sábado, 1 de junio de 2019

Actitud Y Personalidad



Para muchos, la vida como tal, carece de sentido. El día a día adquiere su significado dependiendo del modo en que veamos las cosas, las valoremos y permitamos que impacten en nosotros. Podríamos decir entonces, que nosotros, con nuestra actitud, damos forma a todo lo que acontece a nuestro alrededor.

Seguro que en alguna ocasión te has encontrado con ese tipo de personas que van siempre a la defensiva, que buscan siempre los dobles sentidos y la cara más negativa de toda moneda. Las actitudes cerradas, poco receptivas e incluso inmaduras hacen que el mundo sea poco más que un túnel sin salida.

La realidad adquiere sentido a través de nuestros pensamientos, nuestros afectos y atribuciones. Lo que piensas creas, de ahí que sea esencial tu actitud hacia la propia vida y el modo en que permites que las cosas lleguen a ti


Actitud y personalidad están siempre relacionadas. No obstante, mientras la primera puede cambiarse y reestructurarse hacia un enfoque más abierto y positivo, nuestra personalidad tiene unas raíces muy largas y nadie puede ni va a cambiar de la noche a la mañana.

Todos vivimos momentos oscuros, y el día a día trae siempre esas nubes grises que no se escampan solo con soplar. En ocasiones, en lugar de luchar para ir en contra de algo no tenemos más remedio que aceptar y mantener una actitud positiva y constructiva.

La vida siempre tiene días grises y días negros. Por ello, basta con abrir el paraguas y esperar a que escampe. No hay prisas, cuando menos lo esperes la tormenta se habrá callado y el día será aún más luminoso.

Tu actitud y el modo en que asumes las cosas que te suceden

Y tú… ¿De qué manera afrontas las cosas que gusta traerte la vida de vez en cuando? En primer lugar, cabe señalar que las actitudes se edifican a través de nuestras creencias, pero también por nuestras emociones. De ahí, que en ocasiones, y dependiendo de nuestro estado de ánimo, reaccionemos de un modo u otro.

Recuerda siempre que puedes controlar tu actitud hacia las cosas. La diferencia entre un buen día y un mal día dependerá no de la ropa que lleves puesta, o de cómo te traten los demás. Está en tu actitud y en esa fuerza implícita que es capaz de afrontarlo todo.

Aplicar El Entusiasmo


El entusiasmo se necesita para desarrollar con éxito todas las labores de la vida diaria, si se pierde el entusiasmo, ocurre que todo se hace más aburrido, la energía disminuye, no se quieren hacer mayores esfuerzos.

Es un estado interno de alegría, gozo, optimismo y vitalidad que las personas experimentan en algún momento y debido a causas específicas. Por ejemplo es normal que las actividades que se disfrutan generen basten entusiasmo, incluidas el trabajo para quien ha elegido adecuadamente y la diversión.
¿Por qué algunas personas han perdido el entusiasmo por la vida?

Esto tiene múltiples razones, se cae en la frustración cuando se está haciendo algo que resulta desagradable, pero que tampoco se tiene el suficiente valor de cambiarlo; en los casos en que una persona esté en una depresión porque no ha superado un evento negativo; se obtiene un mal resultado; la mente se enfoca en lo negativo, etc.

¿Cómo recobrar el entusiasmo cuando se ha perdido?
Para ello se tiene que realizar una valoración del punto en que se encuentra la vida, es común que el estrés emocional provenga de tener una mala actitud y que lo cierto es que se posee todo para triunfar y alcanzar una vida plena.


Metafóricamente la gente necesita recibir “un par de cachetadas” para despertar a una actitud mental positiva. Con una nueva perspectiva se observa que existe tiempo, dones, conocimiento, experiencia y lo mejor de todo, un inagotable poder personal. 

Coherencia En El Hacer

Somos muy poco coherentes con nosotros mismos. ¡Sí, creerme! Algunas veces me encuentro con personas que dicen de él aquello de “es muy coherente con lo que piensa, y por eso actúa así”.

¡Cuidado! de la coherencia a la obstinación hay un paso. La coherencia está también en saltarse algunas reglas internas cuando ves que ya no valen en ese momento. En el bando contrario, también existe la gente que es coherente en cuanto a pensamiento pero no en la acción.

El discurso es bonito pero la acción brilla por su ausencia. Una cosa es saber y otra muy distinta es hacer. Y es que en la vida, lo ideal es llevar ese equilibrio del triángulo que incluye el pensar, el  ser y el hacer. Pensar, te viene de lo que sabes, el ser de lo que eres en esencia y ¡hacer?. ¡Ah, el hacer! El hacer es aquello que llevamos a cabo por que lo creemos y no nos va a parar nadie. Tú decides que tipo de triángulo quieres en tu vida: ¡Equilátero, isósceles o escaleno!. Comparto un artículo de Álex Rovira publicado en su web, que titula Saber y creer.

“A menudo nos ocurre que o bien no sabemos que podemos, o que sabiendo que podemos, no nos lo creemos. La dialéctica entre el saber y el creer es esencial. Porque saber y creer no es lo mismo. Por ejemplo: todo el mundo sabe que se tiene que morir algún día, pero casi nadie se lo cree. Y los que creen profundamente en la obvia verdad que la muerte existe y puede aparecer en el momento más inesperado para uno mismo o para quienes nos rodean, la vida cobra un significado radicalmente distinto, y el valor que damos al instante presente, al famoso “aquí y ahora”, es infinitamente mayor. 

Personalmente aprendí esta lección al tener que lidiar con la cardiopatía de mi hija menor, y de verla al límite de la muerte varias ocasiones en sus primeros días de vida, incluso al tenerla en mis brazos con su corazón sin latido. Entonces comprendí en lo más hondo de mi ser la diferencia entre saber y creer. Y sé que, por supuesto, esta memoria quedará conmigo para siempre.

La paradoja es que nuestra mente es muy tramposa ya que pensamos que eso que “sabemos” teóricamente nos pertenece a un nivel práctico, y no es así. Pensar en cómo nadar no implica en absoluto saber nadar. Saber qué es la amabilidad no implica en absoluto ser amable, por ejemplo. Esa es la gran paradoja, cuando pensamos que sabemos, porque ese saber es solo mental y no práctico.

El saber nos ayuda a gestionar la existencia, pero para transformarla es necesario algo más: creer. Con saber no es suficiente. La llave a la acción, al paso adelante, nace del creer. Por eso, el poeta latino Virgilio, escribió con tanto tino: “Pueden porque creen que pueden”, y no escribió “Pueden porque saben que pueden”. Es distinto. Muchos saben que pueden pero no hacen. Y otros que a lo mejor tienen menos capacidades hacen porque creen profundamente que pueden. Sí, hace más el que quiere que el que puede, sin duda.

