martes, 5 de septiembre de 2017

Convicciones


Una vez un monje oriental vio cómo un alacrán se estaba ahogando. Decidió sacarlo del agua, pero cuando lo hizo, el alacrán le picó. Ante el dolor lo soltó dejándolo caer y nuevamente el animal comenzó a hundirse… entonces intentó sacarlo y otra vez lo volvió a picar. 

La escena se repitió varias veces: Sacarlo del agua, ser picado y soltarlo.

Alguien que observaba, le dijo: “¡Por qué es tan testarudo! ¿No entiende que cada vez que lo saque del agua lo va a picar?”

Entonces el monje le respondió: “La naturaleza del alacrán, es picar… no va a cambiar mi naturaleza, que es ayudar”

Para tener un carácter consolidado hay que vencer los miedos, porque el miedo no permite que asumamos riesgos, y la auténtica manera de vivir es arriesgándose en cada momento y cada vez que tomamos nuestras propias decisiones.

Una persona posee un carácter firme cuando en su vida se mantiene fiel a unos principios personales, cuando está seguro con sus convicciones, y sobre todo cuando es capaz de dominarse y controlar sus impulsos. Una persona con carácter también tiene miedos, la diferencia radica en la forma en que se enfrenta a ellos. No se aleja ni se paraliza, asume las situaciones de riesgo con audacia y firmeza, tratando de resolverlas adecuadamente sin desmoronarse ante la adversidad.

Vivir no es sencillo. El mundo puede ser maravilloso, pero también puede ser cruel.

Mantener fuerte nuestro carácter, nos permite aceptar las cosas como son, no como uno quiere que sean. Nos ayuda a alejarnos de personas débiles que jamás se comprometen, y cuyo ego negocia con todo a su alrededor porque todo tiene precio o valor.

“La meta no es poseer sino dar, no es tener sino ser, no controlar sino compartir, no someter sino estar de acuerdo” Rabino Abraham Joshua Heschel


lunes, 4 de septiembre de 2017

Mente Abierta


Las personas que no poseen apertura mental son poco o nada flexibles y les asusta demasiado el cambio, pues tienen miedo a lo desconocido. No tienen la habilidad para cambiar de opinión y aceptar las ideas de otros. En otras palabras, como popularmente se dice, son muy “cerrados”, o “estructurados”.

“Los hombres no son prisioneros del destino, sino prisioneros de su propia mente.”
-Franklin D. Roosevelt-

Cómo potenciar y conseguir una mente abierta
Si queremos aprovechar al máximo nuestro potencial de éxito en las relaciones personales, en los negocios y en la vida en general, es importante tener una mente abierta, flexible, desestructurada. Lo mejor es no limitarse a sí mismo; hay infinidad de cosas que se pueden hacer y lograr si abrimos nuestros ojos al mundo y a las cosas que están a nuestro alcance.

Es muy común que estemos amoldados a unos hábitos, a una rutina, y solo veamos las cosas en blanco o negro porque estamos “cómodos” con nuestra forma de pensar. Sin embargo, el mundo está lleno de colores, de matices, y las posibilidades son infinitas. Pero claro, abrirnos a un mundo desconocido resulta todo un desafío y a veces genera temor.

Si tenemos apertura mental ante todas las posibilidades, veremos que la vida es mucho más de lo que creemos y que las oportunidades realmente son abundantes en todos los sentidos.

Consejos para alcanzar la apertura mental
Tenemos que aprender a pensar diferente, siguiendo estos consejos:

Cuestionar las cosas un poco más. ¿Quién dijo que hay que aceptar las cosas tal como te las presentan el sistema y los demás? Si algo te confunde o no encaja, no dudes en cuestionarlo.
Aprender a pensar más allá de lo que está delante de uno. Es necesario comprender que todo está conectado y tu poder para anticipar y pensar en el futuro puede ayudarte enormemente.
No tener miedo a equivocarse. Es muy bueno arriesgar de vez en cuando. Si tienes una excesiva autoexigencia o demasiado miedo a cometer errores, nunca harás nada.
Permitir que otras personas nos sirvan de inspiración. La apertura mental está muy relacionada con la humildad, pues quien cree saberlo todo nunca podrá aprender de los demás y no será capaz de replantearse o cuestionar sus ideas o creencias.

En resumen, es necesario pensar diferente para liberarse de las propias limitaciones. Las personas de mente abierta tienen más posibilidades de alcanzar todo su potencial en la vida porque arriesgan, se atreven, exploran, no se quedan con la opción más fácil.

Las personas con apertura mental son buscadores incansables, inconformistas en el buen sentido de la palabra y siempre están dispuestos a aprender de todos y de todo. Recordemos que la mayoría de los avances y logros alcanzados por la humanidad han sido llevados a cabo por personas que tenían la fortaleza de una mente abierta, cuestionadora y sin límites. 
“El fin de tener una mente abierta, como el de una boca abierta, es llenarla con algo valioso.”
-Gilbert Keith Chesterton-

domingo, 3 de septiembre de 2017

Los “Otros” Que Siempre Están Cerca



todo el mundo le gusta que le reconozcan por su trabajo, que lo respeten, que lo traten ‘como gente’.
Y sin embargo, no todos tratan como personas a quienes desempeñan trabajos humildes como tales. Un simple test a los lectores: ¿Saludan ustedes con cortesía (similar a la que emplean con los profesionales con los que interactúan) a los empleados de limpieza o vigilantes en su trabajo? Yo he comprobado que, al menos para algunos, estas personas son de facto invisibles para muchos…

Más aún, ¿saludan igual a los que les cuidan o limpian su vehículo, o les piden una limosna en la calle? ¿Tiene entre sus amigos a alguien de una clase social “diferente”?, ¿lo invita a su casa? 

Leo en un artículo de Marco Barboza, citando a J. Cotler, un dato impresionante: En 1966, de 499 entrevistados en seis comunidades indígenas y en una hacienda del departamento del Cusco, el 52 % se encontraba de acuerdo con la afirmación “los indios han nacido para servir y obedecer al misti”. Lo que no nos dice la encuesta es qué porcentaje de los ‘mistis’ pensaban lo mismo. 

