miércoles, 18 de abril de 2018

La Naturaleza Humana


Cuando la especie humana fue considerada como tal por Linneo y le dio el nombre de Homo sapiens, los seres humanos volvieron a formar parte de la naturaleza en la cultura humana. Durante siglos, los seres humanos habían estado considerados como formando un mundo aparte. 

Reflejo de ello son expresiones tales como "el hombre, rey de la creación". Todo el mundo estaba a su servicio y él no debía rendir cuentas a la naturaleza. La consideración de los seres humanos como seres naturales formando un solo mundo con todos los demás seres está impregnando la cultura de nuestro tiempo, a causa, quizá, de la preocupación generada por los abusos que los humanos han perpetrado y perpetran en su propio perjuicio y en el de la naturaleza no humana.
Esto explica la proliferación de grupos y partidos que se aglutinan en torno al llamado o ecologismo. 

Por su parte, muchas naciones han tomado partido al respecto y, sin adherirse a militancias concretas, se preocupan de que el desarrollo de la sociedad sea sostenible. En este sentido, la Unesco ha patrocinado el UNDP o Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, con el subtítulo perfectamente claro de Sustainable Human Development.

Sin embargo, a pesar de la clara evidencia de que los seres humanos son seres naturales, y tanto su modo de vivir como de actuar es perfectamente natural, se está desarrollando una opinión que vuelve a distanciar al hombre de la naturaleza. 

Está opinión, curiosamente, se halla sobre todo presente en personas que parecen tener una gran preocupación por una naturaleza unitaria. Así se vuelve a enfatizar lo natural como opuesto a lo humano, como si fuera más natural que las aves construyan un nido que no que los humanos se construyan una vivienda.

Este hecho no pasaría de ser o una inercia del pasado o una manera de distinguir el natural humano del natural no humano, al que llamaríamos redundantemente natural en oposición a artificial, que sería lo natural manipulado por el Homo habilis, si no fuera que se hace una valoración de uno y otro en términos tan simplistas como que lo natural no humano siempre es bueno y lo artificial siempre es objeto de sospecha. Ciertamente, las hongos venenosos son perfectamente naturales y, con todo, no son demasiado buenas para comer, y, en general, la naturaleza actúa ciegamente, produciendo frecuentemente lamentables catástrofes destructoras tanto de objetos naturales no humanos como de seres humanos. 

Esto no obsta para que muchas personas consideren altamente peligroso, o por lo menos digno de ser examinado muy atentamente y con lupa, cualquier producto químico o cualquier actuación del hombre sobre la naturaleza viva o no viva, mientras miran a otro lado cuando se produce algún perjuicio a los seres humanos por causas naturales, considerándolo como una fatalidad perfectamente aceptable.


Este hecho, que podría ser considerado grotesco, está llegando a impregnar amplias capas de la población, y en determinados campos, por ejemplo, los referentes a la salud humana, está propiciando conductas altamente peligrosas para los propios humanos. Es urgente que tanto los muy sensibilizados por los daños producidos por ciertas actuaciones humanas como los expertos en el conocimiento de la naturaleza unan sus esfuerzos a fin de que una consideración tan ajustada a la realidad como que los seres humanos son seres naturales y forman parte de la naturaleza no se convierta en un instrumento a favor de la afirmación contraria.

Defraudar Expectativas


Defraudar es:
"Frustrar y no responder a la confianza o expectativas que se tenían puestas en algo"

Las personas siempre tienen unas expectativas sobre otras personas o sobre situaciones. Es natural proyectar nuestras opiniones y nuestros deseos al futuro y tratar de imaginar y anticipar cómo serán las cosas.

Una expectativa es:
"Lo que se considera lo más probable que suceda"

Muchas veces, esta expectativa se ve defraudada, no satisfecha, frustrada.
Las causas pueden ser:
Unas expectativas irreales, debidas al desconocimiento, a la desinformación o al autoengaño. Autoengaño es negarse a reconocer las evidencias que indican que estamos equivocados. 

Por ejemplo, lo que se conoce como "pensamiento deseoso" (en inglés, "wishful thinking"), que es el autoengaño que comete quien piensa que las cosas son o serán de una determinada manera sólo porque él mismo desea que sean así.

Por esperar que los agentes involucrados se comporten en el futuro igual que lo han hecho en el pasado (por el sesgo cognitivo debido a la ilusión de control).
O el engaño deliberado por la otra parte:

Estimulando la formación de esas expectativas irreales.

Dando un sucedáneo (sustituto de mala calidad) de lo que promete o se espera recibir de él.

Dando mucho menos de lo prometido. En el refranero español se habla de "Montañas pariendo ratones".

Prometiendo cambios favorables en el futuro (el clásico "cariño, en adelante voy a ser diferente").

Dando largas, postergando decisiones "hasta un momento más favorable”...etc. 
Comprar tiempo mientras se exigen nuevas contrapartidas y sacrificios.

En general, mediante lo que los anglosajones llaman "deceitful speech", es decir, discurso fraudulento, que no va a la raíz de las cosas ni es honesto a la hora de exponer los motivos de las partes, la situación real ni la evolución más probable.

Muchos casos de expectativas defraudadas son una conjunción de ambos fenómenos:
Mucha gente es engañada porque en el fondo necesita creer lo que le dicen. 
Y hay gente experta en manejar y utilizar las expectativas de los demás a su favor.

Sobre todo si están deseosos de recibir un mensaje tranquilizador y reconfortante sobre un futuro mejor.

Hay mucho conocimiento de la psicología humana detrás de muchas mentiras.

Casi nada se dice por casualidad.

La mayor parte de la población es de carácter primario, tiende a confiar rápidamente y a creer en los demás. No suele poner distancia para analizar lo que ocurre de verdad ni detectar las segundas intenciones.

"La resonancia es la repercusión que las impresiones tienen sobre el ánimo de cada persona. Si las impresiones tienen efecto sobre la conducta en el momento de la gran emoción, la resonancia es primaria. En cambio, si las impresiones influyen en un momento posterior a la emoción, la resonancia es secundaria."

El problema de defraudar expectativas es que se convierte fácilmente en una huida hacia adelante ("extend and pretend" en inglés, que podría traducirse por "continuar y seguir fingiendo").

Una mentira sólo se tapa con otra mentira mayor.


martes, 17 de abril de 2018

Diferencias De Criterio

Yo tengo razón, tú estás equivocado

Somos adictos a "tener razón", pero quedar cautivos de nuestras opiniones es un trampa.

Escuchar a los demás es prueba de empatía y respeto, claves para crecer y estar en paz.

La mayoría de nosotros creemos que podemos cambiar lo que los demás piensan; de otro modo, no pasaríamos tanto tiempo en la vida dándole vueltas a “qué opinan los demás de nosotros” y tratando de mejorar su juicio sobre nuestra persona. Eleanor Roosevelt dijo: “Nadie puede hacer que te sientas inferior si tú no lo permites”. Esta afirmación pone el foco de atención hacia nosotros mismos y no en los demás; por ello, quizá el único pensamiento que precisa ser cambiado es la creencia de que “los demás deberían pensar diferente”.

Querer tener razón es la enfermedad crónica de la humanidad, seguramente una de las causas que han enfrentado más a las personas, las naciones y las religiones organizadas del planeta. La posesión de las personas por sus propias ideas es siempre una causa de sufrimiento. 

