Un total de cinco estudios realizados por la Asociación
Americana de Psicología (APA) en Estados Unidos y Canadá sugieren que las
personas menos informadas sobre temas sociales clave, como el cambio climático
o la crisis económica, se sienten felices con esta actitud. Además, los
individuos que ignoran estos asuntos también depositan más su confianza en que
los Gobiernos sabrán encontrar soluciones a estos problemas. Los resultados
obtenidos podrían ayudar a establecer estrategias para que la ciudadanía se involucre
en cuestiones sociales, señalan los autores de la investigación.
Las personas que menos saben sobre temas difíciles e
importantes como la economía, el consumo de energía o el medio ambiente son las
que más evitan estar bien informadas, sugiere un nuevo estudio publicado por la
Asociación Americana de Psicología (APA). Y lo que es peor, cada vez más gente
prefiere seguir ignorando este tipo de temas, según un artículo publicado
por la revista de la American Psychological Association.
"Diseñamos este estudio para intentar comprender el dicho ‘la ignorancia es felicidad’ con un enfoque social, ha señalado el autor de la investigación, Steven Shepherd, un estudiante graduado de la Universidad de Waterloo, en Ontario (Canadá). "Los resultados obtenidos podrían ayudar a los educadores a hacer frente a importantes barreras a la hora de que la sociedad se involucre y participe en cuestiones sociales", añade Shepherd.
A través de una serie de cinco estudios realizados entre 2010 y 2011 con una muestra de 511 adultos de Estados Unidos y Canadá, los investigadores hallaron "una reacción en cadena que comenzaba en la ignorancia acerca de un tema y terminaba en la dependencia y confianza plena en el Gobierno para tratar dicho asunto".
"Diseñamos este estudio para intentar comprender el dicho ‘la ignorancia es felicidad’ con un enfoque social, ha señalado el autor de la investigación, Steven Shepherd, un estudiante graduado de la Universidad de Waterloo, en Ontario (Canadá). "Los resultados obtenidos podrían ayudar a los educadores a hacer frente a importantes barreras a la hora de que la sociedad se involucre y participe en cuestiones sociales", añade Shepherd.
A través de una serie de cinco estudios realizados entre 2010 y 2011 con una muestra de 511 adultos de Estados Unidos y Canadá, los investigadores hallaron "una reacción en cadena que comenzaba en la ignorancia acerca de un tema y terminaba en la dependencia y confianza plena en el Gobierno para tratar dicho asunto".
Cuanto menos conocimiento, más confianza
En uno de los cinco estudios, los participantes que se sentían más afectados por la recesión económica evitaban la información sobre la capacidad del Gobierno para manejar la economía. Sin embargo, estos mismos participantes no eludieron la información cuando se trataba de noticias positivas.
En este caso, la muestra incluyó a 197 estadounidenses con una edad media de 35 años (111 mujeres y 89 hombres), que habían recibido información compleja sobre la economía y habían respondido a una pregunta acerca de cómo les afectaba esta situación de manera directa.
En uno de los cinco estudios, los participantes que se sentían más afectados por la recesión económica evitaban la información sobre la capacidad del Gobierno para manejar la economía. Sin embargo, estos mismos participantes no eludieron la información cuando se trataba de noticias positivas.
En este caso, la muestra incluyó a 197 estadounidenses con una edad media de 35 años (111 mujeres y 89 hombres), que habían recibido información compleja sobre la economía y habían respondido a una pregunta acerca de cómo les afectaba esta situación de manera directa.
En otro estudio, realizado para poner a prueba los vínculos
entre la dependencia, la confianza y la actitud de evitar la información, los
investigadores proporcionaron una descripción que podía ser simple o compleja
sobre la economía a un grupo de 58 canadienses, con una edad media de 42 años y
compuesto por 20 hombres y 38 mujeres.
Los participantes que recibieron la descripción más profunda sobre el tema indicaron altos niveles de sensación de desamparo por la crisis económica, una mayor dependencia, y confianza en el Gobierno a la hora de manejar la economía, así como un deseo muy bajo de saber más sobre la materia.
"Y esto sucede a pesar de que deberíamos tener menos confianza en alguien para gestionar con eficacia algo que es más complejo", ha explicado el coautor de la investigación, Aaron C. Kay, doctorado de la Universidad de Duke. "En cambio, las personas tienden a responder a este tipo de situaciones ‘externalizando’ el problema y dejándolo en manos del Gobierno, lo que a su vez hace que se deposite más confianza y se sea más dependiente. En última instancia, se evita aprender más sobre la situación, para así poder seguir confiando ciegamente en la labor Gobierno", comenta Kay.
En un tercer estudio, 163 estadounidenses con una edad media de 32 años (70 hombres y 93 mujeres) aportaron su opinión sobre la complejidad de la gestión de los recursos naturales y luego se les comunicó que las reservas de petróleo de Estados Unidos durarán menos de cuarenta años. Posteriormente, se les pidió que respondieran a diferentes preguntas para evaluar su resistencia a aprender más sobre el tema.
Los participantes que recibieron la descripción más profunda sobre el tema indicaron altos niveles de sensación de desamparo por la crisis económica, una mayor dependencia, y confianza en el Gobierno a la hora de manejar la economía, así como un deseo muy bajo de saber más sobre la materia.
"Y esto sucede a pesar de que deberíamos tener menos confianza en alguien para gestionar con eficacia algo que es más complejo", ha explicado el coautor de la investigación, Aaron C. Kay, doctorado de la Universidad de Duke. "En cambio, las personas tienden a responder a este tipo de situaciones ‘externalizando’ el problema y dejándolo en manos del Gobierno, lo que a su vez hace que se deposite más confianza y se sea más dependiente. En última instancia, se evita aprender más sobre la situación, para así poder seguir confiando ciegamente en la labor Gobierno", comenta Kay.
En un tercer estudio, 163 estadounidenses con una edad media de 32 años (70 hombres y 93 mujeres) aportaron su opinión sobre la complejidad de la gestión de los recursos naturales y luego se les comunicó que las reservas de petróleo de Estados Unidos durarán menos de cuarenta años. Posteriormente, se les pidió que respondieran a diferentes preguntas para evaluar su resistencia a aprender más sobre el tema.
A partir de estos resultados, los autores de la
investigación señalan que "más allá de restar importancia a los aspectos
catastróficos, los educadores deberían aprender a explicar los temas sociales
problemáticos de manera que los hagan fácilmente digeribles y comprensibles,
con un claro énfasis en lo local y la causas que estos problemas pueden tener a
nivel individual".
Por otro lado, los investigadores recomiendan realizar más investigaciones para determinar cómo reaccionaría la gente cuando se enfrenta a otros asuntos importantes como la seguridad alimentaria, la seguridad nacional, la salud, la desigualdad social, la pobreza o los conflictos morales y éticos, y bajo qué condiciones las personas tienden a responder con más o menos participación e interés.
Por otro lado, los investigadores recomiendan realizar más investigaciones para determinar cómo reaccionaría la gente cuando se enfrenta a otros asuntos importantes como la seguridad alimentaria, la seguridad nacional, la salud, la desigualdad social, la pobreza o los conflictos morales y éticos, y bajo qué condiciones las personas tienden a responder con más o menos participación e interés.
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