domingo, 12 de agosto de 2018

Inteligencias

Todo en la naturaleza es inteligencia
Toda la creación humana es producto de un pensamiento. Los pensamientos surgen de la mente como impulsos creativos y cuando éstos se manifiestan en forma organizada producen una expresión creativa.

Todos tenemos la misma capacidad desde el nacimiento para organizar los pensamientos, por lo tanto se puede considerar a la mente como una estructura que tiene un poder organizador
.
Este poder no está ubicado solamente en el cerebro, abarca todo el cuerpo hasta cada una de nuestras células y se puede decir que todo en la naturaleza posee el mismo poder organizador de inteligencia creativa.

Hasta la materia inanimada demuestra que sus componentes básicos como los protones, electrones y otras partículas están dispuestos en forma organizada e inteligente.

El conocimiento del hombre tiene una estructura de pensamiento que capta al Universo con la conciencia y este es el modo que tenemos de conocerlo.
Nuestros impulsos de inteligencia son los mismos de toda la naturaleza la diferencia es que el hombre los conoce como pensamientos.

Toda la complicada maquinaria que componen todos los sistemas de un cuerpo humano son manifestaciones de un impulso inteligente y creador.
Este razonamiento nos lleva a la conclusión de que la mente, conciencia o inteligencia subyace en todo el Universo.

El ser del hombre es su propia semilla con la capacidad de evolucionar hasta su pleno desarrollo. En esa semilla, a partir de la unión de un óvulo con un espermatozoide, se encuentra almacenada toda la información inteligente de un hombre nuevo y único
.
Se podría decir que la vida es la posibilidad de evolucionar que tiene la materia en forma organizada y con un propósito; y así como puede naturalmente evolucionar la materia también evoluciona la conciencia hacia una etapa superior.

La evolución de la conciencia se manifiesta como sabiduría, que es la organización de la inteligente superior, o sea la posibilidad de síntesis que permite ver la totalidad.

Esta evolución es independiente de la voluntad y es irreversible porque es una tendencia natural.

El libre albedrío nos permite dirigir nuestros pensamientos, y cuando permitimos que los pensamientos negativos de nuestro ego dominen nuestra mente nos hará ver una imagen de la realidad deprimente que nos hará sentir desdichados; en tanto que un estado mental positivo la mayor parte de nuestro tiempo cambiará la imagen de esa realidad y nos hará personas felices; porque la propia conciencia es la que la estructura.

Cada estado mental coincide perfectamente con el funcionamiento del cuerpo, con el humor, con la expresión de la cara, con las relaciones personales, y con el bienestar físico general; y si una persona es buena observadora puede leer el pensamiento de otra por su aspecto.

De manera que solamente si somos conscientes podemos cambiar nuestros pensamientos porque la mayoría de éstos, surgen espontáneamente en forma automática.

La mente altamente evolucionada, con una perspectiva más amplia de la realidad, que no se detiene en los simples sucesos sino que ve sólo la síntesis, no puede ser nunca víctima de una enfermedad si tiene absoluto dominio de lo que piensa.

La evolución no es voluntaria, conoce sus propias metas y se dirige a ellas para cumplirlas sin ningún obstáculo porque sencillamente se trata de algo totalmente natural.


Es nuestro Ego de conciencia limitada el que interfiere en este proceso e impide disfrutar naturalmente de la salud perfecta.

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