Cuántas de las insuficiencias
que se observan en los alumnos de la educación media ya eran evidentes muchos
años atrás; incluso antes del inicio de la educación formal? Hay mucho de
secuencial y acumulativo en los procesos de enseñanza-aprendizaje.
Lo que observamos en la educación media es el
resultado de un proceso. Los alumnos que fracasan en los primeros años en el
aprendizaje se mantienen detrás de sus compañeros en los años sucesivos. El
atraso inicial sigue pesando en los años siguientes.
No se construye un segundo
piso (educación media) sobre un frágil primer piso y malos cimientos. Como
suelo decir cada vez que tengo oportunidad, hay que rescatar al niño para
salvar al adolescente y al adulto.
Cuántas de las insuficiencias
que se observan en los alumnos de la educación media ya eran evidentes muchos
años atrás; incluso antes del inicio de la educación formal? Hay mucho de
secuencial y acumulativo en los procesos de enseñanza-aprendizaje.
Lo que observamos en la
educación media es el resultado de un proceso. Los alumnos que fracasan en los
primeros años en el aprendizaje se mantienen detrás de sus compañeros en los
años sucesivos. El atraso inicial sigue pesando en los años siguientes.
No se construye un segundo
piso (educación media) sobre un frágil primer piso y malos cimientos. Como
suelo decir cada vez que tengo oportunidad, hay que rescatar al niño para
salvar al adolescente y al adulto.
Cuántas de las insuficiencias
que se observan en los alumnos de la educación media ya eran evidentes muchos
años atrás; incluso antes del inicio de la educación formal? Hay mucho de
secuencial y acumulativo en los procesos de enseñanza-aprendizaje. Lo que
observamos en la educación media es el resultado de un proceso.
Los alumnos que
fracasan en los primeros años en el aprendizaje se mantienen detrás de sus
compañeros en los años sucesivos.
El atraso inicial sigue
pesando en los años siguientes. No se construye un segundo piso (educación
media) sobre un frágil primer piso y malos cimientos. Como suelo decir cada vez
que tengo oportunidad, hay que rescatar al niño para salvar al adolescente y al
adulto.
Muchos alumnos llegan a la educación media
cargando una mochila pesada. Hay que actuar a tiempo para aliviar esa carga.
Los primeros años de vida y las etapas de educación inicial y escolar
representan un tiempo fértil para el desarrollo de capacidades cognitivas
fundamentales (curiosidad, habilidad verbal,
habilidad para pensar, rapidez cognitiva, alcance de la memoria, etc.) que
impactan en la capacidad de aprendizaje. En otras palabras, las desventajas
cognitivas de muchos niños se hacen evidentes ya desde el punto de partida de
la educación escolar.
Experiencias tempranas enriquecidas –sensoriales,
motoras, sociales– y un entorno cultural apropiado desempeñan un papel
importante en el desarrollo del potencial cognitivo y la aptitud académica de
un niño.
La rapidez en el procesamiento de
información alcanza entre los 25 y los 30 años su máximo y luego declina en
forma progresiva y constante en todas las edades.
A los 6-8 años de edad, el
desarrollo del lenguaje, el conocimiento léxico, la velocidad o rapidez de
procesamiento de la información (rapidez perceptiva), la capacidad de
procesamiento auditivo, y la capacidad de procesamiento visual, constituyen
marcadores cognitivos fundamentales para explicar diferencias en capacidad de
aprendizaje.
En el otro extremo, cuando se está en etapas de educación
universitaria o superior, las exigencias son distintas y, en consecuencia,
otras destrezas y estrategias cognitivas se suman.
El estudiante tiene que:
aplicar conocimientos; apoyarse en la evidencia para defender sus argumentos y
líneas de razonamiento; identificar y evaluar datos, materiales, fuentes de
información; evaluar la validez, confiabilidad, y relevancia de los contenidos;
investigar; hacer presentaciones orales y por escrito, etcétera.
En breve, estar en condiciones para iniciar la
escuela no es simplemente un asunto de tener la edad cronológica para ingresar
en el primer año.
El mismo razonamiento se aplica para iniciar la educación
media y para iniciar la educación superior/universitaria. Hay una variedad de
factores relevantes y capacidades cognitivas que explican hasta qué punto se
está en condiciones para beneficiarse de los procesos de enseñanza-aprendizaje
al iniciar un determinado grado o nivel educativo.
Muchos de los que comienzan
mal siguen mal. La capacidad para aprender y rendir depende en mucho de lo que
fueron las etapas previas. En otras palabras, los cambios y mejoras en la
educación, traducidos a logros objetivos de aprendizajes relevantes, vendrán
necesariamente de la mano de mejoras en la calidad de la educación en las
etapas previas.
Lo que no se hace y se logra oportunamente se lamenta y paga
después.
El verdadero desafío que tenemos por delante está
en concebir entornos más eficaces para la enseñanza-aprendizaje, y definir qué
intervenciones tienen un mejor y mayor potencial de impacto en lo educativo y
en el desarrollo integral del alumno y cómo efectivamente instrumentar estas
acciones.
Es así como se maximizan los esfuerzos, logros y resultados. Evitemos
la llegada a la educación media cargando ya una mochila pesada llena de
insuficiencias.
www.elobservador.com.uy/educacion-educacion-educacion-cuanto-antes-mejor-n256014
Hugo W Arostegui