Las creencias, los
objetos, las necesidades y las personas se transforman, vienen y van. Todo
evoluciona. No habría posibilidad de evolución si retuviéramos lo que se tiene
que ir. Estaríamos impidiendo que llegue lo nuevo.
No nos damos cuenta
de la influencia que tenemos en la vida de los otros. Somos y damos
posibilidades. El ser humano no es más que la posibilidad de ser lo que quiere.
De eso se trata todo, de tener la posibilidad de elegir como reaccionar, y con
eso dar posibilidades de elección.
Muchas veces nos
empeñamos en acumular virtudes. Muchas veces construimos nuestra vida alrededor
de valores y virtudes que pensamos que nos hacen mejores, y no hacen otra cosa
que estancarnos donde estamos. Amar implica
trasformación. Si el amor no se transforma, no nos transforma, no es más que
hábito, acostumbramiento o cualquier otra cosa que no es amor. El amor
actualmente esta muy supeditado al valor del significado de la palabra, pero no
al hecho de sentirlo.
Decir Te amo,
parece que sólo es utilizable ante algo majestuoso, cuando el amor es todo. El
amor es el mismo para todos. Cuando se quiere, se quiere. No se quiere ni más
ni menos. Si se puede querer de diferentes maneras, pero el amor no es
cuantificable.
El hecho de estar
en contacto con otro ser humano es la libertad misma, sino quedaríamos presos
de nosotros mismos. En el otro podemos ver nuestra realidad, si somos capaces
de verla. El otro es el mejor espejo de uno mismo. El otro es nuestro límite.
Las creencias, los
objetos, las necesidades y las personas se transforman, vienen y van. Todo
evoluciona. No habría posibilidad de evolución si retuviéramos lo que se tiene
que ir. Estaríamos impidiendo que llegue lo nuevo.
La imperfección
admite cambios, nos permite aspirar a ser alguien mejor, nos da la capacidad de
elegir lo que queremos ser. Y el único centro posible es tomar conciencia de lo
real.
Amar implica
trasformación. Si el amor no se transforma, no nos transforma, no es más que
hábito, acostumbramiento o cualquier otra cosa que no es amor. El amor
actualmente esta muy supeditado al valor del significado de la palabra, pero no
al hecho de sentirlo.
¿Por eso será que
somos tan críticos de los demás? ¿Por qué vemos en ellos nuestras propias
miserias? El perfeccionismo es lo que nos lleva a sentirnos descontentos con
nosotros mismos y a hacer sentir mal a los demás. No busquemos lo perfecto,
sino lo real. Y la realidad es que somos seres indigentes, finitos e
ignorantes.
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