lunes, 13 de agosto de 2018

Protagonismo

Cualquier persona debe ser la protagonista única e irrepetible de su propia historia. Es decir, se trata de un sentido de protagonismo visto en términos positivos en tanto que debes hacer uso de tu libertad y escuchar los deseos de tu corazón para realizar todo aquello que de verdad deseas. 

Pero el afán de protagonismo también puede tornarse en una realidad negativa de tu carácter que puede llegar a darte más de un problema en tu rutina cotidiana y también, puede llegar a alejarte de los demás.

Siempre debes tener claro cuál es tu lugar. Por ejemplo, en el trabajo no puedes actuar como un jefe cuando no lo eres. Del mismo modo, cuando asistes a una clase nueva sobre un curso que te interesa no puedes corregir constantemente al profesor y querer ilustrar a los demás con tu sabiduría.

Cada actitud debe darse y producirse en un contexto determinado, pero en el fondo, el afán de protagonismo muestra grandes carencias afectivas y un deseo importante de recibir cariño y atención por parte del entorno.

Es decir, aquel que tiene un excesivo afán de protagonismo pretende, sencillamente, llamar la atención de los demás, tal vez porque no sabe poner en práctica la amistad de otro modo.

Uno de los mayores errores de esta cualidad del carácter es precisamente el de monopolizar los temas de conversación en un plan de grupo. En una relación de amistad basada en la reciprocidad debes preocuparte e interesarte por los asuntos de tu amigo y saber qué tal le van las cosas.


A veces, hay personas que se convierten en protagonistas de una forma sencilla y natural, sencillamente, porque tienen un gran carisma o una personalidad fuerte por lo que su presencia en el seno de un grupo se nota mucho de forma positiva. Hay personas que dejan huella allí por donde pasan.


domingo, 12 de agosto de 2018

Aspiraciones


No podemos vivir sin utopías, sin intentar retomar y trascender las cosas como están.

No podemos vivir sin una visión que cree o recree nuestro mundo --esta actualidad de la existencia palpitante en nuestra experiencia-- y sin recrearnos a nosotros mismos.

Imaginariamente, la utopía es una alternativa posible, legítima, válida, en la vida, por la vida, por y para su más alta y mejor expresión.

Con plena Serenidad y Aceptación hemos de reconocer como estamos y por donde van las cosas, y en nuestros días y pasos empuñar con firmeza el timón de nuestra vida y experiencia personal y social, comunitaria.

Frente a la deshumanización de esta civilización que nos degrada y oprime con la irracionalidad arbitraria de su modo de vida material, cabe levantar un HUMANISMO ESPIRITUAL, social, libre, abierto, SABIO; incluyente, integrador, UNIVERSAL.

Necesitamos de claridad, de ideas-luz.
Necesitamos de vivirnos y crecer en otra humanidad y sociedad.
 Otra civilización se construye con Inspiración y Aspiraciones, con Visión, con ideas y actitudes.  Y no puede ser más que por la entrega limpia y sincera de los corazones y las mentes.

En el presente la historia está definida en su manifestación concreta y por su inercia en marcha, también está abierta, con potenciales y posibilidades, para el que quiera ver y hacer, contribuyendo a la Evolución consciente, responsable; enarbolando la dignidad humana y la defensa incondicional de los derechos humanos:

El derecho a la vida y la dignidad; a la nobleza, a la sensibilidad, a conocer y entender.
El derecho a la Meditación, a la Luz y a la Iluminación.
El derecho a la Realización y a la Plenitud.

El Derecho a la Espiritualidad Social.

Inteligencias

Todo en la naturaleza es inteligencia
Toda la creación humana es producto de un pensamiento. Los pensamientos surgen de la mente como impulsos creativos y cuando éstos se manifiestan en forma organizada producen una expresión creativa.

Todos tenemos la misma capacidad desde el nacimiento para organizar los pensamientos, por lo tanto se puede considerar a la mente como una estructura que tiene un poder organizador
.
Este poder no está ubicado solamente en el cerebro, abarca todo el cuerpo hasta cada una de nuestras células y se puede decir que todo en la naturaleza posee el mismo poder organizador de inteligencia creativa.

Hasta la materia inanimada demuestra que sus componentes básicos como los protones, electrones y otras partículas están dispuestos en forma organizada e inteligente.

El conocimiento del hombre tiene una estructura de pensamiento que capta al Universo con la conciencia y este es el modo que tenemos de conocerlo.
Nuestros impulsos de inteligencia son los mismos de toda la naturaleza la diferencia es que el hombre los conoce como pensamientos.

Toda la complicada maquinaria que componen todos los sistemas de un cuerpo humano son manifestaciones de un impulso inteligente y creador.
Este razonamiento nos lleva a la conclusión de que la mente, conciencia o inteligencia subyace en todo el Universo.

El ser del hombre es su propia semilla con la capacidad de evolucionar hasta su pleno desarrollo. En esa semilla, a partir de la unión de un óvulo con un espermatozoide, se encuentra almacenada toda la información inteligente de un hombre nuevo y único
.
Se podría decir que la vida es la posibilidad de evolucionar que tiene la materia en forma organizada y con un propósito; y así como puede naturalmente evolucionar la materia también evoluciona la conciencia hacia una etapa superior.

La evolución de la conciencia se manifiesta como sabiduría, que es la organización de la inteligente superior, o sea la posibilidad de síntesis que permite ver la totalidad.

Esta evolución es independiente de la voluntad y es irreversible porque es una tendencia natural.

El libre albedrío nos permite dirigir nuestros pensamientos, y cuando permitimos que los pensamientos negativos de nuestro ego dominen nuestra mente nos hará ver una imagen de la realidad deprimente que nos hará sentir desdichados; en tanto que un estado mental positivo la mayor parte de nuestro tiempo cambiará la imagen de esa realidad y nos hará personas felices; porque la propia conciencia es la que la estructura.

Cada estado mental coincide perfectamente con el funcionamiento del cuerpo, con el humor, con la expresión de la cara, con las relaciones personales, y con el bienestar físico general; y si una persona es buena observadora puede leer el pensamiento de otra por su aspecto.

