miércoles, 7 de noviembre de 2018

Realización Personal


Sentirse realizado ¿qué es? Para cada persona podría ser una cosa diferente en cuanto al modo de conseguirlo, pero como significado, podríamos hablar de estar orgulloso de lo que has conseguido, de haberse propuesto un objetivo, y poder alcanzarlo. De tal modo que hayas logrado la plenitud como persona respecto a tu vida personal, profesional, o por tu manera de pensar.

Sentirse realizado es una meta que algunas personas tienen, pero que también muchas otras pierden por el camino, dejándose llevar por la necesidad, o por la falta de ambición y propósitos.

Es una meta que todos deberíamos poseer, para buscar un fin que nos llene de verdad, sino pasaremos por la vida trabajando, haciendo algunas cosas, igual teniendo familia, pero qué pasa con nosotros, qué pasa con lo que nos hará sentirnos completos y orgullosos de nosotros mismos.

Para cada uno sentirse realizado puede significar una cosa, puede ser una ambición profesional, pero siempre tiene que tener un componente moral, es decir lograr alcanzar una meta profesional, siempre siguiendo determinados principios, y haciendo lo que uno ama. También puede ser algo más común como lograr encontrar una persona que te acompañe toda la vida, tener familia, y hacerles felices. 

Para otros puede ser algo más complejo, como pudiera ser abandonar toda la vida que tiene aquí y emprender una nueva, en un lugar totalmente diferente, realizando lo que realmente quiere, y sin presionarle ningún ámbito social o profesional que le lleve a encaminar proyectos que no desea. 

Muchas personas también asocian el sentirse realizado, con ayudar a personas necesitadas, con todo lo que puedan.

Pero si hay un objetivo común para sentirse realizado, es lograr ser feliz. Todos los supuestos anteriores tienen éste denominador común, y es que si no, sentirse realizado no tendría ningún sentido.

Si observáramos la vida, como cualquier trabajo o carrera o proyecto, comprobaríamos que sentirse realizado es algo esencial. Me refiero a que en cualquier proyecto antes de iniciarlo, se propone cada persona un o unos objetivos, como llegar a ser alguien, lograr titularte para conseguir trabajo, o cualquier cosa parecida que nos haga luchar por ese objetivo. Pues sentirse realizado sería ese objetivo que nos hace pelear en nuestra vida, nunca conformarnos, y seguir adelante. 

Muchas veces nos presionará la necesidad, e intentaremos dejar de lado este objetivo, pero sin duda aún así, tendremos la posibilidad de seguir dando pasos hacia delante, aunque sea en las pequeñas acciones que hacemos cada día.


Vivir conforme a los objetivos que uno se ha planteado es el verdadero éxito de una vida completa, así que no dudéis y luchad por ello. Para terminar me gustaría poneros la frase de Jawaharlal Nehru, que donde comprenderemos que ser feliz es un objetivo, y sentirse realizado es la meta final.

El Ser Interior


¿Sientes que estás triste sin razón aparente? Si te invaden sentimientos de tristeza y no encuentras ninguna causa específica para sentirte de esta manera, probablemente lo que te haga falta es conectarte con tu esencia, descubrir –desde tu interior- qué te FALTA para reencontrar un estado de armonía.

 “Si tengo todo en la vida, ¿por qué me siento mal?”

 Muchas personas se preguntan esto en algún momento de su existencia. Se sienten decaídos, sin motivación alguna, tristes todo el día, a pesar de tener un buen trabajo, una hermosa familia y, aparentemente, ningún problema demasiado serio.

Lo que sucede en ocasiones es que estamos tan pendientes de los asuntos laborales, del hogar y de atender a los demás, que nos olvidamos de prestar atención a nuestras necesidades más íntimas. En otras palabras, nos hemos desconectado de nuestro propio ser.

Muchas personas se alimentan correctamente, realizan ejercicio físico y cuidan muy bien de su salud, pero aun así son invadidas por estos sentimientos inexplicables de infelicidad. 

Es que, además de tener en cuenta todo lo anterior, es preciso también “escuchar” aquello que su esencia les está pidiendo, lo que realmente necesitan hacer o decir para lograr un estado de paz interior.


La Elegancia Interna


La elegancia va más allá de usar ropa y complementos de lujo. Ser socialmente elegante es sinónimo de sencillez, buen gusto, educación y de actitud. Realmente no es tan complicado como parece porque tod@s, si queremos, podemos ser elegantes cuando lo decidimos.

Por eso, hoy te traigo algunos conceptos y tips para que consigas impactar con tu elegancia sin dejar de ser tu mism@ desde la autenticidad.

Antes que nada, me gustaría que profundizáramos un poco en este concepto. ¿Piensas que con la elegancia se nace o se hace?

Yo soy de las personas que piensa que cualquier cualidad se puede cultivar y trabajar. Además, como todo en la vida, si de verdad trabajamos en ello, podemos hacer cambios y convertirnos en nuestro mejor “YO”. Sin embargo, aún existen personas que piensan que la elegancia es un Don con el que se nace.

Es por eso que quiero invitarte a la siguiente reflexión:

¿Cuántas veces hemos pensado que hay ciertas personas que parecen tener el Don innato de la elegancia y nos resultan altamente atractivas? Y por el contrario, ¿Cuantas veces hemos visto a alguien que en el pasado no llamaba mucho la atención y por circunstancias de la vida o por decisión propia, al cabo de unos años lo hemos vuelto a ver y nos ha impresionado su grado de elegancia?
Si bien es cierto que algunas personas nacen con cierta gracia que las hace ver resplandecientes cuando se muestran ante los demás, personalmente, pienso que la elegancia se puede aprender y  hasta cierto punto es una filosofía  de vida.


La elegancia sale siempre de dentro hacia afuera, por lo tanto es una cualidad interior…...Y todos hemos nacido con esa cualidad que, aunque no nos lo creamos, la podemos desarrollar. Así como otros muchos encantos de la personalidad, que tienen que ver con el trabajo del crecimiento interior.

Dos Dedos De Frente



Franz Joseph Gall fue uno de los más relevantes, a la vez que polémicos, anatomistas que desarrolló gran parte de su trabajo durante el primer cuarto del siglo XIX. Una de sus teorías más notable fue la frenología, una supuesta ciencia (que realmente era una pseudociencia) capaz de predecir el carácter, rasgos, anomalías mentales, aptitudes y personalidad de una persona a través del tamaño, forma y protuberancias de la cabeza.