Qué paradoja: el pensamiento nos lleva a la conclusión. Pero el problema es que normalmente llegamos a una conclusión cuando nos cansamos de pensar. Y los humanos nos cansamos de pensar, en general, demasiado a menudo. Y así nos van las cosas…

Por otro lado, Platón afirmaba que no hay persona por cobarde que sea que no puede convertirse en héroe por amor. En efecto, lo que nos moviliza, lo que nos lleva a ser más de lo que somos, es la emoción (cuya etimología proviene de la voz latina emovere, que quiere decir movimiento, impulso). 

Y la emoción y el creer van íntimamente unidos. Porque cuando creo, confío, y si confío, es porque siento una emoción positiva hacia el objeto o persona de confianza, porque creo en él. Luego creer es confiar y confiar nace de un vínculo emocional sano.

Luego, quizás lo óptimo sería poner la inteligencia al servicio del amor. El saber práctico al servicio del creer, y cuántas cosas cambiarían.

El problema aparece tanto en personas como en organizaciones, cuando el narcisismo les lleva a pensar que saben cuando en realidad ni saben hacer, ni creen que pueden hacer. Y ahora me viene a la cabeza un bello cuento, que dice así:

“El rey recibió como obsequio dos crías de halcón y las entregó al maestro de cetrería para que las entrenara. Pasados unos meses, el instructor comunicó al rey que uno de los halcones estaba perfectamente educado, pero que al otro no sabía lo que le sucedía: no se había movido de la rama desde el día de su llegada a palacio, a tal punto que había que llevarle alimento hasta allí. El rey mandó llamar a curanderos y sanadores de todo tipo, pero nadie pudo hacer volar al ave. Encargó entonces la misión a miembros de la Corte, pero nada sucedió. Por la ventana de sus habitaciones, el monarca podía ver que el ave continuaba inmóvil. Publicó por fin un edicto entre sus súbditos y, a la mañana siguiente vio al halcón volando en los jardines.

—‘Traedme al autor de ese milagro’ —dijo.
Enseguida le presentaron a un campesino.

—‘¿Tú hiciste volar al halcón? ¿Cómo lo hiciste? ¿Eres mago acaso?’
Entre feliz e intimidado, el hombrecito solo le explicó:

—‘No fue difícil Su Alteza, solo corté la rama en la que siempre se posaba. El pájaro se dio cuenta de que tenía alas y, simplemente, voló.”


Sí. Tenemos alas. El problema es que muchas veces no nos lo creemos, aunque es evidente que ahí están. Y a veces la vida “nos corta las ramas” para que nos demos cuenta precisamente de eso, de que tenemos alas que aún no hemos desplegado y, en definitiva, que podemos hacer más de lo que imaginábamos.”

Somos Lo Que Pensamos

Tras el éxito del libro Somos lo que comemos, te presentamos la versión psicológica: Somos lo que pensamos. Sin duda, es un título bastante sugerente y que nos invita a aprender más sobre esa relación entre la mente, los pensamientos, lo que nos sucede y la definición que tenemos de nosotros mismos.

En todo esto, nuestra mente, a través del material cognitivo con el que trabaja, tiene un gran poder. Nuestros pensamientos pueden cambiar la manera en que nos comportamos, las decisiones que tomamos y los sentimientos que experimentamos. Es decir que nos influyen mucho, más de lo que creemos.

“Nuestra vida es lo que nuestros pensamientos hacen de ella”
-Marco Aurelio-

La mente: ¿aliada o enemiga?

Todo depende. ¿De qué? ¡De lo que pensemos! Es frecuente decir “estoy cansado, no puedo aguantar más” e inmediatamente después tener ganas de echarnos a dormir tres días seguidos.

No olvides que el cuerpo y el cerebro trabajan para complacerte, y especialmente el primero tiende a hacerlo a corto plazo. Sin embargo, también pueden llegar a ser una especie de genio de la lámpara que obedece sin protestar los deseos de su amo.

A diferencia de lo que creemos, no es la mente la que nos dice lo que tenemos que hacer o cómo debemos sentirnos… ¡Sino todo lo contrario! Somos los responsables de cómo nos sentimos. No podemos echar la culpa al entorno, a los políticos, a la economía o a nuestro jefe… todo reside en nuestro interior.

Claro que siempre es mucho más fácil buscar el responsable en el otro o en algo ajeno. De esta manera no tenemos la posibilidad de aprender, cambiar y mejorar.

Todo está en la mente
Las maratones son una de las pruebas de resistencia que más demandan de nuestro físico, pero también de nuestra mente. Además de requerir una buena preparación física también demandan un entrenamiento mental
.
¿Por qué? Porque en el momento en que el cuerpo no puede más es el cerebro el que ayuda a seguir adelante… aunque después el dolor sea tan grande que no haya calmante que pueda atenuarlo.
Sin necesidad de convertirte en maratoniano para probar esta teoría, piensa en las veces en que estabas a punto de caer vencido por el sueño, el cansancio o la rutina y dijiste “puedo seguir”, “estoy bien” o “lo terminaré”. Es probable que en ese momento consiguieras un plus de energía para continuar y luego caer extenuado en la cama.

Tampoco se trata de ser la persona más positiva del mundo y andar por la vida buscando el medio vaso lleno de cada situación, sino de saber que hay pensamientos que nos ayudan y otros que nos perjudican.

Deja de prestar atención a lo irrelevante y céntrate en lo que realmente importa. Si las cosas rondan mucho por tu cabeza, tómate el tiempo para resolverlas y pasar a la siguiente tarea.

Si no puedes dormir porque tu mente es un torbellino de ideas, ten un cuaderno en la mesilla de noche y aprovecha ese aluvión de creatividad para solucionar algunos de tus problemas. No malgastes tu energía en “rumiar” las cosas malas. Mejor aprovecha tu tiempo y tus recursos para encontrar una solución a los problemas.

Recuerda que no todo tiene por qué ser racional… ¡permite un poco de improvisación en tu vida! Si bien hay cosas basadas en la lógica, existen otras (muchas) que están más ligadas a las emociones, sensaciones e intuiciones.


Aprende a vivir con incertidumbre, aunque sea en una mínima dosis. Toma decisiones que también requieran ciertos riesgos y considera los errores como parte de las reglas del juego. Evita las autopresiones y acepta que eres imperfecto… eso disminuirá tus niveles de temor y ansiedad y como consecuencia, tus equivocaciones.

jueves, 30 de mayo de 2019

El Bienestar Animal

Sintiencia, la capacidad que tienen los animales de sentir, sufrir y tener emociones.

El entendimiento del hecho que los animales pueden sentir, sufrir y tener emociones significa reconocer la responsabilidad por la forma en la que deberían ser tratados. La capacidad de sentir, sufrir y tener emociones de los animales es lo que se conoce como sintiencia.