De manera que solamente si somos conscientes podemos cambiar nuestros pensamientos porque la mayoría de éstos, surgen espontáneamente en forma automática.

La mente altamente evolucionada, con una perspectiva más amplia de la realidad, que no se detiene en los simples sucesos sino que ve sólo la síntesis, no puede ser nunca víctima de una enfermedad si tiene absoluto dominio de lo que piensa.

La evolución no es voluntaria, conoce sus propias metas y se dirige a ellas para cumplirlas sin ningún obstáculo porque sencillamente se trata de algo totalmente natural.


Es nuestro Ego de conciencia limitada el que interfiere en este proceso e impide disfrutar naturalmente de la salud perfecta.

Honestidad E Integridad

La honestidad como valor y la integridad como valor van de la mano, pero hoy en día, pareciera que la gente es tan perezosa que estas características se han ido volando por la ventana. De hecho, si le pregunta a la mayoría de los jóvenes hoy en día “¿Qué es la honestidad?” seguramente responderán que es decir la verdad y probablemente no serán capaces de dar una definición mucho más amplia.

Aunque la mayoría de la gente entiende que la honestidad es “decir la verdad”, ¿realmente entiende lo que “decir la verdad” implica? Por ejemplo, si está mal mentir ¿También está mal no decir toda la verdad o no contar toda la historia, por así decirlo? Mucha gente cree que retener parte de la verdad también es mentir y si eres de esas personas que no dicen toda la verdad, no estás siendo honesto.

La honestidad no consiste sólo en franqueza (capacidad de decir la verdad) sino en asumir que la verdad es sólo una y que no depende de personas o consensos sino de lo que el mundo real nos presenta como innegable e imprescindible de reconocer.

Pero, retomando lo que dije sobre los jóvenes y su concepto de integridad hoy en día, la mayoría no tiene idea de lo que está hablando. Esta es solo una palabra que sabe cómo se escribe. Tienen una ligera idea de lo que implica pero no tienen una comprensión real de lo que significa tener integridad mucho menos honestidad.

Integridad, significa que vives que vives con moral y ética. Moral, es todo aquello que en determinado momento, se considera que tiene características en favor de la supervivencia. Una acción en favor de la supervivencia es una acción moral. Se considera inmoral lo que se considera que va en contra de la supervivencia.

La honestidad se refiere a encubrir una mentira, pero la integridad aparentemente abarca todos los demás ámbitos de nuestra vida.

Una vez que crecemos y nos vemos obligados a enfrentarnos a la realidad, nos enteramos de que el mundo puede ser un lugar frio, duro y cruel. A medida que trabajamos nuestro camino por la vida, muchas veces despojamos a nuestros propios valores de su sitio.

Hoy en día, todo el mundo lucha por lograr pagar las cuentas, criar hijos bien educados, cuidar de nuestros padres ancianos, tratamos de mantener un matrimonio sólido y estable e intentamos vivir lo suficiente como para llegar a jubilarnos y llegar a ver a nuestros nietos; pensando en esto – aparentemente la mayor parte del tiempo – no es difícil perder de vista nuestros valores, que a su vez, afectarán nuestra honestidad e integridad, aún cuando no nos propusimos que eso sucediera.

Antes de poder vivir una vida con honestidad e integridad, primero tenemos que tener un buen sentido de lo que son y de lo que implican en nuestras vidas. Todos tenemos puntos de vista firmes sobre ciertos temas, como el aborto, las armas de fuego y cosas de esa naturaleza. Pero mientras más grandes es la discusión de estos temas, más nos apegamos a nuestros valores.

Antes de que pueda vivir su vida con honestidad e integridad, primero tiene que tener un buen sentido de lo que son y lo que significan en la vida. Todos tenemos sentimientos fuertes sobre ciertos temas, como el aborto, armas de fuego, y cosas de esa naturaleza. Pero tan grande como estos temas son, estas son las más fáciles. Aquí están o en un lado de la valla, o el otro.

Pero ¿Qué tanto te apegas a tus valores? Por ejemplo, hablando de la honestidad y la integridad, supongamos que la cajera del supermercado te dio mal el cambio y te das cuenta ¿le devolverías el dinero extra que te dio? Tu honestidad e integridad entran en juego y lograrías una buena acción al hacer posible que la cajera recupere ese dinero.

Lo correcto y lo incorrecto forman una fuente común de disputa y lucha. Lo que es correcto y lo que es incorrecto no es necesariamente definible para todo el mundo. Esto varía de acuerdo a los códigos morales y disciplinas existentes.


Para vivir una vida basada en la honestidad y la integridad, debe saber qué son y lo que representan, y también debes vigilarlas día a día, para garantizar que no estés haciendo nada que te haga entrar en conflicto con tus propios valores o código moral.

Nueva Perspectiva


Formamos parte de una sociedad materialista, completamente desencantada del mundo en el que vivimos. Por eso en general solemos creer que nuestra vida es un accidente regido por la suerte y las coincidencias. Es decir, que no importan nuestras decisiones y nuestra acciones, pues en última instancia las cosas pasan por «casualidad». Esta visión de la existencia nos convierte en meras marionetas en manos del azar.

En paralelo, muchos individuos nos hemos vuelto «nihilistas». No es que no creamos en nada. Simplemente «negamos cualquier significado o finalidad trascendente de la existencia humana». De ahí que orientemos nuestra vida a saciar nuestro propio interés, tratando de escapar del dolor y el malestar que nos causa llevar una existencia vacía y sinsentido. Y lo hacemos por medio del placer y la satisfacción que proporcionan a corto plazo el consumo y el entretenimiento.

Pero, ¿realmente la vida es un accidente que se rige de forma aleatoria? ¿Estamos aquí para trabajar, consumir y divertirnos? ¿Acaso no hay una finalidad más trascendente? Lo irónico es que la existencia de estas creencias limitadoras pone de manifiesto que todo lo que existe tiene un propósito, por más que muchas veces no sepamos descifrarlo. No en vano, creer que no tenemos ningún tipo de control sobre nuestra vida refuerza nuestro victimismo. 

Y pensar que la existencia carece por completo de sentido justifica nuestra tendencia a huir constantemente de nosotros mismos por medio de la evasión y la narcotización.

