jueves, 18 de enero de 2018

Revaluemos Nuestros “Valores”


Nos han vendido la sociedad del éxito, de la competencia, de la idealización del liderazgo con sus objetivos, resultados y rendimiento, pero lo que estamos sufriendo es la sociedad del cansancio. Nadie explica la real dimensión de la gestión del poder, ni las “cualidades” indiscutibles que se necesitan para alcanzarlo. 

Desde la escuela se nos enseña que tenemos que estudiar para “aprobar”, prepararnos para moldear nuestro carácter y personalidad a fin de asumir e interiorizar nuestra esclavitud al servicio del actual sistema. 

El mismo cuento de siempre; la sociedad necesita líderes “competitivos” y “mesiánicos” que dirijan nuestros pensamientos y a poder ser nuestros actos. Por el contrario saben, que enseñar la conciencia y la práctica de la libertad puede ser un ejercicio peligroso y poco dado a la subordinación.

El filósofo coreano Byung-Chul Han, afincado en Berlín describe la situación actual de la siguiente forma: “El hombre contemporáneo ya no sufre de ataques virales procedentes del exterior; se corroe a sí mismo entregado a la búsqueda del éxito. Un recorrido narcisista hacia la nada que lo agota y lo aboca a la depresión". 

Desde el primer momento se nos condena a una carrera sin fin y en solitario, donde la única recompensa (con suerte) es pagar las facturas. El hombre y la mujer de hoy se han visto finalmente abocados al sometimiento. 

En realidad ya no existen alternativas. Si quieres formar parte del circo, debes pagar el peaje.

¿Qué hace que la impostura de la sumisión sea tan bien considerada? ¿Por qué no analizamos el éxito y lo que representa? ¿Vale la pena todo ese esfuerzo sólo por conseguir una buena imagen y ver tu nombre en unos titulares? ¿Son en algún momento conscientes de su propia ficción?

El error no es conocer gente. Hoy no somos nadie sin contactos. El error es forzarlos de una forma poco espontánea y buscarlos sólo con la intención de que nos sirvan para medrar.  Pues a esta clase de personas, - que aparecen en cualquier entorno social- el poder acaba por hacerles perder el criterio. 

Sin duda, son el paradigma de la expresión: “El soldado menos inteligente obedece mejor.”

El escritor Byung-Chul Han subraya: “El narcisismo te hace perder la distancia hacia el otro. Dejamos de percibir su mirada. Frente al enemigo exterior se pueden buscar anticuerpos, pero no cabe el uso de anticuerpos contra nosotros mismos. 

Y es que este modelo de poder controlador, patriarcal, autoritario, competitivo, ciego de envidia y miedo de perder visibilidad y reconocimiento, no sólo se alimenta de quienes lo ponen en práctica, sino de quienes con su silencio y complicidad, en su posición de esclavitud, avalan su existencia."


Formamos parte de un sistema político, económico y social, enemigo de la equidad y la justicia. El neocapitalismo ha ganado la batalla enmascarado de democracia formal, pero torticera, desmemoriada y quebradiza. 

Ocurra lo que ocurra, debemos tomar conciencia de qué queremos ser. Y que nos está pasando.  ¿Existimos con el único fin de producir al servicio del sistema? ¿A qué precio?

Poesías



LA POESÍA ES UN ARMA CARGADA DE FUTURO

(De "Cantos iberos", 1955)

Cuando ya nada se espera personalmente exaltante,
mas se palpita y se sigue más acá de la conciencia,
fieramente existiendo, ciegamente afirmando,
como un pulso que golpea las tinieblas,

cuando se miran de frente
los vertiginosos ojos claros de la muerte,
se dicen las verdades:
las bárbaras, terribles, amorosas crueldades.

Se dicen los poemas
que ensanchan los pulmones de cuantos, asfixiados,
piden ser, piden ritmo,
piden ley para aquello que sienten excesivo.

Con la velocidad del instinto,
con el rayo del prodigio,
como mágica evidencia, lo real se nos convierte
en lo idéntico a sí mismo.

Poesía para el pobre, poesía necesaria
como el pan de cada día,
como el aire que exigimos trece veces por minuto,
para ser y en tanto somos dar un sí que glorifica.

Porque vivimos a golpes, porque a penas si nos dejan
decir que somos quien somos,
nuestros cantares no pueden ser sin pecado un adorno.
Estamos tocando el fondo.

Maldigo la poesía concebida como un lujo
cultural por los neutrales
que, lavándose las manos, se desentienden y evaden.
Maldigo la poesía de quien no toma partido hasta mancharse.
Hago mías las faltas. Siento en mí a cuantos sufren
y canto respirando.
Canto, y canto, y cantando más allá de mis penas
personales, me ensancho.

Quisiera daros vida, provocar nuevos actos,
y calculo por eso con técnica, qué puedo.
Me siento un ingeniero del verso y un obrero
que trabaja con otros a España en sus aceros.

Tal es mi poesía: poesía-herramienta
a la vez que latido de lo unánime y ciego.
Tal es, arma cargada de futuro expansivo
con que te apunto al pecho.

No es una poesía gota a gota pensada.
No es un bello producto. No es un fruto perfecto.
Es algo como el aire que todos respiramos
y es el canto que espacia cuanto dentro llevamos.

Son palabras que todos repetimos sintiendo
como nuestras, y vuelan. Son más que lo mentado.
Son lo más necesario: lo que no tiene nombre.
Son gritos en el cielo, y en la tierra, son actos.

Vanidades


Todos saben que la vida es breve como un soplo, pero muchas personas viven como si la vejez y la muerte no fuesen a llegar.

Corren desesperadamente en busca de la felicidad y procuran la satisfacción de sus deseos a cualquier precio.

Pienso que cuando nuestros ojos se ponen borrosos debido a la miopía de las futilidades y no consiguen ver muy bien cómo son las cosas, podemos ver el mundo a través de los ojos de alguien que ve y discierne más allá de nosotros.

Además, tenemos muchísimas historias de vida que nos enseñan lo que no debemos hacer y lo que no debemos hablar jamás, y sabios son los que logran asimilar y cambiar sus pensamientos y perspectivas.

