lunes, 13 de mayo de 2019

Actitud Constructiva


“En la vida no podemos controlar todo lo que nos pase, pero siempre podemos controlar cómo respondemos a cualquier cosa que nos pasa”.  

Es muy curioso pero en la vida podemos conseguir más o menos en función, primero que todo, de nuestras creencias. Aquello que creamos, como decía el célebre escritor y pensador británico Somerset  Maugham, tiende a hacerse realidad, no en vano él decía que "lo curioso del juego de la vida es que si le pides lo mejor, la vida te lo acaba dando"


Ni tú, ni yo, ni nadie, podemos controlar si llueve o si hace sol, si nieva o truena, si mañana nos llamaran para decirnos que algún ser querido a fallecido o no, pero si podemos controlar como responderemos a  esas situaciones.

Épica Literaria


El origen del género épico hay que buscarlo entre las más antiguas expresiones que ha producido la cultura a la que pertenecemos. El poema épico emblemático de la literatura de occidente es la Ilíada. Se considera emblemático porque ofrece un modelo en cuanto a la manera de narrar, el tratamiento del tema y de las acciones, la conformación de personajes heroicos y un amplio repertorio de recursos estilísticos que sirve a la épica posterior y que se proyecta hasta la actualidad.

Se atribuye la creación de la Ilíada a Homero, quien se supone que la escribió en el año 730 a.C. Éste, ofrece el resultado de una larga tradición que se remonta hasta el 1200 a.C. Por aquel entonces, los poetas eran llamados aedas y se encargaban de componer las historias y reelaborar las leyendas populares de memoria; las cantaban acompañándose con instrumentos de cuerda, sin caja de resonancia como la lira.

Si bien las formas más lejanas en el tiempo que se han conservado lo han hecho gracias a la escritura, el modo de difusión en las civilizaciones que las crearon era oral. La transmisión oral exigía por parte del aeda un gran ejercicio de la memoria. La estructura en verso, las formas rítmicas fijas, las repeticiones de epítetos, adjetivaciones y fórmulas sintácticas completas facilitaban la tarea memorística.


Además, la Ilíada y la Odisea eran obras que se utilizaban para la formación educativa de los jóvenes, para el conocimiento de la propia lengua, la historia y la geografía, la religión, y hasta para enseñar cuáles eran las armas que utilizaba un guerrero o como se orientaban aquellos que se hacían a la mar en pesados barcos. 

Por eso, los aedas debían esforzarse para mantener sin modificaciones la versión original que ellos habían recibido, tarea para la cual debían perfeccionarse en sus aptitudes memorísticas.

Los Datos Móviles

Lo que antes era un asunto de bares, ahora es un asunto de datos móviles. El proceso de socialización por internet es una tendencia completamente aceptada en nuestra dinámica social y son cada vez más los portales web y las aplicaciones que ofrecen una plataforma para conocer gente y cada vez más los que la usan para estos fines.

Las llamadas web de contacto son cada vez más y mejores, y su uso extendido es moneda de cambio. Algunos sociólogos y especialistas en este tipo de comportamiento de consumo digital, señalan varias razones de este auge: la comodidad, la facilidad y los filtros: si alguien quiere conocer, por ejemplo, chicas guapas en Madrid porque es la ciudad donde vive o donde está de paso, solo tiene que escribirlo en una barra buscadora y tener ante sí un catálogo de lo que les interesa. 

Esto último también es parte de su éxito. Todas las plataformas funcionan agrupando los perfiles de sus usuarios justamente en una especie de catálogo de donde es fácil elegir a alguien basado en nuestros intereses.

Otra de las razones de su éxito es que la pantalla pone una barrera de por medio que facilita dar el primer paso, cosa que en una dinámica de bar, por ejemplo, suele ser un poco más difícil, sobre todo para aquellos que se consideran tímidos. En estas plataformas se suele mostrar un perfil muy abierto que indica predisposición para ligar, detalle que también facilita las cosas a la hora de actuar.

Aída es una chica de Barcelona de 26 años, profesora a tiempo completo. Dice que usa un portal de citas porque le permite hablar con gente que le interesa entre semana, mientras cumple otras obligaciones laborales. “Trabajo todo el día y tengo poco tiempo libre, por lo que cuando llega el fin de semana, no quiero perderlo en buscar a alguien con quien valga la pena salir”.

También menciona los filtros como parte de las ventajas que ve en este método de socialización. “Me gustan los chicos con ciertos rasgos físicos y a la hora de buscar, me ayuda mucho poder encontrarlos agrupados en la web. Si quiero, puedo tener una o dos citas el fin de semana sin problema”.


Es justamente la facilidad de estas plataformas otra de las desventajas señaladas por los especialistas. Entre más tiempo pasamos en estos portales, menos tiempo invertimos en pulir nuestras habilidades sociales, y al mismo tiempo se tiende a perder las sensaciones del contacto directo por la idea percibida de que no son necesarias. 

Otro de los efectos negativos es que los usuarios muy asiduos pueden desarrollar una especie de adicción a sentirse deseado y crear una dependencia a estas plataformas para seguir consiguiéndolo.

Saber O No Saber


En los últimos meses, días, el tema es recurrente. Convertido en “cantaleta” voces repican una serie de temas: alimentos, precios cuidados, congelados, aumentados; tarifas, tarifazos; dólar, tasas; sueldos que no alcanzan, que se diluyen; puestos de trabajan que peligran y también que se extinguen; inflación y estanflación.

Dolorosa letanía que “se reza” en las casas, en los bares, en oficinas y comercios, en “el bondi” y en la fila para pagar y también refinanciar.

La otra “cantaleta” y también dolorosa letanía que se reza en los mismos lugares es: “ya no miro televisión”, “decidí no escuchar más las noticias”, “prefiero no enterarme”; la “cantaleta de la grieta” también alcanza y divide entre quienes siguen precios y entre quienes prefieren no saber.

¿Desconocer nos preserva? ¿El deseo de saber trastorna? ¿Hasta dónde la negación nos resguarda?
Se les debe a Freud y a su Teoría Psicoanalítica la formulación de los “Mecanismos de defensa”. Uno de ellos es “la negación”, operación por el cual la persona intenta protegerse de la realidad que le resulta desagradable o dolorosa, negándola.

Como todos los mecanismos de defensa, tal proceso ocurre de manera inconsciente; así se anulan informaciones que resultan irritantes, molestas, penosas, amargas, puesto que “desconociendo” se niega de cierta forma lo que acontece y la realidad no debe ser afrontada.