La mayor parte de las investigaciones científicas sobre el hambre, la sed y el dolor demuestran que todos los vertebrados y algunos invertebrados son similares a los humanos en sus respuestas frente a la escasez de alimento o agua y ante estímulos poco placenteros. 

Poseen receptores nerviosos y funciones de procesamiento similares dentro del sistema nervioso central y muestran cambios psicológicos y de conducta similares en este tipo de situaciones.

Todas estas evidencias respaldan el hecho de que los animales son seres sintientes y que sus procesos mentales son comparables, al menos de algunas cosas, a los de los humanos. La sintiencia es un área de investigación activa y la evidencia de la misma en diferentes especies de vertebrados e invertebrados continúa creciendo.

La sintiencia implica que los animales:
Son conscientes de sus propios entornos.
Tienen una dimensión emocional.
Son conscientes de lo que les está sucediendo.
Tienen la habilidad de aprender de las experiencias
Son conscientes de las sensaciones del cuerpo: dolor, hambre, calor, frío, etc.
Son conscientes de las relaciones con otros animales
Tienen la habilidad de escoger entre diferentes animales, objetos y situaciones.

Existe en la actualidad un amplio reconocimiento de la sintiencia de los animales que refuerza la necesidad de proteger su bienestar. El neurocientífico canadiense Philip Low, de la Universidad de Stanford y del MIT (Instituto de Tecnología de Massachussetss) y otros 25 investigadores del mundo firmaron una manifiesto (Declaración de Cambridge) en 2012 afirmando que todos los mamíferos, aves y otras criaturas no vertebradas, incluyendo pulpos; tienen conciencia. 

El grupo de investigadores cree que las estructuras cerebrales que producen la conciencia en los seres humanos también existen en los animales. Este descubrimiento sin lugar a dudas ha impactado a la sociedad. La Unión Europea ha reconocido que los animales son seres sintientes desde la inclusión de un protocolo de bienestar animal en el Tratado de Amsterdam firmado en 1.997


En conclusión se puede decir que la sintiencia, esa capacidad de sentir, sufrir y tener emociones; incluye dolor, angustia, sufrimiento y placer, por ello es imperante considerar activamente el bienestar animal entendiendo las necesidades individuales de los animales, promoviendo el cuidado y reduciendo el maltrato. Adicionalmente es un deber reflexionar sobre ¿cómo nuestras acciones afectan a los animales? y ¿cómo podemos reducir el sufrimiento animal?, preguntas que cada vez se vuelven más importantes para millones de personas alrededor del mundo.

Sentir La Vida


Todos los días recibo, como mínimo, un e-mail de alguien que acaba de encontrar el blog y que me cuenta que no está contento con su situación actual, pero que no sabe qué quiere hacer con su vida. Luego me pide que le de algún consejo.

Siempre que leo estos correos me viene a la mente un fragmento de El manantial en el que Peter Keating (el malo) está dudando entre irse a estudiar con una beca a la Escuela de Bellas Artes de París o aceptar una oferta para trabajar en uno de los estudios de arquitectos más importantes de Nueva York. Como no quiere tomar la decisión equivocada, le pide consejo a Howard Roark (el bueno), que le responde lo siguiente:

«Si quieres mi consejo, Peter, ya te has equivocado. Preguntándome a mí. Preguntándole a cualquiera. Nunca le preguntes a la gente. No sobre tu trabajo. ¿No sabes lo que quieres? ¿Cómo puedes soportar no saberlo? ¿Cómo puedes soportar que otros decidan por ti?»

Yo no creo que preguntar a otros ni pedir consejo sea una equivocación, pero sí que estoy totalmente de acuerdo con Roark en que al final tú eres el que debe decidir qué es lo que quieres hacer con tu vida; nadie más puede hacerlo por ti.

Por eso, cuando respondo a una de estas personas, siempre les dejo claro de que yo no soy nadie para decirles qué es lo que deben o no deben hacer, y que lo único que puedo hacer es plantearles una serie de preguntas que les ayuden a tomar una decisión por ellos mismos.

Como me da la impresión de que muchos jóvenes hoy en día se sienten perdidos, bloqueados y sin saber qué hacer, en este post me gustaría compartir con ellos los pensamientos, creencias y ejercicios que me ayudaron a mí en su momento.

1. Relájate
Miras a tú alrededor y ves que todo el mundo tiene perfectamente claro qué es lo que quiere y hacia donde va. Todo el mundo… menos tú, claro. Así que llegas a la conclusión de que el problema deber ser tuyo, que has nacido defectuoso, y eso te hace sentir muuuuy mal.

Y te preguntas « ¿cómo saber lo que quiero y ser como el resto del mundo?». Ese mundo lleno de personas perfectas que tienen objetivos alineados con sus valores y su filosofía de vida.

Pues déjame contarte un par de secretos:
Has nacido completo y sin defectos. No te pasa ABSOLUTAMENTE NADA. Tener épocas de poca claridad es lo más normal del mundo.

El 99% de la población vive con el piloto automático encendido y no tienen ni idea de qué es lo que quieren. A ti te da la impresión de que lo tienen muy claro, porque sólo ves su lado bueno y los seres humanos siempre tendemos a pensar que la hierba crece más verde al otro lado de la valla, pero créeme: en el fondo la mayoría de la gente está más perdida que tú, que al menos te has parado a pensar sobre ello.


Así que sacúdete toda la presión, relájate y empieza a sentirte bien

miércoles, 29 de mayo de 2019

Capacidad Creativa


Desde la antigüedad hasta nuestros tiempos muchas personas siempre se han caracterizado por vivir de una manera muy común según su época. En la era de los cavernícolas por subsistir, en la edad media por ser devotos a una religión y en la actualidad por la maldita crisis existencial por la que pasan muchas personas.


Sólo aquellas que han sabido vivir y gozar su vida sin importar el porqué de su existencia serán las merecedores de grandes premios, aquellas que siempre han estado en contra de la corriente, en contra del común denominador tendrán la sensación de encontrar la respuesta al por qué están en esta tierra, parece ilógico pero así es, no hay mejor satisfacción que saber que hemos logrado las cosas como nadie más lo había hecho y somos únicos en lo que hacemos, eso es originalidad y su causa es la creatividad.

martes, 28 de mayo de 2019

El Buen Tino


Se denomina tino a la capacidad de lograr dar en un blanco o de conseguir un acierto. Por ejemplo: “La empresa volvió a demostrar su tino con su nueva marca de galletas, que se convirtió en un éxito de ventas”, “Tienes tres proyectiles y debes derribar tres latas: veremos si tienes tino…”, “Con esta medida económica, el tino del gobierno es evidente”.

La capacidad de raciocinio y el juicio de una persona también reciben el nombre de tino. En este caso, la noción se vincula a las facultades de un sujeto para actuar de manera razonable y equilibrada: “Creo que el gobernador no tuvo buen tino al mostrarse en una fiesta de la farándula mientras miles de personas sufrían las consecuencias de la inundación”, “El joven, con buen tino, decidió marcharse del lugar para evitar un enfrentamiento con los manifestantes”, “Necesitamos un gerente comercial con más tino”.