Probablemente cerca del 100 %. ¿Y hoy día? Entre los indígenas, probablemente el porcentaje de los que se sienten inferiores a los blancos habrá bajado a niveles insignificantes, pero entre los miembros de los sectores más acomodados, no estoy tan seguro que los porcentajes hayan bajado tanto. Nada más hay que ver las expresiones racistas y clasistas que se escapan a algunas gentes, escudadas tras el anonimato del Twitter o del Facebook, o en inopinadas diatribas callejeras.

“El obrero tiene más necesidad de respeto que de pan”, decía K. Marx. Efectivamente, si evaluamos las causas profundas de muchos conflictos sociales vemos que no solo se reducen a un tema económico: la falta de consideración y respeto provocan resentimiento, desconfianza y hasta odio, lo que hace muy difícil luego llegar a cualquier negociación y acuerdo.

Creo que un poco más de respeto en nuestras relaciones cotidianas ayudaría sin duda mucho a la paz social y al bienestar de la sociedad.


viernes, 1 de septiembre de 2017

Competencia Solidaria


La persona que desea superarse a sí misma es la que, por ejemplo, quiere obtener calificaciones académicas mejores que las que ha logrado hasta ahora, o desea hacer su trabajo de un modo más eficiente.

Por otra parte, la persona que desea superar a las demás es la que, por ejemplo, quiere obtener mejores calificaciones académicas que su amigo o lograr que se le declare "Trabajador del Año" en su empresa.

Ambos tipos de ambición pueden ser útiles en diferentes contextos. Pero P. Marijn Poortvliet, de la Universidad de Tilburgo en los Países Bajos, y Céline Darnon, de la Universidad de Clermont en Francia, se interesan más por el contexto social de estas ambiciones y por cómo afectan a nuestras relaciones con las personas de nuestro entorno.

Poortvliet y Darnon se han centrado en el intercambio de información, y si la persona con ambiciones es abierta y honesta cuando trabaja en equipo con otras.

Y lo que se ha constatado en este estudio es que quienes buscan superar a los demás tienden a ser más embusteros y más reacios a compartir información con sus compañeros de trabajo, tanto en el laboratorio como en las oficinas del mundo real que Poortvliet ha estudiado. La razón es bastante obvia: cuando el rival comete errores aumentan las probabilidades de vencerle. 

Las relaciones personales de esta clase de gente, empeñada en competir siempre con los demás, tenderán por tanto a deteriorarse.

Por otro lado, las personas que intentan autosuperarse son bastante abiertas y dispuestas a ayudar a la gente de su entorno, ya que buscan superarse a sí mismas, no a los demás. Y por otra parte, dependiendo del contexto en que traten de autosuperarse, puede que ello pase por ser más cooperativas con sus semejantes. Esto puede ayudar a mejorar el ambiente de trabajo. Por todo ello, las relaciones personales de quienes quieren autosuperarse tendrán más probabilidades de ser buenas. 

Un ejemplo de esto último, desvelado por estudios anteriores, es que la gente con estas metas de autosuperación están más dispuestas a escuchar las opiniones, valoraciones y propuestas de los demás, mientras que las personas que quieren superar a las demás optan mayormente por asumir que siempre tienen la razón y que son los otros quienes se equivocan.

Pese a todo, no siempre es malo ser competitivo. Por ejemplo, para quien aspira a ser campeón olímpico, es bueno querer autosuperarse, pero sobre todo tiene que superar a los demás.


Estar Siempre Bien Dispuestos


De pronto, y sin que sepas muy bien cómo, el universo entero parece hilar sus dedos artesanos para traerte cosas buenas, aquello que esperabas, aquello que sin duda mereces y que tu propia esperanza había dado por perdida.

¿Por qué no? Algunos lo llaman suerte, otros designios, unos pocos hablan de ley de la atracción, pero en realidad… ¿Quién puede negarte que tu esfuerzo, dedicación y voluntad haya tejido su propia cuerda para que al final de la misma se hallara aquello que esperabas?

“Las cosas buenas llegan a quien sabe esperar y a quien disfruta por fin de esa suerte que se ha ocupado en forjar jornada tras jornada. Es el destino, es la oportunidad y la fuerza interior de uno mismo conjugadas para traernos las cosas maravillosas que dan vida a nuestro corazón”

Si eres una persona que suele ver con gran escepticismo eso “de que las cosas buenas llegan de improviso si uno sabe esperar”, merece la pena que reflexiones con nosotros sobre estos sencillos aspectos. La magia, la suerte, la providencia y  las cosas hermosas de la vida están a la vuelta de muchas de nuestras esquinas. Solo hay que sabe doblarlas, saber recorrer el camino con la mente abierta y el corazón dispuesto.

Como puedes intuir hay muy poco de magia en estos conceptos. Tampoco es una idea sacada a la fuerza de los manuales de autoayuda con los cuales, vender un slogan vacío.

La creencia en uno mismo mueve montañas y es nuestra auténtica fuerza vital. ¿La tienes tú? Te invitamos a poner en práctica estos sencillos consejos para permitir que las cosas buenas, lleguen a tu vida con la sutileza de quien por fin, ve el amanecer en su vida.




El Factor Humano

«El cielo ideal de las Humanidades, está en la realidad lleno de nubarrones violentos. Basta abrir los periódicos o escuchar las noticias. Y esa oscuridad nos lleva a pensar si esa prodigiosa invención de las “humanidades” no se nos ha deteriorado y si, a pesar de los indudables progresos reales, el género humano no ha logrado superar la ignorancia y su inevitable compañía, la violencia, la crueldad. El “género humano”, esa trivializada expresión, convertida en “desgénero humano”, en una degeneración».

Emilio Lledó. Fragmento del Discurso de recogida del premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades 2015.

La sociedad alcanza hoy niveles de sofisticación impensables hace solo unas décadas. Internet es un buen exponente de ello. Sin duda ha mejorado muchos aspectos cotidianos, como las comunicaciones o el acceso a la información. A cambio, nuestra vida se ha llenado de spam, virus informáticos, incompatibilidades de formato… Al igual que en la informática, la sofisticación del sistema educativo ha traído consigo muchos elementos superfluos, que en demasiadas ocasiones atraen la atención del docente, desviándola de lo que debería ser lo principal.

