jueves, 15 de noviembre de 2018

Orfandad


Una familia está compuesta básicamente por un papá, mamá, e hijos, y de acuerdo a la diversidad de culturas puede variar, sumándose los abuelos, tíos, primos y una mayor cantidad de personas que forman parte del círculo familiar, pero no podemos negar algo real dentro de la sociedad: la orfandad.

La orfandad es un estado en el que un hijo o una hija es sometido(a) involuntariamente a carecer de padre o madre por circunstancias médicas, económicas, sentimentales, donde la ausencia de uno o ambos pilares del hogar tiene consecuencias visibles en todo el mundo.

El estado de orfandad hace que varios niños vivan el peligro de ser víctimas del tráfico de órganos, violencia sexual, adicciones, consumo o tráfico de drogas. Los hogares que acogen a los infantes son un refugio temporal ante el clima adverso de violencia de la sociedad y las calles, en algunos casos ayudan a que los niños adquieran confianza a partir del cariño que les brindan los educadores con los que cuentan los centros; en otros, ocurre todo lo contrario.


Esta situación genera incertidumbre personal a un niño o niña huérfano o en situación de calle, ¿Qué alcanzar?, ¿Qué soñar?, ¿Qué pensar? Gracias a Dios, algunos de  los infantes que atraviesan esta situación pueden superar la depresión con la ayuda de otras personas, pero otros viven albergando sentimientos negativos creyendo que no existe esperanza para el futuro.

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