Desde hace varios años había intrigado a los científicos el hecho
estadístico de que los pacientes hospitalizados que contaban con el apoyo de la
familia y los amigos vivían más tiempo que los solitarios. Diversos estudios
han mostrado, por ejemplo, que las víctimas de ataques cardíacos que tienen
soporte emocional, sobreviven mucho más tiempo que aquellos que no cuentan con
este apoyo. Ese poder preventivo del afecto sobre el organismo, ha llevado en
los últimos tiempos a los investigadores a indagar el porqué.
Uno de ellos es la psicóloga Janice Kielcolt, quien hace poco publicó
los resultados de una investigación que demuestra que las peleas maritales
pueden afectar no sólo la relación de pareja sino la salud de los cónyuges. Del
mismo modo, sostiene la psicóloga, una buena relación se convierte en una
ventaja biológica que fortalece el sistema inmunológico y protege contra las
enfermedades cardíacas.
En una investigación realizada entre estudiantes de medicina, Kielcolt
encontró que aquellos estudiantes que eran más amigables soportaban mejor las
tensiones de los exámenes y visitaban con menos frecuencia el consultorio
médico. "Claro que no es el número de amigos lo que parece ofrecer un
alivio contra el estrés, sino la calidad de esas relaciones", afirma la
investigadora. "Pero además, es la relación con las personas que usted ve
día a día la que parece ser crucial para su salud". Y no todas las
relaciones tienen igual significado. "Si usted tiene una pareja romántica
con la cual se entiende y vive en armonía, eso lo beneficia más que si pelea
con su pareja"
Aunque parezcan inocuos, los cambios en las relaciones interpersonales
pueden afectar los niveles de la presión arterial", señala Steve Smith,
director de la investigación. El estudio también monitoreó la presión arterial
de un grupo de personas durante las actividades diarias normales y encontró que
los niveles eran más altos cuando ellas estaban entre extraños, menos altos
cuando estaban solas y mucho más bajos cuando estaban en familia.
Mientras estos cambios leves y transitorios están entre el rango normal
de las fluctuaciones, los investigadores creen que los cambios sustanciales
pueden llegar a causar daño cardiovascular. "La interacción negativa tiene
un efecto a corto plazo en el sistema cardiovascular, y si es repetido
regularmente durante varios años puede conducir a una enfermedad
cardíaca", dice el doctor Smith. De la misma manera, advierte, si las
relaciones interpersonales son una fuente de paz y sosiego, pueden ejercer un
efecto protector en el corazón.
La evidencia es contundente. Un estudio realizado entre 200 ancianos,
hombres y mujeres, quienes habían sufrido ataques cardíacos, comprobó que
aquellos pacientes que tenían dos o más personas, fuentes de soporte
emocional,
presentaban dos veces más probabilidades de sobrevivir que aquellos que
no contaban con ningún tipo de apoyo o de afecto.
Lisa Berkman, la epidemióloga que dirigió el estudio, señala que entre
los pacientes que contaban con dos o más personas, fuentes de afecto, 17 por
ciento murió durante el primer año mientras que en el grupo de aquellos que no
tenían un apoyo emocional el índice de muertes fue del 58 por ciento.
Según los investigadores, la gente de pocos amigos o sin familia tiene
una tasa de muerte de dos a cuatro veces mayor que aquellos de su misma edad
que cuentan con el afecto de sus allegados. Esto ha sido demostrado en media
docena de estudios estadísticos que involucran a cerca de 20 mil hombres y
mujeres.
"Para obtener esta clase de protección, la gente tiene que percibir
que realmente cuenta con sus amigos o su familia. A la hora de solucionar los
problemas o enfrentar una crisis puede ser suficiente tener a alguien con quien
hablar o simplemente que lo haga sentir mejor acerca de sus propias capacidades
para manejar una situación difícil", dice Berkman.
Y lo cierto es que los datos de mortalidad dejan muy claro que la gente
que recibe afecto tiene más larga expectativa de vida.