Es decir, que incluso estas creencias tienen su propia razón de ser. No están ahí por casualidad, sino que cumplen la función de evitar que nos enfrentemos a nuestros dos mayores temores: el «miedo a la libertad» y el «miedo al vacío». Mientras sigamos creyendo que nuestra propia vida no depende de nosotros, podremos seguir eludiendo cualquier tipo de responsabilidad. Y mientras sigamos pensando que todo esto no es más que un accidente, podremos seguir marginando cualquier posibilidad de encontrar la respuesta a la pregunta ¿para qué vivimos?

Estamos tan cegados por nuestro egocentrismo, que solemos preguntarnos por qué nos pasan las cosas, en lugar de reflexionar acerca de para qué nos han ocurrido. Y eso que existe una diferencia abismal entre una y otra forma de afrontar nuestras circunstancias. Preguntarnos por qué es completamente inútil. Fomenta que veamos la situación como un problema. Y esta visión nos lleva a adoptar el papel de víctima. De ahí que nos haga sentir impotentes.

Por el contrario, preguntarnos para qué nos permite ver esa misma situación como una oportunidad. Y esta percepción nos lleva a entrenar el músculo de la responsabilidad. De hecho, esta actitud es mucho más eficiente y constructiva. 

Favorece que empecemos a intuir –e incluso a ver– el sentido oculto de las cosas

Es decir, la oportunidad de aprendizaje subyacente a cualquier experiencia, sea la que sea.

Y esto es precisamente de lo que trata la «física cuántica». En líneas generales, establece que «la realidad es un campo de potenciales posibilidades infinitas». 

Sin embargo, «sólo se materializan aquellas que son contempladas y aceptadas». Es decir, que ahora mismo, en este preciso instante, nuestras circunstancias actuales son el resultado de la manera en la que hemos venido pensando y actuando a lo largo de nuestra vida.


Si hemos venido creyendo que estamos aquí para tener un empleo monótono que nos permita pagar nuestros costes de vida, eso es precisamente lo que habremos co-creado con nuestros pensamientos, decisiones y comportamientos. Por el contrario, si cambiamos nuestra manera de pensar y de actuar, tenemos la opción de modificar el rumbo de nuestra existencia, cosechando otro tipo de resultados diferentes. 

El simple hecho de creer que es posible representa el primer paso para que, a través de un proceso, podamos hacer que muchos sueños se vuelvan realidad.

Tomar Distancia Al Observar

“Aquellos aspectos de las cosas que son más importantes para nosotros permanecen ocultos debido a su simplicidad y familiaridad (no somos capaces de percibir lo que tenemos continuamente ante los ojos)” escribió en algún momento Wittgenstein.

Así, la cercanía, nos nubla, nos enceguece; es decir, ser parte de un ambiente determinado, con personas que vemos diariamente, en una rutina compartida e irrefutable, inmodificable, nos crea la percepción de simplicidad, de esa familiaridad de la que hablaba el filósofo austriaco.

“El mar es para los que están lejos” leí hace muchos libros atrás, quizá, esto ejemplifique el punto: los que están lejos evocan, reviven, desmenuzan el lugar en sentimientos, en sensaciones y entienden por qué quisieran estar ahí, en el mar, al que ya le dan otro significado porque lo han comprendido, han visto esos detalles que no ven los locales, porque para ellos es sólo algo que está ahí.

Y habría que colocar esta afirmación en el contexto social actual. Ahora que vienen las elecciones conviene traer a cuento la cotidianeidad.

Sí, la mayoría de los individuos sociales entienden su realidad, porque la viven; es decir, en la práctica van consiguiéndose verdades, lógicas y razonamientos que nos sirven para identificar los signos problemáticos familiares y de país.

Entendemos de cierta manera qué es la corrupción y qué se deriva de ésta, porqué de la violencia, porqué de ciertas reformas, porqué la injusticia y demás, pero pocas veces profundizamos en el tema.

Bourdieu decía que ahí es donde entraban los estudiosos, los analistas, los expertos, etcétera, para explicar aquella comprensión empírica que tienen las personas con relación a su entorno, decir los porqués: agregar los elementos sustanciales que servirán de impulso a las verdades que se requieren para lograr cambios.



El Ser Constantes


Muchas veces nos obcecamos con los objetivos y metas a los que queremos llegar pero no prestamos suficiente atención al proceso, parte muy importante para lograr nuestros propósitos, por eso nos quedamos bloqueados en un punto del proyecto del que esperamos salir sin hacer nada. Aquí es donde la constancia y el esfuerzo nos ayudaran a avanzar y seguir hacia adelante.

TRABAJAR LA CONSTANCIA
Tomarte un café, leer un libro, lavarte los dientes… estos son hábitos que haces a diario de manera inconsciente y que demuestran que la constancia es una cualidad que todos tenemos. Sólo hay que aprender a potenciarla y trabajarla de manera consciente para conseguir nuestras metas.
Por muchas ideas y talento que tengamos, si no sabemos ser constantes no lograremos el éxito en lo que nos propongamos.

Algunos consejos para aprender a ser constantes sin dejarnos la vida en ello.

DESCUBRIRTE Y MOTIVARTE
Lo más importante para conseguir todo lo que nos propongamos es estar motivados. Y para ello es fundamental que nos conozcamos muy bien. Parece absurdo pero muchas veces no nos prestamos la atención suficiente.
Reflexionar sobre nosotros mismos nos permitirá saber en qué punto nos encontramos y qué queremos para nuestra vida. Saber qué ganamos y qué perdemos escogiendo un camino u otro nos ayudará a enfocarnos en lo que realmente queremos para nosotros y ser constantes para conseguirlo.

CENTRARNOS EN NUESTRO DÍA A DÍA
Una vez sabemos qué camino coger y cuáles son nuestras intenciones, hemos de centrar nuestra atención en el ahora, en las acciones que llevamos a cabo a diario.
El apartar las expectativas sobre nuestros objetivos y enfocarnos en el día a día nos ayudará a verlo con una nueva perspectiva y encontrar múltiples opciones para llevar a cabo aquello que nos ocupa.

