jueves, 12 de julio de 2018

La Expansión Que Acosa Y Determina

Las empresas transnacionales son actualmente nuevos agentes de cambio global, llegando incluso a controlar aspectos de nuestra vida que antes no pertenecían a la esfera de los mercados. En el proceso de acumulación creciente del capital, las grandes corporaciones empresariales de hoy en día siguen potenciando el viejo problema de la dominación sobre la clase trabajadora, pero ahora con la novedad de manejarse en Nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicación.

El ser humano parece haber quedado desprovisto de una cultura que no sea la propiamente mercantil, reducido a ser un consumidor inconsciente que no tiene poder para cambiar el estado de cosas. Sin embargo, frente a esta situación se están avivando múltiples iniciativas para recuperar los espacios de la ciudadanía…

Quienes asistieron al nacimiento de las primeras compañías comerciales en Holanda en el siglo XVII, quienes vivieron la aparición de las fábricas textiles en Manchester en el siglo XIX, e incluso quienes contemplaron la configuración de las grandes empresas fordistas y de los incipientes conglomerados corporativos estadounidenses a lo largo de los primeros dos tercios del siglo XX, no dejarían de mostrar su asombro ante el poder acumulado hoy en día por las empresas transnacionales. Es más, podríamos llegar a afirmar que el mismísimo Karl Marx (que no fue ni mucho menos ajeno a las dinámicas de centralización y concentración del capital) se quedaría perplejo si pudiera visualizar la dimensión global y el peso que las grandes corporaciones han alcanzado en múltiples aspectos de nuestras vidas, de todas y cada una de las personas y pueblos que vivimos en este mundo globalizado.

Es precisamente a partir de la actual fase de globalización neoliberal, iniciada hace cuatro décadas en el contexto de la crisis de los 70, cuando las tendencias expansivas de las empresas transnacionales se agudizan. Éstas se convierten en los agentes que con mayor fuerza impulsan una salida a dicha crisis desde el ahondamiento de los valores civilizatorios vigentes (ánimo de lucro, maximización de la ganancia, acumulación, crecimiento incesante), a través de una propuesta política conocida como Consenso de Washington (desregulación, apertura, flexibilización, limitación de las capacidades de los Estados). 

La implementación de dicha propuesta se ve favorecida por el disciplinamiento de la clase trabajadora, por un lado, así como por las mejoras tecnológicas en el transporte, la comunicación y la información, por el otro.
De esta manera, éstas asumen el papel de agente hegemónico de la globalización neoliberal y amplían no sólo su frontera espacial a lo largo y ancho del mundo, sino también su frontera sectorial (incorporando progresivamente al mercado capitalista y controlando ámbitos como la agricultura, los servicios, los bienes naturales, las patentes sobre la propia vida, etc.), e incluso su frontera política (alcanzando una capacidad de incidencia superior a la de los Estados y los pueblos).

Acumulan así un poder extraordinario que se expande más allá de lo económico y que se evidencia también en los ámbitos político, cultural y jurídico. En este sentido, y en lo que respecta al poder económico, las empresas transnacionales se sitúan en el centro de las grandes cadenas globales de producción, distribución, comercialización, finanzas y comunicación, lo que les permite acumular beneficios que superan en ocasiones las capacidades de los propios Estados. 

Algunos ejemplos: Wal-Mart, la mayor empresa del mundo, maneja un volumen anual de ventas que supera la suma del PIB de Colombia y Ecuador, mientras la petrolera Shell tiene unos ingresos superiores al PIB de Emiratos Árabes Unidos, al igual que el BBVA comparado con Guatemala.

Por supuesto, esta situación de privilegio económico se traslada de manera natural a un poder político creciente. Las multinacionales son las principales beneficiarias (y defensoras a ultranza) de la democracia de baja intensidad en la que vivimos, donde las decisiones se alejan de la ciudadanía y se toman cada vez más en ámbitos supraestatales (como estamos viendo en las negociaciones del TTIP[1] o del TISA[2]), sin las mínimas garantías democráticas de participación e información, y contando con la connivencia de Estados matrices y receptores, así como de las principales instituciones multilaterales, formales (FMI, OMC) o informales (G7). Es en este contexto y en estos espacios donde su capacidad de incidencia a través de lobbies se acrecienta, a la vez que, en sentido contrario, los Estados (y no digamos ya los pueblos) pierden peso específico. 

De esta manera, los gobiernos ven limitada su capacidad para actuar en defensa de la ciudadanía en espacios donde no tienen protagonismo. A su vez, la infiltración de las transnacionales en sus competencias y responsabilidades es tal que en muchas ocasiones los Estados priman la alianza con éstas frente a su compromiso con las mayorías sociales, bien sea por derrotismo (no hay alternativa), persuasión (empleo, negocios, inversión extranjera directa, etc.) y/o corrupción (sobornos, puertas giratorias, etc.), situando a las grandes corporaciones como agentes políticos de primer orden.

Pero, además, las empresas transnacionales acumulan también poder cultural, jugando un papel fundamental en la reproducción simbólica del sistema, convirtiéndose en sujetos activos en defensa de una civilización individualista, consumista, fragmentada y despolitizada. De esta manera, han entendido con claridad que su legitimación depende de los imaginarios colectivos, de los valores imperantes, para lo cual han llevado la cultura a su terreno (mercantilizándola en la medida de lo posible), a la vez que han diseñado, impulsado y generalizado un formato universal de sociedad, de ciudadanía global, y de saber y conocimiento, adaptado a la primacía del crecimiento capitalista y a la democracia de baja intensidad.

Finalmente, y como garantía para mantener todo este entramado de poder económico, político y simbólico, las corporaciones transnacionales acumulan un aplastante poder jurídico. Éste se muestra en una lex mercatoria (derecho fuerte, basado en una maraña de complejos tratados, acuerdos comerciales, de inversión, etc.) que se impone sobre la soberanía de los pueblos y sobre el marco internacional de derechos humanos (derecho débil), generando así una arquitectura de la impunidad que les protege y blinda jurídicamente de las posibles iniciativas populares y/o de los Estados.

El círculo se cierra. Pasamos del poder económico al político, y de éste al cultural, todo ello bajo un marco jurídico actualmente inexpugnable y que les favorece. Han conseguido, por tanto, ser el agente protagonista y hegemónico en nuestra realidad global, con una gran incidencia en múltiples ámbitos de nuestras vidas.



Educación En Valores

Los diferentes puntos de vista acerca de la Educación en valores están relacionados a interrogantes como: ¿qué son los valores?, ¿qué es la valoración?, ¿qué relación existe entre la educación en valores y el proyecto educativo?, ¿es tarea de la Universidad formar valores?, ¿cómo podrá la Universidad medir la formación y el desarrollo de valores profesionales? Estas preguntas si bien no agotan las inquietudes y preocupaciones existentes, al menos introducen el análisis de los valores en la formación profesional.