Lenguaje, actos, acciones y pensamientos son vías por medio de las cuales la negación se manifiesta; el deseo de desconocer no es simplemente ignorar cuanto acontece a nuestro alrededor, sino que es una forma de preservarse de ese “tsunami” que sacude nuestra existencia.

Cuando un trabajo peligra o se pierde, cuando el dinero no alcanza, cuando hasta hábitos alimenticios deben ser reformulados y poco lugar queda para el esparcimiento y el ocio, las bases sobre las que nos constituimos se tambalean, la imagen de quienes somos se desmorona, y nuestro lugar dentro de un entramado se resquebraja.

Así como saber todo lo que acontece en “tiempo real” trastorna, aumenta la ansiedad y genera estrés, no saber preserva de la inestabilidad, hace más soportable lo insoportable y evita la exposición directa al “colapso emocional”.

Una de mis frases de cabecera es “lo que no se aborda volverá una y otra vez en forma de síntoma, de conflicto”, por eso si bien la negación tapa, cubre, emparcha y hasta maquilla, jamás elimina el problema.

Desconocer, negar, es la forma de resistir a un cambio, máxime cuando este es necesario; resistirse a asumir que hay un problema que directa o indirectamente nos ataña y debemos afrontar, no solo agravan la situación sino que cada vez el abordaje será más lejano e inaccesible.

No admitir, no querer saber, desconocer, sin dudas permitirá mantener un equilibrio momentáneo; derogar lo que nos incomoda solo permite recorrer “trechos cortos”, en el momento menos pensado la realidad cachetea.


Solo se puede cambiar aquello que se conoce, de lo contrario estamos condenados/as como la avestruz que esconde la cabeza, estamos condenados/as como la avestruz que corre pero no vuela.

Discutir Lo Indiscutible

Representantes de cincuenta países siguen discutiendo qué hacer con las ballenas mientras éstas se extinguen y desaparecen de los mares. Los más respetados biólogos marinos y especialistas en ballenas del mundo, autores de estudios con reconocimiento internacional, siguen chocando de frente contra la falta de criterio y al ausencia de toda lógica de los países balleneros que se niegan a detener la matanza.

Ningún argumento parece lo suficientemente válido. Ni aún los últimos estudios que demuestran que en 1998 se generó en todo el mundo la increíble cifra de un billón, 49 millones de dólares estadounidenses en el avistaje de ballenas. 

Una industria en franco crecimiento que hoy da trabajo a mucha más gente que la que se emplea en la caza de ballenas. Un estudio que demuestra que "ver" sigue siendo mejor que "matar". Incluso Japón, el único país realmente ballenero de la actualidad, practica el avistaje de ballenas como un negocio floreciente que crece día a día mientras que la industria dela matanza se cae inexorablemente ya que no quedarán ballenas por matar.

Si al contexto internacional le faltaba condimento ese era el apoyo a la postura japonesa de países como: Antigua y Bermuda, Benín, Dominica, Grenada, Guinea, Mongolia, Nicaragua, Palau, Panamá, Saint Kitts & Nevis, Santa Lucía y las Islas Salomón. 

Países que no practican la caza de ballenas pero que apoyan a Japón a cambio de la esperanza de un beneficio futuro. La mayoría de estos países son islas rodeadas del mar al que se pretende matar. La mayoría de estos países practican el avistaje de ballenas pero, ilógicamente, votan para que continúe la matanza.

Durante los últimos doscientos años las ballenas se han convertido en el símbolo de la persecución, la matanza y la lenta agonía. Hoy son el símbolo claro de negociación absurda, corrupción y muchos años de discusión inútil. Hoy se han convertido en el símbolo de la incapacidad humana para solucionar sus propios problemas.

Salvar a las ballenas es tan fácil, desesperadamente fácil, que sólo se necesita dejar de matarlas. Salvar a las ballenas de la extinción es tan sencillo que, si los seres humanos no podemos salvar a las ballenas, no habrá nada en este mundo que pueda ser salvado por nosotros.

Sueño con un mar con ballenas nadando en libertad. Sueño con que algún día la Comisión Ballenera Internacional deje de discutir lo indiscutible para dejar de practicar lo que ya es impracticable y comenzar, de una vez por todas, a defender la vida antes que sea demasiado tarde, antes de que se extinga la última ballena.


"No se puede defender lo que no se ama y no se puede amar lo que no se conoce"

Lo Que Pensamos

Hoy día es indiscutible la relación estrecha y dependiente que existe entre nuestra psique, emociones, conductas y la salud física. Se influyen y afectan de forma bidireccional. Situaciones como el dolor crónico, la falta de trabajo, una ruptura sentimental, hacer cola en el banco o el mismo tráfico generan en nosotros pensamientos negativos, incluso catastróficos: “Estoy harto, no puedo más”, “Este dolor me limita y no puedo hacer nada, se me quitan hasta las ganas de vivir”, y un largo etcétera. La mente puede ser nuestra principal aliada, pero también nuestra mayor rival.

Las personas suelen culpar y maldecir al entorno, a lo que ocurre a su alrededor, porque lo identifican como el causante de su malestar y sufrimiento. Pero ¿lo de fuera le genera malestar, o son sus interpretaciones sobre lo que ocurre a su alrededor lo que condiciona sus emociones?

Nuestros pensamientos influyen en nuestros comportamientos y nuestras emociones. Dependiendo de la corriente psicológica o el profesional al que lea o visite, los tachará de pensamientos negativos, catastróficos, limitantes, destructivos o inútiles. Qué más da el concepto. Lo que importa es el poder que tienen para influenciarnos, tanto positiva como negativamente.

Muchos pacientes dicen tener la cabeza como una lavadora. Ideas, miedos, discursos aterradores, pensamientos que no paran de dar vueltas en la mente. Se sienten atrapados entre palabras, incapaces de pararlas o desatenderlas. Hay personas que odian relacionarse consigo mismas porque lo que “su mente les dice” les causa una angustia tremenda.

Ahí van dos buenas noticias. La primera: usted es en gran parte el responsable de lo que siente. No es el entorno el que le genera ansiedad, sino la interpretación que usted hace del entorno. Esto le responsabiliza y también le permite controlar y actuar sobre lo que siente. Muchos querrían desligarse de todo y seguir echando la culpa de su malestar a la sociedad y a lo mal que está todo. Pero esta opción le limita y le deja sin recursos.