El problema, al consistir las creencias en “posesiones mentales” no visibles, ha sido buscar la solución a nuestras diferencias tratando de cambiar a los demás antes que examinar la causa real de los conflictos (la necesidad de tener razón).

En demasiadas ocasiones comprobamos cómo querer imponer nuestras razones y opiniones a los demás nos cuesta caro. Tal vez logremos desautorizar las ideas de alguien, pero al final acabamos con una razón más y un amigo menos. ¿Vale la pena? Seguramente no. 

El resultado es que querer estar siempre en posesión de la verdad consume una gran cantidad de energía y tiempo que nos impide disfrutar de los demás y de la paz mental de saber que en el fondo todos tenemos nuestra propia lógica.

¿Es mejor tener razón a toda costa antes que ser feliz? Que cada uno responda esta pregunta con sinceridad.

Una creencia es algo a lo que te aferras
Porque crees que es verdad”
Deepak Chopra

La perspectiva materialista o newtoniana del universo nos conduce a cosificar todo con lo que entramos en contacto, ya sea algo material o inmaterial. Incluso lo no material, como un pensamiento, acaba tomando forma y se convierte en objeto de conflicto. Así, una idea o una creencia se acaban convirtiendo en una posesión, una propiedad, algo que debe ser defendido para que no perezca.

Todo pensamiento consciente, repetido durante un tiempo, se convierte en un programa mental invisible. Con el tiempo acumulamos opiniones, creencias, que pasan a conformar lo que llamamos identidad construida o ego. 

Si alguien agrede esas posesiones mentales, en realidad es como si lanzara un ataque personal, porque confundimos pensamiento e identidad. 

No parece sensato confundir lo que somos con lo que pensamos, pero esto no lo tienen tan claro quienes se aferran a sus creencias con desesperación.

Tener opiniones es normal, también tener gustos y preferencias… pero que esas ideas y predilecciones le tengan a uno cautivo o secuestrado es una trampa. El libre pensamiento es una conquista humana, pero la libertad de opinión se convierte en una desventaja cuando las posiciones mentales impiden abrirse a nuevas perspectivas o puntos de vista que no concuerdan con las propias
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La pregunta ¿somos nuestras creencias? se responde con un rotundo no. 

Desde luego, tenemos convicciones, pero en esencia no somos lo que pensamos; a un nivel profundo y esencial, nuestras opiniones no pueden definirnos. Pero llegar a esta claridad no es sencillo ni rápido. De hecho, los conflictos del mundo son tanto disputas por pertenencias materiales (cosas) como por posesiones inmateriales (ideales). 

Cuando entendemos que tenemos una mente y la usamos, pero que no somos esta, nos liberamos de su contenido y nos autoexcluimos de cualquier conflicto y, por tanto, sufrimiento.

Cuando una creencia nos domina, llegamos a pensar que todo el mundo piensa, o debería pensar, lo mismo. Pero hay opiniones para todos los gustos, la diversidad construye el mundo, y aunque parezca extraño, hay personas que creen cosas muy diferentes a las que nos parecen normales. Ver las cosas desde distintas perspectivas no es fruto de un lavado de cerebro, sino de preferencias, cultura, contextos… Sin duda, aquellos que no esperan que todo el mundo esté de acuerdo con ellos gozan de una mayor tranquilidad mental, que es de lo que va la vida.



Suplantados

El hombre y la tecnología

"La fisiología humana, no cambia al ritmo vertiginoso del desarrollo tecnológico".

La computadora más antigua, pero más moderna (el cerebro), le ha permitido al hombre imponerse, al menos en el planeta Tierra, a todas las demás especies. 

El hombre, con la capacidad de pensar, ha logrado cambios impresionantes que maravillan no sólo a los abuelos, sino también a las nuevas generaciones, y que fundamentalmente, han traído comodidad y seguridad.

La comodidad y la comunicación de los tiempos actuales, van modelando un hombre distinto, que es capaz de mantenerse informado instantáneamente de lo que ocurre en cualquier parte del mundo. Es apenas a principios del siglo que ahora finaliza, que empezaron a rodar automóviles, a la "impresionante" velocidad de 40 a 60 kilómetros por hora. Son ganancias también de este siglo, el teléfono, la televisión, la conquista del espacio, las computadoras y la comunicación electrónica, entre otras, de tal manera que descansan en paz, en gran medida, como apoyo al trabajo, el caballo, el correo, el telégrafo, y una larga lista, que ha sido atropellada por el desarrollo tecnológico.

El cálculo matricial y la comunicación electrónica, han dado vida a la maravilla de las computadoras, que hoy se encuentran presentes en todo. Hasta las amas de casa, menos afectas al manejo de la computación, hoy se internan en la red electrónica, hasta para averiguar los precios de lo que quisieran comprar. Con una computadora, y una línea telefónica, se tiene acceso a la red electrónica que no tiene fronteras físicas para comunicarse con cualquiera que decida hacerlo también
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Todas aquellas cosas de las que nos servimos, van siendo ajustadas al sistema computarizado, desde los minúsculos relojes, hasta los más grandes aparatos como refrigeradores y automóviles.

En pocas palabras, o se ajusta el hombre al desarrollo, o se aísla de la vida cotidiana. También es cierto que el actual desarrollo nos ha hecho demasiado dependientes, hasta de grandes errores involuntarios, como es el caso de que muchas computadoras no fueron diseñadas originalmente para reconocer el año dos mil, corriéndose el riesgo de perderse registros o simplemente mal funcionamiento, lo que ha obligado a poner en práctica costosísimos programas que deben subsanar el problema. Pero hay quienes tienen sus dudas al respecto y han preferido tomar sus propias y personales precauciones, como proveerse de alimentos adicionales, o cancelar sus vacaciones, situación esta última, que se está resintiendo en una entidad turística como Quintana Roo
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Pero, por otra parte, sin atender a las razones que le han dado origen, el desarrollo no ha sido correctamente enfocado, ya que el hombre ha afectado el medio ambiente de manera irreversible, y además, el mismo desarrollo va conformando una sociedad aparentemente progresiva, pero realmente lastimada por el propio adelanto tecnológico, en razones de que el hombre no puede cambiar al ritmo de la tecnología.

La comodidad y los cambios tecnológicos, han deteriorado el instinto de supervivencia, que va empezando a ser falta en una sociedad cada día más insegura, en razón de que la tecnología ha generado también una excesiva concentración de la riqueza, con su contraparte, la proliferación de la pobreza.

Todas las especies vivas han tenido que ajustarse a los cambios o desaparecer, pero antes las modificaciones eran impuestas por la naturaleza, pero el hombre, ese monstruo pensante, empezó, en aras del desarrollo a hacer las cosas a su manera, y hoy tenemos que la especie humana, no puede cambiar a la velocidad de la tecnología actual, provocándose una descompensación, que representa seguramente la problemática más importante para el siglo XXI.

Esa descompensación entre los cambios fisiológicos y los tecnológicos, tienen puesto de cabeza al mundo, con incidencia de enfermedades raras y una vida muy desajustada.

No cabe duda, que el desarrollo debe ser reorientado o la especie humana va a reventar. .