Muchas de estas preocupaciones acompañan al mundo actual de modo más general, se habla de crisis de identidad, de fe y de epistemología. De identidad por la ausencia de un sentido claro de pertenencia y por la carencia de proyectos comunes unificadores; de fe, por la incapacidad de creer en algo, por la imposibilidad de cambio y la falta de confianza en el futuro y; epistemológica, por la supremacía del conocimiento y la razón, que se expresa en una racionalidad instrumental-administrativa-gerencial, capaz de aplastar lo afectivo y sentimental.

Algunos afirman que vivimos en una sociedad sin valores; otros que han aparecido nuevos valores asociados al nuevo paradigma socioeconómico y cultural; también hay quien dice que el problema está en la existencia de multivariedad de valores, lo que produce confusión y desorientación en la actuación y valoración de los seres humanos. 

Quizás esté ocurriendo todo ello, valdría la pena abordar el asunto teniendo en cuenta que en todas las sociedades y en las diferentes épocas el hombre como guía ha tenido que enfrentar sus propios retos de desarrollo, ¿por qué no podría hacerse ante el acelerado desarrollo científico-tecnológico y la globalización del mundo actual?

No obstante a esta realidad, no es ajeno el hecho de que existen cuestiones no resueltas en la comunicación y en la vida de los hombres, en su educación, en su calidad de existencia, que impiden el desarrollo de una personalidad integral y adecuada a la sociedad en que ésta se despliega.


El estudio sobre el comportamiento humano ha sido y es interés de diferentes ciencias: la filosofía, la psicología, la sociología y la pedagogía, las que desde sus diferentes objetos de estudios enfocan su campo de acción. 

Así los debates pueden ser desde los distintos puntos de vista. No obstante, el objetivo común está en la comprensión e interpretación de los porqué de las actuaciones de los seres humanos, para lograr orientar el comportamiento humano hacia las tendencias más progresistas y desenajenantes de la humanidad, su crecimiento espiritual y material, todo ello dentro de los requerimientos que impone la sociedad, de ahí que, en el centro de su análisis se hallen los conflictos entre el ser y el deber ser, y derivado de ello entre el hacer y el saber hacer.

Conocimiento Empírico


Muchas personas sin tener títulos profesionales o contar con algún tipo de formación académica son expertos en hacer algo, tienen una gran habilidad en ciertos aspectos, pueden dominar a la perfección una técnica o un arte, o tienen determinada competencia.

Cuando le preguntamos en dónde han adquirido este conocimiento, la respuesta es que no han ido a ninguna universidad o colegio, simplemente lo ha adquirido con la práctica, de forma empírica.

Es aquel que se adquiere a través del saber cotidiano y se adquiere a través de la evolución y vida cotidiana del individuo.

El conocimiento Empírico, es todo aquel que: El hombre adquiere debido a las diversas necesidades que se le presentan en la vida, por instinto y no por el pensamiento fundamentado que se aprende sin ciencia y sin leyes. Así también es trasmitido por medio de las relaciones con la sociedad de tu alrededor a diario.

En la escuela de la vida.
Es todo lo que se basa en la experiencia sin teoría ni razonamiento.
Es aquel que se va adquiriendo a través de las experiencias vividas. Con la escuela de la vida.
El conocimiento empírico es el que surge de la propia experiencia, llegando a un conocimiento concreto.
El conocimiento empírico es que se va adquiriendo mediante la vivencias y experiencias, así también es trasmitido por medio de las relaciones con la sociedad de tu alrededor.

A través del tiempo se ha querido dar paso al conocimiento empírico ahora podemos definir que es el conocimiento que en la vida se adquiere y se aprende sin ciencia y leyes.

Es todo aquel que se adquiere por instinto y no pensamiento fundamentado, los animales actúan por este conocimiento que podemos llamarle también por instinto.

El conocimiento Empírico, es todo aquel que el hombre adquiere debido a las diversas necesidades que se le presentan en la vida. Es constantemente evolutivo, porque se mueve en torno a los cambios sufridos por cada individuo y está basado en el querer y la experiencia.


miércoles, 11 de julio de 2018

Preferencias Obligadas E Inventadas

Todos coinciden en escoger el último y cuando proceden a explicar los motivos cada uno aporta el suyo o los suyos, sin saber que ningún par es mejor, ni siquiera distinto del otro. Forzados a escoger lo harán aduciendo motivos plausibles pero artificiosos porque todos sabemos que no son verdad: “este me parece más consistente, más suave, más cálido, más tupido…”, lo que tú quieras chico, porque te lo estás inventando

Respecto de la mayoría de las decisiones o elecciones que hacemos en la vida pasa parecido, escogemos de una manera intuitiva manejando cantidad de parámetros invisibles, o actuamos al azar, eso también puede ser, y a renglón seguido, de manera inconsciente —consciente para algunos: los manipuladores, los mentirosos, los políticos…— nuestra mente procede a inventar la motivación racional más variopinta en función de nuestro interlocutor, las circunstancias, nuestra creatividad, la urgencia y la gravedad del momento, etc…

No es algo que se viva en dos pasos, es inmediato, simultáneo incluso. Nosotros creemos, llegaremos a estar convencidos de que ese es el mejor par  y lo defenderemos ante quien sea, que si lo hacemos bien nadie nos sacará de nuestro equivoco. Cuanta mayor facilidad tengas para inventar más cerca estarás de engañarte a ti mismo.

¿No les parece tremendo, que uno pueda convencerse y convencer a los demás de cualquier cosa? Déjenme poner ejemplos más cercanos: 

—“¿Qué te parece tal cosa menganito?, y menganito no lo sabe pero improvisa una opinión o dos”

—“¿Cómo te sientes zutanito?, y zutanito no se encuentra bien del todo, no distingue bien que es por cansancio, y aprovecha para alegar un motivo cualquiera de los que le pasen por la cabeza… que a él le parecerán perfectamente legítimos” 

Atención entonces. Si me he explicado bien esta reflexión resultará un excelente punto de partida para empezar a revisar muchas de nuestras afirmaciones: “¿piensas realmente así, estas convencido de que eso que afirmas es cierto o es un invento ultracreativo de tu mente forzado por las circunstancias?”


El Valor Del Conocimiento


El conocimiento, es el valor de descubrir cosas nuevas, de aprender lo que necesitas saber.

En nuestra vida, siempre hay muchos sueños de todo tipo, y nos pasamos mucho tiempo anhelando cumplirlos… Hasta los plasmamos en un cartel para verlo todos los días.

El problema, es que pasamos tanto tiempo anhelando, que nos olvidamos del conocimiento que debemos adquirir para justamente lograr lo que soñamos.