Todos los hombres son iguales, y basta tener éxito en algo para sentirse mejor que los demás y con la sensación de que durará para siempre. Si el ser humano no está atento a su corazón, rápidamente se convierte en un vano delante de las conquistas. Y vivir ante esa vanidad es vivir en el “espacio vacío, más vacío todavía”. Esa fue la conclusión del rey Salomón, que vivió en el apogeo de la gloria humana, del lujo, de los placeres y hasta de la cúspide de la sabiduría.

Luego al tratar dar sentido a esas cosas, él termina su vida con la conclusión de que todo es vanidad. Su aprendizaje fue tan grande que él repite varias veces en el libro de Eclesiastés que todas las cosas “bajo el sol” son distracciones inútiles y temporales. Todo es ventajoso por un tiempo, pero luego pierde la gracia y cae en la monotonía.

Estamos frente a un nuevo año, y muchos planifican, sueñan, y para realizarlos trabajan exhaustivamente, pero se olvidan de que cualquier emprendimiento humano sin Dios, está destinado al fracasado.

El real valor de la vida está en vivir la fe, y la solución para que jamás alguien se sienta más de lo que realmente es, es mantener la concentración en la Palabra de Dios.

Todos siguen el mismo rumbo: envejecer y morir. Y nuestro propio cuerpo nos enseña. Cada año disminuyen las fuerzas, las canas se instalan peleando con la juventud, la memoria y la voz empiezan a cambiar…

Para no frustrase, comprenda el propósito de su vida en este mundo y ponga toda su fuerza en la búsqueda de la eternidad con Dios. ¡La satisfacción de tener paz con Él es incomparable! La belleza y la fuerza que vienen de Él, el tiempo no roba. Y ser elegido en Su corazón nos hace el más feliz de los hombres.


¡Esa es la única gloria que vale la pena buscar!

Sapos de Otro Pozo


Muchas veces me siento un sapo de otro pozo.

En especial cuando estoy en situaciones que me son ajenas, generadas por gente con la que no tengo mayor afinidad pero con la que por algún motivo tengo contacto.

Parecería que como alguien allegado tiene una persona que es amiga, vecina o familiar, ese tercero también debería comenzar a formar parte de nuestro círculo, o tendríamos que sentirnos muy bien en su presencia.

Pero esto no siempre es así.

Es que cada uno de nosotros tiene la capacidad de ver y de sentir cosas diferentes a las de los demás.

Y si alguien no nos cae del todo bien, no hay por qué esforzarse: así como no todos nos quieren, no podemos elegir a todo el mundo por el simple hecho de que vengan “recomendados”.

Quizá esa persona no termina de cerrarte (o ni empieza a hacerlo) porque se trata de alguien a quien le gustan los juegos de poder, o manipular. Hay quienes disfrutan de intentar sacarles la energía a los demás y así sienten que reinan.

Tal vez es alguien que no saca lo mejor de nosotros o, simplemente, no nos da gusto tenerlo cerca.

No hay por qué aceptar a toda la gente que se nos acerca y quiere ser parte de nuestro círculo de amistades, aunque se traten de conocidos de larga data.

Y así uno comienza a sentirse un sapo de otro pozo. A no pertenecer a ese sitio, a esa compañía o a ese entorno.

A veces el motivo es bastante aparente (una persona gritona o de malos modos, actitudes que nos son extrañas o nos molestan) y otras no lo es tanto. ¡Pero es muy bueno que esto suceda! Solo nosotros sabemos qué nos hace felices y quiénes nos potencian positivamente. Esto varía en cada uno, por lo que no se puede generalizar. Que alguien cercano disfrute de ciertos seres o situaciones no implica que a nosotros también nos haga bien o nos guste.


Siempre tenemos la posibilidad de decidir las compañías con las que deseamos estar. No elegir estar con alguien no implica necesariamente la soledad, sino hacer una elección saludable, para nuestro bienestar.

Lo Que Perturba La Conciencia



La conciencia perturba, yo creo que en Occidente ha de haber una conciencia que molesta y perturba, una especie de mala conciencia. Digo esto porque creo que no en vano, el siglo XX es el siglo del totalitarismo, del estalinismo, del nazismo; del fascismo, el siglo de la miseria del "tercer mundo", el siglo del hambre del "tercer mundo". Es el siglo donde la muerte por el hambre ha azotado a muchos países pobres y Occidente contempla todo ello, Europa contempla todo esto y por su puesto sin hacer nada.


¿No habrá en Occidente, en Europa una conciencia que perturba?, ¿una conciencia que grita diciendo que la historia de occidente es una historia sacrificial, una historia construida con sacrificios humanos, una conciencia de que la paz del occidente se ha construido sobre víctimas?

Todo lo que pasa en Occidente, no es un accidente, sino que pertenece a la lógica del desarrollo, a la lógica interna del despliegue de occidente. Porque Occidente se ha autopercibido a sí mismo como el territorio del intelecto y, por ende, tiene la autoimagen de ser el continente de la razón, donde la razón se expresa, donde la razón ha madurado, donde la razón dice lo mejor de lo que el hombre es.

Occidente es el continente de la razón y del saber, de un saber universal y necesario y porque es un continente de la razón, del saber, de la verdad, del conocimiento, del intelecto, de la universalidad y de la necesidad; el continente de la ciencia y de la técnica, es un continente entonces, que rompe lo antiguo, que forja la verdad y, por ende, este continente se concibe a sí mismo como portadora de una misión. ¿Qué misión?

Occidente es el continente que cree que en él ha acontecido la objetividad y por eso mismo piensa que tiene la misión de expandirse, de colonizar, de dominar y enseñar. 

Occidente por siglos ha asumido la tarea, gracias a la autoimagen que tiene de sí mismo, de realizar la cruzada cultural; desde allí dicen que hay que leer el proceso de civilización; la idea de civilización es europea y cuando digo europea digo euro-céntrica. Civilización significa Europa auto designándose, autonombrándose, el proceso civilizatorio es expansión del occidente. El proceso de civilización se formula como colonialismo y se formula como imperialismo. 

Nos decía claramente Levinas: "Uno puede extinguir lo mismo del otro". La historia de civilización es la historia del occidente expandiéndose por el mundo negando la diferencia y la alteridad. De otra manera, lo mismo anulando lo otro, absorbiendo lo otro; civilización es igual a la negación y reducción de la alteridad, es decir, significa lo otro asimilado en uno mismo. Proceso de expansión, de progreso, de civilización es Occidente absorbiendo y convirtiendo lo otro en lo mismo. En ese proceso de voluntad de poder, de dominación violento, de anulación de la diferencia se fue gestando lo que luego será la mala conciencia del Occidente. 

