domingo, 12 de mayo de 2019

Los Complejos

El complejo de superioridad es un mecanismo inconsciente, ​ neurológico, en el cual tratan de compensarse los sentimientos de inferioridad de los individuos, resaltando aquellas cualidades en las que sobresalen. Es lógico pensar que cada individuo posea aspectos positivos y otros negativos. 

Posiblemente los aspectos negativos del ser son obviados por su psiquis para obcecarse sólo con los positivos. El término fue acuñado por Alfred Adler (7 de febrero de 1870 – 28 de mayo de 1937).

La exhibición del complejo de superioridad, generalmente, se proyecta hacia los sentimientos de inferioridad con respecto a los demás. El problema más común de este complejo es sentirse "apartado" de los grupos sociales, por no presentar las mismas características que el resto de las personas. En el resto de las personas, al estar con una persona con este tipo de complejos, se puede llegar a pensar que son arrogantes o que quieren hacerse destacar por aspectos banales.

La conducta relacionada con este mecanismo puede incluir una opinión exageradamente positiva sobre el valor y las habilidades de uno mismo, expectativas muy altas y poco realistas con respecto a los logros de uno mismo y de los demás, vanidad, estilo extravagante en la forma de vestir (con la intención de llamar la atención), orgullo, sentimentalismo y facilidad de ser herido, una tendencia a rechazar las opiniones de los demás (a veces con fundamentos racionales), comportamiento snob, entre otras.

El alejamiento social y el "soñar despierto" pueden ser también asociados al complejo de superioridad, ya que es una forma de evadir el temor al fracaso relacionado con los sentimientos de incapacidad de enfrentar el mundo real.


Los complejos de superioridad e inferioridad son a menudo presentados ambos en las mismas personas, y se manifiestan de maneras diferentes. Sin embargo, los dos complejos pueden existir el uno sin el otro.

Educación Y Pobreza

Hay una clara relación entre educación y pobreza. Los grupos sociales más pobres son los que menos educación han recibido y los que tienen más dificultades para acceder a ella y a sus beneficios. Pero no son los únicos, porque sucede lo mismo con cualquier otra diferencia que genera marginación, como la debida a la raza, el género, la cultura, la religión o las aptitudes físicas o intelectuales.

Por unos motivos o por otros, aunque el derecho a recibir educación es universal hay múltiples diferencias y desigualdades que lo dificultan o que impiden ejercerlo. Cuando se habla de igualdad de oportunidades educativas, se está hablando de disponer las cosas o tomar medidas para que esto no suceda.

Se puede considerar que hay igualdad de oportunidades cuando todas las personas tienen las mismas posibilidades educativas. En este sentido, se puede hablar de cuatro tipos de igualdades: de acceso, de supervivencia, de resultados y de consecuencias educativas. La primera mide la probabilidad de que una persona ingrese en el sistema educativo, por lo general en una escuela. La segunda mide la probabilidad de encontrar a esa persona en un determinado nivel del sistema escolar, por ejemplo en la educación secundaria o en la educación superior. 

La igualdad de resultados se refiere a la probabilidad que tienen los individuos de distintos grupos sociales o con distintas características de tener el mismo rendimiento, por ejemplo, de obtener los mismos resultados en el examen de acceso a la Universidad o en las pruebas PISA.  Finalmente, la igualdad de consecuencias indica la probabilidad de que aquellos que obtienen resultados escolares similares accedan a trabajos de estatus parecidos y con salarios análogos.

Dicho de otra forma, hay igualdad de oportunidades cuando todos tienen las mismas probabilidades de ingresar en el sistema educativo, mantenerse en él, aprender lo mismo y obtener los mismos beneficios de lo aprendido. Por ejemplo, si los alumnos de los programas de formación profesional básica proceden mayoritariamente de las clases menos favorecidas o los resultados que se obtienen en las pruebas de evaluación externa son claramente diferentes en los colegios privados y en los públicos, parece claro que las oportunidades no han sido las mismas; o que, siéndolo, no se han podido aprovechar de la misma manera.

Paradójicamente, para aproximarse a la igualdad de oportunidades deben introducirse desigualdades en el sistema educativo; esto es, hay personas y colectivos que deben recibir un trato distinto: recibir más atención, disponer de profesores especializados, tener acceso a ciertas tecnologías, desarrollar currículos adaptados, estar exentos de algunas exigencias horarias o de contenidos… Son lo que se conoce como medidas compensatorias, encaminadas a equilibrar la balanza o reducir las desventajas en la consecución de un objetivo común; por ejemplo, la obtención del título de secundaria. Se piensa que, así, los alumnos reciben un trato equitativo; pero no es cierto, porque muchas de estas medidas no son equitativas sino igualitarias.

Según los diccionarios, la equidad consiste en la aplicación del derecho natural por encima del derecho positivo, de la ley escrita. También se refiere al trato diferenciado que, para suprimir la injusticia, se aplica a los individuos, de acuerdo con sus circunstancias y características.  

En educación, según la UNESCO, la equidad implica educar de acuerdo a las diferencias y necesidades individuales, sin que las condiciones económicas, demográficas, geográficas, éticas o de género supongan un impedimento al aprendizaje.

Esto parece claro, pero la equidad, en la práctica, tiene muchas interpretaciones. Por ejemplo, se considera que un sistema educativo es equitativo cuando dedica más recursos y atención a los alumnos más necesitados, que son aquellos que tienen más probabilidades de fracasar en la escuela; sin embargo, dentro de esta categoría de alumnos con riesgo de fracaso escolar, también podríamos incluir a los alumnos de altas capacidades, los llamados superdotados, porque tienen más dificultades para adaptarse que otros cuando se les somete a la enseñanza reglada. Sin embargo, no es habitual que estos alumnos reciban un trato diferente.

Se considera equitativo que los alumnos con más dificultades reciban más atención para no fracasar en la escuela, pero no suele plantearse que lo realmente equitativo para algunos alumnos sería educarse fuera de la escuela, en otro sistema, de otra manera. 

Si cambiase nuestro concepto de fracaso escolar también cambiaría nuestra percepción de lo que es o no es obrar con equidad.

Porque, en este momento, aunque las escuelas sean inclusivas, en todas ellas se imparten las mismas asignaturas y se desarrollan los mismos currículos oficiales, desatendiendo enseñanzas que podrían ser enormemente valiosas para muchos alumnos. Y esto de igualar las escuelas, para que en todas ellas se enseñe lo mismo y se puedan obtener los mismos resultados, puede que nos acerque a cierto tipo de igualdad de oportunidades pero, desde luego, no educa de acuerdo a las diferencias y necesidades individuales.


Hay igualdad de oportunidades cuando se juega a la lotería y todos tienen un boleto, pero no la hay en una carrera de resistencia o de velocidad, por mucho que todos puedan participar en ella. Y el sistema educativo actual  es claramente competitivo, aunque se disfrace de maratón popular o de carrera solidaria.

Habilidades Interpersonales


En una entrevista de empleo, sus capacidades y certificaciones técnicas pueden jugar un papel muy relevante. Sin embargo, no se olvide de enfatizar también sus habilidades interpersonales. De hecho, vale la pena saber que esto es lo que, en muchas ocasiones, determinará si una persona continúa o no en el proceso. 

