jueves, 1 de febrero de 2018

No Se Te Ocurra Ser Normal


No se te ocurra ser normal… Aunque te desesperes. En los tiempos que corren, tienes que apostar por ti mismo y por cada una de tus rarezas y manías. Debes destacar por lo que sueñas y mostrarte cómo eres. De lo contrario, la masa podría engullirte si no enseñas tu talento ni haces nada para diferenciarte del resto. Si no tienes una meta que te haga zarandearte por dentro vas a quedar dormido para siempre…

Debes hacer justo todo lo contrario de lo que has hecho siempre, de lo que durante toda tu vida te han sugerido que hicieras… Pasar desapercibido para que no se rían de ti, ni te señalen con el dedo. No les has caso. Eso ya no tiene sentido, ni para ti ni para esta sociedad que consume cada día ideas nuevas y frescas. Asusta un poco, por si no gustas o por si no aciertas, pero aún aterra más no brillar nunca,  ser tragado por la mediocridad y arrastrarse en una vida plastificada donde tú no eres el protagonista. Y más que no brillar o no destacar, lo que realmente da miedo es no vivir como realmente eres, no ser tú.

La “normalidad” es ahora la mejor forma de quedarte al final de la fila y no llegar nunca. De quedarte sin premio y ver pasar los trenes sin subirte en ninguno. De quedarte con hambre de vida y ver que no le importa a nadie, tal vez ni siquiera a ti lo suficiente, porque si de verdad te importa, pides y arriesgas.

No puedes ir por el mundo sin saber quién eres ni pensar qué das a conocer. No puedes seguir sin encontrar la coherencia entre lo que eres y lo que dices que eres, sin que se note lo que te motiva y te hace grande… Eres grande, lo has sido siempre, incluso cuando te has escondido porque no te gustabas y has suplicado al cielo cambiar de cara o de cuerpo… Eras grande incluso cuando te sentías diminuto y algunos te decían que no eras nada… Eres grande porque te planteas como vivir tu vida sin sentirte atado… Porque tienes mucho por mostrar y a veces no sabes por dónde empezar… Da igual cómo, empieza ahora, aunque sea a ciegas y sin atino. 

Empieza en este momento aunque sólo con pensarlo quieras salir corriendo…

Empieza ahora y haz que este sea el último día de tu vida en el que te dejas llevar por el miedo.


Empedernidos



Los humanos somos unos creyentes empedernidos, particularmente aprendimos a creer en aquellas anécdotas que se fueron construyendo desde nuestra niñez, y aun sin que nunca se confirmaran, cada creencia – ya de adultos-, fue convirtiéndose en verdades absolutas. Y lo cierto es que aun desconociendo los efectos de esas “supuestas verdades”, aquellas creencias, -de toda naturaleza- terminaron en ser los pequeños monstruos que llevamos dentro, y tal vez, en lo que hoy llaman, traumas psicológicos y bloqueos mentales.

Tenemos miedo, si aceptamos la teoría de que Dios castiga, si aceptamos que las relaciones de parejas, pertenecen como derecho de cada ser humano, a elegir sus preferencias; miedo igual, si cada quien práctica sus creencias religiosas, políticas y culturales y continuamos teniendo miedo, hasta si aceptamos que en esa tonta e inicua mesita de votaciones cada votante, con papel en mano, puede elegir a los candidatos o candidatas en las elecciones políticas de su país; sin que nadie intervenga en sus decisiones para –en efecto- elegir  en forma secreta.

Así que siempre existe el miedo a algo que sigue siendo innombrable, a eso que nos impulsa a decidir probablemente lo que no queremos hacer o decir, pero que lo terminamos haciendo simplemente por temor  a que se descubran nuestras propias e íntimas convicciones.

A través de la historia se han construido muchas falacias para insertar el temor entre los humanos. Crear dominios y agrandar esos miedos, sin que nos atrevamos a romper  las máscaras de la mentira.

Recuerdo escuchar desde mi infancia la expresión “en casa de ciegos el tuerto es rey”,  Pero la pregunta es: ¿algún ciego se propuso usar el resto de sus habilidades físicas y mentales para destruir las mentiras del tuerto? Después de años repitiendo esto, seguimos con la misma lección, sin todavía aprender la respuesta.

Y justamente, pasando revista a mis reflexiones anteriores, encuentro que la libertad viene de quienes se dedican a profundizar. En palabras más simples, me refiero a que se sienten libres de expresar sus opiniones, sin importar las consecuencias, quienes se han dedicado a aprender de los grandes pensadores de la historia de la humanidad, de aquellos que nos dejaron como legado sus pensamientos, para que a través de ellos, y de un ejercicio de vida sana, pongamos en práctica aquellas verdades liberadoras que contribuyan a romper con los dogmas alienantes.

Y de ser así, sin importar cuán adelantado estemos en términos tecnológicos en el siglo XXI, la mejor recomendación que podemos hacer, es la de leer, investigar, escudriñar, revisar y volver a leer, hasta encontrar las respuestas que tanto buscamos; hasta encontrar el sentido de la vida, el equilibrio terrenal, nuestra paz mental y la alineación con el universo.

John Scott, en un artículo de su autoría titulado “El cambio, la nueva normalidad” (El País, 20.1.2016) justamente afirma, que es ya común, que cada día todas las cosas cambian.


Y de verdad quiero sentirme al otro lado del miedo e invitarlos a ustedes, mis lectores, a saltar la cuerda y asumir el reto de la liberación, -cuestionándolo todo- como intento hacerlo yo cada día de mi vida, hasta descubrir mis propias convicciones.

Los Límites Mentales



Es increíble la cantidad de límites que los seres humanos tenemos en nuestra mente y, en la mayoría de las veces, son límites impuestos por nosotros mismos.
Los límites son barreras, demarcaciones, líneas, muros, paredes, obstáculos insalvables que nos restringen y que, aunque no son reales, tienen un poder incalculable en la mente de los seres humanos que les impiden actuar con fluidez en muchos aspectos de su vida.

¿De dónde salen?, ¿quién los define?, ¿por qué se dan dichos límites? Estos tienen muchas causas pero tienen que ver con los pensamientos y las percepciones que cada persona tiene de sí misma y de sus capacidades, más que de las circunstancias externas o el entorno que lo rodea, porque los pensamientos son los que nos definen.

La mente ejerce un enorme poder sobre nosotros porque es la que nos define como personas diciéndonos lo que somos, aunque a veces lo que nos dice no sea verdad. ¿Por qué? Porque ella nos puede estar mintiendo haciéndonos creer que somos algo que en realidad no somos. Sin embargo, esa percepción es la que nuestra mente ha aprendido y es la que nos enseña sin importar si es verdad o no, porque ella también puede haber sido engañada.

En otras palabras, la mente puede ser condicionada a ciertos conceptos, ideas y comportamientos limitantes aprendidos a través de nuestra vida y de nuestras malas experiencias que nos marcan de una manera desfavorable, haciéndonos creer que somos incapaces para alcanzar ciertas tareas o destrezas.

Una vez que estos conceptos limitantes se aprenden son reforzados por nuestra mente hasta convertirse en una verdad irrefutable que nos define y que nos dice a diario “tú no puedes” o “eso es imposible” o “no lo vas a lograr”, haciendo que en verdad sea imposible para nosotros alcanzar lo que queremos. Sin embargo, como son aprendidos pueden ser también cambiados y reemplazados por conceptos positivos.

