El ser humano vive en el tiempo. A nivel de existencia, vive
en presente, es decir, no existe más realidad que el ahora. Sin embargo, desde
el punto de vista mental, una persona puede analizar lo que ha ocurrido a
través del recuerdo y traer al presente momentos del ayer a través de la
memoria.
Es muy positivo vivir centrado en el presente pero también es
importante hacer una pausa en determinado momento para hacer balance.
Existen etapas en las que es especialmente habitual hacer
balance, por ejemplo, a final de año. Un momento en el que la persona realiza
una retrospectiva, es decir, enumera los momentos más importantes que han
ocurrido a lo largo del año. Dicha retrospectiva puede aplicarse a un contexto
concreto, por ejemplo, al trabajo, al ámbito personal o al familiar.
Es común actualmente encontrarnos con términos un poco confusos a la hora de definir ya sea para nuestras vidas, o para las empresas un diagnóstico del estado actual, y posiblemente una manera de mejorar.
Es común actualmente encontrarnos con términos un poco confusos a la hora de definir ya sea para nuestras vidas, o para las empresas un diagnóstico del estado actual, y posiblemente una manera de mejorar.
En todo caso, más importante que conocer los conceptos, es
saber aplicarlos y obtener provecho de los mismos.
La retrospectiva es un tiempo para reflexionar y
mejorar las propias prácticas. La retrospectiva es más que una revisión del
pasado. Ofrece además, la oportunidad de mirar hacia adelante, para trazar la
próxima meta y planificar de forma explícita lo que se abordará de manera
diferente la próxima vez.
Es una de las herramientas utilizadas para
inspeccionar y adaptar el proceso con el propósito de mejorarlo continuamente.
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