La segunda buena noticia es que puede modificar su estilo cognitivo en el momento en el que decida entrenar otra forma de pensar. Cientos de miles de personas consiguen preparar y acabar un maratón a pesar de lo dura que es esta prueba. Pero cuando hablamos de modificar lo relacionado con la psique, lo asociamos enseguida a dificultad, a falta de fuerza de voluntad y a nuestra forma de ser, y cuestionamos la posibilidad de cambio. Siga estos consejos para poner el pensamiento a raya.


Olvide la idea de convertirse en una persona superpositiva y super optimista. El mundo no es de color rosa, pero tampoco un lugar negro y hostil. Se trata de buscar la utilidad de lo que piensa. 

Los pensamientos y las emociones son útiles cuando nos permiten resolver lo que nos preocupa e inútiles cuando no podemos hacer nada por aliviarnos. Confíe y delegue, y permita que al hacerlo los demás actúen con autonomía. El exceso de control genera ansiedad. 

Cuando delegue aquello de lo que no se puede responsabilizar, imagine un interruptor en la mente y póngalo en desconectado cada vez que aparezca de nuevo la preocupación. Dejar de prestar atención a lo inútil no es irresponsable. Todo lo contrario, permite que esté en el presente. 

Lo que sí es irresponsable es tener una reunión de trabajo y que su mente dé vueltas a un problema que no puede resolver por más que quiera y que ese estado impida concentrarse en lo único que puede atender: la reunión.

domingo, 12 de mayo de 2019

El Intelecto Humano



El intelecto, según las más tradicionales perspectivas, es la capacidad que tiene un ser humano de comprender los datos que se le están exponiendo. Sin embargo, hay intelectuales que afirman sólo se trata del mismo pensamiento. Todo este proceso ocurre en la mente de una persona, en la que se unen las piezas que posiblemente conforman la esencia de un tema. Sin embargo, esto no sólo se aplica a los tópicos que requieren de esfuerzo para lograr discernirlos, sino la comprensión del mundo que nos rodea en general, mantener un contacto estable con la realidad.

En un trasfondo histórico, los antiguos filósofos, como Aristóteles y Platón, definían el entendimiento como ente completamente abstracto, que trabaja en conjunto con el alma y el cuerpo. Lo definían con la metáfora de un caos reinante en el cosmos, que era sustituido armónicamente por el orden de los elementos. Con él se podía captar la esencia de alguien o algo, se lograba “leer dentro”. Sin embargo, estas definiciones han mutado con el paso del tiempo, logrando concebir nuevas acepciones sobre el término, que han brindado una perspectiva mucho más amplia de lo que es el intelecto para el ser humano.

Dentro de esto operan elementos como la razón, los sentimientos, la compresión y la interpretación, que permiten la creación de una visión realista, que exprese las variables de una situación.

La inteligencia también forma parte de este grupo, pero, a menudo es confundida con el mismo intelecto; esta representa, en realidad, a la capacidad de elaborar conceptos. 

Desde los comienzos, el intelecto es el factor que diferencia a los seres humanos de los demás animales, porque le permite tener un agudo sentido de sí mismo y de su entorno.



Los Complejos

El complejo de superioridad es un mecanismo inconsciente, ​ neurológico, en el cual tratan de compensarse los sentimientos de inferioridad de los individuos, resaltando aquellas cualidades en las que sobresalen. Es lógico pensar que cada individuo posea aspectos positivos y otros negativos. 

Posiblemente los aspectos negativos del ser son obviados por su psiquis para obcecarse sólo con los positivos. El término fue acuñado por Alfred Adler (7 de febrero de 1870 – 28 de mayo de 1937).

La exhibición del complejo de superioridad, generalmente, se proyecta hacia los sentimientos de inferioridad con respecto a los demás. El problema más común de este complejo es sentirse "apartado" de los grupos sociales, por no presentar las mismas características que el resto de las personas. En el resto de las personas, al estar con una persona con este tipo de complejos, se puede llegar a pensar que son arrogantes o que quieren hacerse destacar por aspectos banales.

La conducta relacionada con este mecanismo puede incluir una opinión exageradamente positiva sobre el valor y las habilidades de uno mismo, expectativas muy altas y poco realistas con respecto a los logros de uno mismo y de los demás, vanidad, estilo extravagante en la forma de vestir (con la intención de llamar la atención), orgullo, sentimentalismo y facilidad de ser herido, una tendencia a rechazar las opiniones de los demás (a veces con fundamentos racionales), comportamiento snob, entre otras.

El alejamiento social y el "soñar despierto" pueden ser también asociados al complejo de superioridad, ya que es una forma de evadir el temor al fracaso relacionado con los sentimientos de incapacidad de enfrentar el mundo real.


Los complejos de superioridad e inferioridad son a menudo presentados ambos en las mismas personas, y se manifiestan de maneras diferentes. Sin embargo, los dos complejos pueden existir el uno sin el otro.

Educación Y Pobreza

Hay una clara relación entre educación y pobreza. Los grupos sociales más pobres son los que menos educación han recibido y los que tienen más dificultades para acceder a ella y a sus beneficios. Pero no son los únicos, porque sucede lo mismo con cualquier otra diferencia que genera marginación, como la debida a la raza, el género, la cultura, la religión o las aptitudes físicas o intelectuales.

Por unos motivos o por otros, aunque el derecho a recibir educación es universal hay múltiples diferencias y desigualdades que lo dificultan o que impiden ejercerlo. Cuando se habla de igualdad de oportunidades educativas, se está hablando de disponer las cosas o tomar medidas para que esto no suceda.

Se puede considerar que hay igualdad de oportunidades cuando todas las personas tienen las mismas posibilidades educativas. En este sentido, se puede hablar de cuatro tipos de igualdades: de acceso, de supervivencia, de resultados y de consecuencias educativas. La primera mide la probabilidad de que una persona ingrese en el sistema educativo, por lo general en una escuela. La segunda mide la probabilidad de encontrar a esa persona en un determinado nivel del sistema escolar, por ejemplo en la educación secundaria o en la educación superior. 

La igualdad de resultados se refiere a la probabilidad que tienen los individuos de distintos grupos sociales o con distintas características de tener el mismo rendimiento, por ejemplo, de obtener los mismos resultados en el examen de acceso a la Universidad o en las pruebas PISA.  Finalmente, la igualdad de consecuencias indica la probabilidad de que aquellos que obtienen resultados escolares similares accedan a trabajos de estatus parecidos y con salarios análogos.