Es decir, por más que sueñes tocar el violín, necesitarás la habilidad y el conocimiento para hacerlo bien, de lo contrario, es muy difícil que te caiga el don del cielo para hacerlo.


Cuando conoces el camino que debes transitar, no hay manera de que te pierdas, porque ya todo lo tendrás claro. Y es justo eso, lo que necesitas para llegar al éxito.

El Bien Común



El paradigma del Bien Común de la Humanidad significa vivir en armonía con la naturaleza, en una sociedad que sea justa y que incluya una infinidad de expresiones culturales. Pero si queremos que no sea solo una ilusión, tenemos que traducir ese concepto en términos prácticos. Las orientaciones teóricas tienen que guiar nuestra vida cotidiana, pero es necesario actualizarlas continuamente con la experiencia de las luchas de los pueblos.

Ahora es el momento de presentar, para la discusión de todo el mundo, una base para el tipo de pensamiento que pueda guiar nuestra acción, dar coherencia a nuestras ideas y servir como base para una convergencia de los movimientos para cambiar la orientación de la vida común de la humanidad en el planeta. Es un trabajo a largo plazo, pero es necesario un compromiso inmediato. El siguiente paso será identificar a los actores y formular estrategias; no reinventar lo que ya existe, sino dar nueva fuerza a las luchas e iniciativas que están trabajando hacia la consecución del Bien Común de la Humanidad. 

Esto es lo que queremos lograr.

Entre Bueyes

Frase hecha, bien de campo, que nos anticipa que entre personas allegadas, colegas, familiares, compañeros o que presenten algún tipo de afinidad, no debería haber malas acciones ni actitudes perjudiciales. 

La expresión señala que entre amigos no cabe la traición, cosa que bien sabemos no es aplicable a todos los casos. Deriva de la tarea que realizan los bueyes juntos, especialmente cuando tiran de carros, pues nunca usan sus cuernos para lastimarse entre ellos.

Dice este que entre los que son iguales no se producen ataques y que los que se dedican al mismo oficio.


Especialmente memorable en el uso de este refrán es aquella viñeta de Mafalda en la que esta le decía a Manolito “Decime Manolito ¿vos que pensas de la guerra atómica?”, a lo que este contestaba “Pues que no habrá. 

La guerra es un negocio y los que la hacen son buenos comerciantes. Mi papá también es un buen comerciante. Así que los otros no van a tirar bombas para romper el almacén a mi papá. Podes estar tranquila. 

Entre bueyes no hay cornadas.”

Radicalización


La pirámide de la radicalización es un modelo teórico que nos ayuda a interpretar y comprender por qué las personas se radicalizan. Según esta teoría, la radicalización es el resultado de la extremización de creencias, sentimientos y comportamientos en apoyo de un conflicto intergrupal y de la violencia

Y es que la radicalización puede ocurrir desde diferentes ideologías, desde creencias religiosas hasta políticas.

Según la pirámide de la radicalización, existen dos formas de radicalización. Una sería la radicalización de la narrativa o de la ideología y, la otra, la radicalización de la acción. Además, los procesos de radicalización podrían darse a tres niveles diferentes. Esto es, a nivel individual, cuando se radicaliza una persona por su cuenta; a nivel grupal, cuando se radicaliza un conjunto de personas, un grupo; y a nivel de masa, cuando es un conjunto más grande de personas el que se radicaliza.

Mientras que la radicalización de las acciones es un fenómeno individual o de grupos pequeños, la radicalización de la narrativa es un fenómeno de masas. 
Un país entero puede llegar a radicalizar su narrativa y pensar que están en guerra y tienen que derrotar a un enemigo, mientras que aquellos que van a luchar será solo una pequeña parte de esta población
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Las pirámides que usan como metáfora para explicar la radicalización son como las pirámides demográficas, donde la mayoría de la gente se encuentra en la base de la pirámide. Por contra, en la cúspide solo habría unas pocas personas en comparación con el total de la población. A su vez, las pirámides cuentan con cuatro niveles.

En el caso de la pirámide del artículo, el primer nivel está constituido por los neutrales. En este grupo entrarían las personas que no siguen una ideología radical y constituirían la base de la pirámide. Si subimos un nivel, nos encontramos con los simpatizantes, los cuales aceptan algunas ideas radicales, como que existe un conflicto del cual son las víctimas.

A continuación estarían los justificadores, los que creen que las acciones de los radicales están justificadas moralmente y por su ideología. Finalmente, en la cúspide de la pirámide, se sitúan quienes creen que es un deber individual apoyar y participar en las acciones radicales, aquellos que tienen una obligación moral personal. Estos últimos piensan que la amenaza bajo la que viven justifica una obligación individual de actuar.

Sin embargo, lo general es que la escalada en las dos pirámides se dé a la vez. Que lo que alguien piensa vaya acode con lo que haga. Además, el participar en un grupo radical hace que se aprenda la narrativa e ideología radical, aunque esta no sea necesaria para iniciar una acción radical.

El escalar en una pirámide no implica que se escale en la otra. Una persona puede justificar un conflicto sin llegar a actuar. Encontramos muchos ejemplos en instituciones que promueven ideas radicales, pero que no llevan a cabo acciones. El polo opuesto, el de personas que se convierten en terroristas sin tener una ideología radical es más complicado, pero no imposible. Realizar acciones radicales y llegar a convertirse en terroristas requiere de una justificación que evite la disonancia cognitiva.


Por último, nos encontramos con otra peculiaridad y es que para escalar en la pirámide se pueden saltar escalones. Es posible que alguien inerte, que no realiza ningún tipo de acción en defensa de su grupo, pase a realizar acciones radicales. Por ello hay que tener en cuenta los peligros que una radicalización tan rápida puede presentar.

martes, 10 de julio de 2018

Integridad Sin Grietas

La integridad es la respuesta a la doble moral que maneja la sociedad, donde las personas actúan de una manera relativa (a su conveniencia y acomodo), evitando todo tipo de compromiso serio con los demás, con la vida y con Dios. 

Doble moral que se caracteriza por ser bondadosa cuando se requiera (conveniencia), pero participa de actos denigrantes sin que otros se den cuenta de ello, por otra parte.

De manera que, una persona íntegra responde a sus valores adquiridos, a sus convicciones más profundas, orientadas siempre hacia el bien y la construcción de la familia y la sociedad donde participa. La integridad es cierta evidencia de excelencia en el comportamiento integral de la persona.

Continuamente creamos nuestra realidad a través de las elecciones que hacemos, momento a momento -creando y manteniendo la armonía al seguir nuestra conciencia y actuar por el bien más elevado.

Estamos siendo valientes cuando vivimos de acuerdo a nuestra conciencia cuando sería fácil esconder de los otros que no estamos siguiendo nuestra conciencia. Es más cómodo deslizarse hacia abajo por la colina de la vida, manteniendo o divagando en nuestro estado de conciencia actual, que seguir las escaladas algunas veces duras del camino de lo que sabemos es correcto.