América es un continente descubierto, no importa que haya tenido una población extensa habitándolo. Occidente piensa que ella descubrió América, porque solo existe lo que ella conoce, ya que Occidente es la medida y el parámetro. Por eso el descubrimiento de América no es un descubrimiento sino un encubrimiento, no es un encuentro sino un desencuentro, en otras palabras es lo mismo anulando lo otro, es la alteridad siendo sometida. 

La lógica del desarrollo occidental es la lógica de integrar a la historia a los que no son parte. Historia por siglos se escribió con mayúsculas. Había que integrar a la historia a aquellas personas quienes han nacido en la parte equivocada del mundo y, por lo tanto, Occidente durante siglos sintió que tiene la misión de la ética, porque civilización tiene un correlato epistemológico y la civilización se expande por que Occidente es el continente de la verdad y porque fuera de la verdad no hay nada, por lo tanto hay que reducir, conquistar y dominar.

No entiendo por qué hay una conciencia que perturba en Occidente; en otras palabras, no entiendo por qué justamente allí se desarrolló el nazismo y el fascismo. ¿Pura casualidad o pura causalidad?

Mentira: Recurso Con Fecha De Vencimiento


No me gustan las mentiras que consuelan, ni las medias verdades ni aún menos las falsedades enteras. Prefiero la verdad, aunque duela. Aunque me parta el alma, porque al menos seré libre de tomar el camino que desee y sanar mis heridas con el tiempo.

De niños, lo habitual es que nos eduquen para decir siempre la verdad. Ahora bien, al final, siempre llega un momento en que hacemos un primer uso de la mentira: por evitar un castigo, para conseguir un objetivo, para adaptarnos a una situación…

En ocasiones, basta una sola mentira para poner en duda todas las verdades. Es ahí cuando lo perdemos todo, ahí cuando se desvanece nuestra integridad, nuestra valía…

Queda claro que todos nosotros hemos hecho uso de esas “medias verdades” en alguna ocasión. No obstante, si hay algo que tenemos claro es que existen distintos grados de mentiras y que la naturaleza de muchas depende de la situación en la que nos encontremos. No pasa nada si cuando nos preguntan “cómo estamos” respondemos con un “estupendamente”. Aunque sea mentira y estemos pasando una mala época, comprendemos que es un simple formalismo sin mayor relevancia.

La falsedad adquiere su matiz más negativo, si con ella dañamos a quienes nos rodean. Hay quien hace uso de la mentira porque teme que la verdad cause demasiado dolor o que las consecuencias le afecten de un modo no deseado.
La mentira hace prisioneros y nos condena a mantener vidas vacías, falsas y carentes de autenticidad. A todos nosotros, sin duda, nos duelen esos comportamientos, esas actitudes de quienes dicen querernos pero nos ponen un velo en los ojos mientras nos repiten que todo está bien. Que no pasa nada…

Una mentira piadosa o una mentira que busca ofrecer consuelo, jamás será tolerable. Ninguno de nosotros tenemos derecho a actuar de un modo tan paternalista como para pensar que la otra persona no es “válida” o no es merecedora de conocer la verdad.

Lo que duele no son las mentiras o las falsedades pronunciadas con admirable entereza. Lo que hiere, lo que sangra en nuestra alma, son las verdades que se callan y las palabras que se guardan.

Dicen que la verdad duele, que la mentira mata y que la duda desespera. Todas son pulsiones, emociones humanas que hemos vivido en carne propia. Nadie es inmune a ellas.

No te preocupes si me haces llorar con la verdad, lo prefiero a que me destruyas con la mentira y que sigas disimulando como si no pasara nada, como si todo fuera bien.


La mentira y la falsedad tienen siempre fecha de vencimiento, pues necesitan de muchas circunstancias para sostenerse. Esto acaba convirtiéndose en una espiral de enormes dimensiones que el mentiroso no puede manejar.

La Fuerza Que Dan Los Años


“Para cambiar de verdad, hay que cambiar de conducta y no solo la actitud”, es uno de los principios que conforman “El método” (Grijalbo) de estos dos psicoanalistas norteamericanos. Phil Stutz es psiquiatra y Barry Michels es licenciado en derecho y master en sociología. Se conocieron en Los Ángeles, donde llevan años practicando su metodología, que aseguran, ha servido a muchas personas, donde incluyen al mundo del espectáculo hollywoodiense.

Entre ambos acumulan 60 años de experiencias terapéuticas y es justamente, ese carrete el que les han permitido discernir cinco problemas esenciales, que afirman, son los que impiden a la gente vivir como desea. “La felicidad y la satisfacción que obtengas en la vida dependerán de hasta qué punto logres liberarte de esos problemas”, dicen. Lo que entregan en este libro es una guía de herramientas que funcionan en la acción y cuando se unen a ciertas fuerzas superiores, las que explican, provienen del “mundo superior” o espiritual, y son la base para resolver los problemas, pero sin caer en dogmas asfixiantes. “El primer paso es aprender a tener miedo sin la imagen mental del temido acontecimiento futuro”. Y más que centrarse en un problema, la atención debe estar puesta en la solución. “Es tomar a los problemas no como obstáculos sino como oportunidades para entrar en aquel mundo de posibilidades sin explotar”, expresan.

De esta manera, proponen sacar partido a cada problemática que se enfrenta en la vida diaria, mediante sus técnicas que describen como poderosas pero simples y las que cualquier persona, que quiera ser protagonista activo de su vida, puede echar mano. La idea es salir del dogma asfixiante de la psiquiatría tradicional y aprender a manejar el dolor, los miedos, superar fracasos y volver a hacer aquellas cosas que nos benefician en vez de abandonarlas.

Combatir el miedo “La inversión del deseo” es la que encabeza las enseñanzas y va acompañada de la fuerza superior, “La progresión”. En esta, abordan los excesos de comodidad en que se cae por el temor al sufrimiento y por lo que la capacidad de movimiento e interacción se restringen. “Elige algo que odies: viajar, conocer gente nueva, las reuniones familiares….¿cómo organizas tu vida para poder evitarlo? Imagínate que esas pautas son un lugar donde te escondes: es tu Zona de comodidad. ¿Qué sensación te produce?”, cuestionan. Los analistas describen que tener este tipo de conductas coartan las posibilidades de experimentar y además, cierran las motivaciones y lo que es peor, dicen, “no podrás estar del todo vivo”. Para salir de estos cuadros proponen la progresión y el negarse a vivir una vida limitada, superando el dolor, rechazo, el fracaso y hasta momentos breves de vergüenza y ansiedad.