Dicho de otra forma, hay igualdad de oportunidades cuando todos tienen las mismas probabilidades de ingresar en el sistema educativo, mantenerse en él, aprender lo mismo y obtener los mismos beneficios de lo aprendido. Por ejemplo, si los alumnos de los programas de formación profesional básica proceden mayoritariamente de las clases menos favorecidas o los resultados que se obtienen en las pruebas de evaluación externa son claramente diferentes en los colegios privados y en los públicos, parece claro que las oportunidades no han sido las mismas; o que, siéndolo, no se han podido aprovechar de la misma manera.

Paradójicamente, para aproximarse a la igualdad de oportunidades deben introducirse desigualdades en el sistema educativo; esto es, hay personas y colectivos que deben recibir un trato distinto: recibir más atención, disponer de profesores especializados, tener acceso a ciertas tecnologías, desarrollar currículos adaptados, estar exentos de algunas exigencias horarias o de contenidos… Son lo que se conoce como medidas compensatorias, encaminadas a equilibrar la balanza o reducir las desventajas en la consecución de un objetivo común; por ejemplo, la obtención del título de secundaria. Se piensa que, así, los alumnos reciben un trato equitativo; pero no es cierto, porque muchas de estas medidas no son equitativas sino igualitarias.

Según los diccionarios, la equidad consiste en la aplicación del derecho natural por encima del derecho positivo, de la ley escrita. También se refiere al trato diferenciado que, para suprimir la injusticia, se aplica a los individuos, de acuerdo con sus circunstancias y características.  

En educación, según la UNESCO, la equidad implica educar de acuerdo a las diferencias y necesidades individuales, sin que las condiciones económicas, demográficas, geográficas, éticas o de género supongan un impedimento al aprendizaje.

Esto parece claro, pero la equidad, en la práctica, tiene muchas interpretaciones. Por ejemplo, se considera que un sistema educativo es equitativo cuando dedica más recursos y atención a los alumnos más necesitados, que son aquellos que tienen más probabilidades de fracasar en la escuela; sin embargo, dentro de esta categoría de alumnos con riesgo de fracaso escolar, también podríamos incluir a los alumnos de altas capacidades, los llamados superdotados, porque tienen más dificultades para adaptarse que otros cuando se les somete a la enseñanza reglada. Sin embargo, no es habitual que estos alumnos reciban un trato diferente.

Se considera equitativo que los alumnos con más dificultades reciban más atención para no fracasar en la escuela, pero no suele plantearse que lo realmente equitativo para algunos alumnos sería educarse fuera de la escuela, en otro sistema, de otra manera. 

Si cambiase nuestro concepto de fracaso escolar también cambiaría nuestra percepción de lo que es o no es obrar con equidad.

Porque, en este momento, aunque las escuelas sean inclusivas, en todas ellas se imparten las mismas asignaturas y se desarrollan los mismos currículos oficiales, desatendiendo enseñanzas que podrían ser enormemente valiosas para muchos alumnos. Y esto de igualar las escuelas, para que en todas ellas se enseñe lo mismo y se puedan obtener los mismos resultados, puede que nos acerque a cierto tipo de igualdad de oportunidades pero, desde luego, no educa de acuerdo a las diferencias y necesidades individuales.


Hay igualdad de oportunidades cuando se juega a la lotería y todos tienen un boleto, pero no la hay en una carrera de resistencia o de velocidad, por mucho que todos puedan participar en ella. Y el sistema educativo actual  es claramente competitivo, aunque se disfrace de maratón popular o de carrera solidaria.

Habilidades Interpersonales


En una entrevista de empleo, sus capacidades y certificaciones técnicas pueden jugar un papel muy relevante. Sin embargo, no se olvide de enfatizar también sus habilidades interpersonales. De hecho, vale la pena saber que esto es lo que, en muchas ocasiones, determinará si una persona continúa o no en el proceso. 

¿El motivo? Unas habilidades sociales e interpersonales sólidas y potentes aseguran al responsable del proceso de reclutamiento que usted será capaz de adaptarse y llevarse bien con sus nuevos compañeros, clientes y cualquier otra persona con la que se encuentre en el camino. Asimismo, los reclutadores y empleadores saben que es mucho más fácil enseñar a una persona la parte técnica que inculcar las habilidades sociales que cierta posición puede llegar a requerir. 

Muchos empleos implican la interacción con personas, por ello, las habilidades interpersonales no son solo importantes, sino un elemento clave. A continuación, encontrará tres habilidades blandas que deslumbran a cualquier potencial empleador, y le indicamos cómo demostrar que las posee en una entrevista de empleo.
  
1. Capacidad de comunicación 
Una habilidad que es muy requerida por los empleadores es la capacidad de articular ideas y transmitir información en forma clara. Escuche atentamente las preguntas del entrevistador y entregue respuestas precisas y ordenadas.
No subestime la importancia del lenguaje no verbal. Mantenga el contacto visual y preste atención a su lenguaje corporal y a su gesticulación.
   
2. Capacidad de liderazgo
Un plus para cualquier empleador es un profesional capaz de supervisar proyectos, recursos y colaboradores, y entregar resultados óptimos. Aunque nunca haya liderado un proyecto, puede que sí se haya encontrado en situaciones en las que haya tenido que demostrar sus habilidades y capacidad de liderazgo. Revise su trayectoria en su trabajo anterior y destaque las veces en las que se ofreció para formar a un nuevo empleado o tomó la iniciativa para sugerir un proceso más eficiente o un nuevo enfoque para un plan.

3. Capacidad de colaboración y diplomacia

Ser capaz de trabajar en equipo y colaborar con sus compañeros en situaciones de tensión o difíciles es un punto a favor frente a un responsable de reclutamiento. Preséntese como una persona positiva a la que le gusta trabajar en equipo. Piense en las veces en las que haya tenido que mediar en una discusión profesional para mantener el foco del equipo y, sobre todo, tenga cuidado al hablar de sus jefes o de sus compañeros actuales. Hablar mal puede jugarle en contra.

Cuando prepare una entrevista de empleo, piense en cuáles son sus fortalezas en el relacionamiento con las personas. Destacar estas cualidades le puede ayudar a avanzar en el proceso y, tal vez, lograr el puesto. Si aún está desarrollando alguna de estas habilidades, demuestre cómo las está aprendiendo, qué nuevas técnicas está incorporando y cómo las está aplicando a su día a día en el trabajo. 