La recompensa de enriquecer continuamente nuestra integridad personal es que nos volvemos más conscientes de nuestra naturaleza armónica, de nuestra “chispa” divina.

Al vivir con integridad personal los demás se dan cuenta que pueden confiar en nosotros -nos convertimos en un amigo digno de confianza- un valor para nuestra familia del mundo.

Cuando integramos personalmente nuestra conciencia más elevada en nuestra vida diaria, en nuestras acciones cotidianas, tenemos mayor capacidad para disfrutar la felicidad y la armonía.

Los griegos eran expertos en hacer figuras en mármol. Muchas veces al estar trabajando el mármol descubrían grietas en él, la cual, naturalmente, le quitaba valor a la obra. Algunos, entonces, cubrían esas grietas con una cera especial; la pulían y quedaba aparentemente perfecta, pero cuando la figura era expuesta al calor del sol la cera se derretía y quedaba descubierto el engaño. 

Por eso, era común encontrar, donde vendían esas piezas de mármol, un letrero que decía: “Se venden figuras en mármol puro; sin cera.” De ahí, viene nuestra palabra en español sincera/o.

Eso es lo que significa integridad: sin grietas.



La Madurez


¿Cuándo uno demuestra madurez? La madurez es una cualidad deseable pues expresa una mejor y elevada perfección humana. Se debe imitar las personas virtuosas y repetir las buenas acciones hasta que sean parte de nuestra vida.

La madurez es el valor de hacerse cargo de nuestra propia vida, con claridad y conscientes de nosotros mismo. La madurez nos permite realizar acciones precisas para cada circunstancia.

Madurez es la destreza de controlar la furia y solucionar las diferencias sin violencia o destrucción, la madurez evita el odio y no guarda rencor.

La madurez es lealtad, lealtad a la familia, lealtad a la pareja, al equipo de trabajo, al país, etc.

La madurez permite mantener la calma en situaciones complicadas.

Madurez es paciencia. Es la voluntad de aplazar el placer inmediato a favor de un beneficio a largo plazo.

Madurez es el control sobre uno mismo, sobre nuestra persona y emociones.

Madurez es paz con los demás. No discutimos y violentamos por cualquier cosa. 

El maduro pone el ejemplo de ser pacifico.

Valorar Lo Que Tenemos


Lamentablemente pocas veces sabemos apreciar lo que la vida nos ofrece, los caminos que nos toca recorrer, las personas que llegan a formar parte de nuestra vida y de los momentos que se presentan como aprendizajes necesarios, tristemente no nos damos cuenta que la vida nos ofrece una oportunidad hermosa, maravillosa, eterna y continuada, para apreciar cada instante y cada respiro.

“Pero la vida es corta: viviendo, todo falta; muriendo, todo sobra”
 Félix Lope de Vega y Carpio

Resulta muy común y fácil renegar constantemente de lo que tenemos, manifestamos inconformidad con respecto a nuestras viviendas, lugares de trabajo, con nuestro entorno social, con el poco tiempo que tenemos, con el mucho tiempo que nos sobra, con la actitud de nuestra pareja, con el comportamiento de nuestros hijos, lamentablemente pocas veces  reconocemos la virtud de la vida de manera espontánea, siempre es más fácil ver los defectos y aquello que nos entristece y nos hace vivir constantemente en la insatisfacción.

“El que no valora la vida no se la merece”
 Leonardo Da Vinci

Si tan sólo tuviéramos conciencia de las puertas que nos abre el hecho de reconocer y aceptar lo que la vida nos ofrece, en lugar de vivir renegando de ello, debemos disfrutar lo que llega a nuestras manos y de igual manera saber apreciar lo que parte de ella.


A veces pensamos que en la media en la que disfrutamos de las cosas aprendemos a valorarlas, no miramos en la profundidad para darnos cuenta que ocurre lo contrario, en la medida en la que valoramos lo que tenemos, podremos disfrutar de lo que nos ofrece, sin agregarle si es justo o injusto, si lo merecemos o no, simplemente disfrutar de los detalles que nos regala la vida, en tanto la vivimos o pretendemos vivirla.

lunes, 9 de julio de 2018

El Ruido Que Ensordece


Si hay algún sitio donde podamos encontrar nuestro autentico yo, es en nuestro silencio interior, pero lamentablemente, muchos no se pueden escuchar, porque el ruido de nuestros pensamientos constantes y emociones turbulentas nos impide llegar a nosotros mismos. Pero aunque es difícil, saber escuchar nuestro interior es el camino para lograr ser nosotros mismos.

La razón de que muchos vayamos perdidos por la vida, es porque no somos capaces de comunicarnos con nuestro interior, nuestro ruido interno nos descentra de tal manera, que es el propio ruido el que nos guía, no nuestro autentico yo.

Acallar ese ruido no es cosa fácil, pero es el camino que hemos de empezar a tomar, si tarde o temprano queremos ser dueños de nuestra vida y encontremos la conexión con el mundo.

Cada persona es un mundo, por eso cada persona ha de tomar su propia senda y técnica para acallar ese ruido que nos impide ser nosotros mismos, pero lo cierto es que ya son muchas personas las que han encontrado en su respiración, el camino para encontrarse a ellas mismas.

La respiración consciente o meditación calma nuestros pensamientos repetitivos y nuestras incontroladas emociones, de esta manera no estamos tan ciegos ni tan sordos para sentir nuestra autentica esencia o verdad interior.

Buscar una manera de expresar nuestro interior, es otro camino que nos puede llevar  a encontrarnos a nosotros mismos, expresar  nuestros talentos con una actividad que nos atraiga, puede hacer que emerja nuestra autenticidad como seres.

Encontrar nuestros auténticos valores en la vida y actuar alineados con ellos, es otra manera de conectar con nuestro guía interior, cuando actuamos según esos valores, nuestra energía es más intensa y fluimos por la vida, como si vida fuéramos.

Cada personas tenemos una misión en esta vida, la misión de encontrarnos a nosotros mismos, para así poder entregar al mundo lo que espera de nosotros, nuestra conexión con él, nos hace saber que nuestra vida tiene sentido y de que somos mucho más que ese ruido que nos ensordece.



Moldear El Carácter

Evita los pensamientos negativos porque estos debilitan la mente e incluso afectan a tu cuerpo. Es un ciclo difícil de parar, la mente y el cuerpo se alteran, lo que agita también el sistema nervioso. Hay que tener muy presente que las alteraciones emocionales son una energía destructiva muy poderosa.

Por lo tanto nuestro consejo es controlar por medio de la observación directa nuestra actitud mental, cuando venga a tu mente un pensamiento que te altere o te encuentres en una situación que la origine, se consciente y trata de evitarlo. Utiliza la respiración, el poder del ahora, la conciencia presente.

