Si partimos de la premisa que la mejor política de responsabilidad social
de una organización es asegurar que los procesos se realicen de manera
eficiente contemplando los impactos sociales, económicos y ambientales a lo
largo de la cadena de valor, qué mejor manera de contribuir que estando en las
áreas del núcleo del negocio y generando el cambio allí, desde dentro.
Aún hoy, la responsabilidad social es un concepto que necesita abrirse
camino en las organizaciones; ante muchos actores, se requiere justificarla,
validarla, convencer, demostrar, evangelizar. Por lo tanto, lo que más cuesta
es justamente “vender” el tema a los gerentes de cada área para que incorporen
dicha mirada a su quehacer cotidiano, no como un trabajo adicional, sino como
una acción natural de lo que hacen.
Pensemos en un gerente de logística que tiene el “chip” ya incorporado y
entonces gestione la relación de proveedores, no sólo desde la perspectiva del
que ofrece el producto más barato, sino incorporando el paradigma más amplio, y
contemplando el desempeño global de dicho socio,
acompañándolo, buscando aquellos
más vulnerables para apalancar, promoviendo la innovación, involucrándose en
una relación transparente, entre otros.
Sería un golazo. Porque entonces la
responsabilidad social no será un departamento más, un proyecto o un programa,
sino una estrategia del modelo de negocio que se constituye en un elemento
transversal a toda la organización y que nace de cada área en su gestión diaria
con la parte interesada.
Por eso, cuánto más ganaría la responsabilidad social teniendo socios
activos en cada área de una organización, que tengan en la agenda los impactos
reales y potenciales de sus acciones, decisiones, productos y actividades,
buscando ponerles candado y logrando así una relación ganar ganar.
Seguro mucho
más que encapsulándola en un área que no puede gestionar la cotidianeidad de la
parte interesada, sino que normalmente busca ganar aliados allí donde se toman
las decisiones.
¿Para pensarlo verdad?.
“Un grano de arena... No es nada pero millones y
millones de granos, de arena forman un desierto... Una gota de agua no es
nada... Pero millones y millones de gotas de agua forman un mar inmenso, y un
desierto aislado, y un mar inmenso forman una playa. Y si todos nos juntamos
podemos conseguirlo... ”
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