El tono de voz es uno de los elementos con mayor influencia sobre
la comunicación de cuantos existen. En tal tono hay
una serie de parámetros sonoros que le dan sentido, consciente e inconsciente,
al mensaje que se está transmitiendo. Algunos de ellos son: el timbre, la
intensidad del sonido, la velocidad de la dicción, la claridad, la proyección,
etc.
Varias personas pueden decir exactamente la misma frase. Sin
embargo, el tono de
voz que emplea cada una comunica una información psicológica diferente.
Es entonces cuando se descubre que en las palabras hay un contenido verbal y no verbal.
La esfera no verbal es menos controlable y, por lo mismo, más auténtica.
“El 60% de la comunicación humana es no verbal: lenguaje corporal.
El 30% es tu tono de voz. Eso significa que el 90% de lo que estás diciendo no
está viniendo de tu boca”.
-Hitch-
Se puede saber mucho del estado de una persona examinando
su tono de voz. Incluso cuando alguien habla en otro idioma que
no conocemos, seríamos capaces de perfilar algo de su forma de ser y de sentir
con solo escuchar cómo habla.
El Laboratorio de Análisis Instrumental de la Comunicación
sobre locución e imaginario, de la Universidad Autónoma de Barcelona,
realizó un estudio sobre voz y percepción. Sus conclusiones son curiosas e interesantes.
Veamos:
El tono de voz grave sugiere madurez y genera confianza en los demás. Es el más
utilizado en los anuncios publicitarios.
Si el tono de voz es extremadamente grave, remite a
sensaciones sombrías
Una voz firme y segura nos hace pensar en que el hablante es
alguien distinguido e importante
Hablar en un tono de voz bajo nos sugiere que la persona
tiene grandes debilidades o que es torpe
Quienes emplean un tono de voz muy agudo transmiten baja
credibilidad.
La voz es un patrón tan personal, que actualmente se emplea
para verificar la identidad y dar acceso a muchos sistemas informáticos.
También sirve como evidencia en un juicio. Su confiabilidad es tan grande, o
más, que la de una huella dactilar.
Algunos psicólogos se han tomado el trabajo de identificar
los significados ocultos en el manejo de la voz. El resultado es todo un
catálogo de interpretaciones para esas sutilezas, esas que muchas veces pasan
desapercibidas para la mayoría de nosotros. Veamos.
Respiración
La forma de respirar mientras se habla da una idea del ritmo al
cual se vive:
Tranquila: habla alguien equilibrado.
Profunda y constante: energía y dinamismo.
Profunda, constante y fuerte: ira reprimida.
Superficial: falta de realismo.
Corta y rápida: ansiedad, angustia.
Intensidad o volumen
Define de manera general cómo interactúa una persona
consigo misma y con los demás:
Normal: autocontrol y capacidad de escucha.
Alto: debilidad, egoísmo y falta de paciencia.
Bajo: inexperiencia y represión.
Articulación o vocalización
La vocalización tiene que ver con la capacidad de
comprensión y el interés en ser comprendido:
Bien definida: claridad mental, apertura a la comunicación.
Imprecisa: engaño o confusión mental.
Muy marcada: narcisismo, tensión.
Con trabas: agresividad, represión.
Velocidad
Habla del tiempo emocional en el cual está inmerso el
hablante:
Lento: falta de interés, desconexión con el mundo.
Rápido: tensión, deseo de ocultar información.
Regular: contención, represión, falta de naturalidad.
Irregular: confusión, ansiedad, ruptura de la comunicación.
El tono de voz imprime un sello a la forma que una persona emplea
para comunicarse con el mundo. Aunque su interlocutor no sea un
experto en el tema, recibe inconscientemente una serie de mensajes a través de
la voz del otro. Esos mensajes le dan forma a la imagen que tiene sobre la otra
persona.
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