¿El motivo? Unas habilidades sociales e interpersonales sólidas y potentes aseguran al responsable del proceso de reclutamiento que usted será capaz de adaptarse y llevarse bien con sus nuevos compañeros, clientes y cualquier otra persona con la que se encuentre en el camino. Asimismo, los reclutadores y empleadores saben que es mucho más fácil enseñar a una persona la parte técnica que inculcar las habilidades sociales que cierta posición puede llegar a requerir. 

Muchos empleos implican la interacción con personas, por ello, las habilidades interpersonales no son solo importantes, sino un elemento clave. A continuación, encontrará tres habilidades blandas que deslumbran a cualquier potencial empleador, y le indicamos cómo demostrar que las posee en una entrevista de empleo.
  
1. Capacidad de comunicación 
Una habilidad que es muy requerida por los empleadores es la capacidad de articular ideas y transmitir información en forma clara. Escuche atentamente las preguntas del entrevistador y entregue respuestas precisas y ordenadas.
No subestime la importancia del lenguaje no verbal. Mantenga el contacto visual y preste atención a su lenguaje corporal y a su gesticulación.
   
2. Capacidad de liderazgo
Un plus para cualquier empleador es un profesional capaz de supervisar proyectos, recursos y colaboradores, y entregar resultados óptimos. Aunque nunca haya liderado un proyecto, puede que sí se haya encontrado en situaciones en las que haya tenido que demostrar sus habilidades y capacidad de liderazgo. Revise su trayectoria en su trabajo anterior y destaque las veces en las que se ofreció para formar a un nuevo empleado o tomó la iniciativa para sugerir un proceso más eficiente o un nuevo enfoque para un plan.

3. Capacidad de colaboración y diplomacia

Ser capaz de trabajar en equipo y colaborar con sus compañeros en situaciones de tensión o difíciles es un punto a favor frente a un responsable de reclutamiento. Preséntese como una persona positiva a la que le gusta trabajar en equipo. Piense en las veces en las que haya tenido que mediar en una discusión profesional para mantener el foco del equipo y, sobre todo, tenga cuidado al hablar de sus jefes o de sus compañeros actuales. Hablar mal puede jugarle en contra.

Cuando prepare una entrevista de empleo, piense en cuáles son sus fortalezas en el relacionamiento con las personas. Destacar estas cualidades le puede ayudar a avanzar en el proceso y, tal vez, lograr el puesto. Si aún está desarrollando alguna de estas habilidades, demuestre cómo las está aprendiendo, qué nuevas técnicas está incorporando y cómo las está aplicando a su día a día en el trabajo. 

Mente Y Corazón


¿Realmente existe distancia entre la mente y el corazón? ¿Son dos en uno?… ¿Primero el corazón… después la mente….? ¿O al revés?, ¿Quién te guía por tu verdad? A lo largo de nuestra vida nos enfrentamos a infinitas batallas entre la mente y el corazón que controlan nuestros sentimientos, emociones, decisiones, aciertos y fracasos…

Nos sumergimos en intensos dilemas que acaban por anularnos, acaban con nuestra coherencia y entramos en un círculo de inseguridad… Inseguridad porque la mayoría de las veces no sabemos si hacemos bien o mal hasta que decidimos hacerlo, y para ello, ahí están la mente y el corazón.

«Ante el miedo e inseguridad solo aparentemente podemos sobreponernos y superar nuestro propio miedo e inseguridad»
-Günter Wallraff-

Pues bien, ahí está. Cuando reflexionamos sobre la mente y el corazón nos damos cuenta de que no hay uno correcto. No debemos dejarnos llevar única y exclusivamente por el corazón pues nos llevaría por un camino de impulsos descontrolados y caprichosos si estos no están dirigidos por la mente, sabia y cautelosa ante esos momentos de locura infinita, que terminarían con nuestro yo como personas.

Tampoco hay que seguir fielmente a la mente, nos privaría de la libertad de sentir… la importancia de pararse a sentir, sin más, crearía un muro frente a un mundo de emociones y pasiones por descubrir y experimentar. Además, esto dificultaría nuestras relaciones con los demás, ya que careceríamos de la habilidad de la empatía.

Ante esta breve, rápida y general descripción sacamos en conclusión que no hay blancos y negros en esta elección, sino que se trata de una amplia gama de grises de distinta intensidad y variedad reflejados en nosotros mismos. Siempre tendemos irnos a los extremos, sin darnos cuenta de la gran cantidad de matices que hay en el medio.

El secreto de la mente y el corazón es mantenerlos en armonía. Eso es lo más importante. Porque cuando hay desacuerdo entre ellos, nuestros sueños no avanzan, nos estancamos.

No hay dos gemas iguales al igual que no hay dos personas iguales, por lo tanto  no hay una regla para todos, cada uno debe llegar a conocer y saber usar la suya, debe llegar a escucharse, a comprenderse, a saber de sí mismo. El Mindfulness o la meditación serán de gran ayuda para este objetivo. ¡Ponlo en práctica ya mismo!

Siempre tendría que haber un equilibrio entre la mente y el corazón. Sin embargo, siempre hay personas que tienden hacia uno de estos dos extremos. ¿Alguna vez te han dicho que eres muy racional? ¿Otros te han comentado lo emocional que eres? Esto puede darte alguna idea de si te dejas guiar más por la mente o por el corazón.

Aprender a escucharnos tanto a nuestra mente racional como a nuestra intuición o corazón, hará que no haya situación, momento, decisión, circunstancia ante la cual no saber qué hacer. Podremos usar nuestra propia regla, creada por nosotros mismo, sacada de nuestra mente y de nuestro corazón. Cada uno en su medida, de su conexión, sin crear conflicto entre ellos, pues están destinados a entenderse, para que solo así, todo fluya y consigas la capacidad de ser.

«Sabemos lo que somos, pero ignoramos todo lo que podemos llevar a ser»
-Anónimo


Detente y aprovecha a conocerte, es largo el camino pero tiene un final. Fija tu regla de matices que sólo tú puedes llegar a conocer, es difícil pero no imposible, se fiel y honesto contigo mismo, siente y experimenta, crea tu propio vínculo entre la mente y el corazón. Porque no hay nada certero para seguir. Cada persona es diferente. 

Ese vínculo entre mente y corazón se encuentra en tu interior. Pero solo tú puedes descubrirlo.

Principios Y Valores


Los principios y los valores son en esencia creencias que guían nuestras decisiones y nuestra visión del mundo. Desde que nacemos, esas creencias nos han formado y han definido quiénes somos y lo que hacemos. Algunos viven por los principios y valores de la religión en que se criaron. Otros elijen alguien como modelo y siguen su filosofía. Gandhi. Mandela. Steve Jobs. Hitler. Marx. La Madre Teresa. Bono. Bin Laden. Todo el mundo sigue algún conjunto de principios y valores, más probablemente una ensalada de varios que absorbió a lo largo de la vida.

No existe quien viva sin principios. Cuando alguien dice: «Fulano no tiene principios» – en realidad está diciendo que esa persona tiene malos principios. Los ladrones, los traficantes, los violadores, también tienen sus principios, por los cuales justifican lo que hacen.

Concluyendo entonces que nadie vive sin principios y valores, la pregunta es: ¿por cuáles vive usted? Y también importante: ¿es posible dejar principios antiguos y adquirir nuevos?

Respondiendo la última pregunta primero: sí, es posible. Usted probablemente ya cambió algunos a lo largo de la vida, para mejor o para peor. Normalmente cuando cambiamos nuestros principios y valores, ese momento se convierte en un punto de cambio en nuestras vidas – tamaño es el poder que tienen de influenciarnos.