Esta conducta que ejemplifican de no evitar nada e ir en pos de aspiraciones más altas, afirman, estaría bajo el alero de una fuerza superior de progresión, que daría paso para ir superándose en cada momento de la vida. La herramienta, entonces, que presentan es en otras palabras, la “búsqueda del dolor” o desear el dolor. “Has escogido tu deseo normal de evitar el dolor y le has dado la vuelta: lo has convertido en deseo de enfrentarte a él”, enfatizan. No es masoquismo sino armarse de coraje para enfrentar los dolores que sean necesarios. “¿Qué más puede suceder? Y si ocurre algo peor, también pasará y lo que es mejor, te liberará y éste empequeñecerá.” Para recordar qué hacer, describen los siguientes pasos: “Venga”, “Me encanta el dolor”, “El dolor me libera” y cuando se adquiere la seguridad en su manejo se habrá dominado el miedo al dolor. Aparecerá, señalan, la fortaleza, la valentía, la fuerza interior. “El miedo casi siempre está ligado a la imagen de algo horrible que sucede en el futuro. ¡Cómo diga lo que pienso, me despedirán’. ‘Si monto mi propia empresa, lo perderé todo’… cuanto más se convierta esta imagen futura en una fijación más nos paralizará y no podremos actuar hasta tener a certeza de que sí se producirá; pero esa certeza es imposible”, advierten.

Aunque resulte difícil admitirlo, sentencian Phil Stutz y Barry Michels, toda nuestra cultura se basa en la mentira de que se puede estar seguro del futuro. El adquirir y practicar esta herramienta servirá para ampliar el círculo profesional y social, ejercer la autoridad, superar fobias, desarrollar capacidades para las que es necesaria una implicación disciplinada a largo plazo y abrir nuevas perspectivas sobre la dinámica familiar. Las otras cuatro claves “El amor activo” está pensado cuando una persona nos enfurece y uno no se la puede quitar de la cabeza, se repite mentalmente lo que te hizo y se pasan fantasías de la venganza, todo eso es lo que los autores llaman el “laberinto que deja tu vida en suspenso mientras el mundo sigue adelante sin ti”. A su juicio el origen de este comportamiento se debe a una idea infantil de que la gente “te trate justamente y te niegas a seguir viviendo hasta que se haya hecho justicia, y como esto último rara vez ocurre, no sales de la trampa”, anotan. La herramienta, por tanto, está pensada en abrir el corazón hasta tal punto que permita abrazar sutilmente a la otra persona y enviarle todo el amor posible sin guardarse nada. La fuerza superior que está detrás de esta herramienta es la “efusión, que es la fuerza que lo acepta todo como es”. A esta, le sigue la tercera herramienta: “La autoridad interior” y que está pensada para enfrentar situaciones en las que cueste la expresión y la relación con los demás, “para esos momentos en que te bloqueas y te quedas rígido, incapaz de expresarte con naturalidad y espontaneidad”, explican. La herramienta permitiría vencer la inseguridad y ser tú mismo. Para ella, la fuerza interior que usa es la “Expresión personal”. Esta, dicen, nos permite revelarnos de forma veraz y auténtica, sin que nos importe la aprobación ajena. “En los adultos, esta fuerza queda sepultada en la Sombra. Conectándote con esta última, la herramienta te permite resucitar la fuerza y hacer que fluya a través de ti. Trabajo personal “El flujo de la gratitud” es la cuarta técnica para salir de las preocupaciones, desprecio hacia uno mismo o cualquier otra forma de pensamiento negativo. “Si es ocurre es que se ha apoderado de ti la Nube Negra, que limita lo que puedes hacer con tu vida y priva a tus seres queridos de lo mejor de ti”. La herramienta propone enumerar en silencio las cosas concretas que puedes agradecer, sobre todo las que normalmente se dan por sentadas. Se pueden incluir las “malas” y hay que hacerlo despacio para sentir la gratitud y dejar de pensar. La fuerza superior que jala es la “Fuente”. “Hay en el universo una fuerza superior a la que no solo no somos indiferentes, sino que nos creó y sigue estrechamente vinculada a nuestro bienestar. La experiencia de su poder avasallador disuelve cualquier negatividad, pero sin la gratitud no podemos percibir la Fuente”, anotan. Como sello de oro y para usar en caso de emergencia está la quinta herramienta “El Riesgo”, pues se deberá usar cuando ninguna de las anteriores se ha tomado en serio. Es la alarma que hace poner freno a la tontera humana, por llamarlo de alguna forma. Se usa contra la ilusión de poder conseguir por magia la solución a todos los problemas. Es decir, sin esfuerzo, trabajo ni dedicación. La herramienta es en pocas palabras: “Te ves a ti mismo en tu lecho de muerte. Este yo más viejo, al que ya se le ha acabado el tiempo, te grita que no desperdicies el presente”. La fuerza superior que llama es la “Fuerza de Voluntad”, 

miércoles, 17 de enero de 2018

Compañerismo


Nos pasamos intentando definir el amor. Lo desmenuzamos según categorías o tipos para intentar entenderlo mejor. Dividimos lo indivisible. Leemos sobre la pareja, la amistad, los vínculos de familia. Nos preguntamos, ¿qué es el amor? ¿Qué es la amistad? Nos guía el anhelo de develar misterios para lograr mayor bienestar. Intuimos que en algún lugar de esas definiciones se encuentra la llave para sentirnos más felices. Sabemos que es ahí, en el encuentro con el otro, en la manera de vincularnos, donde podemos aprender a vivir una vida más plena.

Tal vez sea ese afán de definirlo lo que nos sigue limitando a la hora de expandirlo: nos mordemos la cola como los perros pretendiendo explicaciones teóricas y nos distraemos demasiado explorando definiciones sobre el amor. 

Después de todo, cada uno se ha forjado su propio diccionario a partir de los primeros vínculos. Aprendimos a "amar" -por llamarlo de algún modo- de acuerdo a aquellas primeras pautas y modelos de nuestra niñez. 