En los ejemplos anteriores se aprecian otras acepciones del término, como ser la cordura, la prudencia antes de actuar y la moderación. Si bien proceder con tino no siempre es sinónimo de haber pensado fríamente antes de hacerlo, sí comparte con el hábito de planear las cosas un mayor grado de probabilidades de éxito que la costumbre de no prepararse adecuadamente o bien tomar una decisión desacertada por no tener en cuenta ciertos signos de riesgo.

La definición del diccionario de la RAE también habla de una facilidad para encontrar a tientas lo que se busca, o sea examinando sin poder ver con claridad el entorno. Esto nos demuestra que el tino también contempla un alto nivel de intuición, algo que muchas veces anula la necesidad de un profundo conocimiento acerca de un tema para entenderlo o usarlo con acierto.

Veamos algunas expresiones en las que se encuentra el término tino: a buen tino (a ojo, a juicio de alguien); a tino (a tientas); sacar de tino a alguien (sacarlo de sus casillas, conseguir que pierda la paciencia, sacarlo de tiento); sin tino (de forma desmedida, sin tasa, sin pensar en las consecuencias). Esta palabra también puede ser definida como «la tina que se usa para el tinte», «el depósito al cual llega el agua hirviendo que procede de la caldera de un lavadero de lana» o «lagar para aceituna o uva».

lunes, 27 de mayo de 2019

La Satisfacción Personal



Que la gente feliz es más productiva es una de las creencias más extendidas a nivel internacional. Esta idea ha traspasado fronteras y no ha escapado de ser objeto de innumerables investigaciones en todo el mundo. Así, se ha encontrado que la felicidad no sólo fomenta la productividad sino que también nos facilita la adquisición de nuevas habilidades que nos permitan hacer frente a retos futuros.

El impacto psicológico de la felicidad es clave a la hora de desempeñar nuestro trabajo y nos ayuda a mitigar las situaciones negativas. Por estas razones, es imprescindible fomentar y trabajar en mantener una actitud positiva y de aprendizaje ante nuestro ambiente laboral. ¿Por qué debemos esforzarnos por ser felices en nuestro trabajo?

-Las emociones positivas se contagian de forma rápida que el resto de emociones. Prueba de esto es que en nuestro lenguaje coloquial solemos hacer uso de expresiones como “risa contagiosa”; sin embargo, es difícil encontrar expresiones similares en relación al llanto u otras emociones negativas. Tal y como señala Cacioppo, “las emociones viajan de persona a persona como si se tratase de un virus”. Parece que la base científica de esto se encuentra en las neuronas espejo, un grupo de células nerviosas capaces de activarse cuando vemos a alguien hacer algo. Esto es, tendemos a sincronizar nuestras expresiones faciales, movimientos y posturas de aquellas personas con las que nos relacionamos. ¿Te das cuenta de lo útil que resulta este hallazgo para mantener actitudes positivas?

-El humor incide de forma directa en la comunicación y cohesión de los trabajadores, en su satisfacción personal, su creatividad y su productividad. Como dijo Jim Rohn, “aprenda a ayudar a los demás en otra cosa que no sea solo trabajar; ayúdelos a vivir. " El sentido del humor y la risa son la base de la alegría la felicidad.

No obstante, el estar expuesto a un esfuerzo prolongado puede agotar nuestros recursos y acabar con nosotros sino tenemos la posibilidad de recuperarnos del trabajo. Así, no sólo la empresa debe facilitarnos este descanso sino que nosotros somos la piedra angular para que éste sea efectivo y rentable para nosotros mismos. ¿Cómo conseguirlo?

1. Esfuérzate por relacionarte de forma positiva. Es frecuente que la creación de conflictos mermen las relaciones laborales. Es importante que lidiemos con ellos de forma asertiva; la clave no está en evitar los problemas sino en resolverlos de la forma adecuada. No parece lo más aconsejable complicarse la vida laboral con la creación de un mal ambiente.

2. Desarrolla tu autocontrol y tu autonomía.

3. No desestimes el apoyo y consideración de los supervisores por miedo a las críticas.

4. No olvides que es importante tu tiempo de esparcimiento personal, ocio y recuperación. Procura que llevarte el trabajo a casa sea la excepción y no la regla. Esto no significa sólo que no te lleves el papeleo o las tareas pendientes a tu hogar sino que también debes dejar los problemas, preocupaciones y cuestiones por resolver en el lugar de donde provienen, es decir, en tu trabajo.

5. Reconoce tus logros positivos y recompénsate por ellos.

6. Mantén unos objetivos bien definidos para que el trabajo no te desborde.

7. Logra un equilibrio entre la vida laboral y la personal.

8. Mantener una actitud activa y dispuesta te ayudará a obtener un mayor ajuste en tu puesto de trabajo.

9. No abandones tu desarrollo personal y mantente actualizado y activo también en relación a tus tareas laborales.

10. Haz uso de tu sentido del humor.

11. Expresa emociones positivas. Olvídate de aprovechar los descansos del trabajo para expresar los problemas, el enfado o la inquietud que te produce una situación laboral determinada; utilizar las pausas para desconectar y hablar de cosas agradables conduce a una mayor satisfacción personal y una sensación de descanso adecuada.

sábado, 25 de mayo de 2019

La Era Del Individualismo

No cabe duda de que vivimos en la era de la diferencia. Buscamos y necesitamos sentirnos especiales, únicos y sobresalir respecto al resto de la población. Es la nueva forma de integración social: no hay nada más normal hoy día que el querer ser diferente. 

Este empeño por desmarcarse de la llamada ‘masa’ no es algo que haya ocurrido siempre en la historia de la humanidad, sino más bien se trata de un fenómeno de reciente aparición. Estamos asistiendo en último término a un proceso sociohistórico que aparece en el renacimiento y que se vuelve visible en la ciudad europea y americana del XIX, un proceso que en la actualidad ya se encuentra exagerado e incluso hipertrofiado. Hablamos de la aparición de lo íntimo y lo privado, del individualismo autosuficiente. De esa ideología que nos hace pensar que podemos ser independientes de la sociedad en la que vivimos, que podemos y que incluso nos hace desear ir a contracorriente.

Hablamos así de un tipo de persona nueva: “la persona individual” que está vinculada directamente al hecho de que por primera vez en la historia los individuos disfrutan de objetos propios, espacios propios y comportamientos realizados en soledad. Diríamos que este nacimiento de la persona individual provoca un ensimismamiento hacia uno mismo y un extrañamiento hacia lo ajeno, basando nuestra identidad más en lo que nos diferencia de los demás que en lo que nos une.