¿Y qué es lo principal? El simple hecho de formular esta pregunta es un buen indicador de lo difícil que resulta identificarlo entre tanto elemento «accesorio». El dramaturgo Peter Brook, en su libro El espacio vacío (1968), se planteó la misma cuestión referida al teatro. Para buscar la respuesta realizó un sencillo ejercicio consistente en eliminar todo lo que no era esencial para su arte. «Podemos deshacernos del telón, de los focos, del vestuario… y sigue siendo teatro», afirmaba Brook. Incluso se podría suprimir el guion o la dirección artística, y no dejaría de ser teatro. Lo único de lo que no podemos prescindir es de un actor, en un espacio y ante un público.

Si trasladamos este mismo ejercicio a la escuela obtendríamos un resultado muy parecido. Para poder hablar de educación solo es preciso contar con las personas que aprenden y, en su caso, que enseñan. 

La relación humana es lo principal, la esencia de cualquier acto educativo. Si esto falla, todo lo demás (recursos didácticos, programaciones, informes, etc.) también fallará.

Decía Gabriel García Márquez que una persona solo tiene derecho a mirar a otra desde arriba cuando le está ayudando a levantarse.

Hay ciertas profesiones, como la docencia, que precisan grandes dosis de humanidad entre quienes las ejercen. Son ocupaciones difíciles, como las que desempeñan médicos, policías, trabajadores sociales… y lo son porque su materia prima es el organismo más emocionalmente complejo del universo:

El ser humano
Trabajar para otras personas que te necesitan requiere cualidades especiales, como la empatía o la compasión. Estoy convencido de que todos los que, en un momento dado, elegimos una de estas profesiones teníamos esas cualidades. Sin embargo, también he podido comprobar que las condiciones laborales, el paso de los años o algunas circunstancias vitales pueden deshumanizar a estos profesionales.

José Iribas comparte en su blog un cuento que, junto con el consejo del gran Gabo, ayudan a no perder de vista la esencia humana del oficio de educar. Es la historia de un hombre que, paseando por la playa, topó con un niño que lanzaba frenéticamente estrellas de mar al agua. Había cientos en la arena. El oleaje las sacaba y el chico pretendía evitar que murieran devolviéndolas al mar.


Aquel hombre, después de averiguar el propósito de la tarea, quiso aliviar la conciencia del pequeño. 

Le explicó que se trataba de un proceso natural. Sucedía en muchas playas de todo el mundo. «¿No te das cuenta de que no puedes salvar a todas las estrellas?, ¿no estás haciendo algo que no tiene sentido?», le preguntó para hacerle pensar en lo inútil de su misión. El chico cogió otra estrella, la miró y respondió: «Para esta sí tiene sentido»; y la devolvió al mar con todas sus fuerzas.

Observar Donde Transitamos



La responsabilidad consiste en reflexionar antes de actuar, pensar en las acciones y en sus consecuencias. En pocas palabras es asumir nuestros compromisos y aceptar como propios los resultados de nuestros actos.

Es fácil perderse si uno no se detiene, caminar sin detenernos nos hace abandonar nuestra capacidad de observar, de comprender y aprender. Seguir hacia delante y detenerse no significa parar. Es cierto que recorremos el camino elegido, deseando alcanzar nuestra meta sin observar a nuestro alrededor pero esto no nos permite conocer el mundo que nos rodea, ni vivirlo, ni sentirlo.

Normalmente evitamos que la conciencia nos detenga y haga despertar nuestro corazón.

Nos transformamos en corredores fondistas, fuertes e implacables, pero a su vez perdemos parte de nuestra humanidad. 

Procesamos con tal rapidez la información que recibimos en el camino que sin darnos cuenta, nos vamos trasformando en excelentes autómatas programados en alcanzar el éxito, confundiendo la felicidad como si fuese una meta en sí misma.

Detenerse nos permite observar, analizar, entender, compartir y ayudar, nos prepara para avanzar y ser mejores personas, conscientes de pertenecer al mundo y vivir en él. 

Detenerse, nos facilita acercarnos a las personas que viven cerca de nosotros, entender sus caminos y vidas. 


No dejes que el mundo se vuelva invisible!!

Sentimientos Intensos


La superdotación, al igual que posee un componente intelectual muy potente, goza de unas características emocionales propias, entre las que queremos destacar la intensidad.

Una gran riqueza y complejidad (en el mejor sentido de la palabra) intelectual, va unida a una gran amplitud de matices emocionales, a un mundo interior muy desarrollado y complejo, en cuanto a emociones se refiere: no sólo hablaremos de emociones básicas, sino de un enorme bagaje emocional con matices sutiles.

A partir de esto, podemos darnos cuenta de que la intensidad emocional en las personas de Altas Capacidades, no es una cuestión de “sentir más, con más fuerza” que la mayoría de la gente, sino que estamos ante una manera diferente de sentir: con viveza, de manera absorbente, con gran penetración y complejidad…

La intensidad emocional puede ser expresada de diferentes formas:

Sentimientos positivos, negativos, ambos a la vez, emociones llevadas al extremo (polarizadas), emociones que cambian de un polo a otro a gran velocidad, en un breve período de tiempo, a causa quizá del componente cognitivo que posee el superdotado y que le ofrece una alta velocidad de procesamiento mental y gran agilidad y fluidez mentalidentificación con los sentimientos de otras personas, añadiéndolos e intensificándolos con los suyos propios, fenómenos de contagio emocional que pueden llegar a asustar a la persona con Altas Capacidades, hasta que detecta esas emociones del otro y las integra en sí mismo de manera “adecuada”.

Inhibición, timidez, tristeza, desorientación.
Corporalmente, intensidad emocional expresada a través de síntomas físicos como tensión en el estómago, dolores de cabeza, vértigos, náuseas…

Memoria afectiva muy fuerte, quizá incluso más potente que la memoria cognitiva, la persona superdotada recordará y revivirá los sentimientos que tuvieron lugar durante algún incidente ante la presencia de cualquier estímulo que los desencadene o por sus propios recuerdos, de manera que esto añade complejidad a las emociones que pueda estar sintiendo en el presente, sobre todo si éstas no son tan intensas como aquellas, lo que puede llegar incluso a interferir en su vida cotidiana.