Nuestra mente tiene un gran poder de atracción, ¡cuidado con lo que piensas! Los yoguis siempre han defendido que “atraemos hacia nosotros lo que corresponde a nuestra cualidad dominante de pensamiento”. Por lo tanto es mejor tener pensamientos positivos, visualizarnos siendo felices, con abundancia y sanos.

Está en nuestras manos seleccionar que pensamientos mantenemos sobre nosotros mismos, debes tener claro que las personas que nos rodean no van a crear nuestro destino, ni mucho menos lo que puedan pensar de nosotros.

Conoce las leyes del pensamiento y así podrás controlar las emociones y modelar el carácter. Hay una ley que dice “En lo que una persona piensa en eso se convierte”. Los pensamientos tienen tanto poder que puede llevar a las personas a realizar acciones de las que pueden arrepentirse a la larga, en definitiva son las responsables de que nuestra vida sea positiva o no. 

Hay que aprender a distinguir que tipo de pensamiento surge de nuestra mente, si es constructivo o destructivo, trabajarlo cada día, mantenerse vigilante, dejar que prosperen los pensamientos positivos y esto hará que los pensamientos negativos se eliminen.

El efecto bumerán de la mente es una realidad, “si odias a alguien, el odio vuelve a ti y si amas a los demás, el amor vendrá a ti” así lo aseguraba en su libro “El Pensamiento y su Poder” el gran maestro de yoga Swami Sivananda

Hay que tener mucho cuidado con lo que pensamos, todo lo que emite nuestra mente acaba regresando. Si uno se convierte en aquello que piensa, la propia vida termina reflejando el carácter de los propios pensamientos, así que se hace imprescindible mejorar nuestro modo de pensar.

Debemos ser conscientes de esta ley natural, si tenemos pensamientos de calidad, nuestra vida y circunstancias serán de la misma forma. Por lo tanto creo que es una opción para no escatimar en el esfuerzo de conquistar nuestra mente y moldearla de tal forma que nos convierta en esa persona que queremos ser, esa persona con la vida que queremos tener.


Dar De Sí Mismo


Desde niños nos educan a ser generoso, a compartir nuestros juguetes y jugar felizmente con nuestros amigos sin ningún tipo de conflicto. Mientras crecemos sabemos que la generosidad es necesaria para vivir una vida plena. Saber dar sin recibir nada a cambio es efectivamente una de las cosas más importantes que aprendemos en la vida. Sin embargo no es un aprendizaje fácil. 

Vivimos rodeados de una sociedad consumista y violenta, obsesionada con el dinero y con las ganancias y los éxitos personales.

Varios estudios han hecho experimentos para saber qué es lo que da más beneficios mentales a nuestros gastos. 

Un experimento hecho por la Universidad de California le dio dinero a varias personas: un grupo tenía que gastarlo en lo que quisieran, otro grupo estaba obligado a gastarlo en un objeto material, y el otro estaba obligado a gastarlo compartiendo tiempo con alguien que quisieran. El resultado fue que las personas que dedicaron su dinero a ayudar o a compartir con personas que querían se sentían mucho más realizadas que las personas que lo gastaron todo en un objeto material.

La generosidad no es solo importante en el ámbito económico: debemos ser generosos con nuestros conocimientos, con nuestro cariño, con los animales y con las personas necesitadas. 

A pesar de vivir en una sociedad que parece dura y mezquina estamos rodeados de ejemplos silenciosos de generosidad: hay quienes alimentan una vez a la semana a los mendigos, activistas que trabajan por ofrecerle una vida plena a los animales, padres que duermen menos de lo debido para pasar tiempo con sus hijos, personas que defienden a otras desinteresadamente cuando los ven en problemas en la calle.


Los Buenos Modales

Desde mi punto de vista los buenos modales van unidos a la buena educación, y con buena educación no me refiero a tener muchos conocimientos o haber asistido a los mejores colegios del mundo.

Ser educado, tener buenos modales, es comportarse correctamente en cada una de las situaciones que nos encontremos en la vida, es tratar a las personas, a todas las personas, con total respeto aunque no coincidamos con ellas en su forma de pensar.

Tener buenos modales no es sinónimo de ser personas “estiradas” ni de tener que conocer todas las reglas de etiqueta. Saber comportarse tiene más que ver, desde mí punto de vista, con mostrar respeto y ayudan a que todos puedan sentirse cómodos.

Creo que casi todos nos hemos encontrado en alguna ocasión con personas guapas y atractivas que, desgraciadamente, han demostrado ser solamente un envase bonito sin demasiado contenido. 

Personas que no han sabido comportarse, ni tratar a los demás con cortesía, con educación, con respeto.

Los buenos modales son indispensables para desenvolvernos en la vida y ser apreciados por todo lo que podemos ofrecer y van de la mano de valores como el respeto, la lealtad, la gratitud, la compresión, la tolerancia, etc., todo ello muy necesario para ser una persona íntegra.

Saber comportarse es importante para todas las personas, sin importancia del sexo o de la edad y para llegar a ser adultos íntegros y con buenos modales se ha de trabajar desde el hogar. Se ha de enseñar a los niños a tener un buen comportamiento, padres y educadores han de unir esfuerzos para conseguirlo.

Algunas personas pueden sentirse avergonzados al actuar de acuerdo con las normas básicas de buena educación delante de otros que no lo hacen, no debería ser así. No debemos sentirnos avergonzados por tener buenos modales.

Los buenos modales consiguen que la interacción con otras personas se mucho más fácil y agradable. Tener buenos modales es poner en funcionamiento la “regla de oro”: compórtate con los demás como quisieras que ellos se comportaran contigo.

Estas son algunas normas básicas que siempre es aconsejable seguir en nuestro caminar cotidiano por la vida:

Pedir siempre las cosas por favor y dar las gracias por el servicio recibido.
Disculparnos si, involuntariamente, tropezamos con alguien o le causamos algún tipo de perjuicio.
Saludar siempre cuando lleguemos a un lugar.
Si viajamos en transporte público ceder el asiento a personas mayores o mujeres embarazadas.
Hablar siempre correctamente evitando usar un tono de voz excesivamente alto y el uso de palabras malsonantes e inapropiadas.

Es muy conveniente saber comportarse en la mesa, prestar atención a la forma de comer, pedir las cosas por favor, no usar el teléfono móvil mientras estamos comiendo, aprovechar ese momento para charlas relajadamente y disfrutar de la compañía.

También son importantes los buenos modales cuando hablamos por teléfono. Si recibimos una llamada hay que contestar con educación y si somos nosotros los que la realizamos debemos saludar y presentarnos correctamente.

Y no debemos olvidar que los buenos modales no pasan de moda.