 La idea fundamental es que el mundo privado y el ‘Yo íntimo’ no son características inherentes a la condición humana, y cuando aparece no lo hace porque sí, sino que es resultado de cambios concretos y materiales en las conductas cotidianas de la gente en la ciudad moderna, y en el funcionamiento de esta. Así, vemos como a lo largo de los últimos años y siglos el comportamiento cotidiano ha ido individualizándose progresivamente hasta el día de hoy, llegando al punto donde surge la extrañeza o la evitación ante el contacto social y con ella algunos de los trastornos psicológicos más frecuentes hoy día (trastornos del estado de ánimo, ansiedad social ,etc…).

Una de las causas de este individualismo de relativa reciente creación es la manera en que la sociedad se organiza. A diferencia de otros periodos sociales, este se caracteriza por un tipo de sociedad donde las vidas de los individuos no están tan prefijadas como antes. En el pasado se podría predecir con cierta precisión cual iba a ser el curso de la vida de un individuo. Sin embargo en la actualidad poco o nada podemos decir acerca del futuro de una persona que nace en una ciudad media. 

La sociedad abierta de hoy día tiene como estructura económica e ideológica el capitalismo, un régimen donde la identidad del individuo no viene definida por su cuna (pese a la clara influencia que ello tiene en el desarrollo posterior) si no por su rol laboral.

La publicidad pretende convencer de que la identidad de la persona está en el propio producto. Ya no nos resulta extraño que incluso un desodorante nos sea vendido como el objeto milagroso bajo el cual podremos llegar a la cima del éxito sexual. Pensémoslo fríamente. Un bote de plástico lleno de gas y sustancias químicas. De hecho, la inmensa mayoría de productos de consumo tienen asociada una imagen de triunfo social, nos quieren hacer llegar el mensaje de que adquirir este o aquel coche nos hará acceder a determinado escalafón de la sociedad. Y a la vista del funcionamiento social actual, parece que lo consiguen. Que desayunando Cola-Cao llegaremos a ser deportistas, que bebiendo Coca-Cola seremos felices, que conduciendo un Renault seremos un ejecutivo con mucho dinero y un traje espectacular y que con unos Nike seremos los más populares del instituto.

Por supuesto, toda la imagen de triunfo social tiene que ver, o es acorde, con unos valores que retroalimentan continuamente este individualismo del que hablamos. Llegamos al punto donde el tener un mejor coche y un reloj más caro ya es un valor en sí mismo, es decir, ya son criterios por los que juzgamos la valía de una persona hoy en día.

Cumple tus sueños y desarróllate personalmente
Otra de las principales características del ser humano individualista de hoy en día es que cree que el objeto de la vida es el desarrollo personal, el cultivo de la personalidad o la autorrealización. 

El individuo actual busca potenciar todo lo que le diferencia de los demás hasta el punto de que las demás personas son vistas como instrumentos para ese “despliegue” de uno mismo. Cuesta, por ello, encontrar algunas relaciones sociales que no tengan un interés laboral, económico o de status detrás, si acaso se salvan nuestros familiares y amigos más cercanos. En la sociedad burguesa actual es fundamental alcanzar reconocimiento social y consideración, y sobre todo mostrarlo en los espacios creados para ello: las redes sociales.

Esto supone una ruptura con lo que antaño se conocía como “cumplir tus sueños”. Clásicamente los sueños eran proyectos u objetivos, resultado de una negociación con la realidad, el individuo sometido al mundo gracias a una buena comunicación, y especialmente sometido -y preocupado- por los otros. Se establecían propósitos realistas y comunitarios. En la actualidad “cumplir los sueños” no es más que dejar que una subjetividad desbocada y que no se ha recortado respecto al molde de la realidad se manifieste, se desborde a la espera de que el mundo se ajuste a él.


En ese sentido no somos más que caprichosos niños grandes protestando e intentando que la realidad sea tal y como queremos que sea, aunque sea violando derechos humanos y jugando con la integridad y bienestar de seres humanos si se tercia la ocasión. La preocupación por el otro ha dado paso en la era del individualismo al miedo por el otro. 

Nos preocupa nuestro propio bienestar, luchamos por nuestro futuro de forma individual y tendemos de forma casi automática a pensar que el otro tiene intereses y proyectos que irán en nuestra contra. Siendo la naturaleza de las personas como es -social-, cabe dudar de hasta qué punto el ser humano será capaz de soportar un clima de competitividad extrema entre sus iguales. De momento, las tasas de trastornos mentales nos están poniendo en alerta sobre unas consecuencias que ya empiezan a ser visibles.

Persistir O Abandonar


¿Consideras que dimitir o abandonar es un error? ¿Crees que tirar la toalla es para perdedores y fracasados?

Comúnmente se cree que abandonar o rendirse es algo negativo. Imaginamos a personas que no lograron un objetivo definido. Tal vez sacar un negocio adelante, terminar sus estudios universitarios, continuar en el gimnasio, mantener la dieta, o por haber renunciado  a su “buen” empleo.

Llegamos a creer que abandonar es malo, incluso si se trata de una actividad que no disfrutamos, o no encontramos gratificante.

Dejar algo, la mayoría de veces produce una sensación de actuar en contra de nuestro beneficio. Pero no siempre es así, a veces para ganar, hay que perder.

Muchas personas piensan que aquellos que abandonan son débiles o poco perseverantes porque no pudieron mantener la presión ni la constancia para lograr sus metas.

Tenemos la falsa creencia que si abandonamos, automáticamente nos convertimos en mediocres o en un perdedor sin remedio.  Se cree que lo hacen aquellos que no tienen las agallas, el temple, la fortaleza, ni la perseverancia para terminar aquello que se proponen.

Sin embargo debo decirte no siempre es así. De hecho abandonar o tirar la toalla, puedes ser más positivo de lo crees. Es algo que puede cambiar tu vida, tal como lo ha hecho con cientos de personas en todo el planeta.

Dejar algo puede ser el primer paso hacia un camino lleno éxitos. 

Abandonar no siempre es de mediocres
Cambia tu concepto, recuerda que lo que cree la mayoría, no necesariamente es verdad. Dimitir no es para “losers”, a veces es para futuros ganadores.

Abandonar es para analíticos, inconformistas, entusiastas y atrevidos. Es para personas que visualizan su futuro más allá de sus actuales circunstancias. Y para aquellos que no se dejan guiar fácilmente por lo que la gente a su alrededor les dice o hace.

En definitiva, vas a tener que trabajar y perseverar para lograr tus objetivos. Siempre debes esforzarte si quieres conseguir algo. Pero eso no es todo, también necesitas saber si tus tareas y proyectos realmente te están acercando a esos objetivos.

Debes tener la certeza de que las actividades que haces cada día están sintonía con tu valores, con tu visión de futuro y con la persona que quieres ser.

