sábado, 11 de agosto de 2018

Hablemos De Actitud


Erase una vez, como empiezan los cuentos, un discípulo que siempre se quejaba de sus limitaciones.  Un día, como cualquiera de los que vivimos, su maestro lo oyó con su continua y consabida cantinela de quejumbre, que no aguantó, y le pidió que se acercara.

El maestro le dijo:
-Claro que tienes limitaciones, pero quiero hacerte razonar un concepto, que me imagino desconoces.
-Dime, maestro.
-¿No te has dado cuenta de que hoy puedes hacer cosas que hace unos años te habrían sido imposibles de realizar?
-Sí, maestro.  Tienes razón.  Hoy puedo hacer cosas que antes veía imposibles.
-Entonces, ¿qué ha cambiado?
El discípulo le contestó:
-Han cambiado mis talentos.
-No, le contestó el maestro.  Has cambiado tú.
-¿Y no es lo mismo?
-Claro que no.  Tú eres lo que tú piensas que eres.  Cuando cambias tu forma de pensar, cambias tú.

Si quieres dejar de ver las cosas como imposibles, cambia tu razonamiento, cambia tu forma de ver la vida, cambia tu actitud ante la vida, cambia tu actitud ante la gente con la cual convives, cambia tu estilo de ser, cambia tú, sin dejar de ser tú quién eres.

Ahí está el quid del asunto, seguir siendo tú, pero con otra visión, con otra dimensión de la vida, con una perspectiva diferente, con una actitud que sobrepase todo, hasta lo inimaginable.

La actitud lo es todo.  Cambia tu actitud, y la vida cambiará para ti.  Tú, como buen emprendedor, porque he de decirte que todos en esta maravillosa vida somos emprendedores, porque tarde que temprano, emprendemos un nuevo proyecto.  Eso todos lo hacemos.

Entonces, como buen emprendedor que eres, te voy a sugerir algunas actitudes que debes tomar para que te vaya muy bien en lo que estás emprendiendo.
Toma riesgos, sí, pero siempre bien calculados, para que ninguno te sorprenda.

Toma iniciativa en todo lo que desarrolles, porque eso te provocará la sensación de traer en tus manos el proyecto y que todo depende de ti, y el saber esto, te va a dar una seguridad y confianza en ti mismo, que te van a servir para que logres tu emprendimiento.

Busca hacer un registro de tu progreso en lo que estás queriendo hacer, porque si no analizas cómo va tu avance, no te vas a dar cuenta cómo vas.

Estudia mucho para que te estés actualizando continuamente en tecnología, y también, en la materia de tu proyecto.  Debes de estar al pendiente de los pasos que se van dando en el mundo entero de tu proyecto.

Toma decisiones y conviértelas en importantes para tu proyecto.  Recuerda, es mejor desarrollar lo urgente que lo importante.

Sé tenaz, duro y dale, sin descanso, sin desfallecer, con toda la persistencia y con toda la actitud.  Que los obstáculos no te impidan tu avance, y que sean un acicate para seguir adelante.

Con mucho entusiasmo, porque el entusiasmo es un motor que te genera actitudes importantes, y muchas veces el puro estar entusiasmado, minimiza las dificultades con las que te puedas encontrar.

Crea con creatividad, porque además que da mucha satisfacción personal, se te va a ocurrir alguna idea que será innovadora y que hará la diferencia en tu proyecto.

 Hay otras más actitudes, pero lo importante es la actitud personal, que puede hacer que te cambie la vida.  Te deseo mucho éxito en todo lo que estás desarrollando.


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