Todo Es Posible


Existen momentos de incertidumbre en la vida, esos instantes en los cuales no sabemos a ciencia cierta cómo saldrán las cosas, nos llenamos de expectativas, de dudas, de temores y de ansiedad. En una constante espera de los resultados, de alguna manera nos toca asumir riesgos y lo hacemos, a lo largo de toda nuestra vida, indudablemente, cuando no hay seguridad de nada, cualquier cosa puede ocurrir.

Asumir riesgos es parte del aprendizaje de la vida, los errores hacen la historia y los éxitos las grandes victorias, actuar frente a situaciones en las cuales no hay seguridad, nos alerta sobre el hecho de que cualquier cosa puede pasar, esto no debe ser necesariamente causal de temores infundados, simplemente nos debe preparar para accionar frente a cosas inesperadas.

Evidentemente todo en la vida depende del cristal con el que se mire y las actitudes que elegimos en la vida hacen la diferencia. Podemos vivir atemorizados evitando correr riesgos para no cometer errores, o podemos aventurarnos a desafiar nuestros propios límites e ir siempre más allá.
Las sorpresas de la vida también suelen llegar cuando menos se espera, no sólo las adversidades, debemos imprimir buenas energías a lo que hacemos, procurar vivir sin alimentar las expectativas, más bien estar en disposición de recibir lo bueno que nos llega y de tener la fortaleza y valentía para superar las adversidades.
El caso es que no importa qué tanta seguridad se pueda tener de algo, las probabilidades de que las cosas cambien siempre están presentes, todo puede ocurrir, todo puede salir muy bien o cambiar repentinamente, lo ideal es realmente no esperar nada, simplemente observar, estar atentos y alerta para poder actuar de manera óptima ante cualquier escenario.
En cuestión de relaciones amorosas, quizás esto nos pueda parecer aún más riesgoso, pero es sabido que aquel que se involucra en relaciones, debe esperar cualquier cosa, así que tomar la decisión de vivir intensamente o prudentemente, o ambas, es cuestión de cada quién.

No te dejes envolver por los temores, ni embargar de dudas, vive con la mente clara y el corazón esperanzado, porque nada está deparado en tu camino que no puedas enfrentar.

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lunes, 16 de abril de 2018

La Nación Catalana





La nación catalana empezó a existir entre 1892, cuando se fijaron las Bases para la Constitución Regional Catalana, también llamadas Bases de Manresa, y 1906, año en el que Enric Prat de la Riba, que había participado en el acto anterior, publicó su manifiesto «La Nacionalitat Catalana». 

Antes de eso había habido una conciencia de identidad cultural, basada en tradiciones propias y sobre todo, en una lengua de gran tradición literaria y política. También había habido una conciencia intensa de particularidad política, que llevó a los catalanes a manifestarse una y otra vez en defensa de sus fueros. 

Lo primero se había manifestado a todo lo largo del siglo XIX en la Renaixença y el catalanismo, movimientos culturales, también políticos, de recuperación de la lengua, la historia y las costumbres y el derecho propios. Lo segundo llevó a buena parte de Cataluña, en particular la más rural, a alinearse con el carlismo en contra de la Monarquía constitucional. Esta Cataluña carlista es hoy el bastión del independentismo nacionalista.

La reivindicación de la «nación catalana», inédita hasta 1906, sorprendió a todo el mundo, en particular a los catalanistas, que no veían contradicción entre la cultura propia y España. Y es a partir de ahí cuando empieza la historia no ya de la nación catalana, sino de la construcción de la nación catalana. Porque los fundadores del nacionalismo catalán tenían claro que la nación catalana no existía y que lo que habían iniciado ellos mismos era la construcción de esa nación. En un futuro que preveían muy lejano, con mucho trabajo y mucha prudencia, podría acabar siendo una nación en el sentido moderno, político, del término: un territorio con fronteras precisas y reconocidas, una población con conciencia de formar una unidad (un «pueblo») y un Estado soberano. 

Aquello iba a requerir también personajes de un temple muy especial: con una visión estratégica fuera de serie y una tenacidad y una paciencia extraordinarias.

Evidentemente, los nacionalistas tendían a afirmar que esa nación ya existía, a ser posible desde tiempos inmemoriales y con características propias y repetidas en el tiempo. La afirmación de una cultura catalana propia era así recuperada para la construcción de la nación. 

El nacionalismo se postulaba por tanto como el liberador y emancipador de esos pueblos o esas culturas sin plasmación política, lo que le otorgaba una legitimidad histórica y sentimental propia. 

Ahora bien, el nacionalismo político, en sí, era una idea política muy reciente, nacida en Francia pocos años antes y copiada a partir de ahí por muy diversos movimientos en toda Europa. Superioridad racial, desconfianza ante el trabajo disolvente del liberalismo, miedo a lo que entonces se llama «desenraizamiento»... Las obsesiones identitarias se resumían entonces en la advocación de «la tierra y los muertos», con el añadido de la sangre por aquello de la pureza. Lo que hoy es cultura era entonces raza. Cambia el nombre, no el contenido.

Los nacionalistas catalanes son, en esto, perfectamente homologables a los que por entonces surgieron en todas partes, desde Alemania a Italia, pasando por el nacionalismo vasco y el español. De hecho, el nacionalismo es una ideología muy práctica y adaptable: basta con cambiar los adjetivos nacionales. 

Los nacionalistas son excelentes traductores, de los que afirman con gran convicción que la traducción es imposible
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También resultaron muy convincentes a la hora de propagar la idea de que esa nación que ellos querían construir era algo real. Tanto que incluso los nacionalistas se lo han tomado en serio. En dos ocasiones, en 1934 y ahora, en estos años de reivindicación independentista desde 2012, han planteado un desafío frontal al Estado español, en la actualidad también a la Unión Europea. En el primer caso, el intento resultó fracasado porque prematuro. De hecho, los nacionalistas más conscientes vieron que aquello haría retroceder el movimiento, necesitado de muchísimo tiempo y enfrentado a adversarios muy poderosos, en particular el Estado. 

Ahora el impulso lleva el mismo camino. Eso sí, por el momento no se escuchan voces, dentro del campo nacionalista catalán, que hagan la crítica del acelerón irresponsable –irresponsable desde el punto de vista de la construcción nacional– de estos años, como sí ocurrió el año 34 y como sí se han escuchado en el nacionalismo vasco.

La causa de esta unanimidad viene probablemente del avance de la propaganda y la educación nacionalista en Cataluña, que ha llevado a extender la convicción nacionalista a una parte muy importante de la población catalana, como nunca había ocurrido. También procede de la crisis económica. Cuando estábamos a punto se ser intervenidos por la UE, la crisis pareció respaldar otra de las afirmaciones clásicas del nacionalismo catalán, la de que si bien Cataluña sí es una nación, España no lo es, o lo es fallida, sin soldar, sin verdadera cohesión: el rescate sería la rúbrica de este fracaso histórico, que se remontaba muy lejos, en particular al fracaso de la nación constitucional, que es otra de las grandes obsesiones de los nacionalistas de todas las nacionalidades.

Aquí el nacionalismo catalán ha contado con grandes aliados más allá de su territorio natural, en particular todos aquellos que afirman lo mismo, continuando una tradición española que se remonta a los mismos años en los que surgió el nacionalismo catalán, es decir en torno al 98. La falacia de la afirmación de la existencia de la nación catalana se ha apoyado por tanto en otra falacia, la de que la nación española no existe, repetida una y otra vez desde los institucionistas, los regeneracionistas, los noventayochistas o los republicanos, con Azaña a la cabeza de la demolición del liberalismo español. Esta idea tiene todavía muchos herederos, desde la España plurinacional de los socialistas a los entusiastas intentos de deconstrucción nacional (española) realizados en la Universidad y que han contado con el respaldo sistemático del Estado español, con independencia del color político de los gobiernos.