Cada uno, desde su historia y sus condicionamientos, podría armar su propio tratado del amor y de los vínculos y su manual de necesidades e instrucciones para "buscarlo" eternamente. Pero, como dijo alguna vez el psiquiatra chileno Claudio Naranjo: "Puede ser una trampa buscar el amor. Porque cuando uno más intensamente lo busca, más se distrae de la posibilidad de ejercerlo". Entonces: ni buscarlo, ni definirlo: practicarlo.

Para ejercerlo hay una palabra clave, cotidiana, que se da en todas nuestras relaciones y en la comunidad a la que pertenezcamos: familiares, laborales, deportivas, etc. La palabra es compañerismo. Al definir compañerismo no hay manera de caer en abstracciones. No hay forma de distraernos.

El término compañero tiene sus raíces en el latín, en la palabra "cumpanis" que significa compartir el pan. Lo mismo que la palabra compañía y acompañar. No hay comida más básica y universal que el pan. Desde el principio de los tiempos.

Llevado el compañerismo al amor de pareja, hasta en la pobreza la frase considera suficiente el "contigo pan y cebolla".


Cuando Ambicionamos


La ambición es una energía poderosa. Es querer, crecer, tener, expandir, explorar, avanzar, descubrir, conseguir.

 Intentar aplacar la ambición es querer luchar contra algo para lo que estamos programados como humanos que somos. No hay nada de malo en la ambición. ¿O crees que la Vida nos ha diseñado mal y piensas que debemos corregirlo?

 Como te decía, la ambición está vinculada con el conseguir y la misma palabra ya lo indica: con-seguir. Alcanzar cosas y continuar alcanzando cosas, hitos, etapas, fases.

 Nunca dejarás de querer más y mejor. Nunca.

 Es muy gratificante cuando alcanzas un objetivo. Es la realización misma. Una sensación con la que te sientes pleno, orgulloso de ti mismo, poderoso, capaz y valioso.

 Te invito a ser ambicioso sin censuras ni prejuicios. Sí, tú. Partiendo desde el punto donde estés. Da igual si estás en el más profundo de los agujeros y no sabes cómo saldrás de esta o si las cosas te vienen de cara y no osas pedirle más a la vida por temor a parecer desagradecido.

 La ambición es necesaria porque sin ella retrocedemos, aflojamos y nos conformamos con una vida gris.

 Es como las cuerdas de un violín. Debes tensarlas a diario para que el instrumento esté afinado y produzca la melodía correcta. Tu ambición es esa tensión, la misma que te permite avanzar y no tirar para atrás.


 Pero no nos damos permiso y escondemos nuestra ambición, algo tan absurdo como esconder el hambre, el sueño o la sed. La vemos como algo sucio debido a filosofías religiosas y espirituales que nos hacen creer que querer es la fuente de nuestra infelicidad y que debemos aplacar esas ansias y aceptar las cosas como son.

Cuando No Bastan Las Intenciones


En la vida las intenciones sobran, incluso muchos dichos y refranes versan sobre ellas, tenemos miles de intenciones en la vida, los deseos, los anhelos, lo que queremos se convierte en una firme intención tarde o temprano, incluso nos rodean las intenciones y los intereses de los demás, de manera que todo fluye en torno a meras intenciones, buenas y malas, puras o desafiantes, positivas u oscuras, sin la existencia de la voluntad, nunca dejarán de ser solo eso, intenciones.

Cuando establecemos una relación con alguien, cuando perdonamos, cuando decidimos dar oportunidades, no solo a los demás, sino también a nosotros mismos, lo hacemos desde una intención, que principalmente trata de que las cosas funcionen, de que la confianza, la transparencia, la verdad y el amor siempre sean nuestros principales pasos y que puedan permanecer el mayor tiempo posible, sin embargo, si nuestros deseos no van en consonancia con nuestras acciones o simplemente no forman parte de la voluntad de nuestra pareja, difícilmente lograremos llevar esta relación con mayor éxito.

En la vida, la voluntad es el motor conductor y propulsor de lo que queremos alcanzar, del lugar al cual queremos llegar, de nuestras acciones y decisiones y sin voluntad la intención no cuenta, pues dudosamente terminará dando algún fruto si no va precedida por acciones concretas, por deseos genuinos que se manifiesten en hechos.

Es curioso para muchas personas, que algunas relaciones resulten eternas, y no solo eternas, sino que además conserven esa chispa y esa llama que la encendió desde la primera vez y que de alguna manera sigue viva, solemos pensar que irremediablemente las relaciones cambian, para peor desafortunadamente, todo suele enfriarse y aquello que fue más nunca será, pues ocurre que las relaciones que tienden a esparcirse en el camino, son aquellas que pretenden mantenerse puramente de intenciones, son esas relaciones donde la voluntad quedó vencida, por la costumbre, por el cansancio o porque simplemente la emoción fue sorprendida por el desamor, entonces la intención emerge…como único camino de seguir adelante.

El pilar de las relaciones se llama voluntad, para amar, para confiar, para aprender, para vivir intensamente cada segundo al lado de esa persona que nos acompaña y que nos eligió así como nosotros la elegimos, voluntad para desear y ser mejores, voluntad para ser y hacer.

No todo en la vida es color rosa, las relaciones afrontan dificultades, penas, tempestades y situaciones que pueden desequilibrar las cosas en determinados momentos, pero cuando la voluntad en la pareja priva, nada puede ocurrir que no pueda superarse, ninguna herida puede hacerse tan profunda que no pueda ser sanada, la intención de levantarse como pareja, se transforma en acción, el amor es su columna y no hay puentes tambaleantes que cruzar, simplemente la voluntad y la claridad de saber hacia dónde nos dirigimos y con quien queremos estar.


No llenes tu vida de intenciones, sé voluntad, permite que la acción y la fortaleza de esa intención se manifieste, no vivas de intenciones que no tienen largos caminos recorridos, suelen ser tan repetitivas que tarde o temprano te darás cuenta de que para la intención la voluntad no existe, pues cuando la voluntad se hace presente la intención se convierte en una realidad viva y tangible.

El Exilio


Si hay un drama humano íntimamente ligado a la guerra y la muerte, es el exilio al que siempre se ve arrojado el exiliado en contra de su voluntad, nunca voluntariamente. 

Nadie abandona por simple espíritu de aventura, de conocimiento o de descubrimiento, su país o su familia o a sus más próximos allegados sino impelido por razones políticas o económicas bien concretas y forzado por una situación tan destructiva y traumática como una guerra civil y sus inmediatas consecuencias. 