La intensidad emocional también se manifestará a través de ansiedad, tensión como rasgo(más que como estado pasajero), sentimientos de culpa y sentimientos de sentirse fuera de control sin poder hacerse cargo de las situaciones ni de sí mismo en los casos de intensidad más extrema.
Intensidad emocional en relación a la muerte: sentimientos depresivos, angustia existencial.

Sentimientos de inadecuación e inferioridad, muy crítico consigo mismo, juzgándose con dureza.
Gran sensibilidad y capacidad de empatía en sus relaciones con los otros, lo cual no quiere decir que sepa convivir bien con ellos, más bien lo contrario, al sentirse desbordado, aparecen conflictos y, en muchos casos, la persona se aboca a la soledad, por sentirse incapaz de manejarse con tantas vivencias.

Especial cercanía con los animales, ya que se aprecia una sensibilidad especial en las relaciones entre ambos, a partir de sensaciones emocionales.

Desgraciadamente, suele prestarse poca atención a este aspecto de la persona con Altas Capacidades, salvo que sea disruptivo en sus relaciones con los demás. Históricamente, la expresión de sentimientos intensos se ha interpretado como una señal de inestabilidad emocional enfermiza, a tratar médicamente, y no como la manifestación de un rico mundo interior y de una sensibilidad extraordinaria, de una magnífica capacidad de asociación y combinación, no sólo cognitiva, sino, en este caso, emocional. Emociones y cogniciones no han de verse como algo separado en ninguna persona y esto se nos hace tremendamente evidente cuando trabajamos o conocemos a personas con Altas Capacidades.

Una gran pasión por aprenderexpresiones admirables en algunas áreas de talento, la fuerte motivación hacia el crecimiento como persona, pueden considerarse los aspectos positivos de esa intensidad emocional. Sin embargo, la propia persona es consciente de estas diferencias en ella respecto a la mayoría y eso, suele producir un sentimiento de orgullo, de ser “especial”, de felicidad por haber sido agraciado con dicho don, a la vez que, más frecuentemente, accesos de pánico, de inadecuación a la sociedad, convencimiento de ser “raro” o estar loco, enfermo, llegando a decir, en el caso de los niños “tengo un problema muy raro”, “soy raro” o en el de los adultos “soy un enfermo mental, un maniacodepresivo”, “no puedo ser superdotado si no sé manejar esto…”, generándose intensos conflictos internosautocrítica, baja autoestima

Pese a esto, si estudiamos esta característica intensidad emocional desde el punto de vista de una psicología más positiva, enfocada al desarrollo del individuo, descubriremos que esos “picos” emocionales son un gran potencial de crecimiento, como ya señaló Dabrowski en su teoría acerca de las sobreexcitabilidades, y, seguramente, el único modo de llegar a un estado de desarrollo superior como seres humanos.

Para no bloquearse ante esta ingente cantidad y calidad de emociones, es importante que la persona aprenda a valorarlas como su respuesta emocional normal, despatologizándolas, así como que, sobre todo en el caso de los niños, los adultos cercanos a ellos, acepten esas emociones, ayudándoles a entenderlas y ofreciéndoles un soporte de afecto y comprensión, apoyado incluso por contacto físico, no juzgándoles, ni intentando que cambien, no comparándoles con otras personas y, en la medida de lo posible, procurando no asustarse ante esas expresiones de intensidad, ya que eso produciría un contagio negativo, como hemos mencionado, incrementando la intensidad de las emociones negativas y el sufrimiento asociado, o el freno en el goce de las emociones positivas.



Un Día Como El De Hoy


Nostalgia
Hoy estoy aquí para recordarte tu pasado. Te propongo que cierres los ojos y pienses en tu infancia, recuerdes el aroma de la casa de tus abuelos, el olor del cabello de tu madre, los besos de buenas noches de tu padre, las peleas y los juegos con tus hermanos, la intensidad del amor en la adolescencia, la ilusión en la infancia; recuerda algo, lo que quieras, pero siéntelo.

¿Lo has hecho? Ahora estás en disposición de entender que de lo que te vengo a hablar hoy es de la nostalgia… Sentir nostalgia no tiene edad ni cultura, tanto los adultos como los niños lo hacemos y probablemente con mayor frecuencia de lo que creemos.

En realidad esto no es nuevo para nadie porque somos perfectamente conscientes de que de vez en cuando lo hacemos y somos capaces de hacerlo con total naturalidad. Sin embargo, lo que sí que es relevante es la razón por la que recurrimos al anhelo y el efecto que tiene en nosotros…

Recrearse en los recuerdos contribuye a serenar el estado de ánimo, elevar nuestra autoestima y fortalecer nuestras relaciones interpersonales. La nostalgia es una fuente de equilibrio y bienestar psíquico. Sí, parece que, aunque en ocasiones suframos por ello, rememorar y sentir intensa y vívidamente esos recuerdos es una manera de mantenernos en forma emocionalmente. Además, la nostalgia nos tiende un puente entre el pasado y el presente, lo cual nos ayuda a percibir la continuidad de nuestro yo y ser conscientes de que compartimos muchas cualidades con la persona que fuimos. La nostalgia produce esa sensación de que el ayer y el hoy se funden en uno…

De todas formas, no siempre la nostalgia ha tenido esta connotación tan variada; si atendemos a la etimología de la propia palabra nos daremos cuenta de que deriva de los términos griegos nóstos (regreso) y álgos (dolor) y, por tanto, en sentido literal describe el dolor que produce el deseo de regresar al pasado. Hoy en día asociamos esto a múltiples conceptos positivos como recordar viejos tiempos felices que nos hacen sonreír.

Es posible que en más de una ocasión te hayas torturado anhelando un tiempo anterior en el que te acompañaba una persona significativa que ya no está a tu lado, pero es probable que cuando recuerdas tu infancia te sientas bien y sonrías para tus adentros. No obstante, quiero aquí hacer un apunte y decirte que un tipo de recuerdos recurrentes que debes dejar a un lado es el de los errores; si te equivocaste no te empeñes en regresar, no tiene mucho sentido para ti y precisamente no te hace sentir bien.

