jueves, 9 de mayo de 2019

Ahínco: El Esfuerzo Agregado


El término ahínco nos permite dar cuenta del empeño, la diligencia y la eficacia con los cuales se lleva a cabo una tarea o se realiza alguna solicitud ante una persona u organismo.

Trabajé con tanto ahínco este último año que finalmente mi jefe me recompensó con un aumento. Fue tal el ahínco que puso para conseguir un lugar en la lista de convocados que finalmente el director técnico de la selección nacional convocó al delantero.

Disponer de ahínco es de alguna manera una capacidad especial que permitirá a la persona en cuestión que la posea concretar una actividad o tarea.

Generalmente, el ahínco se pone en práctica cuando la tarea que debe realizarse es de suma importancia personal o para la comunidad a la que estará dirigida, es decir, para pequeñas actividades cotidianas no hace falta poner demasiado empeño, ni diligencia, sino que basta con las ganas, en cambio, cuando el fin es realmente importante para el futuro personal sí será necesario disponer de todo lo mejor que se posea para conseguir el resultado deseado.

Por ejemplo, si el objetivo de una persona es recibirse antes de fin de año, para lograrlo, deberá poner empeño y dedicación para sentarse largas horas frente a los libros y leer, leer, hasta conseguir los conocimientos necesarios para aprobar los exámenes en cuestión y además, llegado el momento del examen deberá resultar ser eficaz con las respuestas que brinde para poder aprobar las asignaturas y así conseguir el fin último que es recibirse.



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