Compartamos La Cultura


Hablando con un amigo esta tarde me ha explicado cómo los alumnos le llegan cada vez con menos conocimientos en general. Pero, peor aún, con menos sangre en las venas, más pasivos, menos resistentes a la frustración y más proclives a refugiarse en su teléfono o en su portátil para huir de una explicación compleja. 

Lo preocupante es que me ha citado un par de ejemplos en que son las autoridades educativas en distintos países europeos las que están exigiendo a los profesores que “hablen más sencillo”, que utilicen un lenguaje menos complicado, a la par que reducen las horas lectivas destinadas a los programas de las humanidades. El resultado son alumnos que simplemente no saben, recuerdan mal algunas cosas y salen completamente mal preparados en su campo, derechos a no ser capaces siquiera de empezar a hacer nada.

En parte, creo que estos alumnos son víctimas de haber crecido con Internet. 

Digo víctimas porque han nacido en el momento en que sus propios padres descubrían una nueva tecnología completamente revolucionaria y, por tanto, no han sido capaces de guiarles en su uso. Pienso que, a medida que nos hemos habituado a la red, hemos aprendido también a regular nuestro comportamiento hacia ella, entendiendo mejor sus ventajas y sus peligros. 

Pero hacerlo nos ha tomado varios años. Como padre no tengo del todo claro qué hacer exactamente y por qué, pero sí que la red y las pantallas en general serán algo a lo que introduzca a mis hijos poco a poco y sólo de una forma que no le impida conocer mejor el mundo tangible, que estas herramientas han de ser tales y no un fin en sí mismas. 

De lo contrario, la inmensidad del internet feral coloniza nuestras mentes y, en el proceso, las diluye, dañando nuestra personalidad y capacidad para pensar y crear. Algo parecido pasó con la televisión hasta que entendimos que demasiadas horas eran perjudiciales (aunque no todos lo han hecho, claro).

Hay quien argumenta que las generaciones que crecen con Internet tienen una forma de pensar “más visual”, y que vienen cargadas de herramientas y habilidades para utilizar los ordenadores y crear todo tipo de montajes audiovisuales. Me parece fantástico, pero no si es a costa de una buena utilización del lenguaje, que, por muy visual que sea, el pensamiento sirve de poco si no somos capaces de comunicárselo a otros (empezando por nosotros mismos). 

Y, para ello, necesitamos de un dominio del lenguaje lo más preciso posible.

Todo lo demás se construye sobre una base lingüística, pero es esta base la que nos permite llegar a otros en primer lugar e intercambiar ideas con ellos.
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Trataba de entender la realidad humana lo mejor posible, y de cerrar las lagunas que me dejó sobre mi país (y otras cosas) una educación incompleta y deficiente en lo que a entender se refiere. Pero, dadas las barreras lingüísticas a las que me enfrento aquí, este conocimiento se ha quedado sin uso. Sigo pensando y construyendo, pero anhelo profundamente comunicarlo.

Pero esa es otra frustración: qué poco importa el conocimiento riguroso a la hora de trabajar. Es una pregunta filosófica: cómo podemos vivir en un mundo en que las mayores retribuciones no vayan a un uso lo más correcto y complejo del conocimiento cultural, sino a usos mediocres e incompletos de éste que tienden a empobrecer cuanto tenemos en común. ¿Cuánto aguantarán la lengua y lo que llamamos cultura su mercantilización y rebajado para hacerlas agradables (que no atractivas) a un público mayor? 

Quejarse de esto no es ser elitista. Al contrario: es clamar porque todos tengamos acceso a un conocimiento de calidad, para que podamos conocernos mejor a nosotros mismos y cuanto nos rodea. Soy consciente de lo carca que suena esto, e igual es la paternidad que se acerca. O igual siempre he sido así.

En definitiva, me he dado cuenta de que no escribir, no contar cuanto sepa o crea saber es un error. Desde ahora trataré de compartir pequeños detalles (libros, ideas o canciones) en el blog; o, cuando tenga fuerzas, ideas y textos más trabajados. Probablemente cometeré bastantes errores, y las explicaciones que dé serán incompletas o directamente erróneas. Pero confío en que alguien las corrija o, en cualquier caso, pueda sacar provecho de ellas. Confío en que, tal vez, llegue a entablar algún diálogo que pueda enriquecer a varios de nosotros.

Se da la paradoja de que esta gran tecnología de la comunicación está creando individuos más pasivos, tal vez más conectados, pero también más aislados de sus semejantes de forma íntima. Sólo el contacto con la lengua en acción (la lectura, la escritura, el diálogo, el reportaje, el discurso, el teatro…) para transmitir ideas y pedazos de realidad tal y como la perciben otros, nos puede mantener vivos mentalmente y nos puede contagiar de pensamiento. 

Diferencias por Autenticidad


Tú que me lees regularmente, sabes de mi alergia a la uniformidad y a todo cuanto reduce al ser humano al rango de soldadito. 

Este tema me interesa, por cuanto la diferencia confiere una enorme belleza a aquel o aquella que la resalta y que la asume. 

No hablo aquí de provocación o de espíritu de contradicción, sino de esas diferencias naturales que hacen de cada uno un ser único. No se trata de ser diferente para llamar la atención, sino solo de atreverse con la diferencia por autenticidad.

Nuestras diferencias nada tienen que ver con una fosa que separe, sino que se asemejan más bien a los guiones que unen y complementan. ¿Qué sería del rojo sin el verde, del amarillo sin el azul…? Cada tonalidad completa el mosaico de la humanidad y le confiere toda su belleza. Nada es más bello que una persona asentada en la autenticidad, sin máscara ni artificio, a la vez fuerte y vulnerable. Toda diferencia es un regalo para quien sabe apreciarlo en su justo valor.

La diferencia implica, pues, respeto, tolerancia y no-juicio. Para que pueda iluminarnos, no necesita ser comprendida ni analizada, sino solo acogida cual semilla, a fin de que pueda germinar. Relacionarnos con la diferencia es ponerse a sí mismo en entredicho permanentemente, la mejor forma de no atascarse en la rutina y en los tópicos que llueven por doquier. Nuestras diferencias nos recuerdan, a cada instante, que ninguna verdad es absoluta.

Si bien no puedo adherirme a la noción de partidos políticos y religiosos, me divierto escuchando sus discursos. Aun cuando tengan que ver a menudo con la manipulación o la toma de poder, sus palabras me enriquecen con una mirada distinta, que me permite percibir mejor el engranaje que mueve a la humanidad. 

Nunca desestimo tajantemente las palabras de un líder político o espiritual porque su etiqueta no me atraiga. Intento, al contrario, captar lo que se oculta detrás del discurso. De esta forma, sus palabras me esclarecen, en lugar de exasperarme o contrariarme.

Allí donde algunos solo ven sombra, yo disfruto buscando la luz que la sombra disimula. Cuando nos preocupamos por mirar con el corazón, todas nuestras diferencias se borran, puesto que estas solo son apariencias. Detrás de nuestro color de piel, de nuestras costumbres, de nuestros condicionamientos y de nuestras heridas brilla una misma luz: la de la vida. 

