La definición de responsabilidad moral puede ser comprendida
acudiendo a su comprensión ortodoxa, como esta:
«La responsabilidad moral es la capacidad y obligación moral
que tiene el sujeto de responder plenamente por los actos realizados, siempre y
cuando éstos tengan su origen en un comportamiento libre y consciente».
«La capacidad y la obligación moral que tenemos las personas
de responder plenamente por los actos realizados, siempre y cuando tengan su
origen en un comportamiento libre y consciente»
Con esas ideas, es posible comprender que la responsabilidad
moral contiene elementos, los que expongo a continuación:
• Es un concepto individual y personal, imposible de ser
asignado a grupos o colectividades —por lo que no se puede realmente hablar de
responsabilidad general colectiva.
• Por necesidad contiene un elemento prescriptivo, es decir,
uno que establece diferencias de bueno/malo, debido/indebido — que toma la
forma de opciones entre las que la persona selecciona.
Contiene también, por necesidad inevitable, una creencia en
la capacidad humana de actuar seleccionado entre esas opciones disponibles a la
persona.
Y, en su esencia misma, contiene el elemento que la
caracteriza: la aceptación personal de las consecuencias que las acciones
personales produzcan, en la persona misma y en otras.
Por
otro lado, es usual que la idea de aceptar las consecuencias de los actos
propios ponga atención en las consecuencias negativas —las de, por ejemplo,
aceptar las consecuencias del uso de drogas. Sin embargo, también deben
incluirse las consecuencias positivas —como las de quien tiene hábitos de
ahorro y logra una pensión sustancial.
Es decir, en la idea de responsabilidad está contenido otro
elemento, el de justicia (dar a cada quien lo merecido, bueno o malo) —lo que
tiene una implicación que es escasamente reconocida: sería una injusticia
impedir que la persona fuera responsable de sus acciones.
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