Porque, deberíamos tener más confianza en nosotros, dando
por buena, “la respuesta
que nos surge espontáneamente”, sin
haber pasado previamente, por un proceso más o menos largo de reflexión. Ya
que, por descontado, nuestra”
supuesta infalible cabeza”, también se equivoca.
Si lo recapacitamos, pronto nos daremos cuenta de que está “demasiado intervenida” por los “principios que vamos guardando” a medida que
crecemos. Que son los que de verdad, “rigen
nuestra vida”.
Cuando nacemos, salimos a “un mundo ya construido”,
con sus verdades y sus mentiras,
como, “grabadas a fuego” en
los que ” nos tienen que adiestrar y
esculpir los primeros cimientos”, conformándose
así, nuestra “futura forma de ser”. O sea, “nuestros educadores”,
que, lo que realmente hacen “es
tan solo, transmitirnos SU PERCEPCIÓN DE LA REALIDAD“, “no tal y como es”.
Cada ser humano, tendremos que “ir descubriendo la realidad particular para cada uno”.
A su vez, iremos creando un “conjunto de convicciones”, que hará que cada
individuo advierta las “veracidades
o falsedades” según su peculiar punto de vista.
E, irá construyendo un “modelo
único” que será el causante de la “forma
de sentir y actuar”.
Por otra parte, como ya sabemos, el pensamiento siempre
va “acompañado de
imágenes mentales”, surgidas inevitablemente, del
mero hecho de pensar y como nuestro cerebro, no distingue entre verdad o
ficción “se generarán idénticas
emociones”. Estas nos
llevarán a “sentir estados de
sufrimiento o de gozo”, ya se trate de “una figuración mental o una realidad vivida”.
Pero a medida que crecemos lo suficiente, podemos reparar en
la necesidad de “renovar o
actualizar” nuestros “habituales condicionamientos internos”. En
los que hemos basado toda nuestra vida, por lo que, aunque no deja de ser una labor
muy aconsejable, sin embargo, también, es una ardua tarea. Porque,
evidentemente esos condicionamientos, son “los
auténticos directores de
nuestra vida” y dependiendo de ellos tomaremos “diferentes decisiones”, que “harán que obtengamos uno u otro resultado”.
Por
lo que, además son “los responsables
de los éxitos o fracasos que logremos” de
acuerdo con las opciones elegidas.
Personalmente considero, que “el
proponerse a reformar la
base de datos original”, es fundamental en el caso de las
creencias limitantes, en que tenemos que “reemplazar
cuantas más de ellas, mejor”. Ya que nos restringen
nuestras “posibilidades de hasta dónde podemos llegar”,
además de coartar nuestra libertad.
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