Pero recordar también puede convertirse en algo altamente destructivo para una persona que está muy triste o deprimida. ¿Por qué? Porque experimentará sus recuerdos de forma muy compleja y desatará en sus pensamientos un agravio comparativo que le hará entrar en un bucle infinito. Al contrario de lo que contábamos antes puede hacerle sentir que el pasado está muy lejano y que, en comparación con la persona que fue, ahora es un verdadero desastre. La distancia temporal percibida será la razón por la que estas personas se sientan peor cuando recuerdan algo positivo lo que lo alejará cada vez más de la realidad. Por esta razón, si te sientes triste o sabes de alguien que esté pasando por un mal bache o que “viva en el pasado”, intenta eliminar esa tendencia a recordar “un tiempo feliz”. Con esto quiero decirte que, aunque la intención es buena, puedes hacer mucho daño intentando levantar el ánimo de alguien triste recordándole momentos felices.
Además, como seguramente habrás pensado en alguna ocasión, tendemos a ser más nostálgicos cuando nos sentimos tristes y turbados. Precisamente esto se debe a dos razones, una negativa y otra positiva. La primera es que podemos atender a ese bucle de“cualquier tiempo pasado fue mejor”, solidificando así la base del sufrimiento y derrotándonos. La segunda, sin embargo, cumple esa función positiva elevando nuestro bienestar si atendemos a los recuerdos que nos den un motivo para realzar nuestro ánimo.

También hemos dicho que rememorar puede ayudarnos a fortalecer nuestros vínculos. Recordarás lo que te une a los demás, lo importante y valioso que eres para ellos y lo significativo que resultó tu apoyo o el suyo para lograr superar ese bache. Nadie estaba tan cerca de esa persona como tú, ¿verdad?
Con todo ello, dar rienda suelta a nuestros recuerdos puede hacernos mucho bien pero tenemos que poner especial cuidado en que éstos no sirvan para hundirnos más si es que nuestro estado anímico no es bueno. La nostalgia no sólo nos proporciona bienestar, sino que también posee un efecto preventivo para protegernos de los pensamientos negativos que nos turban. Puedes acudir a tus recuerdos para calmar tu mal humor, para relajarte, para sonreír y para darte motivos para seguir creando otros tantos y bonitos recuerdos. Abre tu álbum de fotos y relee viejas cartas, encuentra el lugar que corresponde a tus recuerdos y no dejes que se pierdan en el olvido porque están ahí para hacerte feliz.




El Talento No Tiene Edad


Juventud, divino tesoro. Los millenials han entrado con fuerza en el mercado laboral en los últimos años y ya son muchas las empresas, sobre todo startups del mundo digital, que buscan conectar con ellos para atraerlos hacia sus filas. Su energía desbordante y el hecho de ser nativos digitales los convierten en un objetivo muy deseado para aquellas compañías que están en proceso de adaptarse a los retos de la actualidad.

En el otro lado están los colaboradores senior, pertenecientes a la generación del “baby boom”. Son aquellos empleados de más de 50 años, con una trayectoria profesional más consolidada pero acostumbrados a trabajar a la antigua usanza. Se trata de dos generaciones muy diferentes, cada una con sus propios valores y características, pero ambas igualmente útiles para la empresa.

Entre las diferencias más relevantes entre millenials y seniors podemos citar su motivación laboral. Los más jóvenes buscan flexibilidad de horarios y la oportunidad de colaborar y hacer contactos, así como recibir un feedback constante sobre su trabajo. Por su parte, los ‘baby boomers’ se sienten más estimulados por el reconocimiento de su estatus dentro de la empresa y del valor de sus contribuciones. Una buena forma de motivarlos es permitirles ejercer como mentores con los empleados de menor edad, lo que además  permitirá a ambas generaciones complementarse.

Y es que, ¿no sería buena idea combinar lo mejor de ambos? Los millenials aportan una visión fresca, se mueven como pez en el agua en el mundo digital y tienen mucha iniciativa, pero los seniors acumulan una experiencia muy valiosa y un conocimiento de la compañía que resulta tremendamente útil a la hora de solucionar todo tipo de problemas, además de servir como perfecto canal de transmisión de la cultura y valores corporativos de la empresa. También se caracterizan por tener un gran compromiso con la compañía, por lo que siempre se puede contar con ellos en situaciones delicadas.

Por su parte, los millenials tienen mayor capacidad de adaptación a los cambios y una cultura de trabajo más flexible y enfocada a objetivos. No sienten necesidad de pasar muchas horas en su puesto de trabajo, sino que prefieren tener flexibilidad para conciliar la vida laboral con la personal e ir cumpliendo metas día a día, sin vincular su productividad a los horarios. Además, mientras que para otras generaciones ven un hándicap en el uso de la tecnología, los millenials han crecido con ella y la manejan con total naturalidad.

Estas dos generaciones son muy distintas entre sí, pero su combinación es un cóctel de éxito para tu empresa. Saber reconocer y gestionar las virtudes y defectos de cada una de ellas es una labor que el departamento de Recursos Humanos debe saber llevar a cabo para aprovechar al máximo el talento que ambas poseen.




Razonamiento


En sentido amplio, se entiende por razonamiento a la facultad que permite resolver problemas, extraer conclusiones y aprender de manera consciente de los hechos, estableciendo conexiones causales y lógicas necesarias entre ellos. ... En otras palabras, un argumento es la expresión lingüística de un razonamiento.

Actividad mental que conecta conceptos y justificará una idea o resolverá problemas
El razonamiento es el conjunto de actividades mentales que consiste en la conexión de ideas de acuerdo a ciertas reglas y que darán apoyo o justificarán una idea. En otras palabras más simples, el razonamiento es la facultad humana que permite resolver problemas tras haber arribado a conclusiones que permiten hacerlo.

Tipos de razonamiento
Existen dos tipos de razonamientos, el razonamiento lógico, que hace uso del entendimiento para pasar de unas proposiciones a otras, partiendo de lo ya conocido o de lo que se cree conocer a lo desconocido o menos conocido. En este, los razonamientos que se hagan a través de esta forma pueden ser válidos o no válidos. Será considerado como válido cuando sus premisas ofrezcan un suficiente soporte a la conclusión y en el no válido sucede exactamente lo contrario.

Y luego se encuentra el razonamiento no lógico, también conocido como informal, el cual no solamente se basará en premisas como el anterior sino que además se ayuda de la experiencia y del contexto.