DESARROLLA UN PLAN DE ACCIÓN
Para comenzar cualquier proyecto que tengamos en mente, hemos de tener claro que acciones llevar a cabo. Plasmar estas acciones (y concretarlas) en un papel nos ayudará a tener claro cuál es el camino a seguir.
Conocer nuestro plan de acción nos ayudará a pensar a corto plazo, ser constantes e ir desarrollando nuestro proyecto sin sentirnos abrumados.

TEN UN PLAN ALTERNATIVO
Como ya hemos dicho, lo mejor que podemos hacer es centrar la atención en el proceso y no en los resultados. Esto nos ayudará a encontrar alternativas en caso que nos quedemos estancados en un punto determinado del proceso.
Ser conscientes del proceso, nos permite ver en qué circunstancias nos encontramos y detectar si hemos de modificar algún aspecto del proceso. Esta flexibilidad nos ayudará a ser constantes y evitar que nos obcequemos en hacer las cosas de una única manera.

BUSCA APOYOS
Saber que contamos con apoyos o compañeros de viaje nos hace el camino más ligero y ameno. Por eso lo mejor que podemos hacer es rodearnos de personas que sean valiosas e importantes para nosotros y que compartan nuestra visión y forma de vivir.

Contar con personas que nos apoyen en nuestros momentos de duda, miedo o inseguridad y adquirir compromisos con otras personas fortalecerá nuestra motivación y nos ayudará a ser más constantes.


Nuestra recompensa se encuentra en el esfuerzo y no en el resultado. Un esfuerzo total es una victoria completa. Mahatma Gandhi (1869 – 1948)

Entusiasmo



Soplo interior de Dios. Este es el significado original de entusiasmo, un término procedente del griego y que sentimos en nuestra piel cuando algo bueno se aproxima

El mayor ejemplo gráfico de entusiasmo lo encontramos en el brillo de los ojos de un niño durante la tarde del 5 de enero, a solo unas horas de que lleguen los Reyes Magos cargados de regalos. Por lo tanto, el entusiasmo es una motivación extra que va un paso más allá de lo que generalmente nos mueve.

Del mismo modo que al hablar sobre las particularidades del miedo señalaremos que este se produce con el fin de tomar consciencia de la necesidad de trabajar algo para lograr tus objetivos, con el entusiasmo sucede de forma similar. La diferencia reside en que en vez de sentir una sensación de fracaso si no preparas algo, una fuerza interior te transmite las buenas vibraciones para moverte hacia aquello que quieres lograr.

Por ejemplo, entusiasmo es ver las ganas con las que tu hijo saca los libros de su mochila para estudiar si le has prometido que tendrá un premio en el próximo examen en el que obtenga una buena nota. La sonrisa no desaparecerá de su cara porque está anticipando la vibración que sentirá cuando consiga su éxito.

Cuando trabajamos duro para alcanzar un objetivo, además de sentir una fuerza inusual, eres capaz de percibir la sensación de haber hecho bien las cosas al poner todo de tu parte en la consecución del logro. Ni tú ni nadie te reprochará que no hicieras todo lo que podías o exploraste únicamente una parte del conjunto de posibilidades.


Así, el mejor beneficio se centra en sentir paz, sosiego y tranquilidad contigo misma por haber tenido la mejor actitud posible. Aunque existe la posibilidad de que los resultados no sean los esperados, tendrás la garantía de que exprimiste al máximo cada una de las opciones posibles.

sábado, 11 de agosto de 2018

Hablemos De Actitud


Erase una vez, como empiezan los cuentos, un discípulo que siempre se quejaba de sus limitaciones.  Un día, como cualquiera de los que vivimos, su maestro lo oyó con su continua y consabida cantinela de quejumbre, que no aguantó, y le pidió que se acercara.

El maestro le dijo:
-Claro que tienes limitaciones, pero quiero hacerte razonar un concepto, que me imagino desconoces.
-Dime, maestro.
-¿No te has dado cuenta de que hoy puedes hacer cosas que hace unos años te habrían sido imposibles de realizar?
-Sí, maestro.  Tienes razón.  Hoy puedo hacer cosas que antes veía imposibles.
-Entonces, ¿qué ha cambiado?
El discípulo le contestó:
-Han cambiado mis talentos.
-No, le contestó el maestro.  Has cambiado tú.
-¿Y no es lo mismo?
-Claro que no.  Tú eres lo que tú piensas que eres.  Cuando cambias tu forma de pensar, cambias tú.

Si quieres dejar de ver las cosas como imposibles, cambia tu razonamiento, cambia tu forma de ver la vida, cambia tu actitud ante la vida, cambia tu actitud ante la gente con la cual convives, cambia tu estilo de ser, cambia tú, sin dejar de ser tú quién eres.

Ahí está el quid del asunto, seguir siendo tú, pero con otra visión, con otra dimensión de la vida, con una perspectiva diferente, con una actitud que sobrepase todo, hasta lo inimaginable.

La actitud lo es todo.  Cambia tu actitud, y la vida cambiará para ti.  Tú, como buen emprendedor, porque he de decirte que todos en esta maravillosa vida somos emprendedores, porque tarde que temprano, emprendemos un nuevo proyecto.  Eso todos lo hacemos.

Entonces, como buen emprendedor que eres, te voy a sugerir algunas actitudes que debes tomar para que te vaya muy bien en lo que estás emprendiendo.
Toma riesgos, sí, pero siempre bien calculados, para que ninguno te sorprenda.

Toma iniciativa en todo lo que desarrolles, porque eso te provocará la sensación de traer en tus manos el proyecto y que todo depende de ti, y el saber esto, te va a dar una seguridad y confianza en ti mismo, que te van a servir para que logres tu emprendimiento.

Busca hacer un registro de tu progreso en lo que estás queriendo hacer, porque si no analizas cómo va tu avance, no te vas a dar cuenta cómo vas.

Estudia mucho para que te estés actualizando continuamente en tecnología, y también, en la materia de tu proyecto.  Debes de estar al pendiente de los pasos que se van dando en el mundo entero de tu proyecto.

Toma decisiones y conviértelas en importantes para tu proyecto.  Recuerda, es mejor desarrollar lo urgente que lo importante.

