Para saber quién somos no
es suficiente con mirar el DNI o el pasaporte, hay que mirar en nuestro interior y ver quién
somos en realidad. Hay veces en las que nos miramos en el
espejo y no somos capaces de reconocernos.
Para hacerlo es imprescindible hacer
un viaje interior, descubrir
quién se esconde ahí. Sin embargo, no se trata de un viaje fácil así que si tu
también te preguntas cómo saber quién soy te
vamos a guiar paso a paso en este largo viaje de autorreconocimiento que te permitirá saber quién eres en realidad.
¿Cómo saber quién eres en realidad?
Como hemos dicho, saber quién eres no es algo tan sencillo como
parece. Hay personas que lo tienen clarísimo y otras que andan un poco más
perdidas. Para saber quiénes somos plenamente y no fallarnos a nosotros mismos
deberemos realizar un viaje a nuestro interior.
Las preguntas profundas
Lo primero que deberás hacer es tomarte un tiempo a solas para reflexionar
sobre ti, sobre tu vida y sobre qué crees que te deparará el futuro.
Tu objetivo vital, qué te mueve, para qué vives, para qué quieres disfrutar, qué cosas son importantes para ti en esta
vida, por qué eres o no eres feliz, qué haces que no te gustaría estar haciendo,
qué te impide alcanzar la felicidad, con qué objetivo te levantas cada
día... Cuestiones que no se pueden resolver en media mañana, sino que nos
exigen un tiempo para contestarlas.
A partir de esas respuestas irán apareciendo una serie de valores que nos servirán para empezar a
trazar el esbozo de quién somos. Es muy importante que seas honesto contigo
mismo, ya que si eres incapaz de responder a tus propias
preguntas con sinceridad este ejercicio no servirá de nada. Con los valores o
respuestas recurrentes que coincidan podrás hacerte una idea de la respuesta
final, pero para completarla puedes recurrir a tu círculo más íntimo.
Saber quién soy es una carrera de larga distancia, tan
larga que puedes pasar años y años indagando en lo más profundo de tu ser y
buscando respuesta a esa pregunta. Es muy importante que te tomes esta búsqueda
con calma para no acabar desesperado por la ausencia de resultados. También
puedes probar diferentes herramientas para agilizar esta búsqueda como
practicar la yoga para
encontrar tu yo interior.
Tampoco hay que darle demasiadas
vueltas a las cosas, y a veces viene bien tomarte un respiro de unos meses, o
incluso años, para analizar las cosas a través de la experiencia que da la
vida.
En este sentido, puedes aprovechar este recorrido para mejorar tu
autoestima y la autoconfianza.
El desarrollo de la confianza en uno mismo es otro largo camino que
recorremos a pasos pequeñitos, en el que muchas veces acabamos retrocediendo. Tener
esa confianza en ti mismo te ayudará a ponerte a prueba y a superar todos los
retos que aparezcan en esa búsqueda interior a la vez que creces como
persona.
Durante este largo camino es fácil que aparezcan momentos en
los que dudes sobre si sigues el itinerario correcto, sobre qué hacer con tu
vida, etc. Es esencial que conserves tus creencias o tus costumbres,
aspectos que forman parte de tu auténtico yo. Si renuncias a ellas por la
influencia de otras personas o porque durante el proceso te comparas con otras
personas -un grave error- y las consideras un lastre, estarás renunciando a tu
identidad, lo que se traduce en más dificultades para saber quién eres
realmente.
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