Nos pasamos intentando definir el amor. Lo desmenuzamos
según categorías o tipos para intentar entenderlo mejor. Dividimos lo
indivisible. Leemos sobre la pareja, la amistad, los vínculos de familia. Nos
preguntamos, ¿qué es el amor? ¿Qué es la amistad? Nos guía el anhelo de develar
misterios para lograr mayor bienestar. Intuimos que en algún lugar de esas
definiciones se encuentra la llave para sentirnos más felices. Sabemos que es
ahí, en el encuentro con el otro, en la manera de vincularnos, donde podemos aprender
a vivir una vida más plena.
Tal vez sea ese afán de definirlo lo que nos sigue
limitando a la hora de expandirlo: nos mordemos la cola como los perros
pretendiendo explicaciones teóricas y nos distraemos demasiado explorando
definiciones sobre el amor.
Después de todo, cada uno se ha forjado su propio
diccionario a partir de los primeros vínculos. Aprendimos a "amar"
-por llamarlo de algún modo- de acuerdo a aquellas primeras pautas y modelos de
nuestra niñez.
Cada uno, desde su historia y sus condicionamientos, podría
armar su propio tratado del amor y de los vínculos y su manual de necesidades e
instrucciones para "buscarlo" eternamente. Pero, como dijo alguna vez
el psiquiatra chileno Claudio Naranjo: "Puede ser una trampa buscar el
amor. Porque cuando uno más intensamente lo busca, más se distrae de la
posibilidad de ejercerlo". Entonces: ni buscarlo, ni definirlo:
practicarlo.
Para ejercerlo hay una palabra clave, cotidiana, que se
da en todas nuestras relaciones y en la comunidad a la que pertenezcamos:
familiares, laborales, deportivas, etc. La palabra es compañerismo. Al definir
compañerismo no hay manera de caer en abstracciones. No hay forma de
distraernos.
El término compañero tiene sus raíces en el latín, en la
palabra "cumpanis" que significa compartir el pan. Lo mismo que la
palabra compañía y acompañar. No hay comida más básica y universal que el pan.
Desde el principio de los tiempos.
Llevado el compañerismo al amor de pareja,
hasta en la pobreza la frase considera suficiente el "contigo pan y
cebolla".
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