Hazlo Ya




Las palabras se las lleva el viento....
Hechos, no palabras....

No hables, sólo ACTÚA!
y tus hechos hablarán más que tus palabras...

No digas lo que vas a hacer... 
DEMUESTRA cómo lo estás haciendo...

No permitas que las promesas salgan de tu boca
Sin aterrizar y sin lograr ningún cambio...
Mejor HAZLO ya... 


Encontrar El Lado Positivo


Lo negativo atrae a lo negativo, ser pesimista y pensar siempre en lo peor no traerá nada bueno a tu vida. Con negatividad perderás oportunidades que podrían hacerte feliz, piensa que en la vida casi todo se consigue con una buena actitud, así que negando problemas, no siendo resolutivo o teniendo miedo a tomar medidas y decisiones, serás incapaz de mejorar tu calidad de vida.

Deja de pensar que todo y todos están contra ti. Eso tan solo es una idea, una suposición que está en tu mente, así que recházala y conseguirás no sumergirte en la amargura

A veces echamos la culpa a todo lo que nos rodea porque no somos capaces de solucionar todo aquello que nos atormenta. Aparta la nube gris que está sobre tu cabeza y piensa que no es posible que el mundo se haya conjugado en tu contra, sino que eres tú el que no le saca el lado positivo

El pasado es pasado. El hecho de haber tenido una mala experiencia o decepción, por dolorosa que sea, no significa que debas volver a pasar por lo mismo o que siempre deberás estar retraído por miedo a volver a sufrir. 

Si vuelves a tropezar con la misma piedra, será el momento de levantarse de nuevo y seguir tu camino. ¡Debes superarlo! El futuro es la suma de tus experiencias y no debes tener una mala disposición ante él. Si piensas que todo irá mal, de veras, lo irá.

Tú no eres un defecto. Deja de pensar en lo que has hecho o lo que no has hecho y... ¡actúa! Tan solo tú puedes cambiar tus circunstancias y hacer que algo ocurra, pues no eres una víctima sino un factor más capaz de cambiar situaciones, métete en la cabeza que tienes tal poder.

Utiliza tus experiencias negativas y dolorosas para construir un carácter mejor. Piensa en quién quieres ser y hacia dónde quieres ir, asumiendo riesgos y tomando decisiones a diario. 

En eso consiste la vida. Arriesgar, apostar, decidir... Y si algo sale mal, tendrás tiempo para rectificar, aprender y superar cualquier circunstancia. Siempre buscando el lado positivo de las cosas.



Confianza

Para generar la confianza en los demás, es importante ser honesto y actuar de forma correcta, a la vez que hay que agradecer al que cumple sus promesas y reclamar ante aquel que no las cumple.

Para mantener la confianza debemos comprometernos y cumplir nosotros también con las promesas, pedir disculpas cuando no las cumplimos y sobre todo, aprender a perdonar los errores. Por último, cuando vemos que la confianza con la otra persona se ha roto, es importante crear nuevas oportunidades donde se pueda volver a generar esa confianza que se tenía.

Autoconfianza:
La autoconfianza, o la confianza en uno mismo, es una característica que muchos pueden tener. Con esfuerzo y tiempo cualquier persona puede llegar a construir su autoconfianza. Para desarrollar esa autoconfianza es imprescindible creer en uno mismo y, para ello, la auto aceptación es fundamental.

Además de estos elementos, para lograr tener una buena autoconfianza es importante conocernos y comprender nuestros pensamientos y emociones (lo que denominaríamos como autoconocimiento), ser persistente y disciplinar (para asegurar los objetivos y metas que se quieren lograr), tener una perspectiva clara de la vida (saber exactamente lo que quieres ser o lo que quieres conseguir), y tener un autocontrol.

La autoconfianza trae múltiples ventajas para nuestras vidas, ya que si logramos tener un gran nivel de confianza en nosotros mismos podemos conseguir el éxito más fácilmente. Por el contrario, si tenemos falta de confianza e inseguridad, no estamos satisfechos con nosotros mismos, lo que genera situaciones negativas tanto para nosotros, como para los que nos rodean. 

A nivel personal, si no tenemos autoconfianza nos sentimos insatisfechos con nosotros mismos, tristes e incluso depresivos porque no nos valoramos. A nivel social, nos genera dificultades para relacionarnos con el entorno en el que nos desenvolvemos, lo que causaría que nos retrajéramos hacia nosotros mismos. A nivel laboral, nos puede crear dificultades para conseguir, mantener o progresar dentro de un trabajo. Por último, a nivel de pareja, nos puede causar sentimientos negativos.

Pero, además de la confianza con los demás y la autoconfianza, existen también otros tipos de confianza. Hay tres tipos que todos deberíamos desarrollar: la confianza conductual, que es la propia capacidad que tenemos para actuar, tomar las decisiones correctas y superar los obstáculos; la confianza emocional, es decir, saber lo que sentimos en cada momento para protegernos del dolor y tener la capacidad de conectar con otros seres humanos emocionalmente; y, la confianza espiritual, la fe que tenemos sobre la vida que nos rodea. Sin esta última confianza es difícil desarrollar los otros dos tipos de confianza.


También podemos distinguir otros dos tipos de confianza: la confianza simple y la confianza alimentada. La primera es una confianza primaria, con la que todos nacemos. La realizamos de manera automática, es una confianza total y completa, pero cuando se rompe (siempre en algún momento de la infancia), se rompe para siempre, ya que aparece algo que no estaba hasta ese momento: la desconfianza. La segunda, en cambio, es un tipo de confianza que se construye de manera consciente y reflexiva. 

La confianza alimentada también se puede romper, pero nos da la oportunidad de ser reconstruida.

Tu Mejor Versión

Dar lo mejor de ti mismo es la única receta que te llevará al éxito. En el plano material, aparentemente no siempre ganamos cuando damos lo mejor de nosotros mismos. Muchas veces las cosas no salen como lo planeábamos, y es frustrante a veces ver que nuestros sueños o ideales no se mueven al ritmo que nosotros queremos; pero en el plano espiritual, no hay forma de sentirte perdedor si estás dando siempre lo mejor de ti mismo.

La receta del éxito es simple: ¡Da siempre lo mejor de ti mismo! y no te rindas, no mires atrás, no midas tu valor en relación a la retribución o a la opinión de los demás; sino en respuesta a tu satisfacción personal. Toma tiempo  para que la gente te escuche, y te escucharán sólo quienes estén listos. 

Tu pasión, tu dedicación y tu determinación; son las herramientas que se encargarán de que tu voz llegue lejos, de que tus sueños se materialicen en una maravillosa realidad; que por maravillosa, nunca será perfecta, ni nunca estará completa. Porque los soñadores se alimentan de sueños, y cuando un sueño se cumple, uno nuevo y más grande se vuelve a soñar.

