martes, 24 de octubre de 2017

La Era de la Inteligencia Artificial y la Singularidad


R. Kurzweil (RK) entiende que todos los niveles con los que está conformado el universo (el físico, el químico, el biológico y neurológico), están coronados por el último y más complejo, el tecnológico, creador de la inteligencia artificial, de la que es un experto mundial de primera línea. Sus investigaciones actuales se orientan al reconocimiento del habla humana. 

En su primer libro, The Age of Intelligent Machines (1989), profetizaba que “en la primera mitad del siglo XXI la inteligencia de los ordenadores sería indistinguible de la de sus progenitores humanos”. Es la expresión del convencimiento que tiene RK de que el poder de las ideas para transformar el mundo se está acelerando. A esta tendencia la denomina principio o ley de los rendimientos acelerados, consistente en advertir que la tecnología y los procesos tecnológicos progresan de forma exponencial, no lineal. 

En su segundo libro, The Age of Spiritual Machines (1999), pretende mostrar “cómo sería la naturaleza de la vida humana una vez superado el momento en que la máquina y cognición humana se conviertan en una misma cosa”. RK advierte que progresivamente se va dando una colaboración cada vez más estrecha entre nuestra herencia biológica y su expresión en artefactos tecnológicos inteligentes, trascendiendo así lo biológico. 

En su tercer libro, The Singularity is near (2005), continúa reflexionando sobre las consecuencias de la inminente tendencia a la fusión entre nuestro pensamiento biológico y la inteligencia no biológica que estamos creando. Frente a quienes dudan de que el cerebro humano sea suficientemente potente como para comprenderse a sí mismo, RK considera que los hechos demuestran que sí tenemos capacidad para comprendernos, crear y ampliar los modelos de nuestra propia inteligencia. De hecho, la tesis central de este libro consiste en mostrar que nos estamos acercando a ese momento clave (la singularidad está cerca), a esa singularidad en la que se dará un salto cualitativo tal, que la inteligencia dejará de estar encarnada en lo biológico para estarlo en un soporte tecnológico. RK define este libro como “la historia del destino de la civilización hombre-máquina, un destino al que llamamos Singularidad”. 

Libertad y biología  

Precisamente porque somos conscientes y libres, somos personas y poseemos una identidad que nos hace irrepetibles. No somos un ente más dentro de un conjunto matemático, sino un yo irrepetible. El problema está en definir en qué consiste nuestra identidad, qué es lo que nos hace ser cada uno de nosotros, y diferentes a los demás. Nos podrían extirpar paso a paso las diferentes partes de nuestro cuerpo, y mantendríamos la identidad. Seríamos el mismo, pero no lo mismo. 

El ser humano, y los seres vivos, van cambiando gradualmente de células y demás componentes biológicos, pero la forma y estructura no cambian. Y eso es lo que mantiene la identidad. “Somos un patrón que cambia lentamente pero que posee estabilidad y continuidad, aunque las cosas que constituyen el patrón cambian rápidamente”. 
  
Ahora bien, una ventaja que tienen los sistemas artificiales frente a los biológicos, es que aquéllos pueden ser copiados, guardados en una copia de seguridad y ser reconstruidos, mientras que los seres vivos no.


La inteligencia humana, con soporte biológico, ha generado una tecnología tan potente que está aumentando su ya fuerte potencialidad; y estos avances tecnológicos van aumentando, según RK, de forma exponencial. 

Es por ello evidente para RK que la evolución biológica no es más que es una etapa previa a la inteligencia tecnológica.  

lunes, 23 de octubre de 2017

El Universo Espejo


Uno de los aspectos más enigmáticos y cautivadores del universo en el que vivimos es la sincronicidad. A todos nos ha pasado en alguna ocasión una coincidencia tan improbable que nos resulta ominosa, mágica, epifánica o perturbadora. Conexiones entre sucesos, personas e información que trascienden la realidad convencional: como si las cosas tuvieran hilos invisibles que sólo por momentos  —en estados de conciencia elevados o por una misteriosa alineación— podemos vislumbrar.

Aunque el concepto de sincronicidad existe al menos desde el tiempo de los Vedas, fue el psicólogo suizo Carl Jung quien acuñó el término e inició el estudio de este fenómeno de manera rigurosa, si no científica: la dificultad de abordar la sincronicidad desde una metodología solamente científica yace en que los eventos que se concatenan lo hacen sin tener una causa, al menos no una causa que podamos encontrar dentro de los límites de la física clásica y de un universo mecánico.

Consciente de la vastedad y elusividad del principio de la sincronicidad, Jung ensayó diversas definiciones a manera de un acercamiento teórico. Empezando desde lo más general y sintético podemos decir con Jung que la sincronicidad es "la ocurrencia temporal coincidente de eventos acausales", que es un "principio de conexión acausal", una "coincidencia significativa" o que es un "paralelismo acausal".