Sé tenaz, duro y dale, sin descanso, sin desfallecer, con toda la persistencia y con toda la actitud.  Que los obstáculos no te impidan tu avance, y que sean un acicate para seguir adelante.

Con mucho entusiasmo, porque el entusiasmo es un motor que te genera actitudes importantes, y muchas veces el puro estar entusiasmado, minimiza las dificultades con las que te puedas encontrar.

Crea con creatividad, porque además que da mucha satisfacción personal, se te va a ocurrir alguna idea que será innovadora y que hará la diferencia en tu proyecto.

 Hay otras más actitudes, pero lo importante es la actitud personal, que puede hacer que te cambie la vida.  Te deseo mucho éxito en todo lo que estás desarrollando.


Inquietudes

Filosofía
Inquietudes
A través de la historia la filosofía se ha caracterizado por ser una actividad del pensamiento humano centrada en interrogar al mundo humano centrada en interrogar al mundo en buscar explicaciones satisfactorias frente a los diferentes problemas y acontecimientos que se presentan en todos los niveles de la vida.

La filosofía surge, no solo en Grecia sino también en la actualidad, precisamente del encuentro del ser humano con el mundo, de la admiración del hombre  frente a todo lo que existe. A diferencia de las demás ciencias, la filosofía no tiene un campo especifico de investigación, ya que se ocupa del mundo, de la totalidad de la realidad y por ello su reflexión tiene que ver con campos diversos como la cosmopología, la política, la psicología, la antropología, la ciencia, etc.

La interpretación que la filosofía ha hecho del mundo ha sido siempre distinta. por ello, su tarea ha tenido que ver más con la problematización de lo real que con ofrecer métodos o respuestas definitivas. El saber filosófico que presenta, entonces, como una serie de problemas entorno a los cuales se han desarrollado las principales corrientes y concepciones del pensamiento filosófico occidental.

 Las preguntas por la naturaleza de la vida humana, los valores, el conocimiento, lo trascendentes concierte en los grandes problemas abordados por la filosofía para intentar responder a las inquietudes mas apremiantes de la humanidad especialmente aquellas relacionadas con el ser con las cosas, del mundo del ser humano, la verdad, lo absoluto, etc.

El carácter problemático de la filosofía  permite que su comportamiento sea visto como una temática constante de puntos de vista, muchos considerados contradictorios e incluso inútiles. 

El saber filosófico está conformado por distintas maneras o perspectivas de abordar el mundo, las cuales se replantean y se someten a discusión constante.



Aprender A Saber

Al ritmo al que cambia la sociedad, depender únicamente de lo que se sabe, provoca que las personas rápidamente se deprecien, pierdan vigencia y valor. El único remedio para evitar anquilosarse es aprender. Para el presente, el conocimiento es esencial. Para el futuro, aprender es la clave.

Indiscutiblemente, nuestra vida está organizada alrededor del saber. Nadie te contrata para un trabajo sin revisar tu curriculum y verificar lo que sabes (qué carrera y en qué universidad estudiaste). Todos los países han establecido 12 años de enseñanza obligatoria pero el colegio ha terminado imitando al concurso Quien quiere ser millonario al convertirse en una interminable sucesión de saberes (asignaturas) que todos los niños deben dominar, aunque inmediatamente olvidan casi todos esos conceptos.

Para el sistema educativo, aprender no es prioritario ya que evalúa el resultado pero no el proceso. Nadie pregunta a un niño qué aprendió sino cómo le fue, qué nota sacó. Y la tendencia no hace más que acentuarse. La industria educativa nos bombardea con todo tipo de productos y nos tiene convencidos de que si no estudias al menos un Master, no tienes futuro laboral. Incluso socialmente, ser considerado una persona culta (haber leído libros y autores clásicos y saber muchas “cosas”) sigue siendo muy valorado.

 Sin embargo, la hegemonía del saber comienza a tambalearse. El responsable de RRHH de Google reconoce que, para su empresa, el expediente académico no sirve de nada. El Media Lab del MIT (uno de los centros de investigación más prestigiosos del mundo) contrató como director a un experto sin título universitario. Steve Jobs en Apple o Amancio Ortega en Zara, demostraron cómo crear y liderar multinacionales sin estar respaldados por esos saberes intelectuales aparentemente imprescindibles.

¿Por qué podría ser más importante aprender que saber? La primera razón es obvia: solo sabes algo si antes lo aprendiste. No hay conocimiento sin aprendizaje previo. La segunda razón pasa más desapercibida: El conocimiento tiene fecha de caducidad. Tarde o temprano, lo que sabes va perdiendo vigencia.

Recuerden los casos de Blackberry o Kodak. Ambas empresas disfrutaron de un saber (conocimiento) que les permitió liderar sus mercados ejerciendo un dominio aplastante. Sin embargo, las dos han desaparecido de la cúspide porque ese saber se estancó, no evolucionó y otros competidores con nuevos conocimientos más avanzados las sobrepasaron.

No hay duda de que saber es importante, sobre todo cuando eres el único que sabe y ese saber permanece inalterable. Pero dormirse en los laureles con lo que sabes puede ser letal. El refrán “Pan para hoy y hambre para mañana” lo ilustra a la perfección. 

Desde el momento en que el mundo cambia a velocidades vertiginosas, puedes estar seguro de que cada vez falta menos para que lo que sabes sea sustituido por otro conocimiento más innovador. En ese caso, la única alternativa posible es aprender.


Aprender está íntimamente relacionado con el pasado porque es lo que tuviste que hacer para acumular saber. Pero también condiciona el futuro porque todo lo que hagas de ahora en adelante depende de tu capacidad para aprender. Aprender, al igual que comer o dormir, es algo que necesitarás hacer durante toda tu vida. 

El conocimiento, sin embargo, tiene que ver con el presente, es lo que te permite tomar decisiones y actuar, aquí y ahora. Si te proyectas a medio o largo plazo, para tus planes de futuro, aprender es más importante que saber.

Enfoque Personalizado

La escuela, la universidad, la sociedad… todas ellas están sujetas a los múltiples cambios que vive nuestro mundo globalizado. En la sociedad actual el aprendizaje va más allá de asistir a la escuela y tomar apuntes en las clases; se trata de un aprendizaje cooperativo y personalizado donde los aprendices juegan un papel importante y mucho más activo de lo habitual.