Entre las muchas demostraciones que intentó hacer con el fin de argumentar sus teorías, está la que la persona que poseía determinado tipo de cráneo tenía unas dotes innatas para el cálculo numérico, algo a lo que llamaba protuberancia de las matemáticas.

Otra de sus conjeturas versaba sobre el tamaño de la frente, estando convencido de que cuanto más ancha fuese ésta más inteligente era el individuo, algo que hizo pensar a aquellos que creían en su pseudociencia que cuanto menos frente se tuviera sería a la inversa. Por esa razón no tardó en ponerse como ejemplo que aquellos que tenían una frente estrecha con un ancho menor a dos dedos eran menos inteligentes.

La expresión «no tener dos dedos de frente» se popularizó llegando hasta nuestros días como sinónimo de persona limitada y de pocas luces.

                            

El Fin Y Sus Medios


El fin justifica los medios es una frase atribuida erróneamente al escritor y personaje relevante de la Italia renacentista, Nicolás Maquiavelo. La misma expresa que cuando el objetivo o la causa son importantes, cualquier medio utilizado para lograrlo es válido.

Habitualmente, muchos han atribuido esta frase como postulado a Nicolás Maquiavelo incluido en su obra El Príncipe, escrita en el año 1513 y publicada en 1532 en la que el autor defiende la imposición de cualquier teoría o plan político por parte del gobernante para permanecer en el poder ante cualquier incidencia.

En consideración a lo anterior, lo más parecido a esta frase se encuentra en la obra El Príncipe, en el capítulo XVIII:

En las acciones de los hombres, y particularmente de los príncipes, donde no hay apelación posible, se atiende a los resultados. Trate, pues, un príncipe de vencer y conservar el Estado, que los medios siempre serán honorables y loados por todos; porque el vulgo se deja engañar por las apariencias y por el éxito; y en el mundo sólo hay vulgo, ya que las minorías no cuentan sino cuando las mayorías no tienen donde apoyarse.

Así, el postulado “el fin justifica a los medios” no aparece textualmente en las palabras de Maquiavelo pero se atribuye como conclusión a la idea dada por el escritor en sus narraciones. Sin embargo, existen historiadores que atribuyen la frase al teólogo alemán Hermmann Busenbaum, extraída del libro en latín “Medulla theologiae moralis”, bajo la frase:

“Cum finis est licitus, etiam media sunt licita”, que traducido al español es “Cuando el fin es lícito, también lo son los medios”.

Según otras teorías, indican que Napoleón Bonaparte, en el libro de El Príncipe, anotó una frase con un significado parecido “Triunfad siempre, no importa cómo, y siempre tendréis razón” que lleva al individuo a la misma conclusión.

Fingir Lo Que No Eres





Dentro de nosotros sabemos que nos incomoda, que no deberíamos, que no somos así. Entonces, ¿Por qué? ¿Por aceptación social? ¿Para caer bien? ¿Para obtener un beneficio? En Fingir el fondo no sacamos gran provecho y somos conscientes de ello.

La mala costumbre de adoptar una personalidad que no es la propia forma parte de muchas personas, para bien o para mal. Y ésta creación de la inseguridad, llevada al extremo, acaba en una especie de destrucción de la propia personalidad, un punto sin duda doloroso. Porque darse cuenta de no saber quién eres por culpa de tanto fingir va acompañada de un gran resentimiento y sentido de culpa.

El fingir no deja de ser una forma de mentir, y fingimos por falta de confianza en uno mismo. Pensamos que no gustaremos al otro, que no seremos aceptados en un grupo por ser diferentes o que nos despreciaran y humillarán por ser de la manera que somos. Y luego adoptamos conductas que nos hacen sentir incómodos y que oprimen nuestros verdaderos gustos e intereses. Aquí es donde nacen las personalidades estándares, prefabricadas y superficiales.

¿Para qué perder el tiempo y lo que nos hace únicos? ¿De veras vale la pena perderte a ti mismo para formar parte de un grupo al que no perteneces? NoBúscate unas personas de acorde a ti, que es donde estarás verdaderamente cómodo y donde podrás desarrollar todo tu potencial. Los vínculos que formas con gente que son como tú son mucho más fuertes que los que formas usando tu personalidad fingida. Porque fingiendo estás viviendo una vida que no es la tuya. Dices tener unos intereses que en realidad no te interesan. Y todo es mentira y superficial. Yo creo que eso te deja vacío (en el mal sentido) e incompleto.

No hay que tener miedo al rechazo. Porque, ¿qué es el rechazo? Que unos pobres (necios) que no son como tú te desprecien no quiere decir que ellos estén en posesión de la verdad. Más bien al contrario. No eres tú el que te denigras atacando al otro con intención de destrozarle, tú sigues entero y limpio.

seguras Las personas verdaderamente de sí mismas y completas – espirituales o iluminados para algunos – no sienten ninguna necesidad de criticar ni despreciar, porque no hay nada que criticar o despreciar. Ninguna personalidad es mejor que la otra y da igual como seamos… los planetas seguirán moviéndose igual. Eso sí, hay personalidades más abiertas y que saben entender mejor a las demás.

Mi conclusión es, queridos lectores, que no os destrocemos y no perdamos vuestro valioso tiempo intentando gustar a quien no sabe (o puede) entender como somos, ya que sólo nos traerá dolor y malestar con nosotros mismos (los otros que digan lo que quieran, los que tienen el problema son ellos, si acaso). En vez de eso, mejor aprovechar la vida estando con gente similar, con gente en la que unos a otros se ayudan a crecer, porque tienen los mismos intereses y objetivos. Dispuestos a convivir con más seres humanos, mejor nos juntamos con personas que nos entienden y aceptan por lo que somos, ¿no?

martes, 6 de noviembre de 2018

Reflexiones De La Vida


Ya son muchas las veces que me ocurre lo mismo.

​En mi cabeza surge un pensamiento o una intuición, pero solo cuando encuentro que esa opinión coincide con la de algún ilustre pensador, o que es respaldada por alguna investigación científica, me atrevo a considerarla como factible.

Mientras no encuentre confirmación externa, sigo dudando de ella. Mal asunto.

Hace casi 2.000 años el poeta satírico Persio nos advertía contra esta nociva inclinación:
​Ne te quaesiveris extra, (No busques fuera de ti mismo).

