viernes, 10 de mayo de 2019

Compartir Experiencias

Hoy se habla mucho de experiencia, pero esta palabra tiene muchos sentidos y aplicaciones. Por eso comenzamos por precisar ¿qué entendemos por experiencia?

La experiencia es el conocimiento directo que una persona logra por haber realizado, vivido, sentido o sufrido algo ella misma. Es un conocimiento obtenido de manera individual, no es transferible o enseñado…

La experiencia depende de la interacción que tenga una persona con la realidad cotidiana, por eso no está asociada necesariamente a los años que una persona dedica a una actividad, los grados académicos o los puestos de responsabilidad que ha desempeñado… 

La experiencia, pues,  no se puede calificar como buena o mala, porque lo que para una persona puede ser bueno para otra puede ser totalmente contrario, lo que para una persona es positivo para otra puede ser negativo…

La experiencia es «eso que me pasa». Lo cual supone, en primer lugar, que es algo subjetiva, es a mí que me pasa, no a otra persona; en segundo lugar, es un movimiento de ida y vuelta, es algo que sale de mí y termina afectándome; en tercer lugar, es algo que pasa a mis palabras, ideas, sentimientos, representaciones, es decir que la experiencia me forma y transforma. Se requiere pues vivir un proceso para que pueda afirmar: “he tenido una experiencia”.

 ¿Cuándo podemos decir que hay experiencia?
La experiencia es como una travesía que hacemos, en diferentes ocasiones, en el camino de la vida, este es el recorrido que solemos hacer, de una forma u otra:

1)      Me pongo en contacto vital con la realidad, la percibo y me interesa. La realidad son los hechos, si­tuaciones, sentimientos, reacciones, descubrimientos, intuiciones, relaciones, encuentros, luchas, esfuerzos, etc. Lo que normalmente calificamos como vivencias (vivencia: el hecho de vivir o experimentar algo). “Experiencia es ESO que me pasa”.
2)      Tomo conciencia, es decir, trato de comprender y de descifrar lo que me está pasando en esta interacción concreta con la realidad. Gracias a que reflexiono e interpreto lo vivenciado, es como llego a tener experiencia. “Experiencia es eso que me PASA”.

3)      Considero las vivencias como algo que me está pasando a mí, a nadie más. Lo que vivo en esta experiencia forma parte de mí ser. Las experiencias, pues, van configurando mi identidad personal. “Experiencia es eso que ME pasa”.


4)      Siento necesidad de compartir, comunicar, narrar la novedad que he vivido en la experiencia, a mí mismo y a las personas con las que convivo. El narrar la experiencia me ayuda a percibirla como más real, clara y creíble para mí y para quienes la escuchan. “Te cuento mi experiencia”.

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