La sociedad construye dentro de los parámetros de imagen, la
figura y el rol que deben desempeñar ciertas personas. Generalmente para los
adultos mayores estas concepciones no son positivas e incluso llegan a ser
discriminatorias. Este proyecto ha identificado que estos problemas se
reproducen en los niños, ya que se les enseña que llegar a la vejez es algo
malo.
Para la aplicación del instrumento se contó con la
participación de 500 alumnos de entre 15 y 20 años. «Un ejemplo de los 30
reactivos que se les solicitó llenar y que estaban en forma de paráfrasis era
Los adultos mayores se aíslan, en donde la mayoría respondió que sí. Esto nos
indica que muchas veces, sin darse cuenta, los jóvenes se hacen partícipes de
ésta exclusión», explicó, «además, al pedirles que se dirigieran
hacia los adultos mayores con adjetivos positivos les era muy difícil. Por el
contrario, les resultaba más sencillo encontrar adjetivos negativos», agregó.
La sobrevaloración a la juventud y a las formas estéticas
marcadas en publicidad y marketing, señaló David López, contribuye también a
este proceso de marginación, es decir, el mínimo rasgo de vejez como una cana o
una arruga es visto de manera negativa, dando pie al alto consumo de productos
para que las personas mayores retrasen el proceso de envejecimiento.
Mediante esta investigación se propone el establecimiento de
nuevos roles en donde se mejore la calidad de vida de los adultos mayores,
incluyendo su bienestar psicológico, a través de la implementación de talleres en
escuelas primarias y así disminuir el ejercicio del estereotipo negativo, y
enseñar a los niños que este sector también forma parte de la sociedad y que el
envejecer es un proceso natural y parte de la vida.
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