lunes, 13 de mayo de 2019

Épica Literaria


El origen del género épico hay que buscarlo entre las más antiguas expresiones que ha producido la cultura a la que pertenecemos. El poema épico emblemático de la literatura de occidente es la Ilíada. Se considera emblemático porque ofrece un modelo en cuanto a la manera de narrar, el tratamiento del tema y de las acciones, la conformación de personajes heroicos y un amplio repertorio de recursos estilísticos que sirve a la épica posterior y que se proyecta hasta la actualidad.

Se atribuye la creación de la Ilíada a Homero, quien se supone que la escribió en el año 730 a.C. Éste, ofrece el resultado de una larga tradición que se remonta hasta el 1200 a.C. Por aquel entonces, los poetas eran llamados aedas y se encargaban de componer las historias y reelaborar las leyendas populares de memoria; las cantaban acompañándose con instrumentos de cuerda, sin caja de resonancia como la lira.

Si bien las formas más lejanas en el tiempo que se han conservado lo han hecho gracias a la escritura, el modo de difusión en las civilizaciones que las crearon era oral. La transmisión oral exigía por parte del aeda un gran ejercicio de la memoria. La estructura en verso, las formas rítmicas fijas, las repeticiones de epítetos, adjetivaciones y fórmulas sintácticas completas facilitaban la tarea memorística.


Además, la Ilíada y la Odisea eran obras que se utilizaban para la formación educativa de los jóvenes, para el conocimiento de la propia lengua, la historia y la geografía, la religión, y hasta para enseñar cuáles eran las armas que utilizaba un guerrero o como se orientaban aquellos que se hacían a la mar en pesados barcos. 

Por eso, los aedas debían esforzarse para mantener sin modificaciones la versión original que ellos habían recibido, tarea para la cual debían perfeccionarse en sus aptitudes memorísticas.

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