Siguiendo este tren de ideas podemos hablar de algo como un "dreamwake continuum", similar a Alcheringa, el "Tiempo del Sueño" de los aborígenes australianos, en el que se disuelven las fronteras entre lo que soñamos y vivimos, es más, lo que hacemos soñando se filtra a la realidad y se convierte en lo que vivimos —posiblemente las ideas platónicas y los arquetipos que gobiernan el mundo en la psicología jungiana se proyecten a nuestra realidad desde estos espacios astrales de ensueño.
El mismo Jung percibió esta analogía creativa en la sincronicidad: "La sincronicidad en sentido estricto solo es un caso especial de un orden general acausal que da lugar a actos de creación en el tiempo". De manera más poética, Octavio Paz había dicho: "Hay que dormir con los ojos abiertos /hay que soñar con las manos/soñemos sueños activos de río/buscando su cauce/sueños de sol soñando sus mundos".  
Una disciplina etérea probablemente rendirá frutos: las imágenes que generamos en el fuero interno —con el fuego interno— se podrán volver vibrantes edificios para experimentar los deseos narrativos más profundos de nuestro espíritu. 


Entrar En Los Zapatos Del Otro


La empatía: la capacidad de ponerse en el lugar del otro, de ver por sus ojos y conocer sus pensamientos y sentimientos.

¿Cuántas veces te has sentido incomprendido por alguien? ¿Cuántas veces te hubiera gustado poder entender el comportamiento de alguien a quien aprecias, y no lo has conseguido? Si eres consciente del valor que tiene entender y ser entendido, seguro que estás abierto a entrenarte en esta habilidad.

En ese caso, enhorabuena, porque desde luego que la empatía se puede aprender. Es cierto que hay personas que tienen mayor facilidad para mostrarse empáticos con los demás, pero como otras habilidades es algo que se puede adquirir a base de ejercitarse diariamente en ello.

Ahora bien, conviene hacer una aclaración para no dar lugar a malentendidos. Mostrarse empático con alguien es una destreza básica de la comunicación interpersonal, que no tiene que ver con estar de acuerdo con la otra persona, aprobar sus comportamientos o compartir sus valores.

Hay quien tiene miedo de ser empático, porque piensa que, si consigue “entender” a la otra persona, y calzarse sus zapatos durante unos momentos, tendrá que darle la razón o compartir lo que el otro está pensando o sintiendo, y esto no es así.

No temas, puedes tener empatía, capacidad para comprender por qué otra persona piensa de una determinada manera, sin que necesariamente lo apruebes o simpatices con ello. Es una habilidad que te acerca al universo emocional del otro, pero no te obliga a identificarte con él.

Dicho esto, quizá ahora te sientas más predispuesto a desarrollar tu empatía. Aquí van algunas propuestas para mejorarla:

Escucha sin emitir juicios de valor.
Por supuesto que puedes dar tu opinión cuando alguien te expresa un contenido personal, especialmente si te la pide, pero esto no está reñido con que te muestres empático e intentes hacer una escucha activa.

Si quieres entender verdaderamente a la otra persona, escúchala sin interrumpirla, pospón tu opinión hasta que hayas conseguido ver lo que te cuenta desde su mirada, su forma de pensar, sus costumbres, sus valores, y sus creencias.

Se trata de ver la película desde los ojos de uno de los implicados, no de juzgar a uno de los personajes. Si directamente le juzgas, negándole el derecho a sentir o pensar  así, es muy probable que la otra persona se sienta incomprendida, molesta y a la defensiva.

Acepta y tolera las diferencias.
Para ser empático hace falta tomar conciencia de que tu visión del mundo no es la única, de que tu manera de ser y comportarte no es una verdad absoluta y universal.

Cuando te relaciones con los demás, se consciente de que somos seres únicos, diferentes y que respondemos a los estímulos de forma distinta según nuestros valores, educación, patrones de pensamiento, experiencias vividas, predisposición biológica, aprendizajes anteriores, etc.

Tener esto en mente, te ayudará a saber leer desde otra perspectiva el discurso de los que se comunican contigo. Acepta que hay otra manera de ver las cosas, e interésate por conocerla desde la honestidad, no necesitas compartirla o estar de acuerdo para ello.

Da feedback o señal al otro de que le entiendes.

Aunque es importante escuchar, no es el único elemento para transmitir empatía. Si quieres mostrarte empático, es necesario que le hagas saber a la otra persona que le entiendes, que eres capaz de imaginar lo que puede estar describiendo, sintiendo o pensando.

La Capacidad De Discernir


Discernir significa distinguir la diferencia entre los opuestos; como el bien y el mal, lo justo e injusto, lo importante y lo intrascendente, lo verdadero y lo falso, lo necesario y lo prescindible; lo honesto y lo deshonesto; o sea, ser capaz de actuar en función del propio juicio crítico.

Existen dos formas de tomar decisiones y de actuar, una es en función a las normas morales aprendidas y otra forma es discernir uno mismo, atreverse a tener un juicio propio en función a la experiencia, al razonamiento y la propia forma de ver el mundo y de pensar.

Según como sea nuestro discernimiento será nuestra forma de tomar decisiones y lo que condicionará el rumbo de nuestras vidas.