Ver más allá de las apariencias equivale a desactivar cualquier posible conflicto o lucha que pueda dividir a la humanidad.

Nuestras diferencias son todos los puentes que franquean la vida ilusoria que nos separa de la unidad.


Siguiendo La Senda


Poema

Aún existe tanto por seguir 
Pero vuelvo al mismo lugar donde empecé 
Intentando encontrar respuestas 
Que lo más probable nunca encontraré 
Intentando saber dónde termina este camino 
O si es el lugar que siempre imaginé 

Es la esperanza la que desvanece día a día 
Ya no creo en más que lo que veo frente a mi 

Todo ha cambiado tanto que no encuentro mi lugar 
Pero mantendré mi cabeza en alto 

Entregare todo lo que hay en mí 
No te preocupes por mí 

No te preocupes por mí 
Siempre encuentro la manera de sobre salir 

Aún existe tanto por que seguir 
Pero siempre vuelvo al mismo lugar 

Mismo lugar 
Vuelvo a empezar 
Mismo lugar 


Mauro de Santiago

La Creación Literaria


La creación literaria es en sí un acto comunicativo y como tal constatará de todos los elementos que constituyen cualquier acto lingüístico que trate de comunicar algo.

Así, el escrito realizado será el mensaje que se pretende transmitir, este mensaje será lanzado por un emisor que será el escritor y recibido por un receptor que será el lector a través de un determinado canal, normalmente el papel aunque hoy en día con la llegada de las nuevas tecnologías podemos encontrarlo expresado en otros formatos.


Además, como todos los demás actos comunicativos, este se desarrollará en unas determinadas circunstancias históricas y sociales y en un contexto lingüístico concreto, siempre expresado mediante un código que emisor y receptor han de compartir para que el mensaje sea comprendido

Fuerza De Voluntad


Sí, ya es hora de que pongamos de moda el esfuerzo, pero el esfuerzo inteligente… Es decir, el que consiste en aprender a disfrutar de lo que tenemos que hacer sí o sí, algo tan simple y tan complicado al mismo tiempo.

Durante semanas he recurrido a frases preciosas de grandes autores y personajes de la historia y, para mi sorpresa, se han unido un buen número de personas también convencidas de la importancia de poner de moda el esfuerzo. ¡¡¡Aquí va mi agradecimiento infinito a todas ellas!!!

Pregunta clave, ¿cómo hacemos para disfrutar o al menos llevar bien eso de hacer lo que hay que hacer? La respuesta tiene que ver con la libertad; con saber elegir: hacer lo que me he propuesto, más allá de que en ese momento nos apetezca o no. De hecho, las palabras esfuerzo y apetecer no hacen buena pareja. Combinan de forma ideal cuando coincide un esfuerzo que apetece, pero son un problema cuando están en oposición, y este es justo el esfuerzo que nos toca educar.

En este baile no pueden faltar ni la motivación ni la fuerza de voluntad. Al hablar de motivación me refiero a la intrínseca, a la interior, a la que no depende ni de la zanahoria ni del palo. El psicólogo de la Universidad de Toronto Michael Inzlicht ha demostrado que, sea cual sea el dominio de nuestro comportamiento, los mecanismos de nuestra fuerza de voluntad mejoran considerablemente cuando nuestra motivación es autónoma o independiente, en lugar de estar presionados o controlados externamente. Así la clave es convertir a la motivación en nuestra gran aliada.

Con una buena motivación lo tendremos mucho más fácil si queremos hacer uso de nuestro esfuerzo y de nuestra fuerza de voluntad. El problema es que hoy día estas palabras junto con disciplina o sacrificio están infravaloradas e incluso penalizadas en la actual cultura de la inmediatez. De ahí mi interés por poner de moda el esfuerzo. Y el esfuerzo es hijo de la fuerza de voluntad, así que si quieres conocer a su madre, aquí compartía algunas reflexiones para entrenar la voluntad.

No dar el valor que tiene la fuerza de voluntad tiene consecuencias y graves, ya que para el cerebro la fuerza de voluntad opera como un músculo: se fortalece con la práctica, se fatiga con el uso excesivo o se atrofia con la falta de este. Podemos decir que la fuerza de voluntad necesita comer y dormir. Goleman la definió como “la capacidad para diferir o aplazar las gratificaciones de manera racional y consistente”, y la incluyó como uno de los rasgos básicos de lo que todos conocemos hoy como inteligencia emocional.

Como bien sabemos, la ciencia y la historia han demostrado que quienes se han dedicado a cultivar su fuerza de voluntad, han invertido en su educación y en su felicidad. Apóyate en ella para alimentar el esfuerzo que te ayudará a llevar adelante tus sueños, propósitos, obligaciones… y anima a los que te rodean a que lo hagan también.


domingo, 15 de abril de 2018

Inteligencia Emocional


Desde hace un tiempo el coeficiente intelectual ha comenzado a ser revaluado como el único método para saber si las personas son inteligentes. 

La vida demuestra que a veces quienes sacaban las mejores notas en la universidad no terminan siendo a quienes mejor les va en la vida. Esto porque el éxito depende de una buena mezcla de disciplina, empatía y manejo de los momentos importantes. 

Semana.com habló con la sicóloga española Ana Vico quien asegura que solo “se puede vivir plenamente si tienes a las emociones como tu aliado en este camino que es la vida”. Estas son para ella las características de quienes logran tener ese equilibrio en su vida.

Quienes son emocionalmente más inteligentes no temen al cambio, pues son personas flexibles que se logran adaptar a las innumerables situaciones que se es presentan en su cotidiano. Aceptan el cambio porque ven en este una cercanía para llegar al éxito y a la felicidad. Para Vico, estas personas son más reconocidas en el ambiente laboral pues suelen adaptarse fácil a los ambientes de trabajo. “Los aspirantes con una alta inteligencia emocional son mejor valorados que las personas que a la primera de cambio se dejan vencer por las malas críticas o no toleran el estrés. Si supiéramos entrenar esa inteligencia emocional (que se puede), mejoraríamos tanto personal como profesionalmente. Todo son ventajas”, dice. 

El saber sus fortalezas y debilidades es un rasgo característico de las personas emocionalmente inteligentes, saben resolver aprietos o dificultades al conocer su entorno y a sí mismos. Esta característica suele mejorar con los años. 

Un trabajo, publicado en la revista Physiological Science, derrumba el mito de que las personas pierden sus capacidades mentales con la edad. Según el estudio, liderado por Joshua Hartsworth, hay un proceso de desaceleración de ciertas funciones pero también hay áreas que con el paso de los años se vuelven más eficaces. En otras palabras, el foco de la inteligencia cambia y el cerebro se vuelve más lento pero más sabio a la vez.

Tienen una gran capacidad para entender las situaciones de las demás personas, las entiende por lo que están pasando. Esto ayuda a que sean personas con las que se pueda comunicar más fácil y que proyectan un mayor nivel de cercanía. “Las personas con alta inteligencia emocional aprenden de los errores en vez de sentirse víctimas. También piden perdón cuando es necesario si han hecho algo que ha podido afectar a otras personas de manera negativa. Piden perdón de corazón y perdonan”, asegura Vico.

