las obligaciones y las cadenas que nosotros mismos nos ponemos al entrar en
su juego.
La única manera de romper las cadenas y ganar esta sutil
partida de ajedrez, es sencilla, muy sencilla, y parte de la educación.
La educación nos forma para que el conocimiento impartido
sea utilizado con sabiduría, y de ahí nace el pensamiento crítico.
¿Vas a dejar que sigan nublando tu mente y que te quiten la
capacidad de ser libre que sólo te da el buen uso de la razón?
Lucha por tu educación y derriba los pilares de la
ignorancia que sustentan este mundo desigual, donde unos pocos viven en la más
absoluta opulencia, gracias al dinero que les proporcionan los materialismos
que nos venden y que nosotros compramos, y otros menos afortunados fabrican,
que son al final los que más sufren, ya que no pueden comprender el porqué de
su suerte, ellos son los esclavos modernos.
Por último quiero añadir, que la tan grave crisis que
padecemos, es una simple excusa para quitarnos lo poco que nos quedaba y
terminar de hundir la sociedad en el oscurantismo de la ignorancia, para así
ponernos las cadenas y la mordaza de por vida.
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