En tiempos más recientes, aunque no actuales, el gran pensador americano Ralph Waldo Emerson hacía eco de las palabras de Persio en su indispensable obra Auto-Confianza:

Hay un momento en la formación de todos los hombres cuando se llega a la convicción de que… la imitación es un suicidio. Creed en vuestro propio pensamiento; creed que lo que es verdadero para uno en la intimidad del corazón, es verdadero para todos los hombres: eso es el genio. Expresad aquello de lo que estás convencido en tu interior y se convertirá, a su tiempo, en opinión universal; ya que lo más íntimo llega a ser lo más externo.

Pues bien, resulta que desde hace un tiempo vengo alejándome cada vez más del teléfono móvil. Quiero dejar de utilizarlo cada que hay un espacio en blanco.

Muchas de las mejores cosas de la vida se nos pasan inadvertidas por andar embelesados con la centelleante pantalla.

No solo cosas que ocurren en el exterior, sino también las que ocurren en nuestro interior, que quizá, son aún más importantes.

Esta afición nos priva de una diversión mucho más cautivadora y necesaria: pensar.

Fue Einstein el que dijo:
La alegría de ver y entender es el más perfecto don de la naturaleza.
Permanecer mucho tiempo con la mirada puesta en la pantalla no nos permite ni ver ni entender.

En lugar de ver la vida de forma directa, lo hacemos a través de un dispositivo.

La reflexión mental es mucho más interesante que la televisión, es una pena que más personas no se cambien a ella. Probablemente piensan que lo que escuchan en su mente no es importante, pero si que lo es.
Estas palabras, publicadas hace más de 40 años, cuando no había todavía internet, son hoy aún más pertinentes.

A mí me divierte mucho pasar el tiempo jugando con ideas, pero dudaba de que mucha gente lo pudiera encontrar interesante. Por ello me agradó ver confirmada mi intuición por parte del eminente Robert Pirsig, autor del libro mencionado antes.

No obstante, ese párrafo también es un gran reproche a la desconfianza con que trato a mis propias ideas.

Dicho lo anterior, volvamos al asunto de pensar, o mejor dicho, el de no pensar por andar entretenidos.

Estar siempre mirando una pantalla nos priva de utilizar los tiempos de quietud para entendernos mejor, para descubrirnos. Estamos siempre escapándonos de nosotros mismos; le damos la espalda a nuestra realidad. De esta manera, nos negamos la oportunidad de reflexionar sobre lo que nos ocurre y así establecer correctivos.

Y en ausencia del necesario espacio de reflexión, terminamos viviendo muy por debajo de nuestras posibilidades y necesidades.

Cuando no sabemos quienes realmente somos, cuales son nuestros intereses y potencialidades, no es posible crear una vida que refleje esa singularidad. Vivimos la vida que viven los demás, no la nuestra.

Y es una pena, que por andar chismeando en otras vidas, se nos pase sin darnos cuenta la nuestra, la que de verdad importa.


El Valor De La Sensibilidad


Puede parecer extraño, pero en cierta forma somos insensibles con nosotros mismos, pues generalmente no advertimos el rumbo que le estamos dando a nuestra vida: pensamos poco en cambiar nuestros hábitos para bien; casi nunca hacemos propósitos de mejora personal o profesional; fácilmente nos dejamos llevar por el ambiente de los amigos o del trabajo sin poner objeción alguna; trabajamos sin orden y desmedidamente; dedicamos mucho tiempo a la diversión personal. Dejarse llevar por lo más fácil y cómodo es la muestra más clara de insensibilidad hacia todo lo que afecta nuestra vida. Actúe con sensibilidad, preocúpese también por usted.

En todas partes se habla de los problemas sociales, corrupción, inseguridad, vicios, etc. y es algo tan cotidiano que ya forma parte de nuestra vida, dejamos que sean otros quienes piensen, tomen decisiones y actúen para solucionarlos. La sensibilidad nos hace ser más previsores y participativos, pues no es correcto contemplar el mal creyendo que somos inmunes. Lo que pasa en cualquier espacio del mundo debe ser objeto de preocupación para cualquiera. Siempre debemos vernos en el espejo de los otros.


La sensibilidad nos hace despertar hacia la realidad, descubriendo todo aquello que afecta en mayor o menor grado al desarrollo personal, familiar y social nuestro y de los demás.

Intuición Y Prejuicio


Existe mucho material para ayudarnos en la planificación a la hora de resolver problemas, pero ¿qué hay de eso que llamamos pálpito? Es algo que trasciende a la razón. Si buscamos en el diccionario de la Real Academia Española por esos términos relacionados con las corazonadas aparece la palabra “presentir”. La definición que lo acompaña nos habla de intuir, adivinar o tener la impresión de que algo va a suceder.

Sí, tenemos capacidad para tomar decisiones en cuestión de segundos y no equivocarnos. Por tanto, parece imposible que un mecanismo que contribuye de un amanera tan importante a nuestra supervivencia esté gobernado por el azar. Sobre todo, si tenemos en cuenta la cantidad de veces que acierta.

Sabemos que no siempre podemos confiar en nuestras primeras impresiones. Todos guardamos en la memoria varias veces en las que nos hemos fiado de ellas y ha fallado. Por otro lado, también sabemos que nuestra intuición trabaja con heurísticos o atajos que por su carácter globalizador y generalista distan mucho de ser precisos.

“Probamos por medio de la lógica, pero descubrimos por medio de la intuición”.
-Henri Poincaré-

Por otro lado, la intuición ha sido un mecanismo más asociado a la mujer (no en vano utilizamos en el lenguaje popular la expresión de “intuición femenina”). Además, siempre se ha pensado que es algo “mágico”: una habilidad o un don. Sin embargo, pese a que parte de la ciencia no ha podido explicar determinadas situaciones, sí sabemos que su funcionamiento tiene una explicación más cercana y comprensible que la magia.

Los mecanismos de asociación que tenemos en nuestro cerebro, muchos de ellos rápidos y veloces, se encuentran en la base de nuestra intuición. Son tan rápidos porque son capaces de trabajar con una gran cantidad de información y porque además pueden hacerlo en un foco alejado de la atención de nuestra consciencia.

La historia de Abbie Conant que nos cuenta Malcom Gladwell en su libro “Inteligencia Intuitiva” no es solo una historia de lucha contra el machismo en la música. También es un reflejo de cómo se puede favorecer a la intuición cuando la razón se interpone. Abbie tocaba el trombón – instrumento históricamente masculino – en Italia en el año 1980. Envió muchas solicitudes para orquestas europeas y solo respondió la Orquesta Filarmónica de Múnich.

La audición se hizo detrás de una cortina porque uno de los aspirantes era hijo de una persona conocida por el jurado. Abbie Conant interpretó el Concertino para trombón de Ferdinand David y falló en una nota. Pese a que salió pesimista de la prueba fue la elegida por el tribunal para formar parte de la orquesta.

