Los líderes creen en sus sueños con tanta pasión que no
paran hasta verlos convertidos en realidad, aplican la alquimia de la audacia,
factor detonador para alcanzar resultados.
Realmente podemos contar las semillas que tiene una naranja,
pero no sabremos cuántas naranjas puede dar una semilla. ¿Cuántas ideas se han
quedado almacenadas para siempre en nuestra mente?, ¿Cuántos proyectos por
realizar?, ¿Cuántos sueños sin atrevernos a realizarlos? Cada semilla sabe cómo
llegar a ser un árbol, los sueños son semillas los cuales deben germinar, si
no, se mueren siendo semillas.
¿Cuántos frutos pueden dar una idea? Pregunta que solamente
podrá responderse intentándolo, solamente así conoceremos sus posibilidades
reales, además con el intento conocemos nuestras propias limitaciones, si no
resulta cabe cuestionarnos qué nos falta aún por aprender, además nos mostrará
nuestras fortalezas internas. ¿Cuánta constancia y tenacidad poseemos? Para
atreverse se necesita la magia de la audacia.
Magia es lo que por medios naturales obra efectos que
parecen sobrenaturales, así lo define la Real Academia de la Lengua, y su
connotación en esta breve reflexión no se trata de hechizos o conjuros, sino
que a través de la audacia se han logrado la mayoría de los proyectos que para
los demás eran imposibles y que una vez realizados resultan sencillos, como la
bombilla incandescente, el fonógrafo, los rayos X, fundar una empresa mágica
como Disney, en fin, millones de realizaciones que ahora nos rodean en nuestra
cotidianidad y que en su tiempo cuando aún estaban en proceso, los demás
consideraban que de lograrlo sería un milagro.
La envidia ha engendrado odio, el mediocre descalifica
fácilmente al triunfador porque en el fondo sus logros son un espejo de sus
propias carencias, y todo es resultado de la casualidad y la buena suerte, por
lo cual se hace necesario preguntarles: ¿Y si era tan sencillo, por qué tu no
intentaste?
La audacia es un factor fundamental para tener buena suerte,
entre mayor número de intentos más posibilidades tenemos de alcanzar el éxito.
Los sueños al igual que las semillas contienen el secreto
para convertirse en árboles, en realidades, saben que el primer paso es
germinar, comenzar a desarrollarse, así las ideas hay que fortalecerlas,
alimentarlas y llegar finalmente a enamorarse de ellas con tal pasión que nos
impulse a la acción, además con estas fortalezas espirituales podemos vencer
las muchas adversidades que se nos pueden presentar.
Los líderes creen en sus sueños con tanta pasión que no
paran hasta verlos convertidos en realidad, aplican la alquimia de la audacia
factor detonador para alcanzar resultados, saben que entre mayor número de
intentos realicen la buena suerte los favorecerá. La audacia es un
atrevimiento, un salto a lo desconocido, su mayor riesgo es el fracaso, su mayor
prioridad, el triunfo y en ambos existe la gran lección pues la experiencia es
el resultado de haberlo intentado; audacia es intento, posibilidad, oportunidad
de convertir nuestros sueños en realidad.
El ancla de los mediocres es el
miedo, tienen pavor a fracasar por eso no lo intentan, juegan en la vida a no
perder, en cambio los excelentes siempre juegan a ganar.
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