¿Qué ocurre cuando aplicamos esta forma de adquirir conocimientos en las aulas?

Cuando hablamos de aprendizaje personalizado no hay metas de aprendizaje para todos los estudiantes, sino que los objetivos y métodos de aprendizaje y la velocidad se adaptan al individuo. La motivación grupal y personal son fundamentales, así pues, los niños deben ser alentados, según sea necesario y hacerles entender la importancia de la cooperación entre los componentes del grupo. Los estudiantes obtienen el contenido no solo con la entrega del material de trabajo, sino que aprenden a lo largo del camino, con responsabilidad personal y  autogestión.

Este objetivo se consigue en varios niveles. Los estudiantes son libres de elegir los temas que quieran aprender o repetir de una amplia gama de formatos digitales: se puede obtener en los resúmenes una visión general del tema, ver los cortos, videos de instrucción, etc. En este sentido, los alumnos trabajan conectados en red, para comprobar su rendimiento en función de diversos análisis y estadísticas. Los diferentes tipos de tareas que traspasan el libro, la Wikipedia y los resúmenes, pueden ser planteadas a modo de juego didáctico (tanto individual, como colectivo para promover la cooperación) sobre un tema determinado, promoviendo así la motivación de los estudiantes.

Los profesores han de desarrollar habilidades para cumplir la labor de “entrenadores, acompañantes de aprendizaje” y de esta manera, integrarse con el aprendizaje mixto basado en la web y en el aula; todo esto requiere el apoyo y colaboración de las escuelas y padres de los alumnos. 

Programas formativos en coaching educativo contribuyen a que las nuevas generaciones estén mejor preparadas y con más recursos adaptados a sus necesidades.

Para el enfoque educativo del aprendizaje personalizado surge, por tanto:
– El tratamiento respetuoso de la libertad con responsabilidad y compromiso de las personas.
– La promoción de la capacidad de comunicar e interactuar.
– La necesidad de una formación personal e integral con el objetivo de hacer personalidades responsables y promover la interacción social.

Se trata de una educación basada en competencias más que en el cumplimiento de un currículo académico, lo que representa que la individualidad y personalidad de los alumnos será el eje de la labor educativa, haciendo énfasis en los principios de individualización, la heterogeneidad, la diversidad y la sostenibilidad y la tensión entre el individualismo y la cooperación social.


La Serenidad


La capacidad de mantener la calma en situaciones difíciles puede aprenderse y practicarse. Ser paciente es una herramienta excelente para combatir el estrés y ser feliz.

Cultivar la paciencia puede ser muy beneficioso para el ser humano, porque ayuda a regular el estrés y educar el carácter. Y a pesar de ser una cualidad como cualquier otra, muy pocos saben cómo ponerla en práctica.

Sus significados en diferentes culturas
Para el diccionario de la Real Academia Española, la paciencia es la capacidad de soportar algo sin alterarse, o bien hacerlo de manera minuciosa o lenta. La palabra proviene del latín patientia, y su concepto varía de una tradición a otra.

Para los orientales, la paciencia se relaciona con la fortaleza de carácter. Ellos creen que cuanto más madura y evolucionada está la personalidad, más fácil debe ser mantener la calma en cualquier situación. Para lograrlo, se entrenan con largos períodos de meditación y votos de silencio.

El budismo utiliza el término kshanti, que significa “tolerancia” y “perdón”. Cuentan los historiadores que Buda, fundador de esta religión, no solo permaneció seis años en estricto ayuno, sino que se sentó finalmente a los pies de una higuera de la India, decidido a no levantarse de allí hasta haber alcanzado la iluminación. Él es sin duda un claro ejemplo de lo que la paciencia puede lograr.

Para los cristianos, la paciencia va de la mano de la fe y trata acerca de la espera de Dios como salvador de la Tierra. Para ellos es lo contrario a la ira.

“La Biblia alaba la paciencia como un fruto del espíritu (Gálatas 5:22) el cual debe ser producido por todos los hombres (1 Tesalonicenses 5:14). La paciencia revela nuestra fe en los planes, la omnipotencia y el amor de Dios”.

La naturaleza está llena de ejemplos de paciencia en todo su esplendor. Será porque comprende que cualquier proceso lleva su tiempo, independientemente de la voluntad del que lo observa.

Cotidianamente, se la puede encontrar en un majestuoso roble que nació siendo semilla y tardó más de 25 años en adquirir su tamaño final, en el esfuerzo de una flor esperando el deshielo para surgir bajo la nieve o simplemente en cualquier nido construido ramito por ramito. Basta con sentarse a observar sus manifestaciones, ya que todo en la naturaleza está regido por ciclos y cada uno de ellos lleva su tiempo particular.

Para el ser humano, sin embargo, las cosas no son tan sencillas. Las personas que son más tranquilas que los demás suelen ser tildadas de “lentas” o, en el peor de los casos, de “raras”. A la mayoría les es difícil detener sus impulsos y esperar calmadamente. Suelen dejarse llevar por sus ataques del momento, aunque luego se arrepientan por lo sucedido y deban pedir perdón. 

Una y otra vez, repiten este ciclo, casi pareciéndose a la madre naturaleza, pero bastante alejados de la sabia paciencia.

viernes, 10 de agosto de 2018

Cuando La Vida Nos Enseña


Vivir es muchas cosas. Puede ser un gran viaje visitando bellas cumbres, secas llanuras e incluso sucios lodazales. También es una gran escuela que nos enseña mucho. Lo que no quiere decir que seamos capaces de aprenderlo todo. Nos informa bien, nos aporta conocimientos, y, como hay que vivirla, también nos permite adquirir habilidades prácticas y algunas buenas actitudes; pero a veces no las aprendemos.

Seguro que conoce algunas personas que tras un daño cerebral por ictus o traumatismo no pueden hablar, los médicos dicen que tienen “afasia”. Pues bien en la vida es más frecuente otra situación y no se considera ni siquiera una enfermedad. Está presente en muchas personas que son incapaces de dialogar; es así porque no son capaces de oír, o mejor oyen pero no escuchan. 

