El término templanza es de origen latín templararia, es una cualidad humana que consiste en actuar o hablar de forma cautelosa
y justa, con sobriedad, con moderación o continencia para evitar daños,
dificultades e inconvenientes.
La templanza es una virtud que permite al individuo controlar
las pasiones, vicios e impulsos frente a los encantos de los deseos, placeres o
instintos. La templanza requiere un buen juicio, prudencia, discernimiento,
precaución y sabiduría.
La
templanza es un valor que
permite al individuo tener dominio y control sobre sus actos, logrando mantener
el equilibrio, a través del disfrute de las cosas buenas sin caer en el exceso
ya que se puede transformar en dañino o perjudicial para el propio. Por
ejemplo: el alcohol, la comida o el sexo, que pueden ser peligrosos si se deja
a un lado la templanza.
Por otro lado, en el área de la pintura, la templanza es la armonía y buena disposición de los colores.
En relación a la climatología, la templanza hace referencia a
la moderación del clima. “El trabajo del jardín se
llevará en épocas de mayor templanza”.
Los
sinónimos de templanza son moderación,
mesura, ponderación, cuidado, prudencia, etc. Por su parte, los antónimos son abuso,
exceso, imprudencia, desenfreno, entre otros.
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