Aunque no es tarea fácil, estas percepciones o conceptos negativos pueden cambiarse si lo hacemos con mucha consistencia, determinación y perseverancia porque se trata de cambiar malos hábitos por buenos. Recuerde que no es lo mismo escribir sobre un plano vacío, a tener que borrar algo y reescribir sobre él.
Sin embargo, es posible superar esos límites que entorpecen nuestro crecimiento, reforzando la confianza en nosotros mismos y permitiendo desarrollar firmemente ese grande y maravilloso potencial con el que hemos sido creados todos. 

A continuación, un texto de Gary Ryan Blair, escritor, motivador y conferencista establecido en la Florida quien nos enseña a ir más allá de nuestras limitaciones:
¡Piensa en grande!

“Conseguimos lo que creemos que tenemos la habilidad de conseguir. Levanta la barra, aumenta la apuesta, estírate, ve por más, ¡cava más profundo!
Nos traicionamos volando demasiado a ras del suelo, no nos permitimos atrevernos a nuevas alturas. Enfócate en tus posibilidades, no en tus limitaciones. Atreverse a nuevas alturas significa empujar hasta superar tus límites mentales. Explora tu mente en busca de virus y deshazte de ellos.
Si cambias tu manera de pensar, puedes multiplicar tu rendimiento. Permite a tus deseos guiarte, más que a tus miedos. En lugar de discutir sobre tus limitaciones, encuentra las formas de apoyar tu verdadero potencial. Declárale la guerra a tus límites actuales. No te permitas limitarte en forma alguna.
¡Date el permiso de soñar, de arriesgarte, de decir SI en lugar de no! ¡Tú puedes hacer más, mucho más! ¡Di sí!"

El miedo es un mal consejero
El miedo es un sentimiento aprendido, que incapacita, entorpece y aniquila, y, aunque podamos comprender todo esto, tiene tanto poder que puede llegar a absorbernos de tal manera, que nos impide actuar libremente, nos amarra, nos ata, condicionando nuestra mente y haciéndonos creer que somos incapaces, limitándonos y convirtiéndonos realmente en incapaces, casi sin darnos cuenta, hasta atraparnos irremediablemente.

Es por eso que, como dice el autor, es mejor guiar nuestros pensamientos por nuestros deseos y nuestra fe, más que por nuestros miedos que son muy malos consejeros y engañan nuestra mente. Se trata simplemente de reprogramar nuestra mente y condicionarla positivamente.

Los límites mentales pueden superarse cambiando todos esos pensamientos negativos que ocupan nuestra mente y que limitan nuestras posibilidades, por pensamientos positivos que nos lleven a niveles más altos, más poderosos, que puedan mover nuestra voluntad y nuestros actos hasta conseguir lo que queremos, y eso lo logramos mediante constantes declaraciones positivas, que tendremos que repetir a diario hasta convertirlas en hábitos nuevos y productivos para nuestra vida.


La Mediocridad Atrapa


Es una realidad difícil de aceptar pero no por eso menos cierta: la mayoría de las personas nunca serán verdaderamente exitosas.

El magnetismo de la mediocridad es demasiado fuerte. Como dijo David Schwartz, “Todo lo que te rodea está tratando de empujarte hacia el conformismo”.

Y la mayoría no logra escapar a esa fuerza, pues está enfocada en “ganarle al de al lado”, usualmente a través de la manipulación o el engaño. Como resultado, quedan luchando permanentemente por las sobras de ese 99% que les rodea.
Esto no tiene por qué ser así.

Una vida construida sobre tus sueños más grandes – La independencia financiera en un 100%, ser tu propio jefe, viajar alrededor del mundo con tu familia, lo que sea… está a tu alcance, si sabes dónde comenzar.

Pero la mayoría de las personas nunca abandonarán la seguridad de mantenerse dentro del rebaño.
La mayoría de las personas no están dispuestas a fracasar.

“Solo podemos ser realmente exitosos en las cosas en las que estamos dispuestos a fracasar” – Mark Manson

La mayoría de las personas odian al fracaso. Le huyen.
En sus propios ojos, si no tienen habilidades ‘innatas’ para algo, asumen que son ellos los que no sirven para eso. 

Dado que su autoestima está atada a su desempeño, cualquier fracaso es prueba de que no son lo suficientemente buenos.

Pero ésta es exactamente la razón por la cual permanecen en la mediocridad. Si no están dispuestos a fracasar, no son capaces de aprender de sus errores. Si nunca aprenden, nunca crecerán ni se desarrollarán en algo más.

¿Quieres una fórmula para el éxito? en realidad es bastante simple; duplica tu tasa de fracasos. Puedes pensar que el fracaso es el enemigo del éxito, pero no es así. El fracaso puede desalentarte o puedes aprender de él, así que ve y fracasa. 

Fracasa tanto como puedas; recuerda que allí es donde encontrarás el éxito. – Thomas J. Watson

 Si no estás dispuesto a fracasar, tienes la garantía de que nunca saldrás del promedio.

Si quieres volverte una versión extraordinaria de ti mismo, debes estar dispuesto a fracasar… y mucho.

El fracaso te da humildad. Desarrolla tu carácter. Te ayuda a reírte de tus errores y no tomarte las cosas tan en serio. Como una planta que mueven de las sombras y hacia la luz del sol, tu crecimiento se multiplicará diez veces.

Catalunya: El Fiel De La Balanza


Más allá de los efectos electorales, la independencia de Cataluña podría propiciar también el desarrollo de procesos independentistas de diversa índole en otros territorios, que quizás pudieran llevar a una reforma constitucional que pudiera acomodarlos adecuadamente en la estructura del Estado. Pero, precisamente por ello, no cabría descartar que surgiera una pulsión centralista (o más centralista que la actual) para conjurar ese peligro, según el análisis, muy habitual, de que el independentismo catalán deriva de la excesiva “generosidad” y afán descentralizador de la Constitución de 1978. Un afán recentralizador que tomase el testigo de los anteriores intentos, a lo largo del siglo XIX y XX, para homogeneizar las instituciones y la sociedad española en torno a un proyecto de planta fundamentalmente castellana (sobre este tema es muy recomendable el libro Mater dolorosa, de José Álvarez Junco).

Este es un proyecto que se comenzó a desarrollar tras la Guerra de la Independencia de 1808-1814, a imagen y semejanza del modelo francés, y que si fracasó se debió, fundamentalmente, a dos factores: a la debilidad y/o falta de legitimidad del Estado para implantar totalmente este proyecto, por una parte; y, por otra, a la coexistencia de proyectos alternativos, liderados generalmente desde la periferia, que a menudo acababan colisionando con el centralismo de “Madrid” (como está sucediendo ahora).

Nunca ha sido fácil combinar estas pulsiones identitarias y estructurales tan divergentes, porque el peso del Estado nunca ha sido suficiente para imponer del todo su modelo, ni el de los movimientos nacionalistas para forzar la ruptura.

Como mucho, los nacionalismos periféricos aspiraban a obtener un modelo que coyunturalmente pudiera satisfacerles, como el autonómico, pero que genera disfunciones de otro tipo (la principal, que convivan dos regímenes en uno: el común y el foral).

En resumen: lo único que es seguro es que nada lo es, salvo que, se independice finalmente Cataluña o permanezca en España, es poco previsible que el marco de convivencia establecido en la Constitución de 1978 se mantenga. O bien porque haya que acometer una reforma constitucional para tratar de minimizar la insatisfacción de muchos catalanes (una cuestión ante la que ni siquiera el PP se cierra en banda), o bien porque la reforma se haga inevitable tras la eventual secesión catalana. En un sentido u otro: recentralizador o federalista.