Antes que nada somos un cuerpo, lo que nos obliga a discernir qué es lo más conveniente para él y actuar en consecuencia. El cuerpo nos acompañará toda la vida y en función a nuestra forma de utilizar su potencial y de cuidarlo podrá sernos útil para concretar nuestros proyectos.

Los seres humanos estamos motivados a la acción por nuestros deseos, pero saber distinguir entre los deseos destructivos y los constructivos no es fácil y exige usar la mente.

La capacidad de discernimiento es lo que nos permitirá actuar con moderación y no dejarnos llevar por el egoísmo, la codicia, la ambición desmedida o la envidia.

La forma de verse a sí mismo influye en el discernimiento, porque tener baja autoestima o creerse superior a los demás interfiere con la capacidad de discernir, afecta el crecimiento y el desarrollo, malogra las relaciones personales y laborales e impide oportunidades de trabajo.

El perfecto equilibrio es aceptarse como uno es, con el potencial y las limitaciones y tratando de aprovechar al máximo las capacidades.

La mente y el cuerpo tienen que estar en perfecta armonía, sin empeñarse en priorizar las motivaciones de la mente sobre las necesidades del cuerpo, o los deseos del cuerpo sobre lo que dice la mente.

El discernimiento obliga a ver totalidades, a tener una visión más amplia, modifica la conducta y conduce a experiencias satisfactorias.

El discernimiento nos lleva a reflexionar antes de actuar y a ser más conscientes de todo lo que hacemos.

Para aprender a discernir hay que dominar la mente, nuestros impulsos más arcaicos y nuestro temperamento básico; o sea a ser dueños de nosotros mismos.

Es necesario controlar nuestra intolerancia, impaciencia e ira; ser capaz de detenerse antes de actuar impulsivamente y considerar con serenidad los acontecimientos que suceden, porque el problema no es lo que pasa sino lo que hacemos con lo que nos pasa.

Es indispensable aportar claridad a la vida y no dejarse llevar por presiones o imposiciones, ni tampoco por supuestas obligaciones o exigencias, sabiendo diferenciar por sí mismo lo que corresponde a la propia competencia y lo que no nos concierne, distinguiendo lo importante de lo superfluo.

El discernimiento permite la tolerancia, incluso con quienes piensan diferente, no lleva a refugiarse en el fanatismo y ayuda a tener más respeto, escuchar y a no trabarse en discusiones estériles.


El discernimiento hace posible los proyectos y conduce a cumplirlos, creando la determinación necesaria para centrar todos los esfuerzos y la atención para alcanzarlos.

El Valor De Tu Interior


Un mendigo había estado sentado más treinta años a la orilla de un camino. Un día pasó por allí un desconocido. "Una monedita", murmuró mecánicamente el mendigo, alargando su vieja gorra de béisbol. "No tengo nada que darle", dijo el desconocido. 

Después preguntó: "Qué es eso en lo que está sentado?" "Nada", contestó el mendigo. 
"Sólo una caja vieja. Me he sentado en ella desde que tengo memoria". "¿Alguna vez ha mirado lo que hay dentro?", preguntó el desconocido. "No" dijo el mendigo. "¿Para qué? 

No hay nada dentro". "Échele una ojeada", insistió el desconocido. 

El mendigo se las arregló para abrir la caja. Con asombro, incredulidad y alborozo, vio que la caja estaba llena de oro. 

Yo soy el desconocido que no tiene nada que darle y que le dice que mire dentro. 

No dentro de una caja como en la parábola, sino en un lugar aún más cercano, dentro de usted mismo. 

"¡Pero yo no soy un mendigo! ", le oigo decir. 

Los que no han encontrado su verdadera riqueza, que es la alegría radiante del Ser y la profunda e inconmovible paz que la acompaña, son mendigos, incluso si tienen mucha riqueza material. Buscan afuera mendrugos de placer o de realización para lograr la aceptación, la seguridad o el amor, mientras llevan dentro un tesoro que no sólo incluye todas esas cosas sino que es infinitamente mayor que todo lo que el mundo pueda ofrecer. 

La palabra iluminación evoca la idea de un logro sobrehumano y el ego quiere conservar las cosas así, pero es simplemente el estado natural de sentir la unidad con el Ser. Es un estado de conexión con algo inconmensurable e indestructible, algo que, casi paradójicamente, es esencialmente usted y sin embargo es mucho más grande que usted.

Es encontrar su verdadera naturaleza más allá del nombre y de la forma. La incapacidad de sentir esta conexión da lugar a la ilusión de la separación, de usted mismo y del mundo que lo rodea. Entonces usted se percibe a sí mismo, consciente o inconscientemente, como un fragmento aislado. Surge el miedo y el conflicto interior y exterior se vuelve la norma. 

Me encanta la sencilla definición de la iluminación dada por Buda como "el fin del sufrimiento". No hay nada sobrehumano en esto, ¿cierto? Por supuesto, como toda definición, es incompleta. Sólo dice lo que la iluminación no es: no