Si la mayor parte de tu tiempo y energía la estás concentrado en actividades que te acercan a tus objetivos, entonces probablemente deberías seguir así. Hacerlo no solo te ayudara a alcanzar tu éxito, además disfrutaras el proceso. Recuerda lo que dice Wayne Dyer:
La felicidad es el camino.


Si no te sientes feliz con lo que haces, entonces esa es una señal clara de que necesitas abandonar. Necesitas hacer una pausa para encarrilar tu vida por un mejor camino.

viernes, 24 de mayo de 2019

Vencer La Timidez


La palabra insistencia hace referencia a repetir, esto quiere decir que una actividad culminada se intente nuevamente, una y otra vez. Es decir, continuar en la misma y no parar hasta obtener el resultado deseado. Se trata de una actividad continuada, pero sin pausas. Hoy, en este artículo, quiero que hagas tuya la palabra «insistir». Quiero que la insistencia se vea reflejada en ti.

Te puedo asegurar que esta palabra es sinónimo de resultados. Los resultados en tu timidez de los que podrías disfrutar, si te tomases en serio tu principal meta, tu meta más importante, que es la de aprender a cómo vencer la timidez.

La insistencia es ya de por sí, una palabra importante. Ésta, nos ayuda a esforzarnos por lo que queremos sin desistir en el intento. Insistir es querer seguir intentándolo, dándolo todo. Así es cómo tienes que actuar en tu timidez, dándolo todo para obtener resultados. Tu resultado primordial de aprender a cómo vencer la timidez.

La persona tímida, en muchas ocasiones, se rinde. Se rinde sin ni siquiera intentarlo, porque el solo hecho de ver todo lo que tiene que intentar y en consecuencia, todo lo que tiene que conseguir, hace que se paralice, decidiendo de este modo no actuar, convirtiéndose así en una persona pasiva, sin capacidad de decisión ni de intentos.

Al no saber cómo vencer la timidez, prefiere mantenerse tal cual, es decir, viviendo frente a sus limitaciones, las cuales no le permiten actuar cómo le gustaría.

Por ello, hay que insistir. Insistir en algo y luego conseguirlo, te dará la fuerza necesaria para seguir luchando por cosas importantes. La satisfacción que produce ver los resultados obtenidos, después de aportar esfuerzo, dedicación, insistencia, no tiene precio
.

Si eres insistente en tu vida, te puedo asegurar que nada se te resistirá. Tampoco te digo, que utilices la insistencia de manera, que pueda resultar agobiante para ti o para otros. Todo en exceso, no es bueno. Pero si actúas de manera consciente y convencido de que con los resultados obtenidos saldrás beneficiado, adelante!, insiste en lo que desees con fuerza. Insiste en tu lucha de cómo vencer la timidez.

El Punto De Vista

Filosofía
El Punto De Vista
La opinión ("desde mi punto de vista…") que adopta un sujeto, sobre un hecho, objeto, persona o entidad determinada, a causa de la propia tendencia subjetiva del sujeto, de la que es indisociable. El punto de vista se usa también como sinónimo de perspectiva y, especialmente en el contexto artístico, de "mirada" o "enfoque".

En filosofía, un punto de vista describe una manera específica o declarada de consideración personal, la actitud con que uno enfoca un asunto o lo que piensa de algo, como en la frase "desde el punto de vista del médico...". Este uso figurativo de la expresión queda atestiguado desde 1760. En este sentido, es sinónimo de uno de los significados del término "perspectiva".


Desde la perspectiva de la filosofía y las ciencias sociales, existen modelos de puntos de vista, como el punto de vista "neutral" (o neutralidad), el punto de vista natural y el punto de vista múltiple. Por otra parte, en los ámbitos de la música, de las artes, del humor y de la creación (innovación, diseño, tecnología) en general, las persones tienden siempre a ofrecer miradas, opiniones o perspectivas nuevas acerca del mundo, ya sea real o ficticio. 

Los niños son buen ejemplo de personas que cambian su punto de vista con facilidad, ante las distintas situaciones que se les van presentando.

Baja Autoestima


La baja autoestima se define como la dificultad que tiene la persona para sentirse valiosa en lo profundo de sí misma, y por tanto digna de ser amada por los demás.

Las personas con autoestima baja buscan, a veces sin ser muy conscientes de ello, la aprobación y el reconocimiento de los demás y suelen tener dificultad para ser ellas mismas y poder expresar con libertad aquello que piensan, sienten y necesitan en sus relaciones interpersonales, así como para poder decir “no” al otro sin sentirse mal por ello.

En ocasiones las personas que esconden en su interior sentimientos de baja autoestima, suelen ocultárselos a sí mismas mediante el uso de diferentes  mecanismos de defensa, (negación, intelectualización, fantasía, etcétera) incluso haber creado a su alrededor una coraza defensiva, para protegerse de la amenaza (a menudo fantaseada) frente a posibles rechazos sociales, incluso a críticas personales u opiniones que cuestionen sus creencias.

Las personas con Baja Autoestima suelen experimentar ansiedad ante situaciones de intimidad y afectivas. Esto se debe a la dificultad que experimentan a la hora de sentirse seguras y espontáneas en sus relaciones interpersonales.


 Las causas que explican una Baja Autoestima (más o menos reconocida por la persona) son muy variables y numerosas, por lo que durante la Psicoterapia se hace necesaria la construcción de hipótesis sobre los motivos que desencadenaron estos sentimientos.

Causa Y Efecto

Logros personales
¿Qué son los logros personales? Son los diferentes objetivos que has cumplido a lo largo de tu vida y que aumentan tu nivel de bienestar.

Hay logros personales de diferente tipo:

Algunos pueden ser considerados cotidianos como aprender a leer y escribir, caminar, conducir, etcétera. Sin embargo cualquier objetivo siempre tiene un nivel de mérito, porque se ha necesitado un esfuerzo para aprender a hacerlo bien. Un conjunto variado de logros es la base del desarrollo personal.
Ejemplos de logros personales:
Terminar una carrera.
Encontrar el primer empleo.
Ganar una medalla olímpica.
Iniciar un negocio y llevarlo al éxito.
Formar una familia.
Alcanzar la libertad financiera.
Comprar una vivienda.
Entrenarse para correr una maratón y hacerlo.
Etcétera.

Los logros personales vinculados con tu nivel de autorrealización.
Según la pirámide de necesidades de Maslow el nivel más alto al que aspira un ser humano es la autorrealización.

La autorrealización incluye logros personales al más alto nivel, por ejemplo:
La consolidación de la carrera profesional, cumplir grandes metas, alcanzar el éxito y en general hacer realidad lo más elevados sueños que una persona pueda tener.