Por eso la primera pregunta es crucial: ¿Cuáles son los principios y valores por los que usted escogió vivir?

La inteligencia espiritual me enseña que si los principios y valores dictan mi vida, y yo quiero tener la mejor calidad de vida posible, entonces debo adoptar los mejores principios y valores que existan.

¿Dónde encontrarlos? ¿Quién los tiene? ¿Cómo saber que realmente son los mejores?

Los resultados comprueban los que son buenos o malos. Los principios y valores que más han cambiado vidas para mejor son, sin ninguna duda, los principios de Dios.


Seguridad Y Aplomo


Dentro de un contexto de la persona segura de sí misma la confianza y el aplomo, pueden ser consideradas palabras sinónimas  si bien la primera está más referida al ánimo de creer más en los talentos y capacidades propias y la segunda tiene que ver con la serenidad a la hora de actuar.

 Además ambos conceptos son características inherentes a una persona con alto grado de inteligencia emocional y por ende empática.

Pero la seguridad y el aplomo no son algo que  pueda conseguirse de la noche a la mañana, mucho menos para personas que nunca se han preocupado por su control mental y siempre han estado más preocupadas por el camino de sus  semejantes que el del propio.

 No hay otra forma de desandar ese camino de inseguridad personal que hacer un plan serio para cambiar de mentalidad.

El esquema mental que hasta ahora les ha guiado debe ser cambiado en sus bases principales: rutinas, costumbres, ideas, creencias, desidia, taras.

 Un cambio de hábitos desde la forma de pensar ante cada imagen que se ve y actuar ante cada circunstancia que se presenta.

 Una autoprogramaciòn mental no es fácil de lograr pero es posible si se está movido por la fe y la perseverancia  más incluso que el conocimiento que siempre es algo deseable.

 Si se tiene fe se tiene un arma fundamental para lograr tener confianza en sí mismo. Con la fe y la perseverancia cada cosa que hagamos por superarnos  tendrá su recompensa.


 La fe nos da la motivación y ya con esta última, cada cosa que hagamos por ser una persona segura, funcionará.

sábado, 11 de mayo de 2019

Cansancio Mental

El cansancio mental o fatiga mental es un concepto que puede confundirse con la fatiga física, aunque son diferentes. El cansancio mental está relacionado con los síntomas prolongados de estrés (sea o no laboral), ansiedad, depresión o el exceso de tareas y la falta de recursos.

Este tipo de fatiga es diferente a la somnolencia (necesidad de dormir), aunque la persona siente una pérdida de energía, desmotivación y apatía. Aparece, por ejemplo, cuando una persona sufre burnout y llega el momento en que se siente que no puede más, que sus recursos no son suficientes para hacer frente a la situación y llega a su tope mental.

La fatiga mental suele asociarse al trabajo, puesto que muchos fenómenos relacionado con este campo pueden provocarlo. Las causas más habituales de cansancio mental son:
Exceso de carga mental: las tareas excesivas requieren que el nivel de atención y concentración sea demasiado alto pueden causar la aparición de este fenómeno. El problema principal se encuentra en la duración de esta situación, que acaba por agotar los recursos de la persona.
Factores de la organización: el clima y la cultura empresarial, los compañeros de trabajo o los estilos de liderazgo de los superiores también pueden provocar cansancio mental.
Los recursos de cada persona: algunos individuos toleran mejor las situaciones estresantes que otras.

Estrés y ansiedad: el cansancio mental también puede aparecer en situaciones de estrés (por ejemplo, estrés post traumático o estrés laboral) o ansiedad prolongada.
Trabajos muy mentales: aquellos trabajos con poca implicación física son más propensos a provocar fatiga mental.
Depresión: los síntomas de este trastorno incluyen esta forma de fatiga.


El cansancio mental, esa sensación de que se ha llegado al límite y en la que se siente mental y emocionalmente agotado, puede evitarse y superarse. 

Lo Que Vale La Pena


Vale la pena reírse de tonterías e incluso, de cuando en cuando, también de las cosas serias. Merece, al menos, un instante al día la sensación de que todo está en calma y, otro, la sensación de que todo es un caos.

Merece unas palabras la persona que hoy te hizo un favor y aquella que hoy tuvo uno de los peores días del año y lo pago contigo porque cuando más necesitamos que nos quieran es quizás cuando peor nos portamos.

Merece unas cuantas preguntas la persona a la que continuamente le contamos nuestros problemas, incluso si esa persona somos nosotros mismos. Nuestro cuerpo merece un paseo después de pasar varias horas quieto, esperando con paciencia a que le llegue su turno.

El aire, el sol, el viento o la lluvia merecen el reconocimiento de turnarse todos los días para acariciarnos el rostro y ponernos en contacto con la naturaleza, a pesar de que nosotros nos escondamos entre edificios tan altos que no nos dejan asomar la cabeza.

Merece una oportunidad nuestro sueño, ese que guardamos en una cajita de madera pensando que tiene la llave para acercarnos realmente a la persona que queremos ser.

No es malo ser conscientes de que lo que en realidad entregamos a cambio de dinero no es nuestro trabajo ni nuestro saber hacer, entregamos nuestro tiempo finito, que se va y ya no regresará.
De esta forma morimos al mismo tiempo que tenemos la oportunidad de resucitar a cada instante.., pese a los que se empeñan en condenarnos y recordarnos nuestros errores para hacernos daño, porque nosotros también merecemos la pena una vida.

Merecen una ayuda las personas que ayudan y unas palabras de ánimo, al menos, aquellas personas que aún piensan que no todo está perdido y que, después de todo y pese a las barbaridades que hemos cometido, la humanidad que se ahoga tiene solución.

Merecen un voto de confianza aquellas personas que han dado un paso en la dirección acertada aunque vengan del mismísimo centro del país del error. No olvidemos que si llegan hasta donde estamos serán mucho más sabios y fuertes que nosotros.

Cuando algo merece la pena, incluso merece la pena hacerlo mal.

Merecen un respeto las ideas de todos y especialmente las de las personas que llevan más tiempo viviendo y experimentando, hablen de ciencia o de experiencia propias: no olvidemos que lo primero nace de coleccionar trocitos de lo segundo.

Merecen la pena las sorpresas, especialmente prepararlas porque esa ilusión se puede comparar con pocas cosas. Y, por supuesto, merece la pena quienes nos las preparan porque se han preguntado cómo podrían dibujarnos la sonrisa más grande.

Merecen la pena una buena canción, un buen libro, un buen cuadro, una buena película porque todos guardan una historia que puede tener que ver con nosotros…o pude que no, que simplemente nos hagan reír, llorar, odiar o amar… ¿Aún así, no merecen la pena?

Merecen nuestra indignación, por muy repetida que sea, las personas que se sienten con potestad para decidir sobre la vida de los demás, impidiéndoles expresarse libremente mediante el terror y la amenaza; utilizando como armas aquellas que matan y no aquellas que forman parte del diálogo que se basa en el respeto sincero y la escucha activa.

Merece el perdón la persona que se arrepiente más que la que lo manifiesta y no lo hace. Lo primero tiene que ver con volverlo hacer, los segundo tiene que ver con una cuestión de orgullo con la que al final cada uno deberíamos librar de manera individual.

