Ante cualquier actividad, posesión, incluso en las
relaciones de pareja, cuando algo
se siente como seguro, se produce pérdida de interés.
La chispa que causa interés, es saber que algo no es seguro,
que es una suerte tenerlo, pero hay que cuidarlo para mantenerlo.
Si sabemos que nada es seguro, valoraremos mucho más las cosas y
relaciones.
Un jugador de fútbol excelente. Siempre lo sacan al campo de
juego y es titular desde hace años.
Su entrenador lo halaga y
lo admira tanto que sabe que contarán siempre con él. Esa seguridad
de saber que tiene su plaza garantizada puede hacer que pierda un poco el
interés y euforia de jugar a un deporte que siempre le ha apasionado.
En cambio un jugador que no siempre es titular, tiene
siempre la duda de si saldrá al campo de juego o no. Cuando lo saquen, disfrutará
mucho más del partido, porque valora esos momentos que sabe que no van a ser
siempre concedidos.
Igual en un trabajo. Una persona que sea fija desde hace
años y que los jefes estén muy contentos. Verá muy seguro su puesto y por ello
la motivación será mucho menor que la de una persona que no tiene tanta estabilidad, porque cada día será un reto y se
sentirá afortunada de tener trabajo.
Las personas ricas que no tengan que esforzarse en ganar
dinero para darse caprichos, tendrán menos ilusión cuando se compren algo que
les guste, que otra persona que tenga que estar ahorrando un tiempo para darse
su gran capricho.
Al obtener esa posesión después de tanto esfuerzo, hará que la
disfrute mucho más que alguien que obtiene lo que quiere sin esfuerzo.
La costumbre y la seguridad de saber que puede comprarse los
caprichos que le apetezcan, hará que el interés y la ilusión sean mucho menores
que el de la persona que se tenga que esforzar para poder comprarse cosas.
Se puede demostrar amor, pero de una manera equilibrada,
haciendo ver que somos independientes y aunque deseamos y escogemos estar al
lado de nuestra pareja, no dependemos tanto de ella.
Las parejas que continuamente demuestran su amor, llaman a
todas horas, regalan a menudo, se vuelcan en exceso y no tienen vida propia, se
hacen dependientes del otro y no saben que hacer de su vida sin el otro…. éstas
personas, con esas actitudes, contribuyen a que se pierda el total interés por
ellas.
Nada tan fácil produce interés. Hay que valorarse,
tener vida propia a parte de la pareja, demostrar que hemos escogido compartir
nuestra vida con el otro, pero no somos dependientes.
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