El mundo es de quienes tienen fe en sí mismos, y encuentran en cada reto una oportunidad de transformación, de ajuste. Un llamado de atención! Acercarnos al éxito o crecer en él no hace las cosas más simples, sino que cuando estamos haciendo lo que amamos, esa pasión es la que hace que todo sea posible; y es la que nos mantiene conectados, activados y dispuestos a invertir toda nuestra fe en lo que creemos.
Un ingrediente indispensable de la receta al éxito es: Determinar cuál es tu propio éxito.

Mientras no tengas claro dónde vas, estarás caminando en círculos.

Mientras dejes que el éxito ajeno influencie el tuyo, nunca llegarás a ningún lugar.

Cree en ti, en tu éxito personal, y sin mirar a los lados, camina despacio, o si quieres camina rápido.

Pero no dudes que tarde o temprano llegarás, y es ese sendero el que te dará todas las armas para continuar; aunque a veces caigas, aunque a veces dudes o aunque a veces necesites parar a descansar.


Construir El Destino


Ciertamente, el pasado influye en tu vida actual. Pero si eres capaz de detectar la raíz del problema, enfréntalo y verás que todo empieza a fluir. 

Deja de culpar al pasado por lo que te sucede en el presente. Y si realmente eres incapaz de superarlo, busca ayuda profesional y verás que ningún complejo o trauma es insuperable. Quizá algunos sean más difíciles de resolver, pero con el tiempo, y la ayuda necesaria, todos somos capaces de superar los problemas del ayer que nos afectan.

Muchas veces, lo que te ata al pasado te causa mucho dolor y te paraliza, no te permite ubicarte en el presente. Si durante tu infancia no se cansaban de repetirte que eras “gordo/a”, o “tonto/a”, o “inútil” (o cualquier otro adjetivo con el ánimo de descalificarte), es seguro que eso lo tienes grabado y te hace pensar que es natural que seas así, aunque no te agrade ahora que eres adulto/a. Pero eso no quiere decir que debas mantener esa creencia por el resto de tu vida. Tú puedes cambiar si te lo propones.

Madurar, crecer y cambiar
El proceso de adultez conlleva madurar, crecer y cambiar. Tu etapa como adulto/a no debe ser negativa solo porque tu infancia lo fue. Cambiar las etiquetas que cargamos puede costar mucho trabajo, pero a la larga, el pensamiento positivo lleva a un cambio proactivo y este hace crecer el amor propio y la aceptación.

Aunque mucha gente recuerda su infancia como una de las mejores etapas de su vida, otros, lamentablemente, la recuerdan como una desgracia. Eso ya no se puede cambiar, pero al madurar, uno mismo es quien tiene las herramientas para construir y reconstruir su vida, porque ya no depende de nadie para crear su propio presente. Uno mismo lo crea. Eso significa dejar las malas experiencias en el pasado y hacerse responsable de uno mismo.

También hay personas que se escudan en el pasado, no porque necesariamente haya sido tan malo, sino porque no encuentran el coraje para cambiar y asumir su responsabilidad como adultos.

Los miedos no son insuperables, aunque siempre es más fácil decir que así fuiste educado/a de pequeño/a que enfrentar tu incapacidad o ignorancia. Solo recuerda que nadie podrá moverte de tu zona de confort más que tus propias acciones. 

A veces el mismo miedo es motivador, solo es cuestión de que tú te lo propongas.

Superar los obstáculos que te frenan para seguir adelante es algo que podría determinar tu existencia y nada es más cierto que esta afirmación: solo tú eres dueño de tu propio destino.



domingo, 8 de julio de 2018

Pensamiento Libre No Es Solo Pensar


Las peores prisiones son las que no tienen rejas. La ilusión de la libertad es la más cruel de las cárceles pues no permite tener consciencia de los límites de nuestras elecciones, al no percibir que las fronteras son cada vez más estrechas y, al contrario de lo que parece, apenas limita el tamaño y empalidece los colores del mundo. El pensamiento libre, la autonomía de las ideas, el espacio para aceptar lo diferente exige esfuerzo, osadía y coraje, mercancías raras en los estantes de los corazones y mentes.

Al mundo siempre le han parecido extrañas voces y actitudes disonantes que interfieran en la administración, el control y los negocios de quienes piensan que los otros están ahí para servir y no para compartir. Quien no se adecua queda relegado del mundo, son marginales.

No cito aquí a los que confunden coraje con violencia, o a los que se encaminan por las sendas de la delincuencia por ignorancia o cobardía. Me refiero a los hombres más sabios y valientes de la Historia, aquellos que le quitaron el sueño a los gobernantes sin dar un sólo golpe o incluso emitir alguna palabra agresiva.

Jesús fue el mejor ejemplo, sin embargo tenemos otros más contemporáneos como Martin Luther King. Mahatma Gandhi colocó al poderoso Imperio Británico de rodillas usando como armas la sabiduría de pensar diferente, la osadía de desobedecer, concomitante con el amor de caminar por la senda de la no violencia. Arrebató multitudes, pues tocó sus corazones y mentes. Le dio color a sus almas

La convivencia social crea la falsa sensación de que para ser aceptado es necesario pertenecer a alguna tribu, pues, además de cómodo, facilita el control de la administración al encuadrarte en modelos preestablecidos y con límites definidos. Tu escoges un clan y  haces una especie de contrato de adhesión, tácito e inconsciente, igual a esos que vienen listos para operadoras de telefonía o TV por cable, aceptando los conceptos y preconceptos, ideas preconcebidas y enlatadas, definiendo lo que es correcto e incorrecto, lo que es permitido y lo que es prohibido. Te vistes como ellos, usas un vocabulario propio y frecuentas los mismos lugares. Hasta llegas a pensar que eres feliz y que encontraste tu lugar.

Un proceso de estandarización, homogenización y, lo peor, pasteurización. Renuncias a lo que hay de mejor en ti para ser aceptado sin problemas en el grupo y te sientes feliz. De esta manera renuncias a ti mismo. Recordaste a Fausto? Bueno, guardando las debidas proporciones es exactamente esto.

Abdicas a la libertad de pensamiento a cambio de aceptación y seudo-felicidad. La administración lo agradece.

Hombres libres piensan globalmente, son ciudadanos planetarios, son solidarios, y saben que cada quien es único. No hay otro igual a ti. Y existe belleza en cada uno de nosotros, cada cual a su modo, a su manera, como piezas distintas que componen un maravilloso mosaico.

El afán de cada día con sus múltiples novedades te hacen olvidar lo nuevo. Lo verdaderamente nuevo es lo que de hecho es diferente y que es capaz de provocar transformaciones estructurales y no apenas cambios aparentes en las novedades.