Mente Y Corazón


¿Realmente existe distancia entre la mente y el corazón? ¿Son dos en uno?… ¿Primero el corazón… después la mente….? ¿O al revés?, ¿Quién te guía por tu verdad? A lo largo de nuestra vida nos enfrentamos a infinitas batallas entre la mente y el corazón que controlan nuestros sentimientos, emociones, decisiones, aciertos y fracasos…

Nos sumergimos en intensos dilemas que acaban por anularnos, acaban con nuestra coherencia y entramos en un círculo de inseguridad… Inseguridad porque la mayoría de las veces no sabemos si hacemos bien o mal hasta que decidimos hacerlo, y para ello, ahí están la mente y el corazón.

«Ante el miedo e inseguridad solo aparentemente podemos sobreponernos y superar nuestro propio miedo e inseguridad»
-Günter Wallraff-

Pues bien, ahí está. Cuando reflexionamos sobre la mente y el corazón nos damos cuenta de que no hay uno correcto. No debemos dejarnos llevar única y exclusivamente por el corazón pues nos llevaría por un camino de impulsos descontrolados y caprichosos si estos no están dirigidos por la mente, sabia y cautelosa ante esos momentos de locura infinita, que terminarían con nuestro yo como personas.

Tampoco hay que seguir fielmente a la mente, nos privaría de la libertad de sentir… la importancia de pararse a sentir, sin más, crearía un muro frente a un mundo de emociones y pasiones por descubrir y experimentar. Además, esto dificultaría nuestras relaciones con los demás, ya que careceríamos de la habilidad de la empatía.

Ante esta breve, rápida y general descripción sacamos en conclusión que no hay blancos y negros en esta elección, sino que se trata de una amplia gama de grises de distinta intensidad y variedad reflejados en nosotros mismos. Siempre tendemos irnos a los extremos, sin darnos cuenta de la gran cantidad de matices que hay en el medio.

El secreto de la mente y el corazón es mantenerlos en armonía. Eso es lo más importante. Porque cuando hay desacuerdo entre ellos, nuestros sueños no avanzan, nos estancamos.

No hay dos gemas iguales al igual que no hay dos personas iguales, por lo tanto  no hay una regla para todos, cada uno debe llegar a conocer y saber usar la suya, debe llegar a escucharse, a comprenderse, a saber de sí mismo. El Mindfulness o la meditación serán de gran ayuda para este objetivo. ¡Ponlo en práctica ya mismo!

Siempre tendría que haber un equilibrio entre la mente y el corazón. Sin embargo, siempre hay personas que tienden hacia uno de estos dos extremos. ¿Alguna vez te han dicho que eres muy racional? ¿Otros te han comentado lo emocional que eres? Esto puede darte alguna idea de si te dejas guiar más por la mente o por el corazón.

Aprender a escucharnos tanto a nuestra mente racional como a nuestra intuición o corazón, hará que no haya situación, momento, decisión, circunstancia ante la cual no saber qué hacer. Podremos usar nuestra propia regla, creada por nosotros mismo, sacada de nuestra mente y de nuestro corazón. Cada uno en su medida, de su conexión, sin crear conflicto entre ellos, pues están destinados a entenderse, para que solo así, todo fluya y consigas la capacidad de ser.

«Sabemos lo que somos, pero ignoramos todo lo que podemos llevar a ser»
-Anónimo


Detente y aprovecha a conocerte, es largo el camino pero tiene un final. Fija tu regla de matices que sólo tú puedes llegar a conocer, es difícil pero no imposible, se fiel y honesto contigo mismo, siente y experimenta, crea tu propio vínculo entre la mente y el corazón. Porque no hay nada certero para seguir. Cada persona es diferente. 

Ese vínculo entre mente y corazón se encuentra en tu interior. Pero solo tú puedes descubrirlo.

Principios Y Valores


Los principios y los valores son en esencia creencias que guían nuestras decisiones y nuestra visión del mundo. Desde que nacemos, esas creencias nos han formado y han definido quiénes somos y lo que hacemos. Algunos viven por los principios y valores de la religión en que se criaron. Otros elijen alguien como modelo y siguen su filosofía. Gandhi. Mandela. Steve Jobs. Hitler. Marx. La Madre Teresa. Bono. Bin Laden. Todo el mundo sigue algún conjunto de principios y valores, más probablemente una ensalada de varios que absorbió a lo largo de la vida.

No existe quien viva sin principios. Cuando alguien dice: «Fulano no tiene principios» – en realidad está diciendo que esa persona tiene malos principios. Los ladrones, los traficantes, los violadores, también tienen sus principios, por los cuales justifican lo que hacen.

Concluyendo entonces que nadie vive sin principios y valores, la pregunta es: ¿por cuáles vive usted? Y también importante: ¿es posible dejar principios antiguos y adquirir nuevos?

Respondiendo la última pregunta primero: sí, es posible. Usted probablemente ya cambió algunos a lo largo de la vida, para mejor o para peor. Normalmente cuando cambiamos nuestros principios y valores, ese momento se convierte en un punto de cambio en nuestras vidas – tamaño es el poder que tienen de influenciarnos.

Por eso la primera pregunta es crucial: ¿Cuáles son los principios y valores por los que usted escogió vivir?

La inteligencia espiritual me enseña que si los principios y valores dictan mi vida, y yo quiero tener la mejor calidad de vida posible, entonces debo adoptar los mejores principios y valores que existan.

¿Dónde encontrarlos? ¿Quién los tiene? ¿Cómo saber que realmente son los mejores?

Los resultados comprueban los que son buenos o malos. Los principios y valores que más han cambiado vidas para mejor son, sin ninguna duda, los principios de Dios.


Seguridad Y Aplomo


Dentro de un contexto de la persona segura de sí misma la confianza y el aplomo, pueden ser consideradas palabras sinónimas  si bien la primera está más referida al ánimo de creer más en los talentos y capacidades propias y la segunda tiene que ver con la serenidad a la hora de actuar.

 Además ambos conceptos son características inherentes a una persona con alto grado de inteligencia emocional y por ende empática.

Pero la seguridad y el aplomo no son algo que  pueda conseguirse de la noche a la mañana, mucho menos para personas que nunca se han preocupado por su control mental y siempre han estado más preocupadas por el camino de sus  semejantes que el del propio.

 No hay otra forma de desandar ese camino de inseguridad personal que hacer un plan serio para cambiar de mentalidad.

El esquema mental que hasta ahora les ha guiado debe ser cambiado en sus bases principales: rutinas, costumbres, ideas, creencias, desidia, taras.