Merecen la pena los héroes que se esconden en la cotidianidad y que mantienen con fuerzas de grito ahogado la estructura de un mundo extraordinariamente débil frente a la capacidad que hemos adquirido de destruir y hacer daño.

Tenemos poderes fantásticos: el de dar, el de construir, el de colaborar, el de compartir, el de expresarnos, el de defender, el de disfrutar, etc.


Lo bueno es que todos pueden hacer que merezcamos la pena.

Sabiduría: El Saber Hacer


¿Sabías que no es lo mismo CONOCER que SABER?
CONOCIMIENTO y SABIDURÍA son dos cosas diferentes.

El Conocimiento, dicho en pocas palabras, es la acumulación de información desde diferentes fuentes
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Puedes adquirir conocimiento al leer un libro, o por medio de lo que has experimentado en la vida o inclusive por lo que te han contado de alguna situación en particular.

La Sabiduría por otro lado, es la correcta aplicación de ese conocimiento.  Saber algo, no determina que sepas como usarlo en una determinada situación
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Es algo así como tener una caja de herramientas llena, y no tener la menor idea de qué hacer con esas herramientas una vez que abres la caja o se daña algo en la casa.

¿Quiere entonces eso decir que se puede tener Conocimiento sin adquirir Sabiduría?

Claro que sí.  Sí se puede tener mucho conocimiento, y al mismo tiempo carecer de sabiduría, y de eso existen muchos ejemplos en la vida cotidiana.

Por ejemplo, ¿cuántos no hemos conocido a ese compañero de trabajo que es sumamente brillante en la oficina, que entiende muy bien todos los datos, cuadros y gráficas del último estudio realizado y se conoce de memoria todos los procedimientos, pero que a la hora de una reunión preferimos mil veces que no sea quien haga la presentación?; puede estar presente para apoyar, pero que no hable mucho…eso es porque posiblemente ha demostrado anteriormente mucho conocimiento, pero poca sabiduría; igual que aquella persona que sabe que existe la fuerza de la gravedad, pero tira una piedra para arriba en el aire, y se queda en el mismo lugar esperando a ver dónde va a caer.

Por otro lado, se puede ser sabio sin tener mucho conocimiento, y eso lo hemos experimentado más de una vez, cuando hemos tenido la oportunidad de sentarnos a conversar con una persona, que puede no estar muy actualizada en cuanto a temas modernos, pero de igual manera te quedas sorprendido con todo lo que puedes aprender de ellos.

La razón de esto, es que muchas veces esa sabiduría viene de haber conocido y de haber sabido aplicar, alguna vez en sus vidas, los principios correctos para ciertas situaciones y el resultado lo puedes ver en la forma en que hablan y se conducen en su vida diaria.

Esto entonces lleva inevitablemente al punto de que es mucho mejor adquirir sabiduría, que acumular conocimiento por sí solo y no saberlo aplicar.



El Poder De Una Sonrisa


Sonríe, que todos sepan que eres más fuerte que ayer. Levanta el rostro y dibuja esa sonrisa que tu expresión merece y que tu corazón te pide. Porque si la vida es actitud vale la pena vestirse con el gesto más digno y más hermoso, ese que contagia emociones y que nos obliga a reiniciarnos por dentro para seguir avanzando.

Cuenta Boris Cyrulnik, celebre neurólogo y psiquiatra, que nadie sabe muy bien cómo definir la felicidad. Podríamos decir que, en cierto modo, tiene mucho de esas heridas que uno ha ido cicatrizando con la aguja del tiempo y el hilo de la resiliencia para abrazarnos a la esperanza de nuevo, siendo mucho más fuertes que nuestro «yo» del pasado.

Por ello, cada sonrisa que nos regalamos a nosotros mismos y al propio mundo es como un perfume sutil, como un himno a la superación personal y a ese coraje con el que aceptar todo lo vivido, todo lo superado, todo lo que uno es. La sonrisa es la celebración del propio ser y nuestro mecanismo más afinado para conectar con los otros; de ahí que este gesto gane autenticidad cuando se corresponde con una expresión sincera.

No podemos olvidar que aunque exista magia en muchas de las sonrisas que vemos cada día, lo que hay de verdad tras todas estas hermosas expresiones son historias. Te proponemos reflexionar sobre ello.

Sonríe siempre, sonríe aunque a veces duela
Sonja Lyubomirsky, profesora de la Universidad de psicología de la Universidad de California, es una de las científicas más conocidas sobre el estudio de la felicidad. Según ella, la sonrisa no es un simple gesto de comunicación no verbal o de conexión entre las personas. En realidad, es un tipo de «energía» de alta intensidad capaz de alterar nuestra química cerebral.

Para comprobarlo hizo un pequeño estudio en personas con depresión severa. Les puso un vídeo que contenía variadas imágenes cómicas, escenas divertidas con animales y monólogos de reconocidos cómicos de televisión. Algo que la mayoría de especialistas esperaban es que los pacientes no reaccionaran ante este tipo de imágenes. Sin embargo, lo hicieron, pero de un modo apenas perceptible, apenas visible. Evidenciaron pequeños movimientos en los labios, en el rostro, en el entrecejo…

Eran microgestos casi instintivos a los que iba asociada una emoción positiva, algo que muchas de estas personas con depresión no acabaron de aceptar, de ahí que salieran de la sala. El mecanismo de la sonrisa está vinculado a una súbita liberación de neuropéptidos que trabajan para aliviar el estrés, para cambiar esa carga negativa por una positiva a través de la serotonina, la dopamina y las endorfinas.

Esa revulsiva sensación de placidez y distensión fue algo muy contradictorio e incluso doloroso para las personas con depresión. Son esos instantes en que «sonreír duele», porque aunque el cerebro así lo quiera, el corazón aún no está preparado para ello.

Las sonrisas que sean sinceras
Los analistas y expertos en publicidad saben que las sonrisas tienen el poder de cautivar al consumidor al despertar en ellos emociones positivas, confianza y cercanía. Sin embargo, hemos llegado a un punto en hay más sonrisas por protocolo que por ganas de expresar alegría o agrado. 

Así, muchas veces cuando alguien se acerca con una sonrisa en los labios no podemos evitar preguntarnos ¿qué va a pedirme? ¿Qué querrá a cambio? ¿Qué quiere «venderme»?

«La risa es el lenguaje del alma»
-Pablo Neruda-

De algún modo, a todos nos gustan más esas sonrisas que encontramos en las calles impresas en rostros desconocidos. Esos que nos sonríen sin razón alguna y a los que acabamos sonriendo sin saber por qué. Nos hechizan las risas de los niños y conectamos de inmediato con quien sonríe a solas, inmerso en sus propios pensamientos y llevado por un recuerdo agradable.

Todos estos gestos cotidianos que nos encontramos en el día a día siempre nos inspiran. Nos convencen de que sonreír es también una actitud ante la vida y una forma maravillosa de encararla a pesar de todas las dificultades por las que pasamos. Tanto es así, que según un trabajo de la Universidad de Michigan, las personas nos pasamos 3 días de cada 10 intentando apaciguar a nuestro mal humor o a nuestros demonios personales.

Sonreír de por sí no soluciona todos los problemas, lo tenemos claro, sin embargo mejora el ánimo y nos prepara para la acción. De nada sirve dejarnos avasallar por ese indefinible malestar, de poco sirve rendirnos cuanto tenemos tantos mecanismos con los que salir victoriosos de nuestros laberintos personales.