La vida humana en una situación límite siempre es una fuente inagotable de conocimiento, que nos fuerza a plantearnos muchas preguntas y a tratar de responderlas. En este libro encontrarán una amplia gavilla de estudios académicos realizados desde diversos enfoques pluridisciplinares en los que esperamos que el lector encuentre, sino respuestas concretas y precisas a su curiosidad, intereses e inquietudes, sí al menos una sólida base de información y reflexión a partir de la cual poder seguir adentrándonos en el doloroso y ejemplarizante drama de los exilios en el mundo contemporáneo.

El cabeza de lista del PPC a las elecciones del 21-D, Xavier García Albiol, ha reivindicado que el presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, "haya provocado" que el expresident Carles Puigdemont y parte del Govern hayan tenido que exiliarse en Bruselas porque "le tienen miedo". Lo ha dicho este domingo en un mitin en Salou (Tarragonès) al lado de Rajoy.

Albiol también ha destacado que fue el líder del PP quien impulsó la aplicación del 155 en Catalunya, a pesar del recelo inicial de algunos partidos, y que eso ha significado "un bálsamo" para la sociedad catalana. Ha añadido que gracias a este artículo el Gobierno ha cerrado las embajadas catalanas y ha cesado al gobierno de Carles Puigdemont, ahora exiliado en Bélgica.

Albiol ha asegurado, en este sentido, que Rajoy "representa la democracia" y Puigdemont el fanatismo: "Por eso somos mejores que ellos", ha añadido. Ha advertido también que "aquí el que no respeta el Estado de Derecho tiene que pagar las consecuencias" y ha recordado que los que "ahora se muestran tan chulos diciendo que no respetarán los resultados electorales" son los mismos que hace no mucho tiempo "no reconocían la legalidad española".

Albiol se ha mostrado convencido de que en las elecciones catalanas del 21 de diciembre el bloque constitucionalista derrotará al independentismo en las urnas. Y ha subrayado que los líderes independentistas "están en la prisión y se pasarán allí una temporadita".

Estas elecciones, ha añadido, tienen que servir para poner "punto final" a una de las etapas "más grises" de la historia de Catalunya. "Por primera vez en cuarenta años tenemos la oportunidad de bajar la persiana del separatismo", ha incidido.

Al acto de hoy han asistido también varios cargos y dirigentes del partido de toda España, como la ministra Dolors Montserrat; la presidenta del PP de Madrid, Cristina Cifuentes; el de Andalucía, Juanma Moreno; la de Navarra, Ana Beltrán, o el de Extremadura, José Antonio Morago.

martes, 16 de enero de 2018

Sin Imposturas


Hay que vivir sin imposturas
Vivir de modo que con el tiempo
Nos lleguemos a ganar el amor del espacio,
y oigamos la voz del futuro.

Hay que dejar blancos
En el destino y no en el papel
y en los márgenes anotar
Pasajes y capítulos de la vida entera.

Debemos sumirnos en el anónimo
Y ocultar en él nuestros pasos
Tal como se oculta el paisaje
Tras una niebla espesa.

Otros siguiendo tus huellas, frescas
Recorrerán tu camino palmo a palmo,
Pero tú mismo no debes distinguir
La derrota de la victoria
No debes renunciar ni a una brizna de ti mismo.

Tú debes estar vivo.
Solamente vivir
Hasta el final.

BORIS PASTERNAK (Versión de Gabriel Barra)

Lo Que La Memoria Retiene

«Querer el olvido es un problema antropológico: desde siempre, el hombre sintió el deseo de reescribir su propia biografía, de cambiar el pasado, borrar sus huellas, las suyas y las de los demás. [...] La lucha contra el poder es la lucha de la memoria contra el olvido»
Milan Kundera

La memoria sensorial recoge distintos registros sensoriales: lo que escuchamos, vemos, sentimos, olemos o saboreamos se guarda en registros diferentes.
Nuestras neuronas tardan entre medio segundo y dos segundos en decidir qué hacer con las señales recibidas.
Lo que nos resulta irrelevante o aburrido se elimina inmediatamente; lo que nos resulta interesante, emocionante o nuevo pasa automáticamente a la memoria operativa.Por tanto, depende de cómo sea un evento, una charla, una presentación, una clase, un trabajo, una relación… podemos imaginar si estamos optimizando el aprendizaje y el recuerdo o no.Afirman investigadores de la Universidad de Birmingham en un artículo publicado en la revista Nature Neuroscience.Según el estudio, dirigido por Maria Wimber, el recuerdo es un camino de doble sentido.
Estudios anteriores habían mostrado que recordar algo de forma repetida estabiliza por un lado el contenido de la memoria. Pero también había indicios de que recordar alguna cosa puede provocar el olvido de otra.
Los expertos creen que el responsable de esto es un mecanismo de inhibición que reprime los recuerdos que provocan interrupciones cuando alguien quiere recordar algo concreto. Poco a poco esa represión provoca que se borre ese recuerdo.
La memoria de cada uno es algo muy personal y a la par que subjetiva ¿nunca te has preguntado por qué los recuerdos sobre un mismo hecho varían según la persona que los recuerde? ¿Cómo es posible que, si partimos de un sólo acontecimiento como referencia, se pueda interpretar de tan distinta forma entre unas personas y otras? Lo cierto es que vamos cambiando inconscientemente la percepción de lo ocurrido de tal forma que cada vez que recordamos algo que nos ha causado un fuerte impacto emocional recreamos lo ocurrido y lo reescribimos en la memoria según el estado de ánimo.
Por esta razón, alteramos la realidad de forma involuntaria cuando pasa a formar parte de nuestros recuerdos.

 

Protagonismo

El protagonista es el personaje principal de la historia, quien sostiene la trama y, generalmente, es el centro de atención de la misma. Están mejor caracterizados que el resto de personajes y se da a conocer una mayor cantidad de información sobre él respecto al resto del elenco. El protagonista participa en los eventos más relevantes de la historia y por regla general son sus actos los que hacen que la trama avance.