 Un cambio de hábitos desde la forma de pensar ante cada imagen que se ve y actuar ante cada circunstancia que se presenta.

 Una autoprogramaciòn mental no es fácil de lograr pero es posible si se está movido por la fe y la perseverancia  más incluso que el conocimiento que siempre es algo deseable.

 Si se tiene fe se tiene un arma fundamental para lograr tener confianza en sí mismo. Con la fe y la perseverancia cada cosa que hagamos por superarnos  tendrá su recompensa.


 La fe nos da la motivación y ya con esta última, cada cosa que hagamos por ser una persona segura, funcionará.

sábado, 11 de mayo de 2019

Cansancio Mental

El cansancio mental o fatiga mental es un concepto que puede confundirse con la fatiga física, aunque son diferentes. El cansancio mental está relacionado con los síntomas prolongados de estrés (sea o no laboral), ansiedad, depresión o el exceso de tareas y la falta de recursos.

Este tipo de fatiga es diferente a la somnolencia (necesidad de dormir), aunque la persona siente una pérdida de energía, desmotivación y apatía. Aparece, por ejemplo, cuando una persona sufre burnout y llega el momento en que se siente que no puede más, que sus recursos no son suficientes para hacer frente a la situación y llega a su tope mental.

La fatiga mental suele asociarse al trabajo, puesto que muchos fenómenos relacionado con este campo pueden provocarlo. Las causas más habituales de cansancio mental son:
Exceso de carga mental: las tareas excesivas requieren que el nivel de atención y concentración sea demasiado alto pueden causar la aparición de este fenómeno. El problema principal se encuentra en la duración de esta situación, que acaba por agotar los recursos de la persona.
Factores de la organización: el clima y la cultura empresarial, los compañeros de trabajo o los estilos de liderazgo de los superiores también pueden provocar cansancio mental.
Los recursos de cada persona: algunos individuos toleran mejor las situaciones estresantes que otras.

Estrés y ansiedad: el cansancio mental también puede aparecer en situaciones de estrés (por ejemplo, estrés post traumático o estrés laboral) o ansiedad prolongada.
Trabajos muy mentales: aquellos trabajos con poca implicación física son más propensos a provocar fatiga mental.
Depresión: los síntomas de este trastorno incluyen esta forma de fatiga.


El cansancio mental, esa sensación de que se ha llegado al límite y en la que se siente mental y emocionalmente agotado, puede evitarse y superarse. 

Lo Que Vale La Pena


Vale la pena reírse de tonterías e incluso, de cuando en cuando, también de las cosas serias. Merece, al menos, un instante al día la sensación de que todo está en calma y, otro, la sensación de que todo es un caos.

Merece unas palabras la persona que hoy te hizo un favor y aquella que hoy tuvo uno de los peores días del año y lo pago contigo porque cuando más necesitamos que nos quieran es quizás cuando peor nos portamos.

Merece unas cuantas preguntas la persona a la que continuamente le contamos nuestros problemas, incluso si esa persona somos nosotros mismos. Nuestro cuerpo merece un paseo después de pasar varias horas quieto, esperando con paciencia a que le llegue su turno.

El aire, el sol, el viento o la lluvia merecen el reconocimiento de turnarse todos los días para acariciarnos el rostro y ponernos en contacto con la naturaleza, a pesar de que nosotros nos escondamos entre edificios tan altos que no nos dejan asomar la cabeza.

Merece una oportunidad nuestro sueño, ese que guardamos en una cajita de madera pensando que tiene la llave para acercarnos realmente a la persona que queremos ser.

No es malo ser conscientes de que lo que en realidad entregamos a cambio de dinero no es nuestro trabajo ni nuestro saber hacer, entregamos nuestro tiempo finito, que se va y ya no regresará.
De esta forma morimos al mismo tiempo que tenemos la oportunidad de resucitar a cada instante.., pese a los que se empeñan en condenarnos y recordarnos nuestros errores para hacernos daño, porque nosotros también merecemos la pena una vida.

Merecen una ayuda las personas que ayudan y unas palabras de ánimo, al menos, aquellas personas que aún piensan que no todo está perdido y que, después de todo y pese a las barbaridades que hemos cometido, la humanidad que se ahoga tiene solución.

Merecen un voto de confianza aquellas personas que han dado un paso en la dirección acertada aunque vengan del mismísimo centro del país del error. No olvidemos que si llegan hasta donde estamos serán mucho más sabios y fuertes que nosotros.

Cuando algo merece la pena, incluso merece la pena hacerlo mal.

Merecen un respeto las ideas de todos y especialmente las de las personas que llevan más tiempo viviendo y experimentando, hablen de ciencia o de experiencia propias: no olvidemos que lo primero nace de coleccionar trocitos de lo segundo.

Merecen la pena las sorpresas, especialmente prepararlas porque esa ilusión se puede comparar con pocas cosas. Y, por supuesto, merece la pena quienes nos las preparan porque se han preguntado cómo podrían dibujarnos la sonrisa más grande.

Merecen la pena una buena canción, un buen libro, un buen cuadro, una buena película porque todos guardan una historia que puede tener que ver con nosotros…o pude que no, que simplemente nos hagan reír, llorar, odiar o amar… ¿Aún así, no merecen la pena?

Merecen nuestra indignación, por muy repetida que sea, las personas que se sienten con potestad para decidir sobre la vida de los demás, impidiéndoles expresarse libremente mediante el terror y la amenaza; utilizando como armas aquellas que matan y no aquellas que forman parte del diálogo que se basa en el respeto sincero y la escucha activa.

Merece el perdón la persona que se arrepiente más que la que lo manifiesta y no lo hace. Lo primero tiene que ver con volverlo hacer, los segundo tiene que ver con una cuestión de orgullo con la que al final cada uno deberíamos librar de manera individual.

Merecen la pena los héroes que se esconden en la cotidianidad y que mantienen con fuerzas de grito ahogado la estructura de un mundo extraordinariamente débil frente a la capacidad que hemos adquirido de destruir y hacer daño.

Tenemos poderes fantásticos: el de dar, el de construir, el de colaborar, el de compartir, el de expresarnos, el de defender, el de disfrutar, etc.


Lo bueno es que todos pueden hacer que merezcamos la pena.

Sabiduría: El Saber Hacer


¿Sabías que no es lo mismo CONOCER que SABER?
CONOCIMIENTO y SABIDURÍA son dos cosas diferentes.