Tus logros personales son fruto de la ley de causa y efecto. Esto significa que los eventos circunstanciales no existen. Lo que has conseguido hasta ahora es producto de ti mismo. Si asumes un gran nivel de responsabilidad personal, tienes mayores posibilidades de triunfar, porque no aceptarás las excusas y buscarás las estrategias que te lleven al éxito.

jueves, 23 de mayo de 2019

El Astro Rey


Adentrarnos en el simbolismo del Sol en las culturas antiguas es descubrir una forma sagrada de ver la naturaleza y los conocimientos profundos que encierra. No es casualidad que muchas de nuestras costumbres sean vestigios de aquella visión sagrada que tuvieron muchos pueblos del astro rey.

Es de fácil apreciación que el Sol ha sido objeto de reverencia en todas las culturas antiguas. Lo encontramos en América, Japón, India, Egipto, África, Europa… Es algo universal. Incluso aún hoy mantenemos costumbres que vienen de antiguos cultos solares: el encender una velita para pedir protección o rogar por el bien de alguien, el hacer hogueras en algunas fiestas tradicionales, etc. 

También guarda relación con ello el acudir a lugares simbólicos: en los solsticios, la gente acude a Stonehenge; en India, se van a bañar en los ríos; en Japón se dirigen en Año Nuevo a la costa para ver el Sol nacer, etc.

Sin embargo, estas costumbres, por lo menos en Occidente, han perdido el carácter profundo y sagrado que tuvieron en la Antigüedad y que les dieron origen. ¿Qué nos separa realmente de estas culturas distintas y lejanas en el tiempo que han otorgado un valor sagrado al Sol?

Comúnmente escucharemos que era natural que estos pueblos prestasen reverencia al Sol, ya que dependían de la agricultura para subsistir. Así, por no poseer conocimientos científicos, creían que era un dios que les otorgaría o no la dicha y la abundancia.

Pero ¿y si conocían leyes y ciencias y fruto de este conocimiento quizás fuera natural agradecer y ofrendar a este ser que por su propia voluntad y amor proporcionaba todo lo necesario para la subsistencia y desarrollo de la civilización?

Para seguir tal planteamiento es importante considerar que la verdad actualmente la buscamos a través de la ciencia y nos llega revestida de una determinada forma, la científica. Antiguamente la verdad fue investigada de otras formas. Por lo tanto, se nos presenta envuelta en otros diseños. No por ello tratamos de verdades distintas, de esencias distintas, sino que, muchas veces, estaremos hablando de lo mismo. Y una de las verdades que compartimos con estos pueblos antiguos es la de que el Sol es la fuente de toda la vida, y de su existencia depende la nuestra.


Siendo así, bajo el Sol somos iguales. Y para entender la profundidad y el carácter sagrado que se le dio, es fundamental entender dos ideas que están en el trasfondo de todos los cultos solares antiguos: el Sol es fundamental para la vida en todos los planos y el Sol es un ser vivo.

El Ser Honesto


¿Quiénes somos? ¿Cómo actuamos en nuestro hogar el resto de las personas? ¿Qué criterio tenemos de nosotros mismos? Estas y otras interrogantes tendrán puntos convergentes en la respuesta acerca de la honestidad como cualidad, pues ser honestos es vivir en correspondencia con lo que pensamos, nuestra conducta revelará la transparencia de ser con los demás y con nosotros mismos. 

Sembrar a nuestro paso por la vida acciones generadoras de relaciones humanas, basadas en la sinceridad como precepto inviolable sin dobleces, poniéndonos a prueba a diario para movernos entre los compromisos y las obligaciones con respecto a la palabra empeñada, teniendo como escudo la sinceridad, la discreción y la seriedad ante las confidencias en la vida personal o profesional, deberá ser la razón de ser de nuestras vidas en los pequeños y grandes momentos, porque desde la niñez se forja la personalidad del individuo.

Es importante y marca la existencia humana la conducta de los hombres y mujeres y si hablamos de ser honestos, entonces no podemos convivir entre murmuraciones de los demás, ni incumplir con el pago de acciones ya sea en obras o en dinero, si en ello empeñamos nuestra palabra, o fijamos el compromiso moral ante los demás.

Debemos vivir esgrimiendo siempre la verdad y comportarnos leales a las normas que marcan la convivencia entre compañeros de trabajo, la escuela y por supuesto, la familia. También se incluyen nuestras relaciones más íntimas o secretos, por lo que nuestro modo de actuar será siempre recto y nos permitirá obrar de forma clara con todos si nos guiamos por la verdad, lo que constituye el primer paso para ser honestos.
              


Estigmas Sociales


La sociedad construye dentro de los parámetros de imagen, la figura y el rol que deben desempeñar ciertas personas. Generalmente para los adultos mayores estas concepciones no son positivas e incluso llegan a ser discriminatorias. Este proyecto ha identificado que estos problemas se reproducen en los niños, ya que se les enseña que llegar a la vejez es algo malo.

Para la aplicación del instrumento se contó con la participación de 500 alumnos de entre 15 y 20 años. «Un ejemplo de los 30 reactivos que se les solicitó llenar y que estaban en forma de paráfrasis era Los adultos mayores se aíslan, en donde la mayoría respondió que sí. Esto nos indica que muchas veces, sin darse cuenta, los jóvenes se hacen partícipes de ésta exclusión», explicó, «además, al pedirles que se dirigieran hacia los adultos mayores con adjetivos positivos les era muy difícil. Por el contrario, les resultaba más sencillo encontrar adjetivos negativos», agregó.

La sobrevaloración a la juventud y a las formas estéticas marcadas en publicidad y marketing, señaló David López, contribuye también a este proceso de marginación, es decir, el mínimo rasgo de vejez como una cana o una arruga es visto de manera negativa, dando pie al alto consumo de productos para que las personas mayores retrasen el proceso de envejecimiento.


Mediante esta investigación se propone el establecimiento de nuevos roles en donde se mejore la calidad de vida de los adultos mayores, incluyendo su bienestar psicológico, a través de la implementación de talleres en escuelas primarias y así disminuir el ejercicio del estereotipo negativo, y enseñar a los niños que este sector también forma parte de la sociedad y que el envejecer es un proceso natural y parte de la vida.

Tozudez Humana

El viento susurró en mis oídos los caminos que mis pasos debían seguir al andar, caminos de limpio asfalto que harían que mis pies rasguñados dejaran de sufrir por frías piedras puntiagudas que había en caminos que nunca debí seguir.

Mientras el viento susurraba yo sonreía porque sabía que tenía razón, no tenía ningún sentido seguir un camino empedrado que no llevaba a ninguna parte, en su final solo había un callejón oscuro, no había salida, solo me quedaría mirar en todas direcciones y darme cuenta de que ya no podría salir de allí, ni siquiera volver hacia atrás ya que el camino se cerraría a mis espaldas y entonces sí sería el fin, me quedaría solo, envuelto en mi propia ignorancia, en mi propio error, envuelto en una tonta decisión que debería haber pensado más de dos veces.

