miércoles, 1 de marzo de 2017

Insistir Sin Desistir



Dicen por ahí, año nuevo metas nuevas…
Este artículo es para todos nosotros que vivimos en el círculo vicioso de llegar el fin de cada año sin hacer ni un 50% de todo lo que dijimos que íbamos a hacer. No iniciamos el gym, no comimos más saludable, no ahorramos, no fuimos más productivos en el trabajo, y la lista pudiera no tener fin.
Pero eso termina hoy! Este año seremos más eficientes y lograremos nuestros objetivos. Cómo? Con un Plan Inteligente que sí funcione tanto para nuestra vida personal y/o laboral, y que nos garantice el logro de todos nuestros objetivos.
Muchos planes se han tirado por la borda porque quienes los proponen no han sido consistentes y perseverantes.

Todos hemos tenido alguna situación o experiencia en la vida, que nos ha puesto tremendamente a prueba en relación con nuestros objetivos y metas. Situaciones que parecían echar por tierra todo el esfuerzo realizado, y toda la convicción puesta en un sueño, sobre el cual, giraba toda nuestra existencia, pensamiento y foco. 

Sin embargo, ante estos acontecimientos, algunos decidieron rendirse y optar por dejar su sueño de lado, mientras que otros decidieron persistir de manera inquebrantable, hasta plasmar la visión excelsa de su sueño contenido en su mente.

¿Cuál es el mecanismo o visión que marca la diferencia en la elección de un camino u otro? ¿Cuáles son los parámetros y estándares que llevan a cabo las personas que no se rinden jamás? Las personas altamente persistentes y que no se rinden nunca aplican lo que yo llamo la “mentalidad inexpugnable”
Una mentalidad de esta índole es aquella que no puede ser conquistada ni seducida por ningún tipo de idea, beneficio, suceso o acción. Su característica principal es la fidelidad total e incondicional a su particular visión de grandeza y el sueño que lo contiene. Esta mentalidad hace todo lo posiblemente imaginable para alcanzar su objetivo, no importa lo duro o difícil que pueda parecer. La dificultad es un aliciente para este tipo de mentalidad, en el que solo cuenta el PARA QUÉ y el propósito que sustenta el sueño. 

Esta es la perspectiva y el cimiento que posibilita la solidez de esta mentalidad. En palabras del célebre Martin Luther King: 

“Si no puedes volar entonces corre, si no puedes correr entonces camina, si no puedes caminar entonces arrástrate, pero sea lo que hagas, sigue moviéndote hacia adelante”.

Actualmente en nuestra sociedad, este tipo de mentalidad está casi en total desuso. 

Las personas deambulan de un lado a otro, sin saber realmente por qué hacen lo que hacen, es decir, cuál es el motivo subyacente que da sentido a las acciones emprendidas. Si no tenemos un propósito firme que guíe de manera coherente nuestras acciones, estamos construyendo nuestra casa sobre arenas movedizas, al mínimo traspié, dificultad u obstáculo, la casa se vendrá abajo.


Hugo  W Arostegui

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