“El intelecto confunde la intuición”.
-Piet Mondrian-

Los expertos musicales reconocieron en cuestión de segundos la calidad de una interpretación. Con Conant lo tuvieron claro y después de escuchar la pieza tocada por ella no quisieron escuchar a nadie más.

La sorpresa para ellos fue cuando pidieron que saliera a escena el trombonista elegido y apareció una mujer en el escenario. Una mujer que en sus mentes no podía tener la capacidad para tocar ese instrumento. Pese a que la contrataron, le hicieron pasar un sinfín de pruebas hasta llegar a los tribunales para poder ser reconocida.

Este es el ejemplo de cómo podemos manipular el entorno para dejar que la intuición fluya. La cortina es la clave en esta historia. Al anular la parte de pensamiento únicamente quedó la sensibilidad y lo puro. Sin la cortina el valor de Abbie hubiera quedado enturbiado por otro enemigo de la intuición: el prejuicio.


Pese a lo que hemos dicho, la intuición suele ser fiable cuando tenemos poco tiempo para tomar una decisión. Imagina que te ofrecen cambiar de departamento en la empresa en la que estás y además te dicen que es una decisión que tienes que tomar con urgencia porque necesitan cubrir ese puesto. 

En los casos en los que los que no tenemos tiempo para tomar una decisión fiarnos de la intuición es la opción más adecuada.

Crece Desde El Pie


(Candombe)

Crece desde el pie, musiquita,
crece desde el pie
uno dos y tres, derechita,
crece desde el pie.

Crece la pared por hiladas
crece la pared
crece desde el pie amurallada
crece desde el pie.

Crece desde el pie, musiquita,
crece desde el pie
uno dos y tres, derechita,
crece desde el pie.

Crece la pared por hiladas
crece la pared
crece desde el pie amurallada
crece desde el pie.

Dentro de su lata la mata
crece desde el pie,
crece desde el pie la fogata
crece desde el pie.

Crecen los mejores amores
crecen desde el pie,
para sus colores, las flores
crecen desde el pie.

Crece desde el pueblo el futuro
crece desde el pie,
ánima del rumbo seguro
crece desde el pie.

Cantan para usted los cantores
crecen desde el pie
un poco de fe y los tambores
pueden florecer.

Crece desde el pie la mañana
crece desde el pie
el sonido de la campana
crece desde el pie.

Crece desde el pie la semana
crece desde el pie
no hay revoluciones tempranas
crecen desde el pie.

No olvides que el día y la hora
crecen desde el pie
después de la noche la aurora
crece desde el pie.

Crece la pared por hiladas
crece la pared
crece desde el pie amurallada
crece desde el pie.

No olvides que el día y la hora
crecen desde el pie
después de la noche la aurora
crece desde el pie.

Crece desde el pueblo el futuro
crece desde el pie
ánima del rumbo seguro
crece desde el pie.


(La versificación y la puntuación son de Alfredo Zitarrosa.)

Espejitos De Colores


Esta frase es un recurso explicativo tan frecuente que prácticamente se ha convertido en un proverbio o refrán. “Cambia oro por espejitos” es una metáfora que quiere poner de manifiesto la ingenuidad y, si se quiere, hasta la torpeza de alguien cuando cambia algo muy valioso por algo que carece por completo de ello y es hasta una trivial objeto desdeñable.

Como ya sabemos, la frase proviene del hecho, real o leyenda, de cuando los conquistadores españoles llegaron a América, entre otras cosas en búsqueda del Dorado y se encontraron con los pueblos indígenas a los cuales les ofrecían barata bisutería, simples espejitos, a cambio del “valioso” oro. 

Al hacer referencia a esta aparentemente indigna transacción, se pretende poner de manifiesto el implícito engaño que se realiza entre los avezados y “conocedores” conquistadores por un lado y los ingenuos, “tontos” o candorosos indígenas, que por falta de conocimiento eran tan fáciles de engañar.

¿Pero esto es realmente así? ¿Quién era realmente el engañado? O más bien, ¿existía tal engaño o solo una de las partes creía estar engañando a la otra sin que esto fuera realmente cierto? Para responder estas preguntas debemos tomar conciencia, que esta transacción se realizaba entre dos culturas, es decir entre dos paradigmas referenciales completamente diferentes. Los españoles consideraban muy valioso el oro que para los indígenas solo eran piedras que encontraban con relativa facilidad a orillas de sus majestuosos ríos. Que les ofrecieran unos objetos tan extraños y maravillosos, casi mágicos, como un espejo, a cambio de unos trozos de piedra, les debe haber parecido sumamente extraño y bastante “tonto”. Los nativos de América no tenían acceso a espejos, eran objetos extraños, apetecibles y que tenían el mágico poder, entre muchos otros de reflejar sus rostros. 

Cambiar piedras amarillas de la orilla del río por espejos les debe haber parecido un extraordinario “buen negocio”. Por su parte, la cultura y los paradigmas referenciales de los conquistadores, los llevaban a pensar que dar espejos por oro les generaba una ganancia incalculable.


Cada uno de los actores de esta acción, mítica o real, estaba imbuido dentro de una marco de creencias, pensamientos y sensaciones que les hacían ver la realidad de una manera predeterminada. 

Nosotros, ahora mismo, también estamos inmersos dentro de un paradigma referencial que nos condiciona a percibir e incluso a fabricar una realidad determinada, que nos parece la única y verdadera realidad.

Seguridad Y Confianza


La confianza en uno mismo es una manera sana de comunicarse. Es la capacidad de defenderse de forma honesta y respetuosa. Todos los días, nos enfrentamos a situaciones en las que tener confianza y seguridad en nosotros puede ser de gran ayuda; por ejemplo al invitar a alguien a una cita, al acercarse a una maestra para hacerle una pregunta o presentarse a una entrevista para la universidad o un trabajo.

No todos tienen confianza en sí mismos naturalmente. Algunas personas se comunican de manera demasiado pasiva. Otras personas tienen un estilo demasiado agresivo. Un estilo seguro es el equilibrio ideal entre estos dos extremos.

Ser seguro significa lo siguiente:
Puedes expresar una opinión o decir cómo te sientes.
Puedes pedir lo que deseas o necesitas.
Puedes expresar tu desacuerdo de manera respetuosa.
Puedes hacer sugerencias o dar a conocer tus ideas.
Puedes decir "no" sin sentirte culpable.
Puedes defender a otra persona.