Pensamiento Ilustrado


Se analizan algunas de las principales ideas de perspectiva humanista en el pensamiento ilustrado latinoamericano en relación con la democracia y los derechos humanos. Se plantean argumentos de validación filosófica de los aportes de estas abstracciones como elementos de fragua del pensamiento independentista, articulados con propuestas más precisas de realización de la democracia, los derechos humanos y la justicia social.

Este trabajo da continuidad a otros, en los cuales se han valorado, primero, algunas de las concepciones y prácticas de la democracia y de los derechos humanos en los pueblos originarios de América, y segundo, las expresiones de humanismo práctico en la filosofía política de la escolástica iberoamericana durante el conflicto antropológico, ético y jurídico que se produjo durante el proceso de conquista y colonización de América.

Entre sus objetivos se encuentra contribuir al análisis de los principales rasgos característicos de la perspectiva humanista de la filosofía política latinoamericana, en particular en relación con la democracia y los derechos humanos; en este caso, de las ideas de algunos representantes del pensamiento ilustrado en nuestra América, y enfatizar en su articulación con el pensamiento universal, así como sus posibles aportes teóricos. Se fundamenta el trabajo en el examen de fuentes primarias que revelan sus ideas al respecto, así como en estudios sobre el tema realizados por filósofos, juristas, historiadores, antropólogos, politólogos, etc., especialmente del ámbito latinoamericano, aunque también se toman en consideración algunos pensadores de otros contextos mundiales.
Se aspira a fundamentar filosóficamente el cuestionamiento del presunto absoluto protagonismo de la cultura europea, en cuanto a la aparición y desarrollo de concepciones y prácticas democráticas, así como de los derechos humanos, al valorar la significación de algunas de sus manifestaciones en lo que se denominaría posteriormente América Latina.
Este análisis pretende, también, aportar elementos de validación filosófica a la justipreciación de los aportes del pensamiento ilustrado latinoamericano como elemento de fragua del pensamiento independentista, articulados a propuestas más precisas de realización de la democracia, los derechos humanos y la justicia social.
Se trata de analizar filosóficamente algunos de los principales argumentos del debate sobre las transformaciones que exigía el desarrollo sociopolítico de América Latina durante aquel proceso de fermentación emancipadora, a partir de la hipótesis de que tanto en la historia económica, política, social, jurídica y cultural, como en su pensamiento filosófico y político se ha evidenciado en esta región un significativo progreso en relación con el desarrollo de la democracia y los derechos humanos.
El eurocentrismo ha conducido erróneamente a pensar que sólo los pueblos de Europa —incluso no de toda ella, sino sólo de la porción mediterránea y occidental— han sido capaces de desarrollar una praxis política y jurídica, lo mismo que una teoría filosófica, política y jurídica referida a estos temas cruciales. Sin embargo, la historia ha demostrado que algunas de las consideraciones revalorizadas sobre el papel del Estado, en su correlación con los derechos humanos y la democracia no proceden, exclusivamente, de la región nucleica de la cultura occidental, pues también los pueblos latinoamericanos se han incorporado a ella con notables contribuciones.
No cabe la menor duda de que la modernidad fue el factor catalizador básico en la conformación de los derechos humanos y la democracia con el desarrollo de los estados nacionales, en los cuales los gobiernos debían estar regidos por normas éticas y jurídicas bien definidas y reglamentadas. Latinoamérica participó de manera activa en la construcción de la modernidad, aun cuando su cosecha en muchos planos fuese malograda.

Fue el pensamiento de la Ilustración en todas las latitudes el que mayor atención le dedicaría a la conceptualización del Estado, los derechos humanos y la democracia. Y en la actualidad, cuando ese pensamiento ha cristalizado mucho mejor en múltiples ideologías y filosofías, se ha hecho urgente y necesario replantearse las más usuales definiciones sobre los derechos humanos y la democracia, así como las características y funciones que deben cumplir hoy en día los estados y gobiernos. Para lograrlo resulta imprescindible tomar en cuenta las reflexiones al respecto de los pensadores ilustrados de todo el orbe, entre los que se encuentran, por supuesto, los del ámbito latinoamericano.

La Ilustración fue un periodo en el que se concretaron ideologías, algunas de las cuales ya habían tenido sus primeras expresiones al final del Medioevo y en el nacimiento de la Modernidad. En esta época se presentaron innumerables conflictos entre las clases dominantes, que se vieron obligadas a evolucionar en sus concepciones y métodos. Por una parte, la nueva nobleza, que sin la exigida estirpe aristocrática, deseaba adquirir sus títulos sólo con el dinero, y la nobleza tradicional, que a regañadientes no tenía otra alternativa que aburguesarse. 

Como expresión de tales contradicciones de clase emergen el conservadurismo y el liberalismo pero, fundamentalmente, entre los siglos xvii y xviii alcanzarían una mayor identidad y definición propiciadas por la obligada decantación producida por las revoluciones burguesas en Inglaterra y Francia, y también con los procesos de independencia, primero de las colonias inglesas en Norteamérica, y luego, de las hispano-lusitanas.

Otras corrientes ideológicas, como el socialismo y el anarquismo, apenas iniciaban su gestación y no lograrían la mayor consolidación hasta el siglo xix; pero también en ellas participarían pensadores y procesos sociopolíticos latinoamericanos.

No cabe duda de que en el proceso universal de configuración de las ideologías modernas, Latinoamérica constituyó también, al igual que otras regiones del orbe, un creativo y aportador laboratorio de concepciones y prácticas confluyentes hacia la elaboración de nuevas formas de humanismo práctico.

Debe asimismo tomarse en consideración que las ideas ilustradas modernas no partieron de cero, sino que se nutrieron de valiosos elementos humanistas contenidos en el pensamiento escolástico, tanto europeo como latinoamericano.

En particular, del mismo modo que muchas de las ideas sociales, políticas y, en particular, económicas de Tomás de Aquino fueron aprovechadas por los escolásticos españoles en correspondencia con las nuevas circunstancias y época, de manera similar ocurrió con muchos de sus seguidores en Latinoamérica.

Los debates iniciados durante el proceso de la conquista de América sobre la condición humana de sus pueblos originarios, se mantuvieron latentes y afloraron en pleno periodo de la Ilustración, cuando aún se expresaban con fuerza posturas ideológicas de criollos fieles a la Monarquía española y a la Iglesia, e incluso en algunos casos se acentuarían posteriormente con el despliegue del positivismo y el evolucionismo durante el siglo xix.

Tales discusiones no se circunscribieron al análisis de la cuestión en el ámbito americano, pues también se referían al africano y al asiático, pues las potencias coloniales necesitaban justificar ideológicamente sus diversas formas de dominación. Los debates antropológicos permearían el pensamiento ilustrado en todo el orbe, y la cuestión de la diferencia entre los animales y los hombres afloraría con frecuencia. Así, ilustrados latinoamericanos, como es el caso de los jesuitas mexicanos Benito Díaz de Gamarra, Francisco Javier Clavijero y Francisco Javier Alegre, participaron activamente en dichos debates defendiendo la superioridad de la condición humana.

Una característica del pensamiento ilustrado latinoamericano consistió en que se manifiesta, al inicio, entre sacerdotes que cultivaban la filosofía. No a través de filósofos laicos como predominó en Europa. Fueron sacerdotes en estas tierras los que propugnaron ideas sensualistas y experimentalistas, sostuvieron tesis de profundo contenido humanista e incluso pusieron en duda determinadas prerrogativas de la Iglesia, al proponer avanzadas reformas sociales.



