sábado, 11 de mayo de 2019

Sabiduría: El Saber Hacer


¿Sabías que no es lo mismo CONOCER que SABER?
CONOCIMIENTO y SABIDURÍA son dos cosas diferentes.

El Conocimiento, dicho en pocas palabras, es la acumulación de información desde diferentes fuentes
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Puedes adquirir conocimiento al leer un libro, o por medio de lo que has experimentado en la vida o inclusive por lo que te han contado de alguna situación en particular.

La Sabiduría por otro lado, es la correcta aplicación de ese conocimiento.  Saber algo, no determina que sepas como usarlo en una determinada situación
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Es algo así como tener una caja de herramientas llena, y no tener la menor idea de qué hacer con esas herramientas una vez que abres la caja o se daña algo en la casa.

¿Quiere entonces eso decir que se puede tener Conocimiento sin adquirir Sabiduría?

Claro que sí.  Sí se puede tener mucho conocimiento, y al mismo tiempo carecer de sabiduría, y de eso existen muchos ejemplos en la vida cotidiana.

Por ejemplo, ¿cuántos no hemos conocido a ese compañero de trabajo que es sumamente brillante en la oficina, que entiende muy bien todos los datos, cuadros y gráficas del último estudio realizado y se conoce de memoria todos los procedimientos, pero que a la hora de una reunión preferimos mil veces que no sea quien haga la presentación?; puede estar presente para apoyar, pero que no hable mucho…eso es porque posiblemente ha demostrado anteriormente mucho conocimiento, pero poca sabiduría; igual que aquella persona que sabe que existe la fuerza de la gravedad, pero tira una piedra para arriba en el aire, y se queda en el mismo lugar esperando a ver dónde va a caer.

Por otro lado, se puede ser sabio sin tener mucho conocimiento, y eso lo hemos experimentado más de una vez, cuando hemos tenido la oportunidad de sentarnos a conversar con una persona, que puede no estar muy actualizada en cuanto a temas modernos, pero de igual manera te quedas sorprendido con todo lo que puedes aprender de ellos.

La razón de esto, es que muchas veces esa sabiduría viene de haber conocido y de haber sabido aplicar, alguna vez en sus vidas, los principios correctos para ciertas situaciones y el resultado lo puedes ver en la forma en que hablan y se conducen en su vida diaria.

Esto entonces lleva inevitablemente al punto de que es mucho mejor adquirir sabiduría, que acumular conocimiento por sí solo y no saberlo aplicar.



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