Para concluir, la mayoría de las veces la alegría es la fuente de la sonrisa, pero en otras ocasiones, es el propio acto de sonreír es el que nos infunde calma, motivación y bienestar. Hagamos uso de este poder que siempre está a nuestro alcance.

Alternativas Del Vivir


La vida es un conjunto de decisiones que provocan experiencias ,sólo tú decides donde posicionarte en cada una de ellas. Por ejemplo, la felicidad, la dicha y el amor  son elecciones igual que la infelicidad, la desdicha, el vacío y la soledad.

Elige conscientemente para poder hacer los ajustes necesarios para tu creación. Aparta de tu mente todo aquello que te limita y te aleja de conseguir tu objetivo como: el sentimiento de carencia, el miedo, la culpa, la ira, la preocupación, la falta de merecimiento y autoestima, y tantas otras programaciones del pasado.


Vivir desde la perspectiva del pasado nos conllevará  repetir las mismas decisiones y experiencias pero con distintas caras. Libérate integrando y aceptando las experiencias pendientes para no volver a repetirlas “la negación de las más dolorosas o incómodas de afrontar no produce el mismo efecto pedagógico en el alma, y que por ende, suelen ser las que se repiten más”, aprende desde el amor, da las gracias por el descubrimiento y siéntete afortunado por formar parte ya de la nueva realidad que acabas de crear en el descubrir.

Mantener La Iniciativa


La iniciativa te establece como líder, independientemente de tu cargo o posición. Cuando tienes iniciativa, se te conoce como la persona en la que se puede confiar – el que hará de todo para lograrlo. Mientras todos los demás señalan una tarea que hay que hacer y dicen: «Oh, bueno, ese no es mi trabajo», tú serás el que dé un paso al frente y se haga cargo. ¿Ves cómo esto te diferencia?

La iniciativa requiere que tomes propiedad de tu trabajo, tu negocio o tu hogar. Requiere que encuentres una necesidad y la llenes. Y a veces, tendrás que dar un paso al frente y hacer preguntas.

Puedes tomar la iniciativa al aprender más acerca de tu trabajo o tú negocio e incrementar tus habilidades al mismo tiempo. Si ves que tus habilidades están débiles en cierta área, pide ayuda o toma una clase que te ayudará a mejorar tus habilidades en esa área. Conviértete en un solucionador de problemas. Siempre busca soluciones.

Así que ahora mismo, quiero que te evalúes. Mírate a ti mismo de manera objetiva. ¿Cómo calificarías tu iniciativa? ¡No te evalúes a ti mismo en función a cómo piensas que es tu iniciativa –califica tu iniciativa según tus resultados!

Si careces de iniciativa, observa si algunos de estos «asesinos de iniciativa» están presentes:

Pereza – la pereza MATA la iniciativa. La iniciativa aporta motivación, pero la falta de iniciativa abre la puerta a la pereza. Nunca hay un problema con la falta de motivación. No hay un «no estoy motivado para hacerlo». Sólo hay una falta de iniciativa. Cuando caminas con iniciativa y buscas agujeros para llenar y buscas obtener resultados, la motivación se adhiere de forma automática.

Ser Social Por Naturaleza


"El hombre es un ser social por naturaleza" es una frase del filósofo Aristóteles (384-322, a. de C.) para constatar que nacemos con la característica social y la vamos desarrollando a lo largo de nuestra vida, ya que necesitamos de los otros para sobrevivir.

Según Aristóteles se "es" en tanto se "co-es". Esto significa que cada hombre posee una dimensión individual que desarrolla su personalidad o su "ser", y que dicha dimensión está integrada en la dimensión social del hombre, para la convivencia en comunidad desde que nace, resultando en la coexistencia.

La dimensión individual del hombre son las cualidades que el hombre posee, reconoce, explora y usa para convivir en comunidad pacíficamente y beneficiarse los unos a los otros. La dimensión individual, donde radica el ser, debe aprender a concordar con la dimensión social para convivir en sociedad. Este aprendizaje se llama proceso de sociabilización.

El proceso de sociabilización es el conjunto de aprendizajes que el hombre necesita para relacionarse con autonomía, autorrealización y autorregulación dentro de una sociedad. Por ejemplo, la incorporación de normas de conductas, el lenguaje, la cultura, etc. En suma, aprehendemos elementos para mejorar la capacidad de comunicación y la capacidad de relacionarnos en comunidad.

Dice Aristóteles:
“El ser humano es un ser social por naturaleza, y el insocial por naturaleza y no por azar o es mal humano o más que humano (…). La sociedad es por naturaleza anterior al individuo (…) el que no puede vivir en sociedad, o no necesita nada para su propia suficiencia, no es miembro de la sociedad, sino una bestia o un dios”.

En función de satisfacer las exigencias físicas y espirituales, el hombre necesita vivir en sociedad ya que el hombre racional e individual no es autosuficiente y requiere de la ayuda y protección de los demás de su especie, formando lo que llamamos comunidades.

Un hombre aislado no puede desarrollarse como persona y de ahí nuestra tendencia a agruparnos en vez de aislarnos. Un ejemplo es el nacimiento de las redes sociales y su rápida expansión a pesar de que nuestros avances científicos y tecnológicos han hecho que los otros seres humanos sean menos indispensables en nuestra vida. Es por ello que continuamos inventando nuevas formas de comunicarnos y convivir en sociedad.

En su obra de filosofía política Política, Aristóteles afirma, entre otras cosas, que el hombre es un ser social y político. La sociabilización es la naturaleza del hombre. Según este filósofo, la familia es la primera comunidad o sociedad formada, que es necesaria para el ser social.

Sin embargo, la familia no es suficiente para satisfacer todas las necesidades del ser humano, por lo que este genera naturalmente una sociedad. Para ello, se organizarían aldeas y luego estas constituirían la polis, o ciudad griega de aquel entonces.


La organización de la sociedad requiere de la naturaleza política del hombre, y esta organización deriva en el derecho, gracias a la virtud de los ciudadanos y a la práctica de la justicia. El derecho o lo justo como tal sólo tiene sentido para el hombre en sociedad, y dicho derecho asegura la felicidad del mismo.

Orígenes Del Conocimiento Humano

Filosofía
Orígenes Del Conocimiento Humano
La conciencia cognoscente es capaz de formular juicios que provienen de la experiencia y del pensamiento.

Algunos juicios los formulamos según determinadas percepciones apoyándonos en los datos que nos proporcionan nuestros sentidos a través de la experiencia.

Pero el juicio tiene un factor que no se encuentra en la experiencia, que afirma que entre esos dos procesos, o sea entre el pensamiento y la experiencia, hay una conexión causal, o sea que la mente agrega la idea de que un proceso resulta de otro, o sea la lógica o razón.

El origen del conocimiento se puede considerar de origen psicológico como lógico. Quien participa de la idea de que la razón es la única base del conocimiento considera que los procesos del pensamiento tienen autonomía psicológica; y el que funda el conocimiento en la experiencia negará que el pensamiento tiene autonomía.

El racionalismo es la posición epistemológica que mantiene la postura de que la fuente principal del conocimiento humano es la razón. Sostiene que sólo se puede hablar de conocimiento cuando es lógicamente necesario y universalmente válido. Los juicios tienen que poseer una necesidad lógica, o sea no admitir lo contrario y universalmente válidos, es decir, ser así siempre y en todo lugar.