Las Emociones “Fuertes”

Nuestra Historia
Las Emociones “Fuertes”
LOS 50.000 espectadores que abarrotaban el antiguo circo romano estaban ansiosos de que se iniciara la función, pues durante días se había anunciado por doquier como ‘una emocionante experiencia que no debían perderse’.

Aunque las pantomimas, las comedias y la actuación de payasos o magos seguían atrayendo multitudes a los teatros, los juegos circenses eran muy diferentes. Ofrecían escenas tan impactantes que los asistentes olvidaban enseguida la dureza de los asientos y sus preocupaciones cotidianas.

Primero aparecían los cantores, seguidos del sacerdote, con sus vestiduras distintivas. Después, los portadores de incienso encabezaban una procesión en la que se llevaba a los dioses en alto para que los viera toda la concurrencia, dando a entender que auspiciaban los juegos.

Luego venían los grandes números. En primer lugar, quizá se soltaban en la arena avestruces y jirafas, animales que la mayoría de los presentes nunca había visto. Entonces, para el disfrute de un público sediento de emociones fuertes, un gran número de hábiles arqueros acorralaban y daban caza a las indefensas bestias hasta acabar con ellas.

A continuación, la enardecida muchedumbre quizás presenciara un combate a muerte entre dos enormes elefantes cuyos colmillos se habían reforzado con largas y afiladas puntas de hierro. Cuando uno de estos colosos, herido de muerte, se desplomaba sobre la arena ensangrentada, se producía un estruendoso aplauso. Después de este aperitivo, el público aguardaba expectante a que, tan solo unos minutos después, se sirviera el plato fuerte del día.

La concurrencia se ponía de pie al producirse la entrada de los gladiadores, anunciada con un gran despliegue musical. Algunos iban armados con dagas o con espadas, escudos y cascos de metal, mientras que otros apenas llevaban armas ni ropa. Peleaban cuerpo a cuerpo, y el combate a menudo continuaba hasta que moría uno de los dos, o ambos, de acuerdo con las aclamaciones de los espectadores. Según fuentes históricas, en una ocasión se mataron 5.000 animales en cien días, y en otra murieron 10.000 gladiadores. Aun así, las masas pedían a gritos más acción.

Los delincuentes y prisioneros de guerra satisfacían la constante demanda del circo. Sin embargo, como indica cierta obra, “no debemos confundirlos con el grupo de hábiles gladiadores que luchaban armados, ganaban mucho dinero y no estaban obligados a pelear”. En algunos lugares, los gladiadores aprendían a combatir cuerpo a cuerpo en escuelas especiales. La descarga de adrenalina no tardaba en volverlos adictos a las emociones fuertes que les proporcionaba aquel deporte, de modo que sucumbían a esta atracción fatal y luchaban vez tras vez. “Se consideraba buen gladiador a quien había participado en 50 combates antes de retirarse”, concluye la citada fuente.

A fin de sentir emociones fuertes, muchos corren grandes peligros con prácticas como escalar rascacielos sin equipo de seguridad, deslizarse en una tabla por montañas nevadas de 6.000 metros, saltar al vacío con un cordón elástico desde elevados puentes y torres, lanzarse en paracaídas atado a la espalda de otro saltador o escalar precipicios cubiertos de hielo con solo un par de picos de alpinista. “Cuento con perder tres o cuatro amigos al año”, se lamentó una escaladora en hielo. Y estas no son más que algunas de las actividades arriesgadas de mayor popularidad. “El atractivo de los deportes de riesgo —declaró un escritor— reside en la posibilidad de que ocurra un desastre.”

Y la lista no acaba aquí. El número y los tipos de deportes de riesgo que se están popularizando por todo el mundo solo se hallan limitados por la imaginación de quienes los inventan. Un psicólogo prevé que dichas actividades, que sitúan por un momento a sus practicantes entre la vida y la muerte, “serán la mayor atracción deportiva del siglo XXI tanto para el público como para los participantes”.

Científicos y psicólogos admiten que no es natural practicar deportes tan peligrosos. Muchos participantes sufren lesiones que casi acaban con su vida y, en cuanto se recuperan, tras una larga hospitalización o rehabilitación, siguen desafiando a la muerte. Este comportamiento indica que algo no anda muy bien en su cabeza, aunque con frecuencia se trate de personas muy inteligentes.


Los expertos no saben a ciencia cierta qué empuja a estos aficionados a jugarse la vida. Algunos creen que el problema está en el cerebro. “No podemos detenerlos —dicen—; solo intentamos evitar que no corran riesgos mortales, o como mínimo, que no pongan en peligro a los demás.”

Expectativas


Las expectativas no nos permiten vivir en libertad, aceptando el curso de las cosas, ya que creemos que por el hecho de desear algo en concreto, ya sea aprobación, perfección o comodidad, tiene obligatoriamente que ocurrir. Pero la realidad es que lo que tenga que suceder, va a suceder, estemos o no de acuerdo.

Las personas en muchas ocasiones pretendemos tomar el rol fantasioso de divinidad. Pensamos erróneamente con “deberías”, hacia nosotros mismos, los demás y la vida en general. Nos decimos cosas como “mi jefe debería tratarme bien y no gritarme”, “las cosas me deben salir bien siempre y con poco esfuerzo” o “yo debo hacer mi trabajo bien porque si no significa que soy un gusano”.  ¿Qué nos hemos creído?, ¿un juez?, ¿un Dios?, ¿quién puede decir lo que debería o no debería ser?

Cuando vivimos esperando que la vida funcione como queremos, que las cosas salgan como nos gusta o que los demás nos traten como creemos merecernos estamos siendo, en realidad, esclavos de lo que esperamos.

Vivir con expectativas nos convierte en personas débiles a nivel emocional, ya que esperamos que las cosas sucedan tal y como deseamos y no siempre va a ser así. De hecho, en un porcentaje considerable de veces, la vida va a tomar un giro distinto del que esperábamos y no queda otra que aceptarlo con el mayor sosiego posible.

Si no nos entrenamos bien para soltar las expectativas y abrazar lo que viene, corremos el riesgo de sufrir considerablemente, de deprimirnos o llenarnos de ansiedad. Cada cual elige qué es lo que prefiere pues cada uno es dueño de su propio estado emocional.

La clave se encuentra en aprender la diferencia entre lo que es controlable y lo que no. Yo no puedo controlar el pensamiento ni la actitud de los demás, tampoco las circunstancias del mundo y de la vida. Sin embargo si puedo controlar la forma de relacionarme con esto, la forma de pensar sobre ello y de hacerle frente.

Cuando tratamos de controlar lo incontrolable, evidentemente, nos frustramos porque nunca va a ocurrir lo que queremos. Nuestro margen de actuación se reduce a que podemos hacer las cosas de la mejor manera que sabemos o actuar como mejor sepamos, pero eso no quiere decir que se nos vaya a recompensar, ni que todo vaya a ir conforme a nuestras expectativas y deseos. Vamos a quitarnos esta idea absurda de la mente y comencemos a aceptar la realidad.

Piensa, por ejemplo, en que un día alguien te dice: “El cielo debería ser de color verde manzana, porque sí, porque a mí me gusta ese color y espero que algún día sea así” ¿Qué pensarías? Seguramente que esta persona no está muy bien de la cabeza, que tiene un deseo absurdo, que nunca se va a realizar por la sencilla razón de que es imposible y porque por mucho que a mí me guste algo, no significa que obligatoriamente tenga que ocurrir.

Si todo fuese siempre color de rosa y como queremos, esto de vivir tendría poca gracia. No hay alegría sin tristeza, satisfacción sin decepción, éxito sin fracaso… Para sentir el cosquilleo que nos produce el alcance de una expectativa, tenemos que conocer la frustración y tolerarla.