Al tener un amplio conocimiento de sí mismos, conocer sus habilidades, fortalezas y debilidades, muy difícilmente alguien los lastima. Son personas que están seguras de sí mismas, tienen la mente muy abierta y hasta incluso pueden burlarse de sí. “No se llevan las amenazas a lo personal y saben diferenciar entre hechos y opiniones. Diferencian las críticas constructivas de las críticas que sólo pretenden hundirlos y saben alejarse de comentarios despectivos que sólo traen destrucción. Saben distinguir entre los ataques y cómo reaccionan ante esos ataques y deciden hacerlo de la forma menos dolorosa para ellos mismos”, sostiene Vico.

El autocontrol es algo que caracteriza a alguien emocionalmente inteligente. Usualmente las personas no saben cuándo o como decirlo, produciendo en ellos un nivel de estrés. Las personas emocionalmente inteligentes no utilizan las frases "no creo que pueda" o "no estoy seguro" para decir que no, simplemente van al grano. “Estas personas ponen límites cuando es necesario y defienden sus valores ante todo. La asertividad es saber decir aquello que sientes y quieres respetando tus derechos y los de los demás”, dice Vico.

Una persona inteligente emocionalmente centra su atención en el lado positivo de cada situación que se le presente, aun cuando hay problemas. Buscan generar unas soluciones desde distintos puntos de vista a las adversidades que se les presentan, pues son conscientes que solo de ellos depende el estar bien o tener bajo control el momento.

Las personas emocionalmente inteligentes tienen un vocabulario lo suficientemente extenso para definir con precisión su estado actual, cosa que solo un 36 por ciento de la gente puede realizar sin ningún mal entendido. Estas personas tienden a dominar de una mejor forma sus emociones, pues mientras que algunas personas definen su estado anímico con "me encuentro mal", los emocionalmente inteligentes se determinan con un sin número de sinónimos, frustrado, oprimido, ansioso, cansado, irritado y muchos más. “No se callan sus emociones, las escuchan y conocen qué quiere decir cada emoción en cada contexto. 

Saben regular la intensidad de sus emociones y expresarlas en la forma justa, tal y como ellos quieren. Son los dueños de su expresión emocional, no meros peleles a merced de sus emociones desbocadas”, asegura Vico en su web.


El Factor Humano

Es muy común en las empresas, que las áreas de producción y de calidad sean las expertas en términos de productividad, pues ellas son las responsables de hacer que los procesos sean eficientes y alcancen la mayor producción posible con los recursos disponibles.

Sin embargo, en el factor humano está la clave para hacer eficiente la cadena de valor.  En la era industrial, el talento organizacional se analizaba por tiempos y movimientos, en la actualidad debe ser valorado por su capacidad de hacer eficientes los procesos, superar obstáculos, proponer, alcanzar metas y objetivos y propender por el desarrollo y crecimiento de la empresa, en pocas palabras por su capacidad de “agregar valor”.

Es por eso que las personas responsables de la gestión del talento humano en las empresas, deben preguntarse constantemente de qué forma y en qué proporción los colaboradores están agregando valor, o si por el contrario, están haciendo ineficiente la cadena de valor de la empresa.

Ésta es una de las preguntas clave que han ganado relevancia en los últimos años. Investigaciones recientes presentan algunos “hábitos empresariales” que impactan negativamente en la productividad; son actividades como reuniones extensas sin objetivos claros, jornadas y actividades fuera del horario laboral, imposibilidad de construir y sostener acuerdos entre colaboradores, errores de comunicación que generan reprocesos y costos a la empresa, poca capacidad de ordenar el tiempo, entre otros.

Debemos hacer seguimiento periódico al desempeño individual; hoy en día existen diversos software que facilitan esta labor, pero si tu empresa no cuenta con alguno, puede definir sus propios sistemas y formatos donde precise áreas clave de resultados, metas y objetivos en un tiempo determinado, además de diseñar un modelo de seguimiento para valorar su cumplimiento. Un colaborador agrega más valor a su empresa cuando tiene capacidad de autoevaluar su gestión de manera permanente, ajustando sus acciones en función del cumplimiento de metas, incluso antes de su proceso de evaluación periódica de desempeño.

La organización y optimización del tiempo debe ser un tema de atención para la empresa. No son pocos los casos en los que los colaboradores se quedan después de su jornada laboral o simplemente utilizan demasiado tiempo en una tarea, generando incumplimiento en los plazos establecidos, y de esta forma, retrasos en cadena que impactan a toda la empresa. Los colaboradores deben hacer planes diarios, semanales y mensuales de actividades en función de metas claras y precisas y, en conjunto con sus jefes, hacer seguimiento al cumplimiento real de las actividades. Aprender a asignar el tiempo correcto a cada actividad y cumplirlo, es una habilidad que todos deben aprender.

Las empresas deben garantizar la generación y cumplimiento de acuerdos, la falta de esta habilidad está evidenciada en los conflictos que se generan entre distintas áreas y al interior de ellas. 

Reconozco que nuestra sociedad no está acostumbrada a negociar para crear acuerdos y comprometerse con ellos, sin embargo, esta práctica genera un cambio radical en el desempeño de los colaboradores y en la productividad de las empresas, se eliminan las excusas y justificaciones y la gente aprende a asumir su responsabilidad. Las empresas deben enseñar a negociar y construir acuerdos, diseñando herramientas para el registro y el seguimiento al cumplimiento.

La comunicación efectiva es una clave transversal. Seguro todos hemos vivido situaciones en las que decimos una cosa y nos entienden otra, o nosotros damos por entendida una situación y nuestro interlocutor intentaba decir algo distinto. La comunicación organizacional es un reto para las empresas y mejorarla permite logros en la productividad. 

Puede parecer un mal menor, pero si cada colaborador procura dar el mensaje pensando en que la otra persona lo entienda fácilmente, logrará impactar positivamente en los tres ejes anteriores. Imagina el resultado en conjunto.

Las competencias de liderazgo van a impactar en la productividad de la empresa. Jefes, gerentes o supervisores sin competencias de liderazgo perjudicarán el desempeño de sus equipos, es por eso indispensable hacer que los líderes de la empresa generen sus planes de acción para el desarrollo de competencias diversas e interrelacionadas, que impulsen el crecimiento y desarrollo de la empresa.


Finalmente, la situación personal de nuestros colaboradores también afecta la productividad en la empresa; el estrés financiero, el nivel de endeudamiento, situaciones personales y familiares, baja identidad con la empresa, alineación de propósito de vida, entre otros, son temas que deben ser tenidos en cuenta.

Alcanzar Nuestros Objetivos

Vivimos poniéndonos objetivos a lo largo de nuestras vidas, unos más importantes que otros, como una manera de obligarnos a cumplir nuestras responsabilidades y sentirnos bien con nosotros mismos.

Cuando no los logramos, nos acecha una sensación de culpabilidad, acusando a nuestra falta de fuerza de voluntad y autocontrol. ¿Qué papel juegan verdaderamente?

La fuerza de voluntad se utiliza para una variedad de temas: en la toma de decisiones que sabemos son correctas, como limitar lo que comes, maximizar tu rendimiento en el trabajo, la universidad o el colegio, ser bueno con el prójimo, manejar seriamente tus finanzas, etc. Esta es la fuerza para resolver nuestros conflictos internos y hacer lo correcto. 