Pero a los humanos nos gustan tanto las decisiones tontas…
El viento ya me ha aconsejado, ya me ha dicho qué debo hacer, qué camino debo seguir, y yo, tozudo como solo el ser humano puede serlo, aún quiero seguir el camino empedrado, aun sabiendo que justo al lado está el camino asfaltado, aun sabiendo que al final del camino que quiero seguir solo hay una profunda oscuridad que me golpeará, que me dejará tirado. Y aun así…

Creo que lo único que le hace frente a la estupidez humana es un buen golpe, uno que te deje completamente tirado, algo tan fuerte como esa profunda oscuridad que me espera al final del camino, quizá necesite llegar al callejón sin haber recorrido el camino. Quizá…


Odio la tozudez y la estupidez humana, odio que quiera ir por el camino asfaltado pero necesite ir por el camino lleno de piedras puntiagudas, odio que primero necesite recibir el golpe para poder dar yo el siguiente, odio que haya tantos y tantos caminos que terminen en callejones oscuros sin salida.

Como La Hormiga

EL HOMBRE que proyecta hermosos edificios adquiere la fama de buen arquitecto. A la joven que sobresale en la escuela se la conoce como estudiante aplicada. Incluso quien no hace nada se gana la fama de haragán. Recalcando el valor de ganarse una buena reputación, la Biblia dice: “Vale más el buen nombre que muchas riquezas; la buena reputación es más estimable que el oro y la plata” (Proverbios 22:1, Bartina-Roquer).

La buena reputación es el resultado de muchas obras pequeñas realizadas en el transcurso del tiempo. Sin embargo, todo lo que se necesita para perderla es un acto insensato. Un solo incidente de inmoralidad sexual, por ejemplo, puede acabar con ella. En el capítulo 6 del libro bíblico de Proverbios, el rey Salomón del antiguo Israel nos previene contra las actitudes y acciones que pueden echar a perder nuestra reputación así como dañar nuestra relación con Jehová Dios. Entre estas se cuentan los compromisos irreflexivos, la pereza, el engaño y la inmoralidad sexual, en esencia, actos malos que Jehová odia. Seguir este consejo nos ayuda a proteger nuestra reputación.

Evitemos los compromisos irreflexivos
El capítulo 6 de Proverbios empieza con estas palabras: “Hijo mío, si has salido fiador por tu semejante, si has dado tu apretón de manos aun al extraño, si has sido cogido en un lazo por los dichos de tu boca, si has sido atrapado por los dichos de tu boca, toma estas medidas, entonces, hijo mío, y líbrate, porque has caído en la palma de la mano de tu semejante: Ve y humíllate, e inunda con importunaciones a tu semejante” (Proverbios 6:1-3).

Este proverbio nos previene contra involucrarnos en negocios ajenos, especialmente de extraños. En efecto, los israelitas tenían que ‘sustentar al hermano que empobrecía y se hallaba económicamente débil’ (Levítico 25:35-38). Pero algunos israelitas con iniciativa emprendían aventuras comerciales especulativas y conseguían apoyo económico al convencer a otras personas de que los avalaran, responsabilizándolas así de la deuda. Hoy pueden presentarse situaciones similares. Por ejemplo, las instituciones financieras suelen pedir un cosignatario antes de aprobar un préstamo que consideran arriesgado. Es muy imprudente comprometernos con precipitación, pues podemos entramparnos económicamente y también perjudicar nuestra reputación ante los bancos y otros acreedores.

Pero ¿y si nos hallamos en un aprieto por haber actuado de una manera que al principio parecía prudente pero que, después de un examen más cuidadoso, vemos que no lo es? El consejo es dejar aparte el orgullo y ‘humillarse e inundar con importunaciones a nuestro semejante’, es decir, con reiteradas peticiones. Debemos hacer todo lo que podamos por arreglar la situación. Una obra de consulta lo expresa así: “Revuelva cielo y tierra hasta que llegue a un acuerdo con su adversario y arregle el asunto, de modo que su compromiso no se vuelva contra usted o los suyos”. Eso debe hacerse sin demora, pues el rey añade: “No des sueño a tus ojos, ni adormecimiento a tus radiantes ojos. Líbrate como una gacela de la mano, y como un pájaro de la mano del pajarero”(Proverbios 6:4, 5). Mejor es retirarse de un compromiso imprudente, si es posible, que dejarse entrampar por él.

Seamos industriosos como la hormiga
“Vete donde la hormiga, oh perezoso; mira sus caminos y hazte sabio”, aconseja Salomón. ¿Qué sabiduría podemos conseguir del modo de obrar de la diminuta hormiga? El rey responde: “Aunque no tiene comandante, oficial ni gobernante, prepara su alimento aun en el verano; ha recogido su abastecimiento de alimento aun en la siega” (Proverbios 6:6-8).

Las hormigas tienen una organización maravillosa y cooperan muy bien unas con otras. Recogen instintivamente el alimento para el futuro. No tienen “comandante, oficial ni gobernante”. Es cierto que hay una hormiga reina, pero lo es solo en el sentido de que pone los huevos y es madre de la colonia. No da ningún tipo de órdenes. Aun sin capataz que las obligue ni supervisor que las controle, las hormigas trabajan incansablemente.

¿No deberíamos nosotros ser industriosos también como la hormiga? Trabajar arduamente e intentar mejorar la calidad de nuestro trabajo nos beneficia, sea que nos supervisen o no. Efectivamente, en la escuela, en nuestro lugar de trabajo y cuando 
participamos en actividades espirituales, debemos hacerlo todo tan bien como nos sea posible. Tal como a la hormiga le beneficia su laboriosidad, Dios quiere que nosotros ‘veamos el bien por todo nuestro duro trabajo’ (Eclesiastés 3:13, 22; 5:18). La conciencia limpia y la satisfacción personal son las recompensas del trabajo arduo (Eclesiastés 5:12).


Salomón se vale de dos preguntas retóricas para despertar al perezoso de su indolencia: “¿Hasta cuándo, oh perezoso, te quedarás acostado? ¿Cuándo te levantarás de tu sueño?”. Imitando su modo de hablar, el rey añade: “Un poco más de sueño, un poco más de dormitar, un poco más de cruzar las manos para estar acostado, y tu pobreza ciertamente vendrá justamente como algún vagabundo, y tu carencia como un hombre armado”(Proverbios 6:9-11). Mientras el perezoso está acostado, la pobreza se apodera de él con la rapidez de un asaltante y la escasez lo ataca como lo haría un hombre armado.

Los campos del perezoso pronto se llenan de mala hierba y de ortigas (Proverbios 24:30, 31). Sus empresas comerciales no tardan en sufrir reveses. ¿Por cuánto tiempo tolerará a un vago su patrono? ¿Puede esperar el estudiante perezoso tener éxito en la escuela?