¿Por qué es importante?
Un estilo de comunicación seguro puede ayudarnos a hacer los que deseamos, pero es mucho más que eso. Cuando nos sentimos seguros de nosotros mismos, nos respetamos y respetamos a otros.
Un estilo de comunicación seguro puede ayudarnos a hacer los que deseamos, pero es mucho más que eso. Cuando nos sentimos seguros de nosotros mismos, nos respetamos y respetamos a otros.

Las personas que hablan con seguridad y confianza demuestran que creen en sí mismas. No son demasiado tímidas ni demasiado avasalladoras. Saben que sus ideas y sus sentimientos son importantes. Tienen confianza.

Las personas seguras de sí suelen hacer amigos con más facilidad. Se comunican con respeto hacia las necesidades de las otras personas y a sus propias necesidades. Suelen ser buenas para resolver conflictos y desacuerdos. Las personas que respetan son respetadas.

                                     

El Sentido De La Felicidad


Pocas personas se atreven de buenas a primeras a encontrar ese propósito y menos aún a ser felices.
Es algo que veo constantemente en reuniones con amigos o encuentros con conocidos. Las personas se auto-sabotean una y otra vez, y no se permiten crecer para llegar al punto donde podrían encontrar y vivir ese propósito, y además tampoco se dan permiso para hacerlo desde un estado de felicidad.

Ser feliz es una herramienta que puedes usar para vivir tu vida con sentido.

Ser feliz no es quedarse solo en las emociones positivas, sino aprender a vivir con las emociones que tienes (buenas o malas), aceptarlas e integrarlas dentro de ti.

La felicidad no es una emoción pasajera. Ser feliz no es una meta que hay que alcanzar; ser feliz es una decisión que debes tomar día a día, y desde esa decisión podrás encontrar el propósito de tu vida y darle sentido a todo lo que haces.

¿Por qué no lo hacemos?
La mayoría de las personas se quedan pegadas en la zona de confort que han creado en sus vidas.
Muchas de ellas lo han hecho de forma inconsciente y simplemente siguiendo los pasos de aquello que es supuestamente correcto de hacer.

Muchos incluso se han acercado a ser capaces de entregar su don único al mundo, y lograron sobreponerse a grandes adversidades externas para hacerlo, pero se quedan allí en el muelle inmóviles e incapaces de dar el paso que les permitiría vivir la vida que quieren.

Porque entregar ese don único implica abrirte completamente al mundo y ser capaz de básicamente desnudarte y mostrarte tal cual eres más allá de las creencias que tienes y los que los otros podrían pensar de ti.

El miedo viene usualmente porque nos asusta el entregarnos a dar nuestro don único y lo hacemos temerosos de ser criticados o no aceptados.

Se necesita fuerza para crear conscientemente, se necesita seguridad valentía y por sobre todo el hacerlo desde el estado de felicidad interna que sólo tú puedes alcanzar por ti mismo. Nadie te puede entregar o prestar, debes cada mañana ser tú quien se ponga eso como si fuese una prenda de ropa.
Sin embargo, si en ese proceso puedes sostenerte a ti mismo en un estado de felicidad y sentido, 
entonces será mucho más fácil hacerlo, porque la felicidad real, la felicidad interna, es capaz de disolver la angustia, el miedo y la ansiedad. Emociones que son naturales que sientas justo en el momento en que debes dar el gran paso.

Para conectarte con la felicidad solo tienes que respirar profundo y ver lo maravilloso que es este momento, sin importar lo que está sucediendo. Amar que estás vivo, darte permiso para quererte. Anda y mírate al espejo y decite cuánto te amas.


La felicidad no llenará el vacío, pero te ayudará a tener fuerzas para darle sentido a la vida y estar más en paz.

lunes, 5 de noviembre de 2018

Habilidades Metacognitivas

La importancia que se otorga desde los marcos teóricos del aprendizaje significativo a la metacognición por su incidencia en la capacidad de aprender a aprender es uno de los factores que exige nuevos planteamientos en la evaluación. La metacognición es aquella habilidad de la persona que le permite tomar conciencia de su propio proceso de pensamiento, examinarlo y contrastarlo con el de otros, realizar autoevaluaciones y autorregulaciones. Es un “diálogo interno” que nos induce a reflexionar sobre lo que hacemos, cómo lo hacemos, y por qué lo hacemos.

Desde la evaluación debemos estimular estas habilidades metacognitivas para que el alumno tome conciencia de su propio proceso de aprendizaje, de sus avances, estancamientos, de las acciones que le han hecho progresar y de aquellas que le han inducido a error. La evaluación se convierte así en un instrumento en manos del estudiante para tomar conciencia de lo que ha aprendido, de los procesos que le han permitido adquirir nuevos aprendizajes, así como para regular dichos procesos.

A fin de que esto sea así la evaluación y las estrategias evaluativas que se planteen en el aula deben facilitar el desarrollo de habilidades de autoconocimiento y autorregulación. Por estas causas toda estrategia debe facilitar:

el autoanálisis respecto a sus actitudes y el control del esfuerzo y dedicación que pone a las distintas tareas de aprendizaje.
el control ejecutivo de la evaluación, o sea, la capacidad para planificar las acciones que implique la evaluación, para valorar en qué medida se aparta del plan previsto y para adoptar las medidas oportunas de acuerdo a las posibles desviaciones.
el control de la adquisición de los conocimientos y las habilidades a fin de identificar estados iniciales que le dificultan o facilitan la adquisición de nuevos conocimientos, y tomar conciencia de sus propias estrategias de aprendizaje (identificación de los procedimientos más efectivos para su estilo y ritmo de aprendizaje, fuente de errores, etc.)

Junto a estas estrategias metacognitivas, es necesario que el estudiante conozca los criterios e indicadores de evaluación que se han de tener en cuenta para valorar sus acciones: procedimientos y productos. Es preciso hacer explícito los aspectos que toman en consideración para emitir el juicio valorativo y los indicadores de nivel de logro. Esto no es tarea fácil en muchas ocasiones. En la práctica estos criterios e indicadores son más implícitos que explícitos. Se ha de analizar cómo un docente plantea la evaluación y cuál es el contenido de esta para extraer los criterios y niveles de evaluación que utiliza.

El conocimiento de estos criterios es una información clave para el alumnado. Es más, dentro de un aprendizaje auténtico y significativo, la participación del alumno y de la alumna es fundamental en el momento de establecer los criterios y los niveles de logro. Cuando dispone de este conocimiento puede orientar su aprendizaje, centrándose en los aspectos que son básicos y estableciendo decisiones discriminativas efectivas.