¡Empieza hoy a soltar! Anota en un papel todas tus expectativas, hacia ti mismo, los demás y el mundo y ve modificándolas. Te gustaría que se cumplieran, pero no es obligatorio y pase lo que pase lo aceptarás y soportarás. 

Practica un diálogo interno más maduro y fuerte, y saldrás ganando.

La Amistad


De la amistad se ha escrito mucho y seguramente se seguirá escribiendo, pero nunca será suficiente para entender la importancia de tener amigos.

Ser amigo es casi tan importante como respirar; es el mayor signo de nuestra capacidad de darse, de ayudarse mutuamente. ¿Hasta qué punto un padre, un esposo o esposa podrá suplantar a un amigo fiel?

En la amistad no caben la traición de Judas, la mentira, la hipocresía. Sólo existen la verdad, la conducta digna, los gestos desinteresados y generosos.

El amigo nos acompaña en el trabajo arduo y en el difícil camino de la vida. La amistad es la prueba contundente de quien soy, porque solamente por los amigos me reconozco y me encuentro en lo cotidiano y en la gratitud hospedada en mi alma que recibe sorpresivamente este maravilloso sentimiento.

Hugo W Arostegui



La Odisea Del Saber


El loco eremita empachado de sabiduría -como la abeja que había reunido demasiada miel- sentía que estaba a punto de llegar al lugar en el que las emociones humanas resultaban insignificantes.

Hablaba todos los idiomas, conocía todos los protocolos, dominaba todos los códigos, aniquilaba todas las criptografías, inventaba lenguas de signos con cada gesto, soñaba señales de humo transparente que describían todas las epopeyas humanas y escribía poesías científicas con soplidos en el dorso de las ballenas azules que nadaban en las peceras de su conocimiento. 

Estaba obsesionado con descifrar el mensaje definitivo, aquel que no necesitaría de otro para ser explicado. Esperaba la última sinapsis de la última idea de la última letra del dictado de la naturaleza, la manus suprema de la inteligibilidad, el puente al más allá, el eslabón perdido del entendimiento, el no ser que hacía que todo fuera. 

Quería romperse contra el acantilado en el que la materia salta a la espiritualidad, pedirle el carné de transformación a la fuerza, hurgar en el ropero en el que deja su masa el electrón cuando se traviste de fotón, dar el golpe de gracia a su nanoignorancia. 

No era posible tanto saber ni cabía tanto deseo en su humana condición, así que un día su mente colapsó y de instante en el universo a eterna nada pasó. 

Ahora -feliz de no ser- charla de cosas sencillas con los corpúsculos de luz, se sienta al borde del cosmos para ver los atardeceres del espacio-tiempo, dibuja auroras boreales con los deseos humanos y apaga su atemporal melancolía de estar vivo jugando a cristalizarse en célula de retina para recrearse con las maravillas del mundo sensible que por su finitud otrora tanto le atormentó. 


miércoles, 31 de enero de 2018

La Mano Amiga


El mundo moderno se ha ideado mil formas de combatir los efectos nocivos del estrés, ese mal de la civilización que cada día parece cobrar más víctimas. Ahora resulta que la mejor arma para hacerle frente es contar con el afecto de la familia o de los allegados. Una mano amiga, dicen los especialistas, no sólo brinda apoyo emocional a la hora de los problemas sino que puede aumentar la resistencia de una persona para luchar contra las enfermedades y prolongar su vida.

Desde hace varios años había intrigado a los científicos el hecho estadístico de que los pacientes hospitalizados que contaban con el apoyo de la familia y los amigos vivían más tiempo que los solitarios. Diversos estudios han mostrado, por ejemplo, que las víctimas de ataques cardíacos que tienen soporte emocional, sobreviven mucho más tiempo que aquellos que no cuentan con este apoyo. Ese poder preventivo del afecto sobre el organismo, ha llevado en los últimos tiempos a los investigadores a indagar el porqué.

Uno de ellos es la psicóloga Janice Kielcolt, quien hace poco publicó los resultados de una investigación que demuestra que las peleas maritales pueden afectar no sólo la relación de pareja sino la salud de los cónyuges. Del mismo modo, sostiene la psicóloga, una buena relación se convierte en una ventaja biológica que fortalece el sistema inmunológico y protege contra las enfermedades cardíacas.

En una investigación realizada entre estudiantes de medicina, Kielcolt encontró que aquellos estudiantes que eran más amigables soportaban mejor las tensiones de los exámenes y visitaban con menos frecuencia el consultorio médico. "Claro que no es el número de amigos lo que parece ofrecer un alivio contra el estrés, sino la calidad de esas relaciones", afirma la investigadora. "Pero además, es la relación con las personas que usted ve día a día la que parece ser crucial para su salud". Y no todas las relaciones tienen igual significado. "Si usted tiene una pareja romántica con la cual se entiende y vive en armonía, eso lo beneficia más que si pelea con su pareja"

Aunque parezcan inocuos, los cambios en las relaciones interpersonales pueden afectar los niveles de la presión arterial", señala Steve Smith, director de la investigación. El estudio también monitoreó la presión arterial de un grupo de personas durante las actividades diarias normales y encontró que los niveles eran más altos cuando ellas estaban entre extraños, menos altos cuando estaban solas y mucho más bajos cuando estaban en familia.

Mientras estos cambios leves y transitorios están entre el rango normal de las fluctuaciones, los investigadores creen que los cambios sustanciales pueden llegar a causar daño cardiovascular. "La interacción negativa tiene un efecto a corto plazo en el sistema cardiovascular, y si es repetido regularmente durante varios años puede conducir a una enfermedad cardíaca", dice el doctor Smith. De la misma manera, advierte, si las relaciones interpersonales son una fuente de paz y sosiego, pueden ejercer un efecto protector en el corazón.

La evidencia es contundente. Un estudio realizado entre 200 ancianos, hombres y mujeres, quienes habían sufrido ataques cardíacos, comprobó que aquellos pacientes que tenían dos o más personas, fuentes de soporte emocional, 
presentaban dos veces más probabilidades de sobrevivir que aquellos que no contaban con ningún tipo de apoyo o de afecto. 

Lisa Berkman, la epidemióloga que dirigió el estudio, señala que entre los pacientes que contaban con dos o más personas, fuentes de afecto, 17 por ciento murió durante el primer año mientras que en el grupo de aquellos que no tenían un apoyo emocional el índice de muertes fue del 58 por ciento.

Según los investigadores, la gente de pocos amigos o sin familia tiene una tasa de muerte de dos a cuatro veces mayor que aquellos de su misma edad que cuentan con el afecto de sus allegados. Esto ha sido demostrado en media docena de estudios estadísticos que involucran a cerca de 20 mil hombres y mujeres.


"Para obtener esta clase de protección, la gente tiene que percibir que realmente cuenta con sus amigos o su familia. A la hora de solucionar los problemas o enfrentar una crisis puede ser suficiente tener a alguien con quien hablar o simplemente que lo haga sentir mejor acerca de sus propias capacidades para manejar una situación difícil", dice Berkman. 

Y lo cierto es que los datos de mortalidad dejan muy claro que la gente que recibe afecto tiene más larga expectativa de vida. 

martes, 30 de enero de 2018

Arrogancia Y Terquedad



Generalmente, una persona difícil quiere ser siempre la que manda, logre que las cosas se hagan a su manera, diga la última palabra o demuestre que es la que tiene la razón.
La mayor parte de las veces, aunque no lo exprese ni lo acepte, es egocéntrica e insegura.

