Hay un tema recurrente en las escuelas: cómo responder y dar
solución a la demanda de niños y adolescentes con problemas de aprendizaje. Son
muchas las familias que se preguntan por qué sus hijos tienen dificultad para
escuchar a los docentes y hacer la tarea, o son citados por mal comportamiento.
Desde el curso de posgrado “Psicoanálisis y problemas de aprendizaje”, dictado
por la UNNOBA, se buscan respuestas de intervención a estos problemas.
El Universitario dialogó con la docente María Victoria Rego
acerca de la propuesta que viene desarrollando en la Universidad desde el año
2014, junto a un equipo de trabajo que proviene de la cátedra de
“Psicopedagogía Clínica” de la UBA.
Rego explica que “en la actualidad predominan las propuestas
con diagnósticos estandarizados, como la dislexia [alteración en la capacidad
de leer y escribir] o el síndrome de déficit de atención [trastorno del
comportamiento caracterizado por la distracción]”. Y agrega: “En un contexto en
el que priman esas miradas más generalizantes, nosotros pensamos en otro tipo
de propuesta, en la que se realce lo subjetivo, los aspectos en los que cada
niño de una manera singular se relaciona con los objetos de conocimiento y con
las ofertas escolares, y qué dificultades cada uno encuentra en ese proceso”.
“Nos encontramos con muchísima demanda de espacios como éste
-dice la docente-, que abren el diálogo y el intercambio en una temática muy
angustiante para quienes trabajamos con los chicos. Es interesante el encuentro
de los distintos campos profesionales porque se marcan intereses en las
fronteras disciplinares de los colegas”.
“Los motivos de consulta más comunes son la desatención, el desinterés en aprender cosas nuevas, la impulsividad, los chicos que no pueden quedarse quietos…”, comenta. Pero, ¿qué implica este tipo de propuesta, ese “realce de lo subjetivo” en vez de la respuesta estandarizada?
“Cada vez que aparecen
estas problemáticas, lo que hacemos es mirar hacia atrás y pensar cuáles son
las condiciones psíquicas previas necesarias que tienen que estar dadas para,
por ejemplo, poder concentrarse en la escuela”.
Aunque sentarse a pensar en algo pueda parecer un hecho
natural, no lo es, por eso el psicoanálisis hace “una mirada desde los
problemas hacia la constitución psíquica” y eso permite pensar de otra manera
la intervención en el aula. “Se trata de intentar problematizar y pensar las
mejores estrategias para cada niño en particular, es decir a no hacer
diagnósticos a partir de etiquetas”.
-¿Se les ha planteado la pregunta sobre la época en relación al aprendizaje, el impacto de lo digital por ejemplo?
Dicho de otro modo, ¿todo pasado educativo fue mejor?
-No lo creo. Los problemas de aprendizaje estuvieron siempre. Sí hay características en la época les que vale la pena ponerse a pensar, como qué recursos psíquicos se ponen en juego con las redes sociales y qué respuestas tiene la escuela frente a eso. Por ejemplo, el rol de la imagen y el uso de la palabra que tiene la escuela, con una versión mucho más moderna que posmoderna, en la que a veces ofrece propuestas que quedan muy alejadas de las condiciones psíquicas de los chicos de hoy. Pero eso hay que dilucidarlo, porque tenemos modalidades epocales enriquecedoras, niños con una riqueza psíquica que les permite concentrarse en múltiples cosas a la vez, con gran capacidad de reacción, porque pueden razonar con elasticidad. Sin embargo también hay modalidades empobrecedoras, por eso hay que ver el caso singular.
-En el marco teórico del curso se pueden leer los nombres de
autores de un nivel de la filosofía más abstracta y general, como Cornelius
Castoriadis, algo llamativo debido a esa demanda que mencionaba antes en
relación a la “resolución de los problemas” en el aula, y llevar por esos
caminos tan prácticos a ese tipo de filósofos puede resultar un gran desafío.
-La propuesta conceptual es desde el psicoanálisis contemporáneo, que son todos los autores poslacanianos que comenzaron a hacer hincapié en la actividad de representación del psiquismo, en la posibilidad de simbolización, de crear. Esas problemáticas abarcan un espectro muy amplio de complejidades psicopatológicas. Nosotros tratamos de ubicar a los problemas de aprendizaje dentro de estas modalidades precarias de la actividad representativa, que tienen un origen histórico, subjetivo, por eso hablamos de constitución psíquica.
Partimos del problema de aprendizaje para pensar todos los momentos
de estructuración del psiquismo del niño, cómo se fueron dando y en dónde podemos
encontrar los conflictos restrictivos que empobrecen, justamente, esa actividad
de representación. Por eso incorporamos autores como Castoriadis, Aulangnier o
Green, que empiezan a plantear los problemas del pensamiento desde una óptica
compleja.
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