Un argumento es la expresión verbal de un razonamiento y nos permite arribar a conclusiones determinantes
El razonamiento, además, se corresponde con la actividad verbal de argumentar, porque un argumento es la expresión verbal de un razonamiento, luego de haber establecido principios de clasificación, ordenación, relación y significados.

El concepto lo usamos muchísimo también para designar a aquella serie de conceptos y de argumentos que una persona utiliza y expresa a viva voz con la misión de demostrar algo.

Pensemos en aquello sobre lo cual estamos convencidos porque la observación y el pensamiento nos permitieron determinarlo: tal negocio no funcionará como nuestro hermano cree porque no disponemos de los recursos económicos ni el lugar físico necesarios para que funcione como corresponde.
El razonamiento demuestra que la ausencia de las mencionadas cuestiones llevará al negocio al fracaso directo más allá de las ganas y de las ideas que tengamos.

Porque básicamente este sentido de la palabra es eso, una organización y estructuración de ideas en nuestra mente para luego arribar a una conclusión sobre un tema.

Muy útil a la hora de la persuasión
Pero no solamente para demostrar algo nos sirve esta actividad mental de producir razonamientos sino que también es efectiva a la hora de conseguir el favor de alguien, de persuadir a una persona.

Del otro lado, habrá un interlocutor que también usara su razonamiento para poder discernir cuál es la mejor opción de algo y por supuesto también para creer o no aquello que el otro propone demostrar.

Una capacidad poco desarrollada y la escuela es la responsable de no promoverla como debiera
A pesar de ser una capacidad intelectual en efecto muy importante para las personas, porque a través de ella, como señalamos, se podrán resolver desde los problemas más simples hasta los más complejos, resulta ser una de las que menos desarrolla la mayoría de las personas. Por ejemplo, la escuela que debería ser la principal responsable que esta capacidad se desarrolle, por la función formadora que desempeña, se centra más, a través de asignaturas como Lengua, en que el alumno estudie y aprenda de ortografía o gramática, pero están en deuda con el aprendizaje de los métodos de expresión que son esenciales para que los alumnos puedan hacer un uso más completo del lenguaje.



No Escatimar Esfuerzos


Si realmente quieres ser exitoso en tu vida y lograr tus objetivos y metas, debes albergar los hábitos y actitudes correctas que te mantendrán encaminado a ello. Hay una serie de características que debes adquirir y mantener de por vida para descubrir que más oportunidades y cosas buenas están por suceder, si sólo las permites.

Algunas características de los grandes son:
Ser Laborioso
El trabajo duro siempre paga. Y no me refiero a trabajar para alguien más… me refiero a focalizar esfuerzos en uno mismo y lograr metas y objetivos propios. No existe ni un solo individuo famoso en la historia que haya alcanzado sus objetivos en la vida sin trabajar para lograrlos. Ser laborioso significa trabajar más duro que los demás, estudiar más que los demás e incluso en ocasiones, sufrir más que los demás. Debes comprender la importancia que tiene la gratificación que se obtiene luego de lograr objetivos y metas propuestas, y luchar para conseguirla.

Para iniciar con el trabajo duro, deberías empezar organizando tu agenda, creando una lista de tareas y funciones diarias y encontrando la gente y recursos que pueden ayudarte. Debes tener en cuenta que tienes que ser tan independiente como sea posible para lograr más a largo plazo.

Disciplina Y Consistencia
La disciplina es lo que separa a los líderes de los seguidores. Si realmente quieres hacer cambios en tu vida, debes poder cumplir con tus deberes incluso si en ocasiones no quieres hacerlo, y mantener una excelente calidad y rendimiento óptimo cada vez. Ser consistente está ligado a ser paciente, donde sin importar la situación ni los obstáculos que se presenten, continuas entregando grandiosos resultados, para lograr tus objetivos y metas finales.

La disciplina y la consistencia se encuentran interrelacionadas. Si continúas practicando los buenos hábitos, y te adhieres a las tareas que te acercan a tus propósitos, será más fácil día  día. Podrás ser una persona diferente conforme te ajustes a lo que la vida te enseñe.

Flexibilidad
Los problemas forman parte de la vida de todo ser humano, pero sólo aquellos que gozan de flexibilidad logran sus metas y objetivos. Debes aprender de tus errores y convertirlos en acciones productivas la próxima vez que te ocurra algo similar. Aprende a levantarte después de cada caída y a doblegar tus esfuerzos para mejorar. Algunas de las personas más exitosas son conocidas por haber enfrentado grandes dificultades.

Optimismo
Necesitas permanecer positivo sin importar la situación ni los problemas que enfrentes. Es vital que permanezcas optimista y siempre confíes en que lograrás tus objetivos y metas. Si eres capaz de auto-convencerte, lograrás más rápido el éxito.

Paciencia
Algunas metas son grandes y toman tiempo. No te permitas pensar que son lo suficientemente grandes como para convertirse en imposibles. Se específico y fija metas más pequeñas con base en tu actual situación, y empieza a trabajar duro por pequeños logros que te llevarán a lograr metas más grandes.

Por último, nunca olvides que eres tú el responsable de los resultados de tus acciones, y que te conviertes en lo que piensas de ti mismo. Sigue adelante, no te detengas y nunca te rindas!



jueves, 31 de agosto de 2017

La Mente Ocupada


Muchas veces escuchamos que cuando estamos tristes, estresados o pasando por un momento complicado, lo mejor es mantenernos ocupados.

Un estudio realizado por la Universidad de Chicago revela que tener tu mente ocupada te hace feliz,  pues mientras estés distraído haciendo algo, te alejas de los pensamientos negativos. Mientras estás ocupado, te deshaces de estrés, la depresión y el aburrimiento.

Christopher K. Hsee, autor del estudio, reveló que es indispensable que todos los días hagas algo; cualquier cosa, incluso si no le encuentras sentido. Los investigadores de este estudio comentan que el deseo de evitar el aburrimiento y la depresión, junto al ocio motivador, son factores importantes para mantenerse ocupados. La necesidad de ganarse la vida o de ayudar a los demás son otros factores.

A los voluntarios que participaron en el estudio se les hizo llenar una encuesta y esperar 15 minutos para llenar otra encuesta. En ese período de tiempo los participantes tenían dos opciones una de no hacer nada durante los 15 minutos y la otra de dar un paseo durante el tiempo de espera.