En realidad la Historia nos muestra que fueron aquellos que creían que todo podía ser diferente y mejor, quienes pusieron la cara – al final, a la  administración no le gusta ser perturbada – y transformaron el mundo, pues eran el ejemplo vivo del cambio. Usaron sus propias vidas como materia prima para una obra de arte mayor, y desmoronaron los cimientos del status quo, haciendo con que el mundo avanzara. 

Esas personas hacen la diferencia porque se atreven a pensar diferente. Se transforman en héroes por el simple hecho de no aceptar papeles secundarios, rechazar los límites que les fueron impuestos, cortar las amarras que les impedían volar. A veces somos como la oruga que se deslumbra con la belleza y  el vuelo de la mariposa sin saber que también tenemos alas.

Será que no es el momento de replantear todos tus conceptos e ideas? De transformarte en el protagonista de tu propia vida? Tú tienes este poder. Una insurrección en tu forma de pensar, un análisis cuidadoso de lo que de hecho es tuyo y de lo que te fue impuesto sin que percibieras. Reflexiona principalmente sobre lo que te hace actuar como autómata y piensa si realmente tiene sentido. Recapacita si, desde el fondo de tu corazón, estás de acuerdo con esas ideas o apenas las sigues por pura comodidad o miedo al rechazo social.

Un buen truco es percibir si tu forma de pensar y actuar le trae dolor y sufrimiento a los otros. Si es así, estás en la hora de cambiar. Sembrar la alegría por donde vayas es una manera inteligente de tenerla dentro de nosotros.

Durante ese proceso te conocerás mejor y, no obstante las flores y las espinas que encontrarás en el camino, verás que es maravilloso. Al final tú eres tu mejor compañía. No se te haga raro si las personas comienzan a percibir un brillo extraño en tus ojos. Es pura luz!

Sé el héroe de tu propia revolución, de la transformación de tu alma. La única manera de cambiar el mundo es cambiando uno mismo.



Lenguaje: Instrumento Básico


¿Formamos parte los seres vivos de la Tierra de un macroorganismo que se encuentra en la actualidad en fase reproductiva? ¿Cómo podemos estar seguros de ello y hasta qué punto? La posibilidad de dar respuesta a estas dos cuestiones se encuentra en el lenguaje y desde una perspectiva racional nunca llegaremos más lejos de lo que alcance el tipo de código lingüístico que utilicemos.

El lenguaje es un instrumento básico para los humanos. Del mismo modo que observando una herramienta nos hacemos una idea de sus posibilidades funcionales, igualmente analizando el lenguaje, es posible caer en la cuenta de lo que podemos realizar mediante su empleo e incluso establecer sus límites de eficacia. 

El lenguaje es sin duda un instrumento fabuloso, nos permite utilizar la razón, una capacidad característica nuestra por la que nos calificamos de racionales, sin embargo la irracionalidad también se muestra en el lenguaje humano, más de lo que pudiéramos pensar a priori.

El lenguaje como todo instrumento arrastra un error en su uso, es más, al ser una herramienta dotada de una notable imprecisión y ambigüedad, no es nada desdeñable el factor de distorsión que introduce sobre la realidad que creemos percibir.

Nos tenemos que enfrentar a la vida, y por tanto al conocimiento, con un instrumento limitado en el que la racionalidad se manifiesta, pero también la irracionalidad, en el que la ambigüedad es una propiedad básica del instrumento, y en el que hemos podido comprobar la existencia de unos límites que probablemente nunca podremos atravesar.

Este instrumento nos transmite visiones borrosas de la realidad. Es importante considerar que tener una seguridad total en este tipo de imágenes es un error, por tanto debemos guardar una cierta duda y procurar incrementar nuestro grado de información a partir de otras perspectivas. 

Así hacemos en el acto de mirar un cuadro, donde la proximidad nos puede dar una visión más cercana de las partes, pero la lejanía nos ofrece otra clave en la que veamos una imagen global y más completa, otra dimensión de la información a nuestra disposición.



La Escuela: Un Espacio Democrático

El espacio democrático no es materia que se pueda improvisar, por el contrario supone una tarea y un compromiso, en este sentido el estado surge de la decisión y la necesidad de las personas quienes la componen, de aunar esfuerzos dentro de un espacio participativo para alcanzar el bien común. Pero esta no es una búsqueda teórica, en un lugar y un tiempo indefinido, sino una lucha diaria y concreta que se desarrolla en cada uno de los grupos sociales de los que formamos parte. 

Ejemplo de estos grupos o asociaciones intermedias son: los grupos vecinales, los sindicatos, los clubes, las cooperadoras, las sociedades culturales, la asociación de empresarios, los partidos políticos entre otros.

Como se puede ver, son grupos de personas ligadas por el deseo de alcanzar, proteger o perfeccionar algún aspecto de los muchos que comprende el bien común, para esto se organizan, fijan sus objetivos, determinan la forma en que se relacionan con otros grupos y con el Estado, especifican las normas a que deberán ajustarse sus miembros y la forma en que se elegirán y renovarán sus autoridades. La finalidad, entonces de toda asociación intermedia, es el mejoramiento de la vida de las personas; esto supone que no deben existir intereses mezquinos de personas o grupos, sino el bienestar de todos en las diferentes áreas donde las personas despliegan sus acciones; entre ellas, tenemos: el aspecto intelectual, religioso, político, físico, laboral.

Hoy día asistimos a una rápida multiplicación de grupos y asociaciones de los más diversos tipos, en los que las personas manifiestan una creciente necesidad de participación, así lo dejó testificado el memorable papa Juan Pablo II, en el documento Christifideles laici, nº. 5: Indudablemente es éste -la participación- uno de los rasgos característicos de la humanidad actual, un auténtico signo de los tiempos que madura en distintos campos y en diversas direcciones: sobre todo en lo relativo a la mujer y al mundo juvenil, y en la dirección de la vida familiar y escolar, económica, social y política.

Si tomamos un sector de dicha participación, la política, esto significa: dar ejemplo de sentido de responsabilidad y de servicio al bien común en todas las actividades que se realizan. Adquirir los conocimientos necesarios para opinar, criticar constructivamente y proponer soluciones a situaciones emergentes. Para esto será necesario conocer los derechos civiles y también conocer a fondo la realidad en que se vive. 

Un aspecto importante dentro de este intento de vivir el espacio democrático es la solidaridad, que, sin muchas complicaciones, significa: salirse de sí y ubicarse en el lugar del otro asumiendo su realidad. Este aspecto debe vivenciarse a nivel personal, familiar, comunitario, hasta llegar a la escala internacional. 

Como mencionábamos al inicio, la comprensión y la vivencia de estos aspectos es preciso empezar en la escuela, donde a partir de las pequeñas prácticas o acciones se va configurando el ciudadano que tendrá las destrezas para llevar a cabo -ya en el presente- una democracia solidaridad, con fuerte contenido de respeto, diálogo, colaboración y bienestar.