“La virtud que nos da un sentimiento de debilidad, que
reprime en nosotros el orgullo”.
Pero yo pienso que hace falta mucho más valor y más
fortaleza para ser humilde, porque se trata de tener una visión realista de
nuestra propia persona.
Esto significa que nuestros actos son coherentes con
nuestros valores, como por ejemplo, no tratar de monopolizar las conversaciones
y no tratar de llamar la atención todo el tiempo.
También hace falta ser humilde para aprender de cada persona
en cualquier situación. Esta me parece la cualidad más importante de todas.
A partir de aquí el elemento necesario para avanzar es la
audacia que se podría definir como:
“La tendencia a osar actuar en situaciones difíciles”.
Y es que para avanzar necesitas un 99 % de
atrevimiento. Es tomar placer en efectuar aquello que nos asusta porque
reconocemos en ello un valor importante.
Porque sin ambición no hay riqueza interior ni exterior. Y
la ambición puede manifestarse queriendo mejorar la vida de los demás,
acompañándoles. Se puede manifestar en nuestras ganas de crear, de ganar, de
progresar, de aprender
¿Piensas que es algo difícil? Pero no imposible con un poco
de audacia.
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