domingo, 15 de abril de 2018

Inteligencia Emocional


Desde hace un tiempo el coeficiente intelectual ha comenzado a ser revaluado como el único método para saber si las personas son inteligentes. 

La vida demuestra que a veces quienes sacaban las mejores notas en la universidad no terminan siendo a quienes mejor les va en la vida. Esto porque el éxito depende de una buena mezcla de disciplina, empatía y manejo de los momentos importantes. 

Semana.com habló con la sicóloga española Ana Vico quien asegura que solo “se puede vivir plenamente si tienes a las emociones como tu aliado en este camino que es la vida”. Estas son para ella las características de quienes logran tener ese equilibrio en su vida.

Quienes son emocionalmente más inteligentes no temen al cambio, pues son personas flexibles que se logran adaptar a las innumerables situaciones que se es presentan en su cotidiano. Aceptan el cambio porque ven en este una cercanía para llegar al éxito y a la felicidad. Para Vico, estas personas son más reconocidas en el ambiente laboral pues suelen adaptarse fácil a los ambientes de trabajo. “Los aspirantes con una alta inteligencia emocional son mejor valorados que las personas que a la primera de cambio se dejan vencer por las malas críticas o no toleran el estrés. Si supiéramos entrenar esa inteligencia emocional (que se puede), mejoraríamos tanto personal como profesionalmente. Todo son ventajas”, dice. 

El saber sus fortalezas y debilidades es un rasgo característico de las personas emocionalmente inteligentes, saben resolver aprietos o dificultades al conocer su entorno y a sí mismos. Esta característica suele mejorar con los años. 

Un trabajo, publicado en la revista Physiological Science, derrumba el mito de que las personas pierden sus capacidades mentales con la edad. Según el estudio, liderado por Joshua Hartsworth, hay un proceso de desaceleración de ciertas funciones pero también hay áreas que con el paso de los años se vuelven más eficaces. En otras palabras, el foco de la inteligencia cambia y el cerebro se vuelve más lento pero más sabio a la vez.

Tienen una gran capacidad para entender las situaciones de las demás personas, las entiende por lo que están pasando. Esto ayuda a que sean personas con las que se pueda comunicar más fácil y que proyectan un mayor nivel de cercanía. “Las personas con alta inteligencia emocional aprenden de los errores en vez de sentirse víctimas. También piden perdón cuando es necesario si han hecho algo que ha podido afectar a otras personas de manera negativa. Piden perdón de corazón y perdonan”, asegura Vico.

Al tener un amplio conocimiento de sí mismos, conocer sus habilidades, fortalezas y debilidades, muy difícilmente alguien los lastima. Son personas que están seguras de sí mismas, tienen la mente muy abierta y hasta incluso pueden burlarse de sí. “No se llevan las amenazas a lo personal y saben diferenciar entre hechos y opiniones. Diferencian las críticas constructivas de las críticas que sólo pretenden hundirlos y saben alejarse de comentarios despectivos que sólo traen destrucción. Saben distinguir entre los ataques y cómo reaccionan ante esos ataques y deciden hacerlo de la forma menos dolorosa para ellos mismos”, sostiene Vico.

El autocontrol es algo que caracteriza a alguien emocionalmente inteligente. Usualmente las personas no saben cuándo o como decirlo, produciendo en ellos un nivel de estrés. Las personas emocionalmente inteligentes no utilizan las frases "no creo que pueda" o "no estoy seguro" para decir que no, simplemente van al grano. “Estas personas ponen límites cuando es necesario y defienden sus valores ante todo. La asertividad es saber decir aquello que sientes y quieres respetando tus derechos y los de los demás”, dice Vico.

Una persona inteligente emocionalmente centra su atención en el lado positivo de cada situación que se le presente, aun cuando hay problemas. Buscan generar unas soluciones desde distintos puntos de vista a las adversidades que se les presentan, pues son conscientes que solo de ellos depende el estar bien o tener bajo control el momento.

Las personas emocionalmente inteligentes tienen un vocabulario lo suficientemente extenso para definir con precisión su estado actual, cosa que solo un 36 por ciento de la gente puede realizar sin ningún mal entendido. Estas personas tienden a dominar de una mejor forma sus emociones, pues mientras que algunas personas definen su estado anímico con "me encuentro mal", los emocionalmente inteligentes se determinan con un sin número de sinónimos, frustrado, oprimido, ansioso, cansado, irritado y muchos más. “No se callan sus emociones, las escuchan y conocen qué quiere decir cada emoción en cada contexto. 

Saben regular la intensidad de sus emociones y expresarlas en la forma justa, tal y como ellos quieren. Son los dueños de su expresión emocional, no meros peleles a merced de sus emociones desbocadas”, asegura Vico en su web.


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