Cuando tratas con personas difíciles, necesitas saber con quién tratas (qué motiva el comportamiento de la persona), que quieres lograr y para que lo quieres lograr, cuanto vas a arriesgar de la relación y si vale la pena el desgaste tuyo y de la relación.

Las personas pueden ser difíciles:
Sin darse cuenta de que lo son, ya sea porque:
No pueden manejar adecuadamente sus emociones negativas (estrés, frustración, enojo, etc.), y se desquitan con los demás.

Están tan inmersos en sí mismos, que no perciben las necesidades y la forma de pensar de los demás, dando por hecho que todos piensan o deberían de pensar como ellos y necesitan lo que ellos quieren.

Tienen algunas características que influyen en su conducta, como arrogancia, terquedad, hostilidad, demasiada susceptibilidad, etc. siempre están convencidas de que tienen la razón, aun cuando están equivocadas,

Están manejados por algunas creencias equivocadas, que rigen su vida.
Creencias como:
"En la vida sólo hay vencedores y vencidos", por lo que ellos no pueden ceder y convertirse en vencidos, o
"Ceder es mostrarse débil y la gente se aprovecha de las personas débiles". 
Porque de esa manera consiguen lo que quieren.


Alternativas ll

Muchas veces nos encontramos en un punto de nuestra vida en donde todo pareciera oscuro, en donde no encuentras una salida para lograr tus metas, en donde tu cuerpo trabaja a toda marcha pero tu alma piensa que las cosas que estás haciendo no son las adecuadas para tu vida.

Es en ese momento en donde debes parar y analizar varios aspectos de tu vida, revisar tus alternativas.

Las alternativas son una serie de soluciones que se nos presentan en nuestro camino para poder cumplir con un objetivo (ya sea tener un trabajo estable,
comprar la casa de los sueños, tener el viaje que nunca hemos tenido, preparar mis cosas para vivir solo(a), entre otras situaciones), y muchas veces nos centramos en que sólo hay una cosa para cumplir esas metas. Pues la realidad es otra, el Universo es tan sabio que te ofrece tantos caminos como sean posibles para que esas cosas que deseas se puedan convertir en una realidad. 

Siempre existirán muchas formas de lograr un resultado o de llegar a un lugar específico. Para eso, debes abrir tu mente a las alternativas y entenderás que no necesariamente porque algo sale diferente a como lo esperabas, quiere decir que haya salido mal.

Muchas veces nos encontramos en un punto de nuestra vida en donde todo pareciera oscuro, en donde no encuentras una salida para lograr tus metas, en donde tu cuerpo trabaja a toda marcha pero tu alma piensa que las cosas que estás haciendo no son las adecuadas para tu vida. Es en ese momento en donde debes parar y analizar varios aspectos de tu vida, revisar tus alternativas
.
Las alternativas son una serie de soluciones que se nos presentan en nuestro camino para poder cumplir con un objetivo (ya sea tener un trabajo estable, comprar la casa de los sueños, tener el viaje que nunca hemos tenido, preparar mis cosas para vivir solo(a), entre otras situaciones), y muchas veces nos centramos en que sólo hay una cosa para cumplir esas metas. Pues la realidad es otra, el Universo es tan sabio que te ofrece tantos caminos como sean posibles para que esas cosas que deseas se puedan convertir en una realidad. 

A muchos de nosotros nos cuesta abrir la mente a nuevos escenarios (espirituales, culturales, laborales, entre otros) y siempre nos quedamos en nuestra bendita zona de confort porque es ahí donde nos sentimos bien, protegidos, y hasta amados y valorados. Pero si seguimos ahí no vamos a descubrir las maravillosas opciones que nos presenta la vida, es por esto que debemos abrir nuestra mente a nuevas aventuras, sensaciones, emociones; disfrutarlas y aprender de cada una de ellas.

Si crees que hay un único camino que recorrer, tendrás millones de formas de fracasar. En cambio, si tienes claro el bienestar que buscas y te abres a las miles de formas para alcanzarlo, tendrás miles de maneras de ser exitoso.


Imperfecciones


Las creencias, los objetos, las necesidades y las personas se transforman, vienen y van. Todo evoluciona. No habría posibilidad de evolución si retuviéramos lo que se tiene que ir. Estaríamos impidiendo que llegue lo nuevo.

Uno es lo que hace y piensa de sí mismo. La impaciencia y el perfeccionismo son obstáculos para amarse y amar. Estos obstáculos nos llevan a la comodidad y la costumbre, que no sólo nos niegan a nosotros mismos, sino que también niegan al otro, y a los demás, ya que le dan razón al pasado.

No nos damos cuenta de la influencia que tenemos en la vida de los otros. Somos y damos posibilidades. El ser humano no es más que la posibilidad de ser lo que quiere. De eso se trata todo, de tener la posibilidad de elegir como reaccionar, y con eso dar posibilidades de elección.

Muchas veces nos empeñamos en acumular virtudes. Muchas veces construimos nuestra vida alrededor de valores y virtudes que pensamos que nos hacen mejores, y no hacen otra cosa que estancarnos donde estamos.Amar implica trasformación. Si el amor no se transforma, no nos transforma, no es más que hábito, acostumbramiento o cualquier otra cosa que no es amor. El amor actualmente esta muy supeditado al valor del significado de la palabra, pero no al hecho de sentirlo.

Decir Te amo, parece que sólo es utilizable ante algo majestuoso, cuando el amor es todo. El amor es el mismo para todos. Cuando se quiere, se quiere. No se quiere ni más ni menos. Si se puede querer de diferentes maneras, pero el amor no es cuantificable.

El hecho de estar en contacto con otro ser humano es la libertad misma, sino quedaríamos presos de nosotros mismos. En el otro podemos ver nuestra realidad, si somos capaces de verla. El otro es el mejor espejo de uno mismo. El otro es nuestro límite.

Las creencias, los objetos, las necesidades y las personas se transforman, vienen y van. Todo evoluciona. No habría posibilidad de evolución si retuviéramos lo que se tiene que ir. Estaríamos impidiendo que llegue lo nuevo.

La imperfección admite cambios, nos permite aspirar a ser alguien mejor, nos da la capacidad de elegir lo que queremos ser. Y el único centro posible es tomar conciencia de lo real.

Amar implica trasformación. Si el amor no se transforma, no nos transforma, no es más que hábito, acostumbramiento o cualquier otra cosa que no es amor. El amor actualmente esta muy supeditado al valor del significado de la palabra, pero no al hecho de sentirlo.

¿Por eso será que somos tan críticos de los demás? ¿Por qué vemos en ellos nuestras propias miserias? El perfeccionismo es lo que nos lleva a sentirnos descontentos con nosotros mismos y a hacer sentir mal a los demás. No busquemos lo perfecto, sino lo real. Y la realidad es que somos seres indigentes, finitos e ignorantes.


Con Ojos Ajenos


Literatura
Con Ojos Ajenos
Si las traducciones de las obras de Darwin están floreciendo, lo mismo ocurre con libros dedicados a reconstruir o analizar su vida y su obra. Y no está siendo mala la cosecha, aunque una pareja de libros sobresale por encima de todos: la biografía en dos volúmenes de la distinguida historiadora de la ciencia (en la actualidad es catedrática en la Universidad de Harvard) Janet Browne, aparecida en su original inglés en 1995 y 2002 y cuya traducción al castellano acaba de publicar la editorial de la Universidad de Valencia. Charles Darwin. El viaje y Charles Darwin. El poder del lugar compone, en mi opinión, no una de las mejores biografías de científicos que existen, sino una de las mejores biografías jamás escritas.