Otros juicios pueden ser válidos dentro de determinados límites, según la experiencia; como por ejemplo: el agua hierve a cien grados o todos los cuerpos son pesados. Podemos juzgar en estos casos que es así, pero no necesariamente tiene que ser así porque estos juicios no tienen necesidad lógica y les falta validez universal.

El conocimiento matemático es el modelo por excelencia del racionalismo y casi todos sus representantes proceden de la matemática.

La forma más antigua de racionalismo fue Platón. Para Platón la posibilidad del conocimiento proviene del mundo de las ideas, del reino de las esencias ideales metafísicas. Las ideas son los modelos del mundo sensible que el alma contempló antes de nacer. Es un racionalismo trascendente.

Para San Agustín, la verdad es irradiada por Dios a nuestro espíritu. Es un racionalismo teológico.

En la Edad Moderna Descartes y Leibniz defienden la teoría de las ideas innatas. Según Descartes son conceptos, mientras Leibniz propone que existen en nosotros ideas en potencia como facultad del espíritu. Este racionalismo es inmanente, opuesto al teológico trascendente.

El Empirismo, contrario al racionalismo sostiene que la única fuente de conocimiento es la experiencia, que no existe nada “a priori; y que el espíritu humano es una “tabula rasa” sin ningún contenido previo. Fundamenta esta tesis en la evolución del pensamiento y del conocimiento a través de la historia del conocimiento.

Los representantes del empirismo provienen de las ciencias naturales mientras los que consideran el pensamiento como única fuente de conocimiento provienen de la matemática.

Una forma de empirismo es el sensualismo que afirma que la base de la experiencia son los sentidos.

En la antigüedad las ideas empiristas las encontramos en los sofistas y luego en los estoicos y los epicúreos. Pero su verdadero desarrollo fue en la Edad Moderna, especialmente en la filosofía inglesa de los siglos XVII y XVIII.

Su fundador es John Locke (1632-1704) que además reconoce verdades “a priori”.

David Hume (1711-1776) desarrolla el empirismo de Locke reconociendo también el conocimiento de la matemática como independiente de la experiencia y universalmente válido
.
Los racionalistas tienden a un dogmatismo metafísico en cambio los empiristas se orientas hacia un escepticismo metafísico.

El intento de mediación entre el racionalismo y el empirismo es el intelectualismo afirmando que tanto la razón como la experiencia son la base del conocimiento.

Otro intento de mediación entre el racionalismo y el empirismo es el «apriorismo» que acepta tanto la razón como la experiencia presentando elementos «a priori» independientes de la experiencia.


El fundador de este apriorismo es Kant que dedica toda su filosofía a mediar entre el racionalismo y el empirismo.

El Gusto Por La Lectura


Pareciera ser, a primera vista, que no habría mucha diferencia entre quien lee y quien no lo hace frecuentemente. Pero es sólo un engaño. Las diferencias son bastante grandes y notorias. En primer lugar, quien lee aumenta su cultura, la hace sólida si es endeble y la enriquece cada vez más.

Quien permanece ajeno a los libros, por el motivo que sea, también es cómplice de su ignorancia, que se acrecienta a medida que sigue huyendo de las páginas escritas.

En segundo lugar, la lectura aporta un panorama más amplio para el desarrollo de las propias ideas y fomenta una actitud crítica, pero no en sentido negativo, sino positivo, ya que remueve los preconceptos e instala la necesidad de contrastar unos datos y otros, algunos más veraces y otros, pobres y caducos.

Quien lee no cree lo primero que escucha, al menos tiene un cierto bagaje cultural que matiza cualquier intento de absolutismo respecto a ciertos temas.

En tercer lugar, la lectura es fuente de conocimientos. La falta de lectura, por el contrario, adormece el espíritu y la inquietud intelectual. Pero, tampoco es suficiente con ser un devorador de libros, ya que se puede leer mucho pero mal. 

Es decir: siempre se debe buscar, mediante el consejo de alguien o guiados por el propio sentido común, las lecturas que favorezcan el desarrollo personal, que son todas aquellas que no están reñidas ni con la moral ni con la ética, ni menosprecien el valor individual de las personas ni sus creencias.

Hay personas que, a fuerza de consumir basuras editoriales, que las hay y muchas, han hecho de su intelecto un refugio para las ideas más depravadas y siniestras. No hay que leer cualquier cosa, hay que leer siempre con un criterio determinado para cada circunstancia.


Comprensión Lectora

La capacidad de comprender nos acompaña durante toda nuestra existencia y representa una de las expresiones más significativas del conocimiento humano. Gracias a ella disfrutamos de las bondades de la ciencia y la tecnología, los goces del arte y todas las humanidades, hasta nuestro entorno histórico eco sociocultural variado que nos toca significar. 

Sin embargo, no siempre adquirimos las suficientes habilidades y destrezas de comprensión lectora, debido a que los sistemas educacionales no nos aseguraron las mismas, o no tuvimos las suficientes motivaciones personales y sociales para asumir con éxito el reto. 

Así lo reflejan las pruebas aplicadas en nuestros sistemas escolares en los países denominados en desarrollo y lo que se encuentran en vías del mismo, sobre todo aquellos países que reflejan ciertas deficiencias en asegurar una educación de calidad en los primeros años de escolaridad.

No comprender lo que se lee es una experiencia frustrante, es como caminar en plena oscuridad sobre todo en la experiencia escolar. Leer y no comprender es tal vez una de las causas del fracaso escolar que ha causado un impacto negativo de proporciones mayores en las reformas que experimentan sobre todo los sistemas educativos latinoamericanos. 

Una mayoría de estudiantes de todos los niveles y modalidades comprueban que la lectura no es una actividad que produzca felicidad, al contrario termina por convertirse en un acompañante tedioso, incómodo y hermético por lo que generalmente se abandona la lectura de textos que son fundamentales en el proceso de formación y capacitación humana.


viernes, 10 de mayo de 2019

El Valor De La Franqueza


En el ámbito de los valores morales, se conoce como Franqueza a la capacidad que tiene un individuo de ser sincero y actuar constantemente apegado a la verdad, tanto con los demás como para sí mismo, siendo de la misma forma congruente con sus pensamientos y acciones.

De esta manera, una persona franca será aquella que se reirá cuando en verdad algo le cause gracia, o que manifieste tristeza cuando de verdad se sienta mal, pues su naturaleza franca la hará comportarse genuinamente y sólo según lo que dictan sus sentimientos, sin ocultarlos o pretender mostrar lo contrario.


A pesar de que la Franqueza es una actitud inherente al humano, la Psicología afirma que este valor debe ser inculcado y estimulado en los más pequeños, desde las primeras etapas de la infancia, a fin de formar adultos que tengan integrado este valor en su comportamiento, garantizando que el futuro sean personas que bases sus relaciones y actitudes en la verdad, la honestidad y la espontaneidad.

El Valor Persona


Alfredo, con el rostro abatido de pensar se reúne con su amiga Marisa en un bar a tomar un café.
Deprimido descargó en ella sus angustias... que el trabajo, que el dinero, que la relación con su pareja, que su vocación...todo parecía estar mal en su vida.