Al entregar la primera encuesta se le entregaba un caramelo a cada uno. Al pasar el tiempo establecido los que hicieron el paseo se encontraban más felices que los otros que decidieron no hacer nada.

También demostraron que si no se les entregaba el caramelo más participantes se veían motivados a salir y dar el paseo.

Lo importante es mantenerse ocupado a cualquier edad, si te gusta bailar, caminar es el momento. Otra buena idea es leer, fortalecer tu memoria con rompecabezas y juegos de mesa incluso hasta arreglar tu clóset te hará sentir muy feliz.







Humanidades: Superación Personal


La superación personal, consiste en ser mejores cada día, en reconocer nuestros errores y corregirlos para acercarnos más a ser quienes realmente queremos ser.

El éxito no se consigue cuando día tras día nos quedamos en un mismo lugar, cuando nos conformamos con las personas que somos y no buscamos ser mejores, cuando cumplimos una meta y dejamos de trazarnos más.

Superarte personalmente, producirá tu éxito cada día.

La superación personal es un camino que no termina, es un camino sin fin alguno… Cada día serás mejor, pero al otro día podrás ser mucho más mejor.

Las personas exitosas son aquellas que un día se cayeron y se equivocaron, pero siempre se levantaron…

Aquellas que dejaron de quejarse  de su vida, para tomar el control de ella y crear su propia realidad…

Aquellas que aunque tenía defectos, cada día hallaban la manera de ser mejores y ser felices.

¡Es tiempo de que te levantes de donde estás!

Ya es momento de que empieces el camino de tu Desarrollo Personal.

Es hora de que empieces a tener conciencia de tu vida y de lo que haces por lograr lo que anhelas, ya llegó el día donde debes empezar a caminar en busca de ser mejor, de ser feliz y de cumplir tus sueños.

El éxito no viene en la lotería, no se hereda ni lo encontramos en las vitrinas del supermercado.

El éxito depende de ti y de tu trabajo, depende de que lo busques y lo logres, depende de quién eres y cómo piensas.

La superación personal es parte fundamental del éxito.

Así muchas personas quieran afirmar que el éxito es posible de lograrse fácilmente, sin esfuerzo y de la noche a la mañana “con suerte”…

…quienes no ganen la lotería igual pueden triunfar a través de la superación personal.

La superación personal a pesar de que en cierta forma suena aburrida y “para viejos” (como muchas veces he escuchado) realmente es el camino rápido al éxito total.

Hay gente que dice que le aburre la superación personal, y aun así dicen tener problemas de dinero. ¡No entienden para qué sirve la superación personal!

Si lo piensas bien, te darás cuenta que a través de procesos de superación personal, podrás crecer en diferentes aspectos de tu vida y superar tus miedos, enfrentándote a la vida con poder.

La superación personal te da éxito, no hay éxito sin superación.


Necesitarás superarte a ti mismo en todas las facetas de la vida, considera esta valiosa información desde hoy y verás el cambio.

Objetivo Ético De La Educación


El objetivo último de la educación, como de toda actividad humana éticamente válida, es la búsqueda de la realización del ser humano, debido a que lo contrario implicaría un absurdo intrínseco. 

Cada actividad humana estructurada, como lo es una ciencia y su aplicación técnica, persigue ese objetivo fundamental a partir de un instrumental propio, el que es desarrollado en función del ángulo específico de aporte que se busca realizar al objetivo global.

En concreto, las ciencias educativas tienen como objetivo último la realización plena del ser humano, para lo que desarrollan el instrumental pedagógico y didáctico como medio específico y propio. De este modo, los objetivos con respecto al desarrollo de habilidades, transmisión y generación de conocimientos, y otros que son específicos de las ciencias educativas, son instrumentales al objetivo fundamental y, por tanto, válidos únicamente en su correspondencia con aquél.

En este contexto, y desde que se asume el hecho de que la educación no es el mero aprendizaje de contenidos intelectuales sino que implica el desarrollo de toda la persona, entonces es claro que un objetivo intrínseco al proceso educativo debe ser la conformación de una «persona ética»(1). El ser humano es un todo, con diferentes dimensiones que necesita desarrollar para alcanzar su realización. La dimensión ética de los pueblos y las personas individuales es una de ellas, por lo que no puede haber desarrollo integral de la persona sin un desarrollo serio de su dimensión ética.

Podemos definir la ética como "la praxis de hacernos mutuamente personas en la historia"

(2). Entendemos aquí la “praxis” como el aprender haciendo, el desarrollar las certezas a partir fundamentalmente de la experiencia críticamente analizada, en un proceso personal y social que abarca a cada individuo y a la humanidad entera en forma simultánea e interactiva.

Es también un “hacernos mutuamente personas”, ya que no se trata de mecanismos automáticos sino del ejercicio de la libertad de un ser abierto e incompleto que necesita autodefinirse y autoconstruirse en interacción, para poder realizarse en la vida. Desarrollo de ideales, escalas de valor, pautas de validación de conductas, etc., son parte imprescindible de este proceso.

Finalmente, esta praxis se desarrolla “en la historia”, es decir, en un contexto concreto, en situaciones definidas, con condicionamientos y posibilidades delimitadas, y sin las cuales no solamente no es posible realizar juicios sobre el proceso, sino que ni siquiera es posible el que se dé proceso como tal.

En este sentido es válido que un ser humano -desde su dimensión ética- asuma como el objetivo fundamental de su vida la búsqueda consciente y perseverante de la propia realización, en una interacción verdaderamente humanizante con los demás.


miércoles, 30 de agosto de 2017

Las Opiniones

El periodismo de opinión es un género periodístico que se caracteriza por la exposición y argumentación de pensamiento de un personaje o medio de comunicación reconocido acerca de un tema. 

El origen de la opinión es la búsqueda de las causas de los hechos. 

Varios autores consideran que los géneros de opinión requieren ponerse en el lugar del otro para ampliar el horizonte perceptivo. En los periódicos, los géneros de opinión se utilizan para reforzar la línea editorial. Las páginas de opinión se han convertido en secciones protagonistas en los diarios desde principios del siglo XX, por sus abordajes y posiciones polémicas.

