lunes, 13 de mayo de 2019

La Función Socio Cultural

Filosofía
La Función Socio Cultural
El Profesor Mario Sambarino, filósofo uruguayo (1918-1984), se pregunta por la función sociocultural de la Filosofía en América Latina en la ponencia que presentara en el Primer Coloquio Nacional de Filosofía realizado en México en el año 1975. 

Haremos un recorrido deliberado del contenido de dicha ponencia gracias al cual obtendremos mayores luces sobre la función sociocultural que nosotros consideramos que debe tener la filosofía en la sociedades latinoamericanas actuales con el fin de enriquecer nuestra propuesta, a saber, construir un pensamiento crítico para América Latina que promueva la mirada solícita del otro en lo social.
Recordamos que cada entrega se nutre y supone la anterior.

“Un filosofar verdadero se origina en relación con una situación problemática, cuando de ésta surge una forma de preguntar cuya respuesta ha de tener carácter fundacional”. (SAMBARINO, 1975: 25)
Precisa Sambarino que si bien del filosofar obtenemos pautas de acción la filosofía no se subordina a éstas porque su carácter fundacional consiste precisamente en tomar distancia de las situaciones inmediatas para ver, juzgar y, añadimos nosotros, proponer respuestas a las situaciones problemáticas que la han originado.

Así, para el autor uruguayo, un filosofar efectivo es aquél que toma formas posibles de acción sin reducirse a las mismas: he allí su radicalidad. Y, a su vez, si bien las respuestas para la acción son provisorias, éstas al ser filosóficas han de tener carácter fundacional, es decir, ser el producto de un pensar crítico que se ha volcado sobre sí mismo tratando de poner en relieve los fundamentos que sostienen a determinadas situaciones que se han vuelto disfuncionales a nivel social. Lo anterior con la pretensión de que dicha comprensión oriente la discusión sobre los problemas que aquejan la praxis o por lo menos ilumine a los diversos actores sociales con la misma intención.


“Por esa misma radicalidad la filosofía, si bien sumida en el movimiento histórico, debe alejarse de lo inmediato, aunque sea para volver con más fuerza y razones para actuar en él”. (SAMBARINO, 1975: 26). 

Así, alejarse o tomar distancia de lo inmediato no significa negarlo, más bien, en el proceso de ir y venir de la inmediatez la filosofía construye la posibilidad de re-crear lo social en tanto que el filósofo es capaz de hacerse preguntas que de haber estado supeditado a la inmediatez no se formularía y, de igual manera, es capaz, gracias a esta distancia metodológica, de imaginar escenarios posibles como respuestas a los problemas inmediatos. 

De forma tal que el pensamiento filosófico va con mayor fuerza y capacidad de acción a la situación problemática porque se ha abstraído de la misma sin que ésta dejase de ser su norte y sin que esto suponga dar soluciones abstractas o carentes de asidero en la realidad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario