La elegancia va
más allá de usar ropa y complementos de lujo. Ser socialmente elegante es
sinónimo de sencillez,
buen gusto, educación y de actitud. Realmente no es tan
complicado como parece porque tod@s, si queremos, podemos ser elegantes cuando
lo decidimos.
Por eso, hoy te traigo algunos conceptos y
tips para que consigas impactar con
tu elegancia sin dejar de ser tu mism@ desde la autenticidad.
Antes que nada, me gustaría que profundizáramos un poco en
este concepto. ¿Piensas que con la elegancia se nace o se hace?
Yo soy de las personas que piensa que cualquier cualidad se
puede cultivar y trabajar. Además, como todo en la vida, si de verdad
trabajamos en ello, podemos hacer cambios y convertirnos en nuestro mejor “YO”.
Sin embargo, aún existen personas que piensan que la elegancia es un Don con el
que se nace.
Es por eso que quiero invitarte a la siguiente reflexión:
¿Cuántas veces hemos pensado que hay ciertas personas que
parecen tener el Don innato de la elegancia y nos resultan altamente
atractivas? Y por el contrario, ¿Cuantas veces hemos visto a alguien que en el
pasado no llamaba mucho la atención y por circunstancias de la vida o por
decisión propia, al cabo de unos años lo hemos vuelto a ver y nos ha
impresionado su grado de elegancia?
Si bien es cierto que algunas personas nacen con cierta
gracia que las hace ver resplandecientes cuando se muestran ante los demás,
personalmente, pienso que la elegancia se puede aprender y hasta
cierto punto es una filosofía de vida.
La elegancia sale siempre de dentro hacia afuera, por lo tanto es
una cualidad interior…...Y todos hemos nacido con esa cualidad
que, aunque no nos lo creamos, la podemos desarrollar. Así como otros
muchos encantos de la personalidad, que tienen que ver con el trabajo del
crecimiento interior.
Y como desarrollamos la elegancia?
ResponderEliminar