Aunque no lo crean, depende también de nuestras fuentes de energía diaria. Empieza por la mañana siendo muy potente, pero conforme pasa el día y nuestras tareas se incrementan, se va agotando. Por eso ocurre que a veces por las noches llegamos a casa de mal humor, sin ganas de hablar y con el apetito de un león enjaulado, sobre todo si fue un día complicado. Por otro lado, el autocontrol es la forma de actuar o de cambiar tus respuestas habituales, la acción que determina una buena acción en dirección a tus metas.

Sé que puede parecer fácil determinarse a lograr lo que queramos, pero ¿cuáles son los mecanismos internos o emocionales que nos sabotean para no lograr lo que nos proponemos? La razón más contundente es que muchas veces nos imponemos metas poco realistas. 

La fuerza de voluntad es limitada, por lo tanto, desperdiciarla en búsqueda de objetivos poco realistas solo hará que disminuya la capacidad de cualquier persona a lograr lo planteado como objetivo. Les pongo un ejemplo. 

Muchos nos proponemos bajar de peso y más de una vez optamos por dietas bastante restrictivas, sin nada de azúcar. Hacer esto solo nos condena a romper el objetivo, ¿por qué? Pues porque la glucosa es la fuente principal de nuestro cerebro, que requiere el doble de energía que las demás células del cuerpo. Si baja su cantidad en la sangre, se ven afectados la fuerza de voluntad y el autocontrol, siendo víctimas fácilmente de las tentaciones. 

Esto no quiere decir que tengamos que comer chocolate para tener más fuerza de voluntad; significa que la opción más saludable será siempre una dieta equilibrada, basada en alimentos ricos en nutrientes y carbohidratos consumidos con moderación. Este tipo de alimentación respalda el equilibrio de azúcar en la sangre, que se asocia directamente con niveles de energía constantes a nuestras células, un mejor control del apetito y, sobre todo, una óptima capacidad mental para ejercer la voluntad y el autocontrol a lo largo de nuestro día, por más complicado que sea.

Decidir cambiar tus hábitos poco a poco es la mejor manera de lograrlo. Una dieta balanceada logrará establecer una meta alcanzable a largo plazo para poder hacer uso de nuestro autocontrol al inicio y así apuntar a un estilo de vida saludable. Está comprobado que comer alimentos nutritivos y bajos en azúcar con mayor frecuencia provoca una tendencia a desearlos por el bienestar que iremos sintiendo. 

En otras palabras, una alimentación sana puede no requerir a la larga de tanta fuerza de voluntad. En lugar de fijarte en restricciones, concéntrate en un estado mental de comida saludable, piensa en lo que sí puedes comer libremente, qué beneficios proporciona y todo lo que puedes hacer para agregarle sabor y disfrutar.


En conclusión, la idea es fortalecer nuestra capacidad para cuidar de nosotros mismos y de hacer lo que es mejor para nuestros cuerpos, concentrándonos en hacer más de lo que nos sentimos orgullosos y menos de lo que nos avergüenza.

Aprendamos con autocontrol nuevas habilidades para la vida, especialmente para ir encontrando paso a paso un mejor equilibrio emocional y físico.

sábado, 14 de abril de 2018

El Futuro De La Conciencia


El hombre está alcanzando literalmente las estrellas, y los fantásticos logros de la medicina y la ingeniería están a la vista.
  
Sin embargo, el hombre parece haberse topado hoy con este terrible veneno: el odio, la envidia, el temor, la falta de paz interior, el conflicto constante entre las fuerzas hostiles que parecen dominar al mundo actual.

Creo que la clave reside en el futuro de la conciencia humana. Este gran regalo de los Dioses, el don de la conciencia, ha crecido durante millones de años desde los organismos unicelulares hasta llegar actualmente al estado humano. 

¿Hacia dónde seguimos? ¿Existe algún motivo para suponer que la evolución de la conciencia llega a su fin con nuestro actual estado humano?  ¿O nos hallamos acaso equilibrados en el umbral de un salto a un nuevo nivel de conciencia?  ¿Por qué motivo debiera la evolución terminar con nosotros? 

Algo que se halla inserto dentro de todo el proceso evolutivo parece estar empujando a la conciencia a un nuevo salto, que es lo único que puede asegurar la supervivencia humana.
  
Es importante recordar la gran diferencia que existe entre este salto de conciencia y los que ocurrieron con anterioridad.  Los animales no participaron activamente en su evolución hacia los seres humanos; fue una evolución a ciegas.  Pero hoy tenemos, por primera vez, una especie capaz de cooperar con la fuerza evolutiva, y eso puede contribuir a producir esa mayor conciencia.  

No somos sólo instrumentos ciegos.  

Somos individuos conscientes de nosotros mismos, y es allí donde hallamos la clave de la importancia del esfuerzo espiritual.


Aportes A La Cultura Universal


Los aportes que hicieron las antiguas civilizaciones, son muchos, los que hacen que hoy en día seamos una civilizaciones plenamente desarrollada, elige la civilización que haya hecho los o el mayor aporte cultural para nuestra actual sociedad.

