Habilidad para conocer, comprender o percibir algo de manera clara e
inmediata, sin la intervención de la razón.
Conocimiento, comprensión o percepción inmediata de algo, sin la
intervención de la razón.
Reconocer la intuición puede ser una gran herramienta para
tomar mejores decisiones, libres de prejuicio y sin la carga emocional que por
lo general tienen nuestras acciones.
¿Alguna vez les ha sucedido que estuvieron a punto de tomar
la decisión de ir por un camino distinto a su casa, pero no lo hicieron, y se
encontraron con algo desagradable en el trayecto?
Puedo haber sido un taco, un incendio, un asalto, o cualquier
cosa, pero en el momento que lo reconocen dicen: “¡Yo sabía que tenía que irme por el otro lado!”.
Bueno, esa era su intuición hablándoles, pero como no
estamos acostumbrados a escucharla, usualmente no le hacemos caso, sino que
simplemente la dejamos pasar.
Reconocer la intuición puede ser una gran herramienta para tomar
mejores decisiones, libres de prejuicio y sin la carga
emocional que por lo general tienen nuestras acciones. Pero aprender a
reconocerla no es fácil, primordialmente porque nunca lo hemos practicado.
Muchas veces el qué es la intuición se confunde con otro tipo
habilidades que
poseemos como seres humanos, lo que sin duda nos aleja de poder usarla de
manera efectiva en las decisiones que tomamos en el día a día.
Estamos entrenados para vivir desde la lógica mental, una
herramienta que es muy importante para nosotros, sin embargo, existe una
sabiduría que va más allá de eso, pura y libre de juicios a la que podemos
acceder si así lo queremos.
Pero como no podemos simplemente reconocer algo que nunca
hemos conocido, comenzaré por contarles lo
1) La intuición no es mental,
es sabiduría que viene desde otra parte de nuestra existencia.
2) La intuición no es el cuerpo
hablando, aunque podría manifestarse a través de él.
3) La intuición no es la voz del
corazón ni la emoción que
sentimos al percibir una situación.
La intuición es el primer
chispazo que se
nos viene a la cabeza cuando queremos tomar una decisión, es tener certeza más
que conocimiento sobre algo más allá de la lógica mental.
Aprender a reconocer ese chispazo es una cosa de práctica,
porque ocurre sólo por unas milésimas de segundos antes de que la máquina
mental empiece a funcionar y comience todo el proceso lógico al que estamos
acostumbrados.
Por eso para acceder a ella debemos aprender a acallar la mente,
o al menos controlarla, del mismo modo que es necesario tener consciencia de
nuestras emociones y de nuestro cuerpo en el momento en que queramos usarla.
La intuición es sabiduría a la que podemos acceder que está fuera del tiempo y el espacio en el que vivimos, es contacto
espiritual con nuestra esencia y la posibilidad de actuar desde ahí, pero sin
ser impulsivos.
Por último cabe destacar que la intuición funciona de distintas formas
en distintas personas y
cada uno debe aprender a reconocer cuál es la forma en que ese chispazo se
manifiesta
Por ahora, la mejor manera de usarla más es: ¡practicar!
Lo dijo Einstein: "La única cosa realmente
valiosa es la intuición". No se trata de decidir todo a golpe de
corazonadas, pero tampoco de ignorar totalmente las ideas “sentidas” más que “pensadas”
A diferencia del pensamiento deliberativo, la
intuición solemos relacionarla con las emociones.
Y es que cuando intuimos
notamos que sentimos esa idea y no que la pensamos.
Hugo W Arostegui
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