Marisa introdujo la mano en su cartera, sacó un billete de 50 dólares y le dijo:
-Alfredo, quieres este billete?
Alfredo, un poco confundido al principio, inmediatamente le dijo:
-Claro Marisa...son 50 dólares, quién no los querría?
Entonces Marisa tomó el billete en uno de sus puños y lo arrugó hasta hacerlo un pequeño bollo. Mostrando la estrujada pelotita verde a Alfredo volvió a preguntarle.
- Y ahora igual lo quieres?
-Marisa, no sé qué pretendes con esto, pero siguen siendo 50 dólares, claro que los tomaré si me lo entregas.
Entonces Marisa desdobló el arrugado billete, lo tiró al piso y los restregó con su pie en el suelo, levantándolo luego sucio y marcado.
-Lo sigues queriendo?
-Mira Marisa, sigo sin entender que pretendes, pero ese es un billete de 50 dólares y mientras no lo rompas conserva su valor...
-Entonces Alfredo, debes saber que aunque a veces algo no salga como quieres, aunque la vida te arrugue o pisotee, sigues siendo tan valioso como siempre lo hayas sido...lo que debes preguntarte es CUANTO VALES en realidad y no lo golpeado que puedas estar en un determinado momento.
Alfredo se quedó mirando a Marisa sin decir palabra alguna, mientras el impacto del mensaje penetraba profundamente en su cerebro.
-Toma, guárdalo para que te recuerdes de esto cuando te sientas mal...pero me debes un billete NUEVO de 50 dólares para poder usar con el próximo amigo que lo necesite!!!!


Cuántas veces dudamos de nuestro propio valor, de que realmente Merecemos más y que podemos conseguirlo si nos lo proponemos. Claro que el mero propósito no alcanza... se requiere de Acción para lograr los beneficios. Yo sé que se puede y que existen innumerables caminos para conseguirlo.

Luchar Sin Desistir

Claro, hay que luchar. Como se dice comúnmente, no hay que tirar la toalla ni creer que se ha perdido la pelea en el primer round. Pero irse al extremo tampoco es sano. Encapricharse en una idea, una relación, un negocio, incluso, un sueño, puede pasarle cuenta de cobro tarde o temprano. 

Usted debe ser consciente, no perder los estribos. Con los pies en la tierra y lejos de la emotividad, decirse si ya es imposible seguir, si se han desgastado todas las posibilidades y ni aún así, ha encontrado el resultado esperado. 

Esto puede ocurrirle con una relación de noviazgo, de matrimonio, con un negocio, con su empresa, con su sueño de ser cantante, actor, modelo. 

No es fácil decir “se acabó”, “no hay nada que hacer”, “estamos en quiebra”, “ya no tengo la edad para ir tras mi sueño”. 

Y es aún más difícil porque a nadie le enseñaron a perder, a decir no más, a retirarse. Mucho menos le enseñaron a aprender del fracaso. Solo le dijeron que perder es frustración, que duele.

Pero es hora de aprender de verdad del fracaso, de no postergar esa decisión crucial de decir “no va más” y empezar de cero cuanto antes.

La lección debe ser aprendida.

Le tenemos miedo al fracaso porque no somos educados para perder. Desde que somos niños tenemos una respuesta competitiva a ganar o a obtener todo aquello que deseamos.

En la adolescencia también empezamos a explorar nuevas cosas y darnos cuenta que otros logran algunas cosas que nosotros quisiéramos lograr pero que por constancia, oportunidades o por otros motivos no logramos. 

Esa necesidad de reconocimiento en un grupo permanece en el adulto y se refleja en el miedo al fracaso que cada uno maneja, tanto en su vida personal, como en su vida profesional. 

En ese proceso de aprendizaje nadie nos enseña que fracasar es parte del éxito de quien es exitoso hoy. Nadie nos habla de eso, solo de que es un sentimiento desagradable que nadie quiere sentir. No nos lo enseñaron y no se enseña, y se siente como una pérdida, es parecido al duelo o pérdida de expectativas, de sueños; despedirnos de todo lo que hemos invertido nos cuesta y le tememos tanto al fracaso.


Hay personas que pierden el rumbo y le dan relevancia a los comentarios de terceros. ¿Qué pensarán? ¡Que me quedó grande el matrimonio!, ¡que no pude con una idea de negocio¡ Dirán que soy un fracasado. 

Al respecto, explicó la psicóloga Ana Juliana Becerra, es importante derribar esos pensamientos que le apuntan al qué dirán y al contrario aprender.

“Fracasar es algo normal y lo que menos nos puede dar es pena. No solo nos sucede a nosotros. Por otro lado, debemos darle el peso que tienen, que son algo externo. Si es una persona en la que confiamos, y no es razonable lo que dicen, se debe desechar el resto”, enfatizó Becerra.

Alcanzar Un Sueño


Todos tenemos sueños…
Algunas personas los alimentan con optimismo y esperanza, otros se sientan a esperar que algún día puedan lograrlos y finalmente otros luchamos y nos esforzamos por hacer los sueños realidad.

Sin duda, para alcanzar un sueño, se necesita tener mucha disposición de hacer lo necesario para lograrlo.

Y mientras eso que tengamos que hacer sea legal, moral y ético en la sociedad, simplemente no importa cuánto tardaremos, cuán difícil pueda resultar o cuánto nos exija cada día para avanzar un poco.

La pregunta de muchos es:

¿Qué Tan Fácil Es Alcanzar Un Sueño?
Cuando tienes un sueño o un anhelo interno por alcanzar una meta, debes iniciar un proceso mental enfocado en crear y materializar ese sueño dentro de tu mente.

Al poder visualizarlo, y de hecho, al sentir en todo tu interior como si ya estuvieras viviendo ese sueño… La motivación por lograrlo, se vuelve mucho más grande que cualquier cosa.

Se vuelve más sencillo el poder llenarte de energía para empezar a hacerlo realidad.
Tu deseo de alcanzar un sueño, te facilita el diseño de un plan estratégico para alcanzarlo.

Dentro de estos parámetros, se puede afirmar que es fácil alcanzar un sueño, si tienes la firme decisión de esforzarte para lograrlo.

Hay una historia que es relatada comúnmente en seminarios de Superación Personal, Conferencias y hasta colegios y Universidades, donde se busca entregar un mensaje de motivación a aquellos soñadores empedernidos.

La historia es la siguiente…
Se trata de un niño que iba a la playa muy de mañana y recogía estrellas de mar que habían quedado sobre la arena, a las cuales volvía a poner dentro del agua.
Un señor un día se le acercó y le preguntó: « ¿Qué estás haciendo?».
«Estoy recogiendo las estrellas de mar que quedaron atrapadas en la playa y las devuelvo al agua antes de que el sol las queme y se mueran» – respondió.
«¿Pero no ves lo enorme que es esta playa? ¡Hay miles de estrellas de mar en la arena y en todas las playas del mundo! ¿No te das cuenta que lo que estás haciendo no sirve para nada?» – dijo el señor.
El niño tomó otra estrella, la devolvió al mar, se paró, miró fijamente a los ojos del hombre y contestó:
«Ahora pregúntale a esta estrella de mar si lo que estoy haciendo no sirve para nada».

Desde ese día, el hombre regresó a la playa cada mañana para ayudar al niño a salvar estrellas de mar.


Aquel niño de la historia dio el paso más importante que marcó la diferencia: Creer, actuar y dar ejemplo.

Seamos Emprendedores


Los emprendedores sociales toman riesgos, actúan a pesar de las limitaciones en sus recursos y están orientados hacia los resultados, generalmente buscando rendir cuentas de sus iniciativas.