El Conocimiento, dicho en pocas palabras, es la acumulación de información desde diferentes fuentes
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Puedes adquirir conocimiento al leer un libro, o por medio de lo que has experimentado en la vida o inclusive por lo que te han contado de alguna situación en particular.

La Sabiduría por otro lado, es la correcta aplicación de ese conocimiento.  Saber algo, no determina que sepas como usarlo en una determinada situación
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Es algo así como tener una caja de herramientas llena, y no tener la menor idea de qué hacer con esas herramientas una vez que abres la caja o se daña algo en la casa.

¿Quiere entonces eso decir que se puede tener Conocimiento sin adquirir Sabiduría?

Claro que sí.  Sí se puede tener mucho conocimiento, y al mismo tiempo carecer de sabiduría, y de eso existen muchos ejemplos en la vida cotidiana.

Por ejemplo, ¿cuántos no hemos conocido a ese compañero de trabajo que es sumamente brillante en la oficina, que entiende muy bien todos los datos, cuadros y gráficas del último estudio realizado y se conoce de memoria todos los procedimientos, pero que a la hora de una reunión preferimos mil veces que no sea quien haga la presentación?; puede estar presente para apoyar, pero que no hable mucho…eso es porque posiblemente ha demostrado anteriormente mucho conocimiento, pero poca sabiduría; igual que aquella persona que sabe que existe la fuerza de la gravedad, pero tira una piedra para arriba en el aire, y se queda en el mismo lugar esperando a ver dónde va a caer.

Por otro lado, se puede ser sabio sin tener mucho conocimiento, y eso lo hemos experimentado más de una vez, cuando hemos tenido la oportunidad de sentarnos a conversar con una persona, que puede no estar muy actualizada en cuanto a temas modernos, pero de igual manera te quedas sorprendido con todo lo que puedes aprender de ellos.

La razón de esto, es que muchas veces esa sabiduría viene de haber conocido y de haber sabido aplicar, alguna vez en sus vidas, los principios correctos para ciertas situaciones y el resultado lo puedes ver en la forma en que hablan y se conducen en su vida diaria.

Esto entonces lleva inevitablemente al punto de que es mucho mejor adquirir sabiduría, que acumular conocimiento por sí solo y no saberlo aplicar.



El Poder De Una Sonrisa


Sonríe, que todos sepan que eres más fuerte que ayer. Levanta el rostro y dibuja esa sonrisa que tu expresión merece y que tu corazón te pide. Porque si la vida es actitud vale la pena vestirse con el gesto más digno y más hermoso, ese que contagia emociones y que nos obliga a reiniciarnos por dentro para seguir avanzando.

Cuenta Boris Cyrulnik, celebre neurólogo y psiquiatra, que nadie sabe muy bien cómo definir la felicidad. Podríamos decir que, en cierto modo, tiene mucho de esas heridas que uno ha ido cicatrizando con la aguja del tiempo y el hilo de la resiliencia para abrazarnos a la esperanza de nuevo, siendo mucho más fuertes que nuestro «yo» del pasado.

Por ello, cada sonrisa que nos regalamos a nosotros mismos y al propio mundo es como un perfume sutil, como un himno a la superación personal y a ese coraje con el que aceptar todo lo vivido, todo lo superado, todo lo que uno es. La sonrisa es la celebración del propio ser y nuestro mecanismo más afinado para conectar con los otros; de ahí que este gesto gane autenticidad cuando se corresponde con una expresión sincera.

No podemos olvidar que aunque exista magia en muchas de las sonrisas que vemos cada día, lo que hay de verdad tras todas estas hermosas expresiones son historias. Te proponemos reflexionar sobre ello.

Sonríe siempre, sonríe aunque a veces duela
Sonja Lyubomirsky, profesora de la Universidad de psicología de la Universidad de California, es una de las científicas más conocidas sobre el estudio de la felicidad. Según ella, la sonrisa no es un simple gesto de comunicación no verbal o de conexión entre las personas. En realidad, es un tipo de «energía» de alta intensidad capaz de alterar nuestra química cerebral.

Para comprobarlo hizo un pequeño estudio en personas con depresión severa. Les puso un vídeo que contenía variadas imágenes cómicas, escenas divertidas con animales y monólogos de reconocidos cómicos de televisión. Algo que la mayoría de especialistas esperaban es que los pacientes no reaccionaran ante este tipo de imágenes. Sin embargo, lo hicieron, pero de un modo apenas perceptible, apenas visible. Evidenciaron pequeños movimientos en los labios, en el rostro, en el entrecejo…

Eran microgestos casi instintivos a los que iba asociada una emoción positiva, algo que muchas de estas personas con depresión no acabaron de aceptar, de ahí que salieran de la sala. El mecanismo de la sonrisa está vinculado a una súbita liberación de neuropéptidos que trabajan para aliviar el estrés, para cambiar esa carga negativa por una positiva a través de la serotonina, la dopamina y las endorfinas.

Esa revulsiva sensación de placidez y distensión fue algo muy contradictorio e incluso doloroso para las personas con depresión. Son esos instantes en que «sonreír duele», porque aunque el cerebro así lo quiera, el corazón aún no está preparado para ello.

Las sonrisas que sean sinceras
Los analistas y expertos en publicidad saben que las sonrisas tienen el poder de cautivar al consumidor al despertar en ellos emociones positivas, confianza y cercanía. Sin embargo, hemos llegado a un punto en hay más sonrisas por protocolo que por ganas de expresar alegría o agrado. 

Así, muchas veces cuando alguien se acerca con una sonrisa en los labios no podemos evitar preguntarnos ¿qué va a pedirme? ¿Qué querrá a cambio? ¿Qué quiere «venderme»?

«La risa es el lenguaje del alma»
-Pablo Neruda-

De algún modo, a todos nos gustan más esas sonrisas que encontramos en las calles impresas en rostros desconocidos. Esos que nos sonríen sin razón alguna y a los que acabamos sonriendo sin saber por qué. Nos hechizan las risas de los niños y conectamos de inmediato con quien sonríe a solas, inmerso en sus propios pensamientos y llevado por un recuerdo agradable.

Todos estos gestos cotidianos que nos encontramos en el día a día siempre nos inspiran. Nos convencen de que sonreír es también una actitud ante la vida y una forma maravillosa de encararla a pesar de todas las dificultades por las que pasamos. Tanto es así, que según un trabajo de la Universidad de Michigan, las personas nos pasamos 3 días de cada 10 intentando apaciguar a nuestro mal humor o a nuestros demonios personales.