En una historia puede haber varios protagonistas, en cuyo caso todos son igual de relevantes y todos desencadenan acontecimientos fundamentales en la trama. A menudo, cuando en la historia participan personajes secundarios con mucha frecuencia (como los inseparables amigos del protagonista) es muy común confundir a estos con protagonistas. Es importante que el escritor tenga clara la diferencia entre llevar en su historia a tres protagonistas o a un protagonista y a sus dos amigos. De lo contrario el lector puede terminar confundiéndose y ser incapaz de seguir adecuadamente el argumento central.

Uno de los mayores fallos que puede cometer un escritor es convertir a su protagonista en el ombligo del universo en el que vive. Es un error muy común y generalmente ocasionado por la falta de planificación o por un exceso de aprecio hacia ese personaje. Un paso siempre previo a la labor de crear los personajes de tu historia es crear el mundo donde vivirán. Recuerda que NO es el mundo el que se adapta a los personajes, sino que son los personajes quienes se adaptan al mundo. Ten esto muy presente antes de empezar a crear personajes. Aunque tu idea inicial haya sido en torno al héroe y aparentemente no importe el mundo en el que viva, y lo único relevante sea lo que le ocurre o lo que hace, aún así debes empezar por el mundo.

Un personaje no puede definirse si no tiene un entorno que lo defina. No puedes decir que tu personaje es un ferviente creyente y temeroso de Dios, si ni siquiera sabes si existe la religión en tu mundo. Tampoco puedes adjudicarle una profesión, sin antes haberte parado a pensar si lo vas a ubicar en un mundo donde existe esa profesión y no es incompatible con otros aspectos del mundo. Si no lo planificas como es debido, tu historia terminará generando múltiples incongruencias y sinsentidos. Y lo peor de todo es que el lector lo notará. Se percatará de que tu personaje es el ombligo del cosmos y que el universo ha sido creado a partir de él. Créeme, se nota, y mucho.

Ningún personaje realista tiene un mundo hecho a su medida. El mundo real es un lugar donde nadie puede elegir dónde ni cómo nacer. La vida está llena de obstáculos impuestos por la propia existencia que muy a menudo nos superan. Un personaje que se precie debe toparse y enfrentarse a este tipo de obstáculos en algún momento de su vida. Por ello debe vivir en un mundo donde haya encontrado dificultades, aunque sean simples trivialidades cotidianas.

Un personaje no puede definirse si no tiene un entorno que lo defina. No puedes decir que tu personaje es un ferviente creyente y temeroso de Dios, si ni siquiera sabes si existe la religión en tu mundo. Tampoco puedes adjudicarle una profesión, sin antes haberte parado a pensar si lo vas a ubicar en un mundo donde existe esa profesión y no es incompatible con otros aspectos del mundo. Si no lo planificas como es debido, tu historia terminará generando múltiples incongruencias y sinsentidos. Y lo peor de todo es que el lector lo notará. Se percatará de que tu personaje es el ombligo del cosmos y que el universo ha sido creado a partir de él. Créeme, se nota, y mucho.

Ningún personaje realista tiene un mundo hecho a su medida. El mundo real es un lugar donde nadie puede elegir dónde ni cómo nacer. La vida está llena de obstáculos impuestos por la propia existencia que muy a menudo nos superan. Un personaje que se precie debe toparse y enfrentarse a este tipo de obstáculos en algún momento de su vida. Por ello debe vivir en un mundo donde haya encontrado dificultades, aunque sean simples trivialidades cotidianas.


 

lunes, 15 de enero de 2018

Diversidad: Integrar Las Diferencias


Las personas monocrónicas son las que se manejan con un tiempo lineal, realizando una tarea detrás de otra. Por el contrario, para las policrónicas, el tiempo es circular y tratan de hacer muchas cosas a la vez; pueden empezar algo y pensar en alguna otra más. 

Esto provoca que estos dos perfiles puedan terminar en conflicto entre ellos. Sin embargo, cada uno puede ser bueno para tareas diferentes, en función de si requieren un mayor grado de detalle y concentración o un mayor dinamismo, de modo que las organizaciones necesitan ambos, por lo que lo más importante es saber integrarlos.

De la misma manera, existen personas muy optimistas y otras que son más realistas. De nuevo, lo mejor para una organización es contar con ambos, con el entusiasmo de unos, pero también con el realismo de los otros, porque de otra forma se estaría continuamente abocado a la locura.

Igualmente, existen también culturas muy colectivas en las que a la gente le gusta trabajar en equipo y compartirlo todo, mientras que otras que tienden a ser más individualistas
.
La clave está en integrar las diferencias, haciendo que cada uno se sienta aceptado y valorado en el equipo. Este es el activo crucial, porque la diversidad presenta un doble filo: puede ser muy buena si se gestiona de forma adecuada porque proporciona innovación, flexibilidad y variedad de opiniones, pero, si no está equilibrada, habrá caos y falta de motivación. Por tanto, ser diferente no es bueno o malo en sí mismo. Vivimos en un mundo de diversidad, pero podemos extraer valor de las diferencias, tomar las de cada uno, juntarlas y conseguir un contexto más flexible.

Todos pertenecemos a muchas identidades: de origen, de crecimiento y de aspiración.

Las identidades de origen son básicamente nuestro legado: el sexo, la cultura, la lengua… Es lo que nos hace conectar con el pasado. No dependen de nosotros; nacemos con ellas. A estas les vamos añadiendo otras durante la vida; es lo que llamamos identidades de crecimiento, entre las que se encuentran nuestros amigos de secundaria o nuestros intereses, pero también nuestros estudios, elecciones vitales, etc. Mientras que las identidades de origen representan nuestro pasado, las de crecimiento representan nuestro presente, lo que compartimos con los demás, nuestro apego emocional.

Finalmente, tenemos las identidades de aspiración, en las que realmente queremos depositar y potenciar nuestras diferencias. Nuestras identidades de origen nos permiten estar conectados al pasado, ser parte del grupo. Las de crecimiento nos ayudarán a tener amigos, a relacionarnos con los otros. Y las de aspiración nos ayudarán a encontrar a la gente con la que nos gustaría desarrollarnos y a la que querríamos aproximarnos.

Las estrategias de las empresas deben centrarse en el origen, permitiendo a las personas eliminar las barreras para que puedan integrarse plenamente en la organización, para a continuación crear el contexto para que desarrollen su comunidad de aspiración. Para ello hay diferentes estrategias, tanto en el inicio, que es tarea más del departamento de diversidad, como en las comunidades de aspiración, más ligadas al departamento de innovación.