Son constructores de monólogos y circulan por la vida hablando ellos solos, porque lo de los demás no les interesa. No le prestan atención.

Ya le comenté que otros prefieren tener razón a ser felices. Discuten todo y no ceden y se esfuerzan en tener razón, lo que les evita o dificulta ser felices, pero se afanan en ello, discuten sin límite y ello les impide alcanzar la felicidad.

Otros no tienen claro la jerarquía o importancia de los verbos. Priorizan el tener al ser. Se afanan en adquirir más, en acumular lo material, más que esforzarse en ser algo más, y sobre todo mejores, en crecer como personas. En enriquecerse en valores, y le será más fácil transitar por este mundo ligero de equipaje.

He referido a que con frecuencia no valoramos lo que tenemos, y especialmente sólo somos conscientes de ello, cuando lo perdemos o estamos a punto de perderlo. Por ejemplo la salud. Es un bien muy grande que poseemos y no la valoramos aunque somos nosotros, no los sanitarios, los que debemos cuidarla. 

Erramos si nos arriesgamos a perderla por falta de sentido común, si nos implicamos en actividades de alto riesgo, ingerimos tóxicos o hacemos malas dietas.

Otras personas deciden hacer de la queja su bandera. Lamentarse y sentirse mal les da protagonismo social y así caminan por la vida, sin entender que a medio plazo pueden ser rechazados porque nublan su entorno, agobian a sus congéneres. Los aburren e incluso les abruman. Podríamos decir que sólo hablan para cantar ruina. O que sólo están bien cuando están mal.

No hemos aprendido que el que más da es el que más recibe. Pregúnteselo si no a los voluntarios; en cualquiera de sus actuaciones uno de ellos le explicará cómo se siente al hacer el bien.
  
También suele ser negativa nuestra visión del esfuerzo, y no lo vemos como una gran oportunidad. Sigmund Freud decía: “He sido muy afortunado; todo en la vida me ha costado mucho”. Sin duda, de no haberse esforzado su aportación, su legado al mundo hubiera sido menor.

También nos enseña Descartes que muchas veces sufrimos por cosas que nunca nos sucederán. En lenguaje llano: nos ponemos el parche antes de que salga la herida. Sufrimos con anticipación. Así sucede por ejemplo con los vómitos por recibir quimioterapia; sabemos que algunas quimioterapias los causaran, pero lo curioso es saber qué en muchas ocasiones algunas personas que iban a recibir quimio tienen los vómitos antes de iniciar su toma, antes de que se les administre; y eso es lo que llaman vómitos anticipativos y son debidos a que nuestro estado de nervios los provoca.

Importa saber lo costoso de fingir. Le aseguro que no compensa; cuanto más acerque lo que piensa, lo que dice y lo que hace, le será más fácil ser feliz.

También conviene recordar que el tiempo pasa para todos, los minutos, las horas, los días o los años, y al vivir lo vamos consumiendo todos; es un error plantearse ese consumo cuando uno es mayor o anciano. El momento que importa que valore es el ahora. Le he comentado a veces que el pasado fue, nos enseña, pero es irrecuperable, y el futuro es impreciso. Por eso él ahora es clave; hay que vivir todos los momentos con plenitud; como si fueran a ser el último.

También es importante soñar y lo hacemos poco. No digo que no seamos realistas, pero sí que elevemos nuestras miras. Hacerlo embellece el paisaje de la vida por el que debemos transitar. Dicen que los sueños suelen ser caros; yo pienso que es más caro no tener sueños.

Por otra parte le recuerdo que la mentira es un paso erróneo, como una salida en falso, con frecuencia le lleva a un corredor que retorna al mismo camino del que se parte y tendrá que volver a enfrentarse con la situación por la que mentimos. 

Por otra parte mantener esa irrealidad cuesta mucho esfuerzo. Yo no se lo aconsejo como vía de tránsito. La verdad abre ventanas, da luz y embellece el camino.

Otros son insensibles a lo que sucede en su entorno. Caminan con cara de póquer. Quizás lo hacen porque no quieren sufrir. Pero se equivocan. Compadecerse de los otros, y no en el sentido de ser dadivosos, sino en el de no querer que sufran, compartir, e incluso integrarse con ellos, sin duda puede doler, pero genera humanidad y múltiples satisfacciones.


Sea listo, aprenda y aplique muchas de las lecciones que la vida nos enseña. 

Cada día que vive asiste a muchas y magnificas clases, pero importa que las aprecie y tenga la actitud de aprender.

Libertad De Opinión

Las Redes Sociales han adquirido un papel muy relevante en nuestras vidas. Millones de personas las utilizan cada día para compartir noticias de actualidad, su vida personal o profesional, sus opiniones o sus ideas, sin ser plenamente conscientes de las repercusiones que ello puede traer consigo. Pero, ¿somos completamente libres a la hora de publicar lo que pensamos o sentimos en cada momento o existe algún límite? ¿Qué diferencia, en este ámbito, el mundo offline del mundo online?.

Cada vez son más frecuentes los asuntos que llegan a los Tribunales por publicación de comentarios lesivos en las Redes Sociales. En este sentido, la semana pasada salía a la luz la noticia de que la Fiscalía de la Audiencia Nacional había acusado de cometer un delito de humillación a las víctimas del terrorismo a una estudiante de historia de 21 años por hacer bromas en Twitter sobre Carrero Blanco, pidiendo para ella dos años y medio de cárcel, tres de libertad vigilada y más de ocho de inhabilitación absoluta.

En esta misma línea, hace unos meses el Tribunal Supremo publicaba una sentencia por la que se condenaba, por primera vez, a un año de cárcel a una joven como autora de un delito de odio y de enaltecimiento del terrorismo cometido a través de Twitter, por haber difundido diversos tuits burlándose de las víctimas de ETA.

Otros casos polémicos por cuestionarse los límites de la libertad de expresión son el de Guillermo Zapata, ex edil de Cultura del Ayuntamiento de Madrid, quien se vio obligado a dimitir al ser denunciado por difundir en su cuenta de Twitter mensajes burlándose de los judíos o de víctimas del terrorismo, o el revuelo desatado tras la muerte del torero Víctor Barrio en una plaza de toros, recogiéndose numerosas publicaciones en las Redes Sociales celebrando su muerte o vertiendo insultos hacia a él y su familia.