A través de casi 1.500 páginas, Browne reconstruye la vida y contribuciones científicas de Darwin, sí, pero también la de la sociedad victoriana en que vivió, así como la extensa red de científicos de la que formó parte. Y lo hace desplegando una narración que sabe transmitir la intensidad, y en ocasiones drama, de una biografía en la que las peripecias de una juventud viajera dieron paso a décadas de enfermedad y de esfuerzos intelectuales de una concentración y extensión difíciles de imaginar.

En el limitado espacio de una reseña sería imposible hacer honor a una obra de este calibre; como mero ejemplo, mencionaré que el tratamiento que se hace de El origen de las especies no se reduce a explicar su génesis y contenidos, ni tampoco a la importante cuestión de cómo fue recibido, sino que se inserta también en el contexto de la industria editorial británica de la época, detallando las tácticas que tanto Darwin como su editor, John Murray, desplegaron para hacer del libro el fenómeno editorial que finalmente fue. Lo único malo del Charles Darwin de Browne es que llega a su final, que se termina, privándonos del placer de continuar leyéndolo.


Siempre Dar La Cara


En este mundo tan sumergido entre las transformaciones y las contradicciones parece que la expresión “dar la cara” fuese sacada de alguna obra literaria. “Dar la cara” es dar crédito. Dar crédito es dar confianza dice “paradójicamente” un anuncio de la radio de un banco.

Pero aunque intentemos hacer matrices, esquemas y Excel para organizar nuestra vida, no siempre sale según lo esperado. Y no siempre tenemos a nuestro lado las personas afines, las que comparten esa misma historia, esos mismos códigos, con las que cerramos los ojos y nos entendemos. A veces tenemos que gestionar la diversidad, y esa diversidad está en poder dar crédito y confianza a gente con la que pensamos diferente, actuamos diferente, tenemos historias diferentes, porque sabemos en el fondo que su talento, competencias y valores nos aportan en nuestro día a día.

Pero además de gestionar esa diversidad el “dar la cara” implica un paso más, probablemente más valiente, donde los verdaderos líderes asoman, aquellos que son capaces de poner en valor lo que nadie puso en valor hasta hoy, “dar la cara” a pesar de lo que se diga, a pesar de lo que se piense, a pesar de la historia, a pesar de todo. Será allí que nos daremos cuenta que habiendo regalado ese acto de confianza estas personas puedan dar incluso más de lo que nos dan aquellas personas afines.

Muchas veces el miedo es quien impide que exista confianza, en cualquier tipo de relación. Si vivimos con miedo, enfocamos nuestra energía y esfuerzos a protegernos y jamás podremos hacer cosas diferentes, innovar, cambiar, etc. Si el líder desarrolla seguridad en su equipo o el padre o madre en su familia, existirá confianza más allá de las compatibilidades y el grupo trabajará en conjunto obteniendo mayores y mejores resultados. Podemos ponernos las excusas que queramos, sólo servirá para dejar pasar unas horas, no más
.
Todos necesitamos, aunque pensemos lo contrario, de esa persona que sea capaz de “dar la cara” por nosotros en los momentos difíciles. Es entendible que busquemos inconscientemente estar rodeados del líquido amniótico de la confianza porque hay sensaciones que no se olvidan. Ya que ese líquido nos ha cuidado en su día, nos ha dado cierta seguridad y en la vida real instintivamente buscamos lo mismo.

Por eso, la responsabilidad del líder es tan alta y exigente y no es una misión para cualquiera. “Dar la cara” equilibrando las necesidades del negocio y compatibilizarlos con las expectativas de su equipo, y a la vez mantener la confianza de ambas parte en alto, no es una misión fácil. Ese líder que “da la cara” va primero, toma riesgos, no prejuzga y otorga confianza para generar confianza. Y en ese pacto implícito asumimos que esa confianza se gana a base de mucho trabajo pero también se pierde con muy poco esfuerzo.


“Dar la cara”, jugársela por el otro a pesar de los pesares es uno de los mayores testimonios de madurez, de grandeza, de profesionalidad, de amistad, de valores, de humildad, de fortaleza, de compañerismo. 

Es hora de darnos a luz a nosotros mismos, salir de nuestro mundo amniótico, porque gestionar lo previsible sólo nos aportará resultados previsibles, gestionar situaciones o personas previsibles nos convertirá en manager, madres, padres, amigos o gestores de equipos previsibles. Y por si nos queda alguna duda, recordemos lo que nos dijo alguna vez Ernest Hemingway: “La mejor forma de averiguar si puedes confiar en alguien es confiar en él”. 

En definitiva, “dar la cara” es confianza.

Nuestras Acciones Nos Preceden


Pensar es fácil, hacer es difícil,
y convertir los pensamientos en acción es la cosa más difícil del mundo
”. de Johann Wolfgang von Goethe

Es sabido el beneficio de Mindfulness en la salud y el bienestar, pero aunque no esté tan estudiado, creo que es igualmente importante el efecto que tiene en los procesos de pensamiento y en la eficacia personal. Una conciencia más ecuánime y lúcida mejora la creatividad, la capacidad de reflexionar, la asignación de prioridades, la toma de decisiones y la capacidad de funcionar en ambientes complejos, incluso nos permite funcionar con dos hipótesis contradictorias. Por ello quiero iniciar una serie de reflexiones que colgaré en el blog sobre este tema. Para empezar, tomaré un proceso mental que exploramos en el retiro de Mindfulness de este verano, las diferencias entre la Intención y la Acción.

La intención, como dice Goethe en su cita, sería el pensamiento que precede a la acción, sea esta un movimiento del cuerpo o una palabra. La intención por tanto es íntima y personal, la acción es pública e irrevocable. Una persona es dueña de sus intenciones pero responsable ante otros de sus actos. 

Tomar conciencia de las intenciones hace que nuestras acciones sean más coherentes, precisas y mejor enfocadas, respondiendo mejor a lo que demanda cada situación. Una de las grandes fuentes de frustración nace de las acciones que producen resultados alejados de las intenciones, quizás porque se actúa precipitadamente, o, también, por causas del azar, que es una condición más importante de lo que parece (como bien explica D. Kahneman). 

Hay un cita atribuida a Oscar Wilde que me fascina “no good deed goes unpunished “que podríamos traducir como “toda buena acción” tiene su justo castigo”!!. Para algunos significa que la vida no siempre es justa y que las cosas no siempre salen como queremos. A mí me lleva a reflexionar sobre ¿Qué es eso que consideramos “buena acción”? y ¿Cuál era realmente la intención que estaba originando esa “buena acción”?. Por otro lado, la filosofía Oriental enfatiza la importancia de la intención y el desapego al resultado de la acción (como recoge el Bhagavad Gita).

Las personas reactivas se caracterizan porque su intención es inseparable de la acción, por lo tanto no llegan a contemplar la intención y a valorar sus consecuencias. La sabiduría nos ayuda a crear un espacio entre la intención de hacer algo, digamos ir al frigorífico para coger un helado o enviar un email de respuesta incendiaria, y la acción en sí. 

Este espacio mental nos permite valorar si esa acción es la más adecuada. Parafraseando a otro de mis pensadores favoritos, Viktor Frankl, “lo importante no es lo que nos pasa (por la cabeza, es decir la intención) sino lo que hacemos con ello (es decir la acción). Por ello, cualquier esfuerzo por construir, ampliar y enriquecer las posibilidades del “espacio de libertad que hay entre la intención y la acción», entre los acontecimientos externos o los pensamientos y las respuestas que damos a ellos, permite que los seres humanos creen un espacio en el que responder creativamente a los desafíos de la vida. Esta es la esencia de la práctica de Mindfulness. Pruébelo!