Diversidad es una palabra muy de actualidad, pero no es la primera vez, ya que ha habido al menos tres ciclos en los últimos quince años en los que se ha puesto de moda. Esto es positivo en cierto sentido, ya que se trata en los debates y en los periódicos, pero su evolución es siempre en espiral. En cada círculo, entendemos un poco más sobre ella y, sobre todo, que la comunicación debe ser real. En caso contrario, puede conducir a un conflicto.

Vivimos en un mundo colaborativo, en el que se ha implantado lo que ya conocemos como “economía colaborativa” y en el que fórmulas como el crowdfunding o la creación de forma conjunta están a la orden del día.

Después de más de cien años de individualismo, la sociedad está preparada para otro cambio de comunidad y las organizaciones no son una excepción a ello, así que tendrán que crear también un tipo de mecanismos colaborativos para que las personas puedan crear de forma conjunta.

Para mantener la aspiración hay que proponer un proyecto en el que trabajen las personas y, al acabarlo, formar parte de otro. El primero que llevó esto a cabo fue Google, cuyos empleados pasan el 60 % de su tiempo en una posición fija, el 30 % en una posición que pueden elegir y el 10 % libres para crear.

Por tanto, de lo que se trata es de tener un proyecto común y de qué puede aportar cada uno a ese proyecto. Para ello se necesita que las personas se sientan libres en la organización, porque, como Hannah Arendt dijo, “Solo entre iguales puedes ser diferente”.


Lo Que Pueda Pasar Nos Puede Pasar


Uno de los grandes errores del ser humano es creer que a él nunca le tocará pasar por alguno de los grandes males por los que pasan los demás. De ahí que le cueste aceptar serenamente, que, el día menos pensado, le puedan diagnosticar, por ejemplo: un cáncer. Creerse infalible es vivir alejado de la realidad. 

Lo importante es, “no bajar la guardia” y procurar, si llega el caso, que sus seres queridos vivan la inesperada y nunca grata situación, con la mayor naturalidad posible: sin traumas innecesarios.

Lamentablemente, todo hijo de vecino, está expuesto a los más diversos infortunios; a tener que soportar las más duras pruebas y, perder la serenidad, es un flaco favor que se hace uno a si mismo.

Hay muchas ineludibles realidades que los seres humanos, tal vez por no ser gratas, pretendemos ignorar, por ejemplo: creer que nunca envejeceremos, dejando para mañana tantas y tantas cosas que hubiésemos podido hacer hoy. 

Cuando reparamos en que “no tenemos tiempo, para perder el tiempo”, casi siempre es tarde. Es entonces cuando nos entran las prisas; cuando queremos recuperar, atolondradamente, el tiempo perdido; cuando valoramos las “pequeñas cosas” a las que nunca dimos importancia, pasando olímpicamente de ellas. ¡Craso error!

Las personas de mi generación, o sea, a las que nos conviene olvidarnos del calendario, hemos vivido situaciones sociales que nunca habíamos sospechado vivir, ni siquiera en un mal sueño. Ello ha sido fruto de la evolución de los tiempos. 
A unos, más que a otros, nos ha costado encajarlo; pero, lo inteligente es aceptarlo, con total naturalidad y positivamente.


Aceptar La Opinión Del Otro

La mayoría de nosotros creemos que podemos cambiar lo que los demás piensan; de otro modo, no pasaríamos tanto tiempo en la vida dándole vueltas a “qué opinan los demás de nosotros” y tratando de mejorar su juicio sobre nuestra persona. Eleanor Roosevelt dijo: “Nadie puede hacer que te sientas inferior si tú no lo permites”. Esta afirmación pone el foco de atención hacia nosotros mismos y no en los demás; por ello, quizá el único pensamiento que precisa ser cambiado es la creencia de que “los demás deberían pensar diferente”.


Querer tener razón es la enfermedad crónica de la humanidad, seguramente una de las causas que han enfrentado más a las personas, las naciones y las religiones organizadas del planeta. La posesión de las personas por sus propias ideas es siempre una causa de sufrimiento. El problema, al consistir las creencias en “posesiones mentales” no visibles, ha sido buscar la solución a nuestras diferencias tratando de cambiar a los demás antes que examinar la causa real de los conflictos (la necesidad de tener razón).

En demasiadas ocasiones comprobamos cómo querer imponer nuestras razones y opiniones a los demás nos cuesta caro. Tal vez logremos desautorizar las ideas de alguien, pero al final acabamos con una razón más y un amigo menos. ¿Vale la pena? Seguramente no. El resultado es que querer estar siempre en posesión de la verdad consume una gran cantidad de energía y tiempo que nos impide disfrutar de los demás y de la paz mental de saber que en el fondo todos tenemos nuestra propia lógica.



Ampliando Horizontes


Hojeando papeles viejos encontré una charla que ofrecí hace 25 años sobre cómo enfrentar los nuevos valores de la sociedad cambiante en que vivimos.

Mi argumento básico era que no se trataba de apegarse a valores que ya han sido sustituidos por conceptos diferentes, sino de darle un sentido diferente, más abarcador, a los nuevos valores. Decía que asistimos a una época en que la técnica, que nació al servicio del hombre, se ha convertido en ideología y ha puesto al hombre a su servicio. En consecuencia, el profesional en esa sociedad se representa en un técnico frío, un homo eficiencis, que conoce mucho de las reglas y poco de la gente.

Sin embargo, todas las historias de éxito que se escuchan se basan en tratar bien a la gente.

Creo que la principal regla para la transformación de los valores modernos es ampliar su horizonte humano. Que los jóvenes no se queden en la ingeniería, la administración, la computación o las estadísticas, sino que le añadan el componente humanístico y moral, pues aunque para sobrevivir como profesionales tienen que aplicar y conocer la filosofía de la eficiencia, para vivir una vida plena tienen que disponer de una batería ética alcalina que les recargue el corazón.

El hombre o mujer exitoso del futuro tendrá que serlo dentro de los valores de esa sociedad, pero ser reconocido por su forma de vida. Ojalá todos fuésemos individualistas en el cumplimiento del deber y de nuestras responsabilidades. Si alguien quiere influir en la sociedad del futuro tendrá que ser eficiente y exitoso, pero también ser moralmente valioso
.
La pobreza material y espiritual no inspira a nadie. La generosidad y la vida con moderación, sí.

Ojalá estas reflexiones le sirvan a alguien.