Las estrategias de evaluación de naturaleza metacognitiva tales como los diarios reflexivos, el portafolios, la autorregulación del aprendizaje mediante la elaboración de mapas conceptuales, la auto observación y valoración de las adquisiciones mediante el uso de parrillas de evaluación (Juba y Sanmartí, 1996) son recursos favorecedores de una evaluación centrada en el proceso más que en los resultados.


Desde estas perspectivas, la evaluación se convierte en un instrumento poderoso para que el estudiante aprenda a evaluar y a “entender cuál es su aprendizaje individual” y, de esta manera, desarrollar una de las habilidades clave del “aprender a aprender

Crecer Día A Día


Las preocupaciones, el estrés… todo esto que nos agobia y nos persigue cuando nos hacemos adultos tiene una explicación. Necesitamos crecer todos los días, ya sea a nivel profesional o personal, o en todos los sentidos. La verdad es que estancarnos y quedarnos quietos no es una opción, aunque muchos la practiquen.

Pero, ¿por qué esa necesidad de superarnos a nosotros mismos? ¿Por qué ese afán por progresar, por convertirnos en mejores personas? Hoy descubrirás cómo crecer, cómo mejorar cada día como persona, al mismo tiempo que comprendes esta necesidad como algo inherente en tu existencia. 

¿Estás preparado para empezar a crecer todos los días
“Porque nadie puede saber por ti. Nadie puede crecer por ti. Nadie puede buscar por ti. Nadie puede hacer por ti lo que tú mismo debes hacer. La existencia no admite representantes”
-Jorge Bucay-

Suena contundente, fuerte, con energía y total certidumbre. Es la verdad. Crecer debe ser una prioridad en tu vida, motivarte para ser mejor persona, para avanzar. ¿Qué ocurre cuándo no crecemos? Simplemente, te apagas. Toda esa energía que tenemos, esa motivación que nos debería hacer seguir adelante para conseguir nuestros objetivos no existe.

Realmente, ¿es esto vivir? La respuesta es no. No podemos vivir sin tener una meta, un objetivo, sin superarnos como personas día tras día. Al no hacer esto, nos volvemos personas enfadadas con el mundo, sin expectativas, amargadas y con muchas posibilidades de caer en la depresión. Si no es esto lo que esperas, ¡cambia!

Lograr objetivos, ser mejor persona te hará sentirte mejor. Pero, obviamente, si te encuentras en este punto de inflexión en el que no sabes cómo proceder, ¡no te preocupes! Hoy sabrás qué debes hacer para volver a sentirte vivo y útil de nuevo.

“Una persona que crece es una persona que se deja enseñar en los momentos buenos y en los momentos difíciles se deja corregir”
-Bernardo Stamateas

Lo primero que debes tener en cuenta para crecer todos los días es que nunca debes dejar de aprender. Cada día es una nueva oportunidad de conocer algo que no sabías. No lo desaproveches.
También debes aprender a escuchar a los demás para saber qué imagen estás dando. Esto no significa que tengas que ser lo que los demás quieren que seas, pero muchas veces no somos conscientes de acciones que, realmente, muestran una imagen negativa de nosotros. Si vives de acuerdo a lo que los demás puedan pensar de ti o intentas complacer a todo el mundo, ¡es hora de cambiar!


Pero, no solo esto. Cualquier cosa que te moleste, cualquier situación que te incomode, empieza a manifestar tu opinión al respecto. ¿O es que quieres vivir toda tu vida callado ante este hecho? Crecer no significa llegar muy lejos. Crecer implica motivarse para conseguir pequeñas cosas que podamos cambiar en nuestro día a día.

La Simple Apariencia


Hoy me gustaría hablarle sobre el dilema entre ser y parecer, el cual es muy habitual en las personas que gustan vivir de las apariencias. Lo primero que debemos decir es que para parecer hay que ser, es decir, el parecer se da en algo que previamente es y, por ende, ya tenemos que ser algo para poder parecer ser otra cosa. En las personas no hay un solo parecer sino que hay un ser con determinado grado de desarrollo y educación donde aparece un cierto parecer.

Me gustaría profundizar un poco más este tema. El ser del ser humano es el ser humano que es, es decir, es el ser que existe y, en tanto tal, es un ser llamado al desarrollo. El ser humano está en camino de desarrollo personal en la vida la cual es, de algún modo, un espacio temporal donde la persona va creciendo y desarrollándose. Gran parte de los desarrollos posibles del hombre están en sus manos. El parecer implica una apariencia, contrapuesto a un no-desarrollo. El que parece algo pero no lo es, justamente no es aquello que aparenta. El tema es que la persona humana tiene cierto grado de desarrollo ya alcanzado a lo largo de su vida pero tiene muchas posibilidades de desarrollo que aún no ha alcanzado y que cree que nunca va a alcanzar.

Con respecto al desarrollo personal y al amor a uno mismo ya tenido, uno no puede aparentar porque ya lo tiene pero uno puede parecer en aquello que no tiene. Hay un grado de desarrollo personal en la persona que ya está presente en la misma y, ese grado de desarrollo posible, en la medida de que no sea actual, puede ser aparentado. Entonces, podemos tener distintos grados de ser y de apariencia en la persona que estén combinados en la misma persona y que se manifiesten, por ejemplo, en nuestra adicción a los teléfonos móviles.

La idea de estas reflexiones es que cada uno pueda tomar su propia vida como modelo y como punto de reflexión, logrando alcanzar un significado para la propia vida, y no para fijarnos en los demás, ya que es lo que primero que nos sale como costumbre. Ahora bien, si reflexionamos sobre nosotros mismos, ¿por qué nos sale más fácil el parecer que el ser? Bueno, porque para parecer no hace falta ser eso que aparento entonces lo puedo simular, lo puedo teatralizar de forma inmediata, en otras palabras, el parecer es algo inmediato. En cambio, si yo quiero desarrollar genuinamente algo de mi esencia requeriría esfuerzo propio, sería algo mediato. El problema es el siguiente: ¿Por qué a veces nos contentamos con parecer, como si ese parecer fuera realmente un ser?