Desde la Revolución Industrial, el desarrollo económico y social se ha dado en gran medida por el intercambio de ideas, el conocimiento y la innovación. Grandes emprendedores como Thomas Newcomen y James Watt transformaron las instituciones económicas y políticas de aquellos tiempos con sus increíbles aportes tecnológicos. Con sus ideas generaron una transformación en la sociedad. 

Muchos de esos avances fueron posibles por reformas que fortalecieron la propiedad privada. El surgimiento de protección a la propiedad intelectual creó incentivos a la innovación garantizando un retorno económico para los nuevos emprendedores.

A finales de los años 90, una nueva ola de emprendedores ha transformado, nuevamente, las instituciones económicas y políticas de nuestra sociedad. El concepto de “emprendimiento social” nace para definir la combinación de una misión social con la disciplina y formalidad de un negocio o empresa. Es así como los nuevos “emprendedores sociales”, al notar las carencias en el sector público y privado por parte de los gobiernos y la empresa privada, buscan generar nuevos modelos de negocio que generan un mayor impacto en la sociedad.

Grandes figuras como Muhammad Yunus, el padre del micro finanza, y Bill Drayton, fundador de Ashoka, han impactado el mundo con sus proyectos que combinan métodos eficientes de desarrollo y las formalidades necesarias para cumplir su misión social. Han generado un proceso de destrucción creativa con el cual buscan revolucionar los procesos de producción y proveer productos y servicios a un nuevo mercado: los menos privilegiados. Con sus ideas y proyectos ponen en marcha la economía y borran las líneas entre las organizaciones sin fines de lucro y las empresas privadas.

Gregory Dees, en su artículo The Meaning of Social Entrepreneurship, establece cinco formas por medio de las cuales los emprendedores sociales son agentes de cambio. En primer lugar, menciona, estos actores adoptan la misión de generar un valor social en sus negocios; sus logros no se reducen únicamente a ganancias privadas sino que trascienden al generar ganancias para la sociedad. Buscan siempre nuevas ideas y oportunidades para cumplir con su misión. Sus negocios y emprendimientos tienen como eje central la misión social a través de la cual esperan generar un impacto.

De igual manera, están comprometidos con un constante proceso de evolución por medio de la innovación, la adaptación y el aprendizaje. Los emprendedores sociales toman riesgos, actúan a pesar de las limitaciones en sus recursos y están orientados hacia los resultados, generalmente buscando rendir cuentas de sus iniciativas.


La visión a futuro de estos emprendedores y su entrega a la misión social que buscan cumplir, ha generado enormes beneficios para un sector de la población que por muchos años había estado olvidado. Estas iniciativas han demostrado que la flexibilidad en las instituciones, combinada con la claridad de objetivos y procesos innovadores, puede impactar en la economía de forma positiva. Promovamos la innovación social en el país, ¡seamos emprendedores!

El Engaño Como Recurso


“Los hombres son tan simples y unidos a la necesidad, que siempre el que quiera engañar encontrará a quien le permita ser engañado.”                                  
Maquiavelo

“Nunca se miente tanto como antes de las elecciones, durante la guerra y después de la cacería.” Frase de Bismarck, ciertamente se afirma que uno domina sus silencios y no sus palabras. Es probable que así sea, que seamos más dueños de lo que callamos que de lo que decimos. 

Hay hombres que están uncidos al verbo engañar y tocamos el cielo de engañarnos nosotros mismos, como si un espejo nos reflejara la mayor mentira todas las mañanas, “nuestra mediocridad”.

Pobres electores que sueñan con los cambios (¿de personas?, ¿de partidos?), para continuar con la cadena de mentiras y tener argumentos para las siguientes elecciones. En efecto, somos convocados por mentirosos, amorales y cobardes, que con premeditación hacen abordar a los electores al barco de las ilusiones, en donde navegarán con la vara y su zanahoria al extremo, y que nunca será alcanzada. 

Las amenazas y las extorsiones lanzadas al pueblo por parte de los gobernantes, no son otra cosa que utilizar el engaño, para apretar a otro nivel de gobierno, para que se violente el orden jurídico y se consume la burla contra él. Sabias reflexiones de los ciudadanos contra los mentirosos que alertan a la comunidad entera sobre la mediocridad en su más pura expresión.


Las campañas políticas, de suyo, contienen un alto grado de mendacidades, pues desde el interior de los institutos políticos, ya se consumaron las mentiras con los propios miembros. Y todavía hay quienes se preguntan ¿por qué las gentes no acuden a las urnas electorales a expresar su voluntad? 

Los mismos mentirosos hablan de “hartazgos y de desconfianzas” y buscan culpables por todos lados, menos en sí mismos. Recordemos el espejo mañanero.

Compartir Experiencias

Hoy se habla mucho de experiencia, pero esta palabra tiene muchos sentidos y aplicaciones. Por eso comenzamos por precisar ¿qué entendemos por experiencia?

La experiencia es el conocimiento directo que una persona logra por haber realizado, vivido, sentido o sufrido algo ella misma. Es un conocimiento obtenido de manera individual, no es transferible o enseñado…

La experiencia depende de la interacción que tenga una persona con la realidad cotidiana, por eso no está asociada necesariamente a los años que una persona dedica a una actividad, los grados académicos o los puestos de responsabilidad que ha desempeñado… 

La experiencia, pues,  no se puede calificar como buena o mala, porque lo que para una persona puede ser bueno para otra puede ser totalmente contrario, lo que para una persona es positivo para otra puede ser negativo…

La experiencia es «eso que me pasa». Lo cual supone, en primer lugar, que es algo subjetiva, es a mí que me pasa, no a otra persona; en segundo lugar, es un movimiento de ida y vuelta, es algo que sale de mí y termina afectándome; en tercer lugar, es algo que pasa a mis palabras, ideas, sentimientos, representaciones, es decir que la experiencia me forma y transforma. Se requiere pues vivir un proceso para que pueda afirmar: “he tenido una experiencia”.

 ¿Cuándo podemos decir que hay experiencia?
La experiencia es como una travesía que hacemos, en diferentes ocasiones, en el camino de la vida, este es el recorrido que solemos hacer, de una forma u otra:

1)      Me pongo en contacto vital con la realidad, la percibo y me interesa. La realidad son los hechos, si­tuaciones, sentimientos, reacciones, descubrimientos, intuiciones, relaciones, encuentros, luchas, esfuerzos, etc. Lo que normalmente calificamos como vivencias (vivencia: el hecho de vivir o experimentar algo). “Experiencia es ESO que me pasa”.
2)      Tomo conciencia, es decir, trato de comprender y de descifrar lo que me está pasando en esta interacción concreta con la realidad. Gracias a que reflexiono e interpreto lo vivenciado, es como llego a tener experiencia. “Experiencia es eso que me PASA”.

3)      Considero las vivencias como algo que me está pasando a mí, a nadie más. Lo que vivo en esta experiencia forma parte de mí ser. Las experiencias, pues, van configurando mi identidad personal. “Experiencia es eso que ME pasa”.


4)      Siento necesidad de compartir, comunicar, narrar la novedad que he vivido en la experiencia, a mí mismo y a las personas con las que convivo. El narrar la experiencia me ayuda a percibirla como más real, clara y creíble para mí y para quienes la escuchan. “Te cuento mi experiencia”.