Para que no quede en ideas y palabras, proponemos un ejercicio práctico para explorar directamente la diferencia entre intención y acción. El ejercicio consiste en fijarse cuando hay intención presente en la mente y cuando esta intención se convierte en acción. Puede ser respecto a una llamada de teléfono, satisfacer el apetito en la comida, o antes de realizar alguna actividad que uno le gusta o tener que hacer una tarea no deseada.

Contemplando la intención en la mente se puede identificar cuando es débil y está cargada dudas, o cuando es poderosa y se convierte en anhelo o deseo, estados mentales de los hablaremos otro día. La contemplación también se puede extender a la acción y ver de qué forma esta acción ha respondido a la intención, algo que también exploraremos otro día.


Construir Acuerdos


Hoy en día generar acuerdos es un verdadero reto. En un mundo donde pareciera que el desacuerdo es “el pan cotidiano”, nos matamos por nuestras diferencias y competimos en vez de colaborar, ¿será realmente posible “poner juntos los corazones”?

¿Qué hace que nuestros corazones se separen? ¿Qué hace que tomemos diferentes rumbos? Pienso que es la atención a nuestras necesidades.

Es posible que entremos en conflicto cuando nuestras necesidades son diferentes y queremos satisfacerlas, pero los recursos con que contamos no pueden satisfacer ambas de manera simultánea.

Por ejemplo, queremos entregar en tiempo y cuidar los costos. O quizá tener excelentes resultados y cuidar la calidad de vida del personal. ¿Es posible?

Comparto algunas ideas generales que pueden ser útiles:
1.- Todas las necesidades tienen el mismo valor.
Si en lugar de priorizar, damos valor a todas las necesidades de la misma forma, es posible que encontremos alternativas para que todas sean satisfechas.
2.- Todos los participantes tienen el mismo derecho de ser escuchados
Si cada persona tiene un lugar, es vista, escuchada y puede aportar, las probabilidades que “ponga su corazón” y contribuya a la organización se incrementan considerablemente.
3.- Estar dispuesto a que mi solución no sea la alternativa seleccionada.
Para acordar requerimos estar dispuestos a construir juntos, no a ganar. Hay una gran diferencia entre lo primero y lo segundo. Lo primero nos posibilita para crear alternativas nuevas, posibilidades no exploradas. Lo segundo, limita las alternativas a una opción y generalmente cierra las posibilidades.
4.- Contribuir desde el corazón.
Muchas ocasiones consideramos que si devaluamos al otro, lo criticamos, lo enjuiciamos o lo denigramos “vamos a ganar”. Muchos no nos damos cuenta que esto sólo contribuye a que ambos “paguemos” altos precios individuales y en colectivo. ¿Qué sucedería si aprendiéramos a hablar desde el corazón? Es decir, desde mí, desde mis necesidades, desde lo que deseo, desde lo que puedo aportar y desde lo que me gustaría recibir.
5.- Recordar nuestra suficiencia

Cómo dice Michael Blumenstein: “Suficiencia es la certeza interna de que puedo manejar la incertidumbre”. Muchos de nosotros no estamos dispuestos a abrir el corazón porque tenemos miedo de que si no controlamos todo y es cómo nosotros creemos que debe ser el resultado, no será el adecuado. Quizá nos sorprenda que desde la certeza de nuestra posibilidad de manejar el futuro sin control, seamos más capaces de generar nuevas y en muchas ocasiones, mejores alternativas.

Poner los corazones juntos o acordar, es un arte a aprender, es un reto de la sociedad moderna, es una necesidad en la organización actual. ¿Será que estamos dispuestos a aprender?


lunes, 29 de enero de 2018

Creativos Por Siempre


Quién no ha hablado alguna vez de la creatividad, en su entorno personal, en su trabajo… Lo cierto es que esta cualidad se presenta como un elemento imprescindible en muchas ocasiones para conseguir el éxito profesional y comprobar lo innovadora que es una persona puede ser una manera de evaluar utilizada en las empresas. 

Que no cunda el pánico, porque aunque muchos afortunados la poseen de manera innata, aquellos que no se consideran tan creativos, están de suerte porque se puede educar siguiendo algunas rutinas. Si bien es cierto que no hay nada mágico y se debe trabajar y perseverar. La creatividad es un elemento importante a la hora de forjar nuestra marca personal.

 –Seguir aprendiendo: Las personas creativas son personas con inquietudes y pasión por la recopilación de nueva información. Siempre buscan alternativas y se hacen preguntas. No hay que quedarse en lo superficial.

Observación: Los sentidos están para utilizarlos y no debemos dejar de observar nuestro entorno poniendo en funcionamiento todos nuestros mecanismos. Lo que nos rodea es una gran fuente de información y hay que saber aprovecharla.

¿Quién dijo error?: Una persona creativa no tiene miedo al fracaso porque sabe como gestionarlo. Con esos errores crean oportunidades de aprendizaje y evalúan lo que salio mal para evitar que vuelva a ocurrir.

Todos tenemos un niño dentro: Esta idea siempre es muy utilizada pero es que esla verdad. Debemos recuperar a ese pequeño que cada persona tiene y ver la vida con una filosofía diferente, disfrutando de lo que hacemos, divirtiéndonos como hacíamos cuando éramos niños.

Apertura mental: Tener una actitud y una mente abierta ayuda y mucho. No se debe juzgar con rapidez y hay que evaluar y pensar el por qué de las cosas antes de tomar decisiones para evitar que sean precipitadas.

Olvidarse del reloj: La creatividad es libre y no atiende a horarios muy estrictos y eso hay que tenerlo en cuenta. Suele manifestarse a primera y última hora del día y se debe aprovechar esos instantes para poder sacar algo provechoso.

-Soñar despierto no es malo: Al contrario, muchas investigaciones demuestran que esta práctica puede sacar lo mejor de uno mismo.

Arriesgarse: No hay que tener miedo de empezar un proyecto y que fracase. Una persona creativa toma ese riesgo y aunque el resultado al final no sea el deseado, el propio proceso y todo lo que conlleva ya es motivador y gratificante.


La imaginación al poder: dar vueltas a la cabeza, pensar en diferentes posibilidades. Imaginar debe tomar protagonismo en toda nuestra vida, en los diferentes ámbitos, no solo en el laboral.

El Fruto Del Esfuerzo


Indudablemente, que tener su propio negocio, disponer de un salario proporcional al esfuerzo y trabajar de forma independiente, son de las mejores formas de ganarse la vida: El primero disfruta con lo suyo, el segundo sabe que a mayor esfuerzo, mayores beneficios, y el tercero dispone del tiempo a su comodidad.

Todos tienen ingresos de acuerdo a sus capacidades, y éste será mayor, cuanto mejor dominen sus respectivas áreas.

A todos debo decirles que gasten en proporción a lo que ganen. Cuando se tiene un buen ingreso se desperdicia más dinero de lo que uno puede imaginarse. Sin convertirse en avaros, deben controlar sus egresos, proporcionándose la comodidad adecuada, y ahorrando el excedente, pudiendo también invertir o reinvertir alguna parte del mismo.

Si tienen empleados, deben de acuerdo a lo que producen, corresponderles con justicia. "Trata a los demás, de acuerdo a como te gustaría lo hicieran contigo", es una herramienta que te conducirá a comprender el sentido de la palabra "Humanidad"“Cultiva las buenas acciones, y mantente en paz con tu conciencia” “Se justo y serás recompensado"