Los artículos de opinión versan sobre diferentes temáticas: política, economía, sociedad, espectáculos, deportes, entre otros.

De todas maneras debemos decir que cuando en una nación se produce un hecho relevante y contundente con concretas consecuencias para la comunidad, los artículos de opinión abundan en las páginas de los principales periódicos.

En cualquiera de los casos mencionados luego de la exposición del hecho, el autor da a conocer su opinión. El mismo dispone de una determinada y organizada estructura, que puede presentar variantes pero normalmente expone de manera sucinta, pero clara, el tema sobre el que se opinará, le sigue la opinión en cuestión y suelen también acompañarlo algunas informaciones o datos exclusivos que el autor obtiene sobre el suceso, normalmente a través de un off the record o fuente confiable.
Finalmente llega la conclusión que es la que cierra el mencionado artículo.






Mente Y Corazón


Corazón y cerebro podrían tener una relación más íntima que aquella que, más o menos desde siempre, se les ha atribuido coloquial y culturalmente. En efecto, desde este punto de vista, estamos habituados a conceder una especie de antagonismo entre ambos, como si el cerebro fuera asiento únicamente de nuestras cualidades racionales y el corazón de las pasionales. Curiosamente esta dicotomía, que mucho tiene de platónica, persiste incluso en nuestros días, a pesar de que sabemos bien que el corazón tiene pocas tareas más allá de bombear sangre, todas ellas fisiológicas. Pero entonces, podríamos preguntarnos, ¿por qué una tristeza muy fuerte o un episodio de felicidad también lo experimentamos como una alteración en los latidos de ese órgano?

La respuesta podría comenzar por una afirmación sencilla: a fin de cuentas, nuestro cuerpo es uno, una orquesta sinfónica que opera sincronizadamente para mantenernos con vida. Y aunque nuestros pensamientos, nuestras ideas, emociones, miedos y alegrías a veces parezca que no los vemos, parezca que sólo son mentales, en realidad no serían posibles sin el soporte físico del cuerpo, sin las hormonas, los neurotransmisores, el estómago que se contrae o las lágrimas que acuden a paliar el sufrimiento.

Prueba de esta conexión estrecha es un estudio publicado recientemente a propósito del efecto que el ritmo cardíaco podría tener en los procesos de razonamiento del cerebro.

La investigación estuvo a cargo de Igor Grossmann, profesor de psicología en la Universidad de Waterloo, quien en colaboración con otros académicos de la Universidad Católica Australiana analizó el ritmo cardíaco de un grupo de voluntarios en comparación con un grupo de control, esto al tiempo que se evaluaban sus cualidades de razonamiento y su capacidad para elaborar juicios, recordar y otras habilidades cognitivas afines.

Según lo observado, las personas en las que el ritmo cardíaco tiene variaciones constantes fueron también quienes mostraron un mejor desempeño en las pruebas de evaluación cognitiva. En especial cuando se trató de ofrecer una solución a un problema de tipo social visto desde una perspectiva externa a la de los involucrados (esto es, como un tercero que sólo opina), los individuos de ritmo cardíaco alterado fueron quienes ofrecieron alternativas que no estuvieron sesgadas por sus propios intereses o puntos de vista.

De acuerdo con el profesor Grossmann, esto no necesariamente indica que dichas personas sean “más sabias”, sin embargo, sí parece ser una ventaja con respecto a aquellas menor variación en sus pulsaciones.

Quizá ahora sólo queda responder por qué sucede esto y si tal vez, como podría sugerirse desde una perspectiva más psicológica, si acaso la diferencia estriba en que hay quienes pueden con mayor facilidad que otros dar libre curso a sus pensamientos, emociones y aun procesos fisiológicos, mientras que otros individuos los contienen, lo cual redunda en una mayor fluidez de personalidad que se transmite y ocurre en la vida social.

Cuando Me Expreso Bailando


Bailar es una manera de hacer poesía con el cuerpo. Dicen que la danza es una de esas artes en la que solo se destacan quienes se quieren mucho a sí mismos. Esto tiene mucha lógica, si se tiene en cuenta que para ser buenos bailarines tenemos que conocer bien nuestro cuerpo, conectarlo con nuestras emociones profundas y permitir que se expresen a través de movimientos dirigidos.

En el baile siempre opera una suerte de felicidad, aunque haya danzas que expresen un sentimiento dramático. En el baile también se pone en juego un acto de libertad, en tanto que se trata de una ruptura con los movimientos habituales y le permite a cada quien convertir su cuerpo en un medio artístico.

“Las expresiones más auténticas de la gente están en su baile y en su música. El cuerpo nunca miente”
-Agnes de Mille-

No todos podemos ser bailarines profesionales, pero definitivamente el baile sí está al alcance de todos y, de hecho, se encuentra presente en infinidad de situaciones sociales. Para eso están ahí  las discos y para eso también se hacen fiestas regionales o familiares. Muchos sentimos que una fiesta que no incluya baile es una fiesta incompleta, porque bailar es sinónimo de celebración y de alegría.
Los beneficios fisiológicos de bailar

El primer gran beneficio de bailar es físico. La danza es un ejercicio exigente, que implica un gran esfuerzo físico al que se le suma una alta demanda de coordinación entre las diferentes partes del cuerpo y la música que está sonando. Los conocedores indican que una hora de baile equivale a dos y media de ejercicios aeróbicos.

La verdad es que el cuerpo refleja nuestra personalidad y nuestros conflictos internos. Nada como bailar para que todo eso se torne evidente. Y ese es precisamente el primer gran aporte del baile: nos ayuda a conectarnos con nosotros mismos, permite que se exprese nuestro mundo interior. La capacidad para seguir el ritmo de la música con el cuerpo promueve el reconocimiento de uno mismo y revela nuestras asincronías.

Pero no es solo eso. El baile es una actividad eminentemente social y, por lo mismo, no solamente nos permite conectarnos con nosotros mismos, sino también con los demás. Bailar nos exige, en la mayoría de los casos, adaptarnos al cuerpo y a los movimientos de otra persona. Sin darnos cuenta, esto incrementa la empatía y la sociabilidad. 

Además, es un excelente antídoto contra la timidez, especialmente durante la adolescencia. Bailar es, sin duda, capturar el ritmo de la vida en nuestro corazón.