martes, 27 de noviembre de 2018

Seamos Amables


El simple hecho de ser amable, agradecido o generoso no sólo ayuda a mejorar la vida de los que te rodean, sino también la tuya propia. Esto se puede ejemplarizar fácilmente: Si tu vas a un comercio y le das las gracias por su servicio a la dependienta o dependiente con un tono bajo y casi inaudible, con toda probabilidad obtendrás una respuesta similar.

Si lo haces con un tono claro y una sonrisa en tus labios, el receptor recordará ese día tu amabilidad con agrado, guardándote con una anotación positiva en su memoria. Porque lo que sentimos y lo que hacemos no sólo nos afecta a nosotros, sino también a los que nos rodean y eso que proyectamos hacia el exterior nos será devuelto de manera exponencial.

“Cada persona que conoces está luchando con sus propios problemas. Sé amable con ella. No serás capaz de resolverlos en su lugar, pero tu bondad quizás pueda ser el milagro que estaba esperando”
-Anónimo-

Esto es algo básico, algo que muchos sabrán pero de lo que nos olvidamos y pienso que es bueno que alguien nos lo recuerde de vez en cuando. Una actitud positiva ante la vida contagia. Por tanto, si un amigo o amiga se encuentra mal hay que apoyarlo pero desde el optimismo, ayudándoles a ver que siempre hay salidas y que los cambios o las desavenencias pueden ser el inicio de algo bueno.

Hay ocasiones en las que pasamos por momentos complicados y es difícil orientar nuestra conducta en este sentido. En esos momentos complicados es cuando es positivo que conversemos con nosotros mismos y con las personas importantes que nos rodean, aquellas que siempre te apoyarán pase lo que pase. Ellas te pueden ayudar a ver esa luz al final del túnel, luz que por ti mismo no vislumbrabas.

Las emociones que provocan las experiencias que vivimos pueden nublar nuestra visión. Por eso, es importante expresar lo que sentimos y buscar apoyo en las personas que más nos quieren. Ellas pueden permitirnos adoptar una perspectiva mejor ante nuestros problemas tomándolos como una experiencia positiva para así por seguir disfrutando de ser amables.

Mostrarse amable y alegre cuando la vida parece no te sonríe es algo complejo de hacer pero no imposible. Porque si tú no le sonríes a la vida esa situación no cambiará de ninguna manera. Tienes que encontrar este acto placentero. Porque, ante todo, tienes que ser amable contigo mismo.

Siempre mencionamos que para querer a alguien tenemos primero que querer a los demás, pues esto sirve para todo. Antes de dar algo a los demás, tenemos que dárnoslo nosotros primero. ¿Cómo ser amables con otras personas si nosotros no lo somos con nosotros mismos? Eso es un imposible aunque no lo creamos así.


“Cuando puedas elegir entre tener razón o ser amable, elige ser amable”

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