Sonreír de por sí no soluciona todos los problemas, lo tenemos claro, sin embargo mejora el ánimo y nos prepara para la acción. De nada sirve dejarnos avasallar por ese indefinible malestar, de poco sirve rendirnos cuanto tenemos tantos mecanismos con los que salir victoriosos de nuestros laberintos personales.


Para concluir, la mayoría de las veces la alegría es la fuente de la sonrisa, pero en otras ocasiones, es el propio acto de sonreír es el que nos infunde calma, motivación y bienestar. Hagamos uso de este poder que siempre está a nuestro alcance.

Alternativas Del Vivir


La vida es un conjunto de decisiones que provocan experiencias ,sólo tú decides donde posicionarte en cada una de ellas. Por ejemplo, la felicidad, la dicha y el amor  son elecciones igual que la infelicidad, la desdicha, el vacío y la soledad.

Elige conscientemente para poder hacer los ajustes necesarios para tu creación. Aparta de tu mente todo aquello que te limita y te aleja de conseguir tu objetivo como: el sentimiento de carencia, el miedo, la culpa, la ira, la preocupación, la falta de merecimiento y autoestima, y tantas otras programaciones del pasado.


Vivir desde la perspectiva del pasado nos conllevará  repetir las mismas decisiones y experiencias pero con distintas caras. Libérate integrando y aceptando las experiencias pendientes para no volver a repetirlas “la negación de las más dolorosas o incómodas de afrontar no produce el mismo efecto pedagógico en el alma, y que por ende, suelen ser las que se repiten más”, aprende desde el amor, da las gracias por el descubrimiento y siéntete afortunado por formar parte ya de la nueva realidad que acabas de crear en el descubrir.

Mantener La Iniciativa


La iniciativa te establece como líder, independientemente de tu cargo o posición. Cuando tienes iniciativa, se te conoce como la persona en la que se puede confiar – el que hará de todo para lograrlo. Mientras todos los demás señalan una tarea que hay que hacer y dicen: «Oh, bueno, ese no es mi trabajo», tú serás el que dé un paso al frente y se haga cargo. ¿Ves cómo esto te diferencia?

La iniciativa requiere que tomes propiedad de tu trabajo, tu negocio o tu hogar. Requiere que encuentres una necesidad y la llenes. Y a veces, tendrás que dar un paso al frente y hacer preguntas.

Puedes tomar la iniciativa al aprender más acerca de tu trabajo o tú negocio e incrementar tus habilidades al mismo tiempo. Si ves que tus habilidades están débiles en cierta área, pide ayuda o toma una clase que te ayudará a mejorar tus habilidades en esa área. Conviértete en un solucionador de problemas. Siempre busca soluciones.

Así que ahora mismo, quiero que te evalúes. Mírate a ti mismo de manera objetiva. ¿Cómo calificarías tu iniciativa? ¡No te evalúes a ti mismo en función a cómo piensas que es tu iniciativa –califica tu iniciativa según tus resultados!

Si careces de iniciativa, observa si algunos de estos «asesinos de iniciativa» están presentes:

Pereza – la pereza MATA la iniciativa. La iniciativa aporta motivación, pero la falta de iniciativa abre la puerta a la pereza. Nunca hay un problema con la falta de motivación. No hay un «no estoy motivado para hacerlo». Sólo hay una falta de iniciativa. Cuando caminas con iniciativa y buscas agujeros para llenar y buscas obtener resultados, la motivación se adhiere de forma automática.

Ser Social Por Naturaleza


"El hombre es un ser social por naturaleza" es una frase del filósofo Aristóteles (384-322, a. de C.) para constatar que nacemos con la característica social y la vamos desarrollando a lo largo de nuestra vida, ya que necesitamos de los otros para sobrevivir.

Según Aristóteles se "es" en tanto se "co-es". Esto significa que cada hombre posee una dimensión individual que desarrolla su personalidad o su "ser", y que dicha dimensión está integrada en la dimensión social del hombre, para la convivencia en comunidad desde que nace, resultando en la coexistencia.

La dimensión individual del hombre son las cualidades que el hombre posee, reconoce, explora y usa para convivir en comunidad pacíficamente y beneficiarse los unos a los otros. La dimensión individual, donde radica el ser, debe aprender a concordar con la dimensión social para convivir en sociedad. Este aprendizaje se llama proceso de sociabilización.

El proceso de sociabilización es el conjunto de aprendizajes que el hombre necesita para relacionarse con autonomía, autorrealización y autorregulación dentro de una sociedad. Por ejemplo, la incorporación de normas de conductas, el lenguaje, la cultura, etc. En suma, aprehendemos elementos para mejorar la capacidad de comunicación y la capacidad de relacionarnos en comunidad.

Dice Aristóteles:
“El ser humano es un ser social por naturaleza, y el insocial por naturaleza y no por azar o es mal humano o más que humano (…). La sociedad es por naturaleza anterior al individuo (…) el que no puede vivir en sociedad, o no necesita nada para su propia suficiencia, no es miembro de la sociedad, sino una bestia o un dios”.

En función de satisfacer las exigencias físicas y espirituales, el hombre necesita vivir en sociedad ya que el hombre racional e individual no es autosuficiente y requiere de la ayuda y protección de los demás de su especie, formando lo que llamamos comunidades.

Un hombre aislado no puede desarrollarse como persona y de ahí nuestra tendencia a agruparnos en vez de aislarnos. Un ejemplo es el nacimiento de las redes sociales y su rápida expansión a pesar de que nuestros avances científicos y tecnológicos han hecho que los otros seres humanos sean menos indispensables en nuestra vida. Es por ello que continuamos inventando nuevas formas de comunicarnos y convivir en sociedad.

En su obra de filosofía política Política, Aristóteles afirma, entre otras cosas, que el hombre es un ser social y político. La sociabilización es la naturaleza del hombre. Según este filósofo, la familia es la primera comunidad o sociedad formada, que es necesaria para el ser social.

Sin embargo, la familia no es suficiente para satisfacer todas las necesidades del ser humano, por lo que este genera naturalmente una sociedad. Para ello, se organizarían aldeas y luego estas constituirían la polis, o ciudad griega de aquel entonces.


La organización de la sociedad requiere de la naturaleza política del hombre, y esta organización deriva en el derecho, gracias a la virtud de los ciudadanos y a la práctica de la justicia. El derecho o lo justo como tal sólo tiene sentido para el hombre en sociedad, y dicho derecho asegura la felicidad del mismo.