lunes, 13 de agosto de 2018

Versatilidad


La versatilidad es la cualidad de hacer cosas distintas. Se dice que alguien es una persona versátil cuando tiene intereses y capacidades muy diferentes entre sí.

Las personas cultas son aquellas que saben sobre temas muy variados: arte, ciencia, deporte... Tener interés con respecto a conocimientos no relacionados y al margen de nuestra profesión, pone de manifiesto una versatilidad. Y ello implica que la persona versátil tiene un carácter abierto y con curiosidad intelectual en varias esferas. En ocasiones, la versatilidad se emplea como un rasgo que no es positivo precisamente, ya que se utiliza como sinónimo de dispersión y algo propio de quien no es capaz de centrarse en algo.

Se aprecia, por lo tanto, que el término versatilidad puede tener dos significados  ( uno positivo y otro negativo ) dependiendo del contexto.

En la acepción positiva, la versatilidad implica pluralidad de intereses, iniciativa, curiosidad, vitalismo, en definitiva, y es entendida como una característica valorable.

En la acepción negativa, la versatilidad es considerada como una actitud ambivalente, poco práctica, propia de aficionados o personas inconstantes. Incluso hay refranes al respecto: aprendiz de todo, maestro de nada. Se distingue un sentido despectivo de la variedad.

Ambas interpretaciones pueden ser válidas, dependiendo de las razones que se argumenten. Un ejemplo puede servirnos para clarificar el debate. A un médico le gusta la medicina en general, interesándole todas las ramas por igual. Esta actitud es positiva, en cuanto que todos los conocimientos son útiles y, paralelamente, es negativa en cuanto que es casi imposible especializarse en una rama de la medicina si el interés es hacia todas. Siguiendo con un ejemplo similar, si un médico está especializado en las patologías de la retina y en su vida personal tiene aficiones muy diversas, estaríamos hablando de alguien versátil y que al mismo tiempo está especializado.

En la historia de la humanidad hay algunos ejemplos ilustres de versatilidad (en este caso en un sentido positivo). Destaca la figura de Leonardo da Vinci, un artista del Renacimiento que pintaba, esculpía, escribía e inventaba y todo ello con gran maestría. Su caso es paradigmático y casi se podría decir que es una excepción, pues es infrecuente un profundo conocimiento en actividades distintas.

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