China
Los chinos crearon muy tempranos los textiles de algodón, la seda natural, el papel, la tinta, y la porcelana. Inventaron la pólvora. Entre sus principales creaciones artísticas destacan la pagoda (torre poligonal de aleros en forma cóncava), la pintura paisajista y la milenaria 
India
Tuvieron una arquitectura monumental, crearon templos piramidales y escalonados.
Crearon la lengua denominada sánscrita. 
Crearon los números que usamos actualmente, y que llamamos de forma incorrecta arábigos.
Inventaron el ajedrez.
Les debemos también los fundamentos del álgebra y la trigonometría.
Egipto
Elaboraron dos tipos de escritura, la jeroglífica y la demótica.
Crearon formas de numeración y fórmulas para medir la tierra.
Construyeron grandes embalses y canales.
Crearon un calendario de 365 días.
En arquitectura aportaron la iluminación interior, sin ventanas y columna, sus grandes pirámides y esculturas aún están de pie.
Crearon técnicas de embalsamiento, de acuerdo a la clase social.
Griegos
Matemáticas:
El teorema de Pitágoras
La geometría
El principio de Arquímedes
Astronomía:
Los griegos fueron de las primeras civilizaciones en estudiar las estrellas y nombrar constelaciones.
También las aportaciones de muchos griegos al concepto de Sistema Solar.
Geografía:
El cálculo de la circunferencia de la tierra es tal vez uno de los más importantes.
Filosofía:
Los primeros filósofos fueron griegos y Aristóteles fue uno de los más grandes filósofos del mundo antiguo además de, Platón , Sócrates y Anaxímenes.
 Mesopotamia
Crearon la escritura, que se considera el más alto logro intelectual de la época, esta escritura surge en Sumer y se realizaba en esa época sobre una tabla blanda de arcilla, en la que se imprimían estas “cuñas”, el proceso evoluciono paulatinamente hacia otro más evolucionado.
Fueron los primeros en la historia que redacto códigos de leyes escritas, el código de Hammurabi, que incluía la reconocida formula, “ojo por ojo, diente por diente”.
Nos legaron también, la multiplicación, la división y el sistema sexagesimal.
Elaboraron los primeros contratos comerciales, fueron precursores del cheque, la letra de cambio y el pagare. 
Crearon el horóscopo y descubrieron los signos del zodíaco. 
En arquitectura crearon los zigurats que servían de observatorio, en este ámbito también se les atribuye la invención de la bóveda, el arco y las rampas.
También inventaron la rueda y la utilizaron en la construcción de carros.
Incas
En Arquitectura: Tuvieron gran desarrollo arquitectónico. Ampliaron y perfeccionaron los caminos, ampliaron y abrieron calzadas que comunicaban al Cuzco, su capital. 
- En la Agricultura: Crearon un sistema de regadío muy avanzado. 
- Como no desarrollaron escritura ni sistema de numeración se valieron del quipu, que era un sistema de contabilidad.
- En el arte: Se destacaron por su sencillez y la austeridad de sus construcciones, las cuales tenían una gran solidez y era muy funcionales. Sus cerámicas, tejidos y trabajos en metal fueron muy preciados.
Mayas
En Astronomía inventaron el calendario solar que regía la actividad agrícola. Se guiaban de las fases de la Luna y movimiento de las pléyades. El más exacto hasta siglo XV, y además tenían, otro calendario para fiestas religiosas.
- En Matemática desarrollaron un sistema vigesimal numérico que llegaba hasta el número 19 y un signo equivalente al número cero.
En Arquitectura construyeron grandes monumentos que están en ruinas
Crearon los cenotes (pozos), también preparaban los campos cultivables (milpas), y crearon el sistema de roza. Gran desarrollo arquitectónico: pirámides, templos, columnas y bóvedas
Romanos
Roma extendió su dominio militar por toda la cuenca del mar Mediterráneo, expandiendo con ello sus costumbres, sus creencias y su idioma, el latín. Su lengua se fue extendiendo a través de toda la cuenca del Mediterráneo por medio de soldados, mercaderes, funcionarios y esclavos que recorrían los dominios romanos. En esas regiones el latín fue enriquecido y transformado por el contacto con las lenguas nativas, lo que permitió el surgimiento de otros importantes idiomas: francés, italiano, dálmata, etc. Todos provienen de la misma raíz romana, por ello son llamadas lenguas romances. 
-La sociedad romana heredó también la idea de que todos los miembros de una comunidad tienen ciertos derechos. Estos derechos se expresan a través de leyes
-dejaron conocimientos científicos como la medicina. El médico de origen griego, pero que vivió entre los romanos hacia el siglo II, Galeno, escribió varios tratados de medicina y sentó las bases del conocimiento médico ante las enfermedades
-el estudio de la física, aplicada a la ingeniería, les permitió construir grandes conductos de agua a través de valles y montañas: los acueductos. 
-construyeron baños de agua caliente en sus ciudades, en las que tenían fuentes y caminos que los comunicaban con casi todo el territorio que dominaban. Aplicaron principios físicos, tanto para la hidráulica como para la arquitectura urbana
-fueron los que inventaron el cemento. El uso del cemento les permitió construir edificios muy grandes, construcción que sólo los egipcios habían podido hacer
Aztecas
Los aztecas destacaron en la construcción de ciudades, la ciencia y las variadas expresiones del arte. 
- Tenían su propia escritura jeroglífica, un sistema de numeración y un calendario que constaba de 18 meses, de 20 días cada uno y 5 adicionales, pero era inferior al de los mayas. 
- Desarrollaron la metalurgia trabajando especialmente el oro y el cobre. 
- Fabricaron vestidos de algodón. 
- Sus cerámicas se caracterizaron por sus vasijas policromadas con figuras.
Fenicios
Crearon un alfabeto compuesto de 22 consonantes que representan los sonidos más simples.
Hebreos

En el aspecto religioso lo más destacado es la implantación del monoteísmo a través de la religión judía.

A La Altura De Las Circunstancias


Para su desgracia y para nuestra fortuna, también Antonio Machado representa bien la España quebrada en el 39. “Es más difícil estar a la altura de las circunstancias que au dessus de la mêlée”, escribió en plena guerra en su Juan de Mairena, pese al carácter despeinado de sus anotaciones, uno de los grandes títulos de la filosofía española del siglo XX. 

Él estuvo a la altura, como hombre y como escritor, y su tumba en Francia es el recordatorio del precio que paga por su decencia la gente decente
.
Tal vez por eso nunca debería moverse de allí, donde la fundación que lleva su nombre mantiene vivo su recuerdo, donde cada 22 de febrero los exiliados, los supervivientes, los vecinos y los alumnos de la universidad de Perpiñán -animados durante años por el impagable Jacques Issorel- celebran al poeta, leen sus versos y meriendan lo que cada uno se lleva de casa, sin mayor ceremonia, sin los disfraces de la oficialidad.

Hasta aquella tumba peregrinaron en 1959 los escritores de la generación del medio siglo. Jaime Gil de Biedma, Carlos Barral, Blas de otero, José Ángel Valente, José Manuel Caballero Bonald o Ángel González vieron en el autor de Campos de Castilla un referente ético y estético, un poeta civil que supo ser las dos cosas, poeta y cívico.


Simbolista y realista, elegíaco y materialista, descreído y enamorado, bueno en el buen sentido de la palabra bueno, en el sentido machadiano de la palabra bueno,
  Antonio Machado estuvo a la altura de las circunstancias. 

Es posible que España, signifique eso lo que signifique, esté algún día a la altura de Antonio Machado.

Dignidad Humana


La dignidad es un valor inherente al ser humano por su condición de tal, valor que es de orden superior en relación al de los demás seres vivos del cosmos. A ese valor se le da el nombre de dignidad humana.

La dignidad humana es el valor principal de toda persona, de donde deriva el principio básico y primero del que surgen todos los demás: el respeto, actitud que merece el hombre por pertenecer al género humano, o sea, por su dignidad humana.

En sentido moral, o desde una perspectiva ética llamamos principio a todo juicio que deriva de la aceptación de algún valor. Del valor de la vida y dignidad humana deriva el principio del respeto.

La filosofía, el positivismo y el empirismo afirman que los valores son subjetivos, es decir, son construcciones del campo emocional que pueden ser creadas por el consenso de una comunidad. Esto es criticado por quienes sostienen su total relativismo, ya que un grupo social podría acordar que los judíos no tienen dignidad y que pueden ser asesinados arbitrariamente. 

El propio conocimiento del hombre, su inteligencia, su libertad y capacidad de contemplarse a sí mismo (introspección), le permite transcender el mundo en que se desenvuelve en busca de amor y felicidad. 

Ello es innato en el hombre y forma parte de su naturaleza. Aunque no siempre esa búsqueda esté a nivel de su consciencia, su capacidad de acción impulsada a dominar el mundo es propia del valor de su dignidad humana. 

La dignidad del hombre es un valor que le viene dado, que es anterior a la propia voluntad y que reclama una actitud de reconocimiento y aceptación como valor supremo, es decir, una actitud de respeto. No es posible manipular al hombre como si fuera un objeto para lograr fines personales. 

El respeto es primordial para la humanidad, junto a otros principios básicos como la integridad, la honestidad, la justicia y la lealtad. 

La elección de conductas correctas buscando el mayor servicio posible a la sociedad y a las personas, por encima de intereses particulares y egoístas, enaltecen nuestra dignidad humana. 

La discusión vigente en la sociedad sobre la legitimidad de la eutanasia, pone en tela de juicio el concepto de dignidad humana. Quienes consideran inmoral a la eutanasia, afirman que la dignidad humana procede de la condición de ser hijos de Dios y de la capacidad de obediencia de la ley moral que no emana del ser humano.