Todo lo anterior nos hace reflexionar acerca del alcance del derecho a la libertad de expresión para poder determinar hasta qué punto están amparadas nuestras opiniones, manifestaciones e ideas por la misma. 

Resulta indudable que la libertad de expresión, derecho fundamental reconocido en el artículo 20 de nuestra Carta Magna, es el derecho que todos tenemos a expresar y difundir libremente nuestros pensamientos, ideas y opiniones mediante la palabra, el escrito o cualquier otro medio de reproducción.

Entonces, ¿tenemos derecho a publicar lo que se nos antoje en cada momento en nuestros perfiles en las Redes Sociales? ¿Tenemos derecho a expresarnos libremente? Por supuesto que tenemos derecho a expresarnos libremente siempre y cuando nuestros pensamientos, ideas y opiniones no colisionen con otros derechos igualmente protegidos. 

Es decir, la libertad de expresión prevalece sobre cualquier otro derecho siempre que no se vulnere el derecho al honor, intimidad personal y familiar o propia imagen de alguien y, siempre que no se caiga en el insulto o desprestigio gratuito.

Por ello, el hacer comentarios ofensivos, bromas o verter opiniones en las Redes Sociales podría constituir una vulneración del derecho al honor por "divulgación de hechos relativos a la vida privada de una persona o familia que afecten a su reputación y buen nombre" o por "la imputación de hechos o la manifestación de juicios de valor a través de acciones o expresiones que de cualquier modo lesionen la dignidad de otra persona, menoscabando su fama o atentando contra su propia estimación", tal y como establece la propia ley sobre protección civil del derecho al honor.

Además, la publicación en las Redes Sociales de comentarios o juicios sobre determinados temas, como pueden ser el terrorismo o la violencia, podrían ser constitutivos de diversas figuras delictivas como enaltecimiento del terrorismo, delito de incitación al odio o violencia, injurias, calumnias, acoso, amenazas, delitos contra la intimidad, humillación a las víctimas, etc.

Cabe también plantearse si es lo mismo hacer un comentario o bromear, por ejemplo, sobre Carrero Blanco en una cafetería, entre amigos, que hacer esos mismos comentarios, públicamente, en las Redes Sociales. Sin duda, las consecuencias serían diversas, precisamente, por la comunicación pública que se estaría produciendo en el segundo caso. No es lo mismo bromear en un ámbito privado o cerrado que en uno público, por su alcance y difusión y, consecuentemente por la mayor vulneración del derecho de que se trate.

Otro factor que entra en juego a la hora de establecer los límites a la libertad de expresión es el interpretativo ¿qué entiende cada uno por "insulto" o "desprestigio gratuito"? Se trata en todo caso de una percepción subjetiva: hay personas que pueden sentirse ofendidas por una broma que para otros carece de toda importancia. La gran diferencia en el mundo digital es que, en lugar de interpretar voces, gestos o tonos de voz (he aquí la riqueza de la comunicación), simplemente entran en juego letras o palabras en un "post". Es decir, no se interpreta más que una simple frase que, en el mejor de los casos, va acompañada de un emoticono. Pero, ¿qué es bromear? ¿Cuál es el límite de la broma? Hay casos, más allá de lo jurídico, como el de la revista sátira de Charly Hebdo, que nos muestran que el verdadero problema quizá sea la interpretación como concepto.

Por otra parte, en relación a los fallos de los Tribunales acerca de la publicación de comentarios vejatorios o lesivos en las Redes Sociales, cabe mencionar la cada vez más típica condena al infractor, además de a eliminar los comentarios constitutivos de la vulneración, a publicar el fallo en las Redes Sociales, en un horario establecido durante un número determinado de días. 

A título de ejemplo, el reciente caso del presidente de Ausbanc por intromisión ilegítima del honor del portavoz de Facua o, en el año 2012, la concejala del Ayuntamiento de Pamplona que fue condenada a publicar en Twitter durante un período de tiempo el fallo de una sentencia tras verter tuits ofensivos sobre otra concejala.

Este tipo de condenas son consecuencia de la aplicación de la Ley Orgánica 1/1982, de 5 de mayo, sobre protección civil del derecho al honor, a la intimidad personal y familiar y a la propia imagen, que establece como parte de la condena "la publicación total o parcial de la sentencia condenatoria a costa del demandado con, al menos, la misma difusión pública que tuvo la intromisión sufrida".

Resulta cuestionable la efectividad de este tipo de condenas, así como la garantía de que la publicación del fallo tendrá la misma difusión que tuvieron los comentarios objeto de la litis. Otro interrogante es la existencia del límite de un número determinado de caracteres, por ejemplo, en Twitter. Por suerte, nuestros Tribunales parecen ir buscando soluciones para estas cuestiones y así, en el caso del Presidente de Ausbanc, se acordó que la publicación del fallo se hiciera utilizando una herramienta elaborada al efecto para aumentar el número de caracteres permitidos. 

De todas formas, la ley hace referencia a la publicación total o parcial de la sentencia condenatoria por lo que, según el caso, podría resultar suficiente la publicación en 140 caracteres, cumpliendo así con la publicación parcial de la misma.


En conclusión, antes de publicar contenidos en las Redes Sociales debemos ser escrupulosos en el cumplimiento de nuestros derechos y deberes. Pues, si bien el derecho a la libertad de expresión nos legitima para manifestar con total libertad nuestros pensamientos, ideas y opiniones, no abarca un derecho al insulto o al desprestigio gratuito, ni nos ampara para efectuar comentarios lesivos o vejatorios sobre otros. No obstante, debemos atenernos al caso concreto, puesto que con carácter general no es posible determinar los concretos límites de la libertad de expresión y, a pesar de todo, no debe verse reducida nuestra autenticidad en las Redes Sociales, ni debe impedirse que cada uno de nosotros sigamos manifestando libremente nuestras ideas y opiniones, bien entendido que con la necesaria prudencia para respetar igualmente los derechos de los demás.