En el ámbito del parecer, nos encontramos con un ámbito de simulaciones y actuaciones de la persona, montajes que hacemos frente a los demás y que tienen, en general, el rasgo de querer simular algo que no está tenido. El parecer, aunque lo simulemos, termina siendo un auto-engaño en el cual uno termina cayendo y, si uno se termina engañando por aquellas cosas que parece y las supone como tenidas, lo que no va a hacer nunca es recorrer el camino para tenerlas de verdad.
Hay que tener cuidado con las simulaciones, con el parecer. Un ejemplo es el status como una apariencia montada frente a los demás, esa exacerbación de condiciones propias que a veces no son tenidas y que configuran un ropaje que uno se pone para aparecer de tal modo frente a los demás. Lo importante es que uno no se termine engañando, creyendo que tiene aquello que aparenta. Si yo creo que tengo lo que aparento, lo cual en verdad no lo tengo, nunca voy a recorrer el camino de ir de la apariencia a tener realmente esa habilidad.

Vayamos a ejemplos sociales actuales, si yo aparento que tengo mucho dinero frente a los demás y en esa apariencia me termino creyendo que tengo mucho dinero, nunca voy a poder recorrer el camino genuino de llegar a tener verdaderamente mucho dinero. Si aparento ser un intelectual que lee libros, que cita a grandes autores pero que no lee ni estudia tanto y en esa puesta en escena me lo termino creyendo, no voy a recorrer el camino que me lleve realmente a ser un intelectual. Estos son algunos de los problemas que se presentan.

Otra pregunta que tenemos que hacernos es: ¿Por qué necesito aparentar? ¿Por qué le pongo tanto poder al que me mira, de tal modo que brindo un espectáculo personal constante frente a él? ¿Será para que nos quieran, para que nos tengan aprecio, para conseguir beneficios? El tema es que ese no es un camino existencialmente maduro.


El camino que yo le invito a recorrer es un camino de desarrollo personal centrado en el crecimiento y desarrollo de lo que usted puede llegar a ser. El desarrollo de su esencia, de sus habilidades, de sus vocaciones y no en la apariencia de supuestas virtudes que en el fondo no están tenidas o son tenidas en grados bajos o pequeños. El pasaje del parecer al ser implica un camino de madurez existencial.

Hacer Lo Bueno

No tienes porqué ser una buena persona. Nada ni nadie te obliga; ni quienes se suponen que tienen que obligarte están obligados.

Aun así, sería lo mejor para ti.

En nuestra sociedad, valoramos lo bueno. No sabemos qué es, ni cómo es; pero suponemos que es lo mejor para nosotros porque todo el mundo está empeñado en hablar sobre lo que es mejor para nosotros y lo que no
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La bondad, lo bueno, suele estar en la lista de recomendados; aunque no sabemos ni qué es ni como es.

En nuestra sociedad, valoramos a quién ayuda; porque para eso nos unimos. Valoramos a quienes cuidan de nosotros, quienes buscan lo mejor para nosotros; quienes se atreven a luchar por nuestros intereses.

La caridad es buena, decimos; porque esta nos ayuda. La justicia, también, porque nos cuida y vela por nosotros. La valentía, adoramos, porque será lo que necesitamos cuándo las tormentas lleguen y arrasen con nuestra vida.

Buscamos esas cualidades, esas virtudes cardinales, porque nos sentimos bien cuándo estamos cerca de alguien que las tiene. Confiamos en el sabia cuando no sabemos; más cuándo vela por nuestro interés.

La prudencia; para distinguir entre lo necesario y lo excesivo, es bien vista ante quién busca un equilibrio. La justicia; para distinguir entre lo correcto y lo incorrecto, será amada por quién quiere ser cuidado. La fortaleza; para corregir lo incorrecto, será víctima de elogios y adoraciones por todos. 

La templanza; para controlar las pasiones, es cualidad de reyes o líderes: quienes serán adorados y recordados.

Y nosotros, las personas, recompenzamos lo que creemos que es bueno.


Tolerancia



Es importante comprender que para superar los problemas necesitas, por un lado, el poder interno y, por otro, la capacidad de tolerar. Tolerar no significa aguantar. Tolerar es aceptar, comprender y saber afrontar. Es decir, tolerar no es aguantar y luego explotar. En la tolerancia disuelves aquello que, de otra forma, estarías aguantando. Es como el mar, que es un ejemplo de tolerancia, porque echamos mucha suciedad al mar, el mar la absorbe y, con el tiempo, la transforma. Tolerancia es ser como el océano, es decir, saber absorber y disolver, hacer desaparecer.

La tolerancia ha de equilibrarse con la capacidad de afrontar, que se basa en la valentía, en el coraje y en la seguridad personal. Tener el poder de tolerar te da seguridad y confianza de que podrás, lo conseguirás, avanzarás. La tolerancia es necesaria para convivir, para ser y dejar ser.

Con la virtud de la tolerancia, continuarás sonriendo, nunca te desanimarás. Sonreír cuando alguien te alaba no es ser tolerante. Sin embargo, cuando alguien se convierte en un enemigo enfadado y te insulta, pero ya no tienes el más mínimo   signo de desánimo en tu cara, ni siquiera en tus pensamientos, es tener tolerancia. Mirar, hablar y entrar en contacto con sentimientos de misericordia, es decir, de paciencia, comprensión, amor y respeto, con una persona con quien no tienes buena relación, es tener tolerancia.

En los antiguos textos sagrados de la India se ha representado, a Mahavir Hanuman llevando una gran montaña en la palma de la mano como si fuera una pelota. No importa si el problema, obstáculo o tormenta parece una gran montaña: convierte algo que parezca tan grande como una montaña en un juguete pequeño, y supéralo como si fuera un juego. Haz que algo grande sea muy ligero, y tú también te sentirás ligero. No conviertas una piedra pequeña en una montaña, convierte la montaña en una pelota. Llevar la expansión a su esencia es tolerancia.

Expandir los obstáculos y problemas en tu mente o hablar de ellos a los demás significa crear montañas. No entres en la expansión: pon el punto final y pasa página, así avanzarás. Una  persona tolerante siempre es capaz de llevar la expansión, los problemas y obstáculos a su esencia con conocimiento, meditación y silencio. Cuando eliges el camino más largo, eso consume más y acaba agotando tu tiempo y energía. La expansión es el camino más largo y la esencia es tomar un atajo. Ambos sirven para cruzar al otro lado, pero gracias a que los que toman un atajo pueden ahorrar su tiempo y energía, no se desaniman.

Constantemente disfrutan y lo superan todo con una sonrisa.

Esto es ser tolerante.

La Capacidad De Hacer


La habilidad es la aptitud innata, talento, destreza o capacidad que ostenta una persona para llevar a cabo y por supuesto con éxito, determinada actividad, trabajo u oficio. Casi todos los seres humanos, incluso aquellos que observan algún problema motriz o discapacidad intelectual, entre otros, se distinguen por algún tipo de aptitud.

En tanto y de acuerdo con que no todos los individuos somos iguales, venimos del mismo lado o nos gusta lo mismo, no todos los seres humanos observan la misma destreza para las mismas cosas y por suerte, gracias a esto es que existe la diversificación de tareas y trabajos.

La palabra destreza se construye por substantivación del adjetivo diestro. Una persona diestra en el sentido estricto de la palabra es una persona cuyo dominio reside en el uso de la mano derecha. Diestro tiene también la acepción de referirse a toda persona que manipula objetos con gran habilidad. Antiguamente se creía que el lado derecho tenía relación con Dios, y el izquierdo con el Diablo. El significado de destreza reside en la capacidad o habilidad para realizar algún trabajo, primariamente relacionado con trabajos físicos o manuales.

Entre mis habilidades están: Soy una persona que le gusta organizarse para hacer bien las cosas, me gusta llegar a conocer bien quienes son las personas que son mis amigos y saber también si puedo contar con todos en las buenas y en las malas. También me considero una persona con bastante madurez, otra habilidad que considero tener es que me gusta poder ayudarle a mis amigos cuando lo necesitan, tengo bastante paciencia pero hay momentos en los que esta llega su límite. Soy una persona que le gusta luchar por lo que quiere, me considero también muy soñadora.

Entre las destrezas: me gustan mucho lo que son las manualidades, también la computación, soy responsable, y a pesar de las circunstancias en las que me encuentre siempre quiero encontrar algo que me haga feliz, me gusta estar en comunicación con mis amigos para poder planear ir a algún lugar a pasarla bien, soy una persona un poco tímido pero ya cuando agarro confianza soy diferente. Me gusta escuchar cuando me buscan, pero también me gusta que cuando yo necesito que me escuchen o me den un buen consejo también me lo puedan dar.

Las 10 habilidades para la vida
En 1993 la División de Salud Mental de la Organización Mundial de la Salud (OMS) lanzó la Iniciativa Internacional para la Educación en Habilidades para la Vida en las Escuelas. El propósito de esta actuación era difundir mundialmente la enseñanza de un grupo genérico de diez destrezas psicosociales, consideradas relevantes en la promoción de la competencia psicosocial de niñas, niños y jóvenes.
1. Autoconocimiento
2. Empatía
3. Comunicación asertiva
4. Relaciones interpersonales
5. Toma de decisiones
6. Solución de problemas y conflictos
7. Pensamiento creativo
8. Pensamiento crítico
9. Manejo de emociones y sentimientos
10. Manejo de tensiones y estrés

Estas diez habilidades psicosociales no son materia nueva. En cierta forma son tan antiguas como la propia humanidad, porque todas tienen que ver con la manera en que manejamos las relaciones con nosotros mismos, con las demás personas y con el entorno social.

domingo, 4 de noviembre de 2018

La Madurez Vigente


Los valores en el ser humano son concretos, reales y vigentes, el adulto maduro trata de hacerle frente a cualquier situación que se le presente a fin de darle la mejor solución posible.

Es una persona con un gran sentido de la responsabilidad y seriedad, recordemos que fuimos creados con libre albedrío, por lo que somos dueño de nuestros actos y acciones, que por mucho que nos de miedo asumir la libertad que se nos ha dado, debemos utilizarla de manera racional, correcta y responsable.

Estos nos ayudan a crecer y hacer posible el desarrollo armonioso de todas las capacidades del ser humano. Los valores están ligados a nuestra propia existencia, afectan la conducta configuran y moldean las ideas y sentimientos.

El hombre se construye y crece a medida que va asumiendo la vida con rectitud, esto nos permite juzgar si nuestra conducta es correcta e incorrecta, buena o mala. El concepto de valor consiste en un conjunto interiorizado de principios nacidos de experiencias analizadas en función de su moralidad.

Lograr que seamos más felices y que nos consideremos realizados como personas, como seres humanos y como profesionales, pero más que todo saber y entender que es de trascendental importancia descubrir que es lo que en realidad buscamos y perseguimos en la vida.

El Adulto: Es aquella persona que además de su crecimiento físico, ligado a su desarrollo cronológico (edad) evidencia un nivel de autonomía consagrado por la experiencia individual y colectiva.

No importa cuánto sabe (mucho, poco o nada) de lo que exige el sistema, ni cuántos años tiene, sino cuánto puede (física, psíquica y socialmente) dentro de una sociedad concreta y en relación con la clase social a la que pertenece.

La Persona Madura: Según Allport, los Criterios por lo que se puede conocer la Persona Madura son seis:
1. Extensión del sentido de sí mismo: el individuo maduro extiende el sentimiento o sentido que tiene de sí mismo hacia las áreas significativas de su vida.
2. Relación emocional con otras personas: Debido a la extensión de sí mismo a otras áreas significativas de su vida, el sujeto desarrolla una gran capacidad para amar profunda e instintivamente (el individuo maduro sé abstiene de murmurar, dominar, respeta la condición humana de cada hombre; el inmaduro busca ser amado le es difícil amar).
3. Seguridad emocional (Aceptación de Sí mismo): Se refiere al equilibrio emocional el no incurrir en excesos, uno se toma así mismo por lo que es, sin rechazarse total o parcialmente. El individuo maduro trata de hacer frente a la situación. El individuo maduro aprende a tener proporción, el sentido de proporción según Allport, depende de la visión realista de las cosas y de los Valores integradores, que rigen y canalizan los impulsos emocionales.

4. Percepción realista, aptitudes y tareas: El individuo maduro tiende a tomar las cosas como son, sin pretender imponer a la realidad el molde rígido de sus caprichos o fantasías.
5. Auto-Objetivación, (Conocimiento de Sí mismo y Sentido del humor): Generalmente él individuo maduro tiende a tener un mejor conocimiento de Sí mismo, tanto de sus aspectos favorables, como de los desfavorables. Es aceptado fácilmente por los demás, juzga más correctamente a otras personas.
6. Filosofía Unificadora: Para Allport, el individuo orienta su vida Según Valores.


Parece ser que ésta es la orientación típica del individuo maduro. Al igual que otros Psicólogos Allport concibe seis tipos ideales de personas orientadas hacia Valores: teóricos, utilitarios, estéticos, sociales, políticos y religiosos, reconoce que estas orientaciones hacia los valores no agotan todas las posibilidades y que los valores están definidos de un modo algo imprecisos, pero que a pesar de todo esto son útiles porque ayudan a reconocer la función integradora del valor de la personalidad madura.