martes, 9 de enero de 2018
Solidaridad
Podemos definir a la solidaridad como el acto mediante el cual una persona realiza acciones en beneficio de otro sin recibir nada a cambio. La solidaridad es, realmente, la base de la sociedad humana si se tiene en cuenta que cuidándonos unos a otros es que podemos sobrevivir. Sin embargo, en los días actuales la solidaridad suele pasar desapercibida o no ocupar tanto espacio en nuestras vidas debido a todas las ocupaciones y temas a resolver que solemos tener.
Esto hace que el fenómeno de la solidaridad sea muy particular: hay situaciones o circunstancias en las que los habitantes de una comunidad se activan y ponen en juego la solidaridad más elemental (por ejemplo, cuando se organizan para ayudar a los damnificados por una catástrofe climática) pero también hay situaciones en las que el individualismo prima y cuesta ver al otro que sufre, solo, en la calle, sin amparo de nadie.
Muchas veces se sostiene que la solidaridad es un buen modo de paliar situaciones dolorosas en las que el Estado demostró su ausencia o no actuó correctamente. Así, la organización popular frente al abandono de los gobiernos muchas veces termina siendo muy efectivo. Sin embargo, debemos marcar que esto no es suficiente ya que es responsabilidad de los Estados y de quienes administran los recursos actuar correctamente para evitar catástrofes o situaciones de abandono pero también para contrarrestarlas cuando las mismas se dan.
Es común ver gente en la calle, libradas a la suerte de la falta de protección y si bien muchas personas pueden organizarse para ayudar, esto es un deber del Estado que cualquier ciudadano debería poder reclamar y exigir que se cumpla.
Como ciudadanos es también responsabilidad nuestra exigir que tales obligaciones se cumplan no sólo para nosotros sino cuando vemos a alguien desamparado. Es a partir de la idea de solidaridad con el otro que surgen las ONGs, organizaciones no gubernamentales que buscan solidaria y desinteresadamente solucionar problemas allí donde el Estado no está presente.
La importancia de la solidaridad tiene que ver entonces directamente con el desarrollo social. En este sentido, es importante aclarar que por solidaridad entendemos cualquier acto desinteresado que pueda significar un beneficio para un tercero y que en el fondo también supone algún nivel de satisfacción para aquel que lo lleva acabo.
Hay muchas maneras de ser solidario y si bien algunas personas participan de manera constante y mucho más activamente (como por ejemplo alguien que organiza un comedor para niños, lo cual requiere una presencia permanente), uno también es solidario cuando realiza una acción particular que puede no tener continuidad en el tiempo (como por ejemplo cuando se colabora en alguna colecta social). Lo importante es tener en cuenta que todos los aportes que uno pueda hacer servirán para mejorar la calidad de vida de aquellos que no tienen todo y que entonces, la solidaridad puede fácilmente convertirse en un medio para dar solución o ayuda a quienes más lo necesitan y también para que nos sintamos parte de un todo que es la sociedad, una sociedad que debe ser vivible para todos sus miembros y habitantes.
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