La Historia humana ha registrado demasiados casos de choques
entre Civilizaciones,
Religiones, Estados, Naciones o Regiones… Por otro lado, no hay más que echar
un vistazo al pasado para observar que no siempre ha tenido porque ser así. Los
contactos entre las diferentes civilizaciones a
menudo en el pasado resultaron ser puntos de referencia en el progreso humano.
Grecia aprendió de Egipto; Roma, de Grecia; los Árabes del Imperio Romano; la
Europa medieval de los Árabes y la Europa del renacimiento de los Bizantinos…
Los contactos entre las Civilizaciones son muy importantes
para el progreso de la civilización humana; hoy en día la cultura europea,
por citar un ejemplo, ha absorbido muchos elementos de otras culturas, entre
ellos algunas como la Arábiga. Todo esto nos invita a pensar que los
choques entre civilizaciones siempre fueron temporales, mientras que las
absorciones en materia cultural y de CONVIVENCIA perduraron
más en el tiempo…
Ahora, la humanidad está al borde de un importante punto
de inflexión histórico, y cada nación o país debería reflexionar seriamente
sobre su propia cultura en una perspectiva histórica. Este tipo de reflexiones
es, sin duda, muy necesario para el futuro de la sociedad humana. La tradición
de la cultura es una realidad de facto para cada nación o estado –
especialmente para las naciones y los estados con una larga historia y las
funciones cruciales en la sociedad humana contemporánea, puesto que ya se ha
“infiltrado” en los corazones de miles de personas, convirtiéndose en el apoyo
espiritual de cada Nación o Estado.
Aquello de -Volvamos a nuestra
“tradición”-, lo convierte en un punto de partida, y hemos de buscar en él
nuestro poder y nuestros soportes. Esto nos servirá para impulsar el progreso
de nuestra cultura contemporánea, con el fin de resolver los problemas
acuciantes en la sociedad humana.
No es fácil conseguir que las diferentes culturas vivan en
armonía y CONVIVENCIA plena, y conseguir que los estados y las
naciones en las diferentes tradiciones culturales convivan en paz.
Confucio nos dijo en una ocasión: “El virtuoso es aquel que coexiste en
armonía sin estar de acuerdo con el prójimo…” Las diferencias en las
creencias religiosas, valores y formas de pensar conducen a conflictos entre
las naciones y estados, y los conflictos conducen a las guerras. Sin embargo, ¿los
conflictos son inevitables?¿No podríamos vivir sin estos choques de diferencias
culturales? Tenemos que encontrar recursos para la coexistencia con
nuestros semejantes.
Debemos reflexionar en serio y hacer una elección
definitiva. Sería una bendición para el ser humano si es capaz de optar por la CONVIVENCIA en
armonía, dejando a un lado los elementos culturales de cada uno, que no se
deben perder, puesto que esta diversidad es lo que engrandece a este, nuestro
planeta. Debemos hacer buen uso de este tesoro, de buscar la CONVIVENCIA y
la PAZ entre semejantes, a fin de que la armonía reine en el mundo; ¿podremos
conseguirlo? , espero que sí, así como espero que no me tilden de
catastrofista al decir que si no somos capaces de conseguirlo, será el fin de
nuestra civilización… así que ya sabemos “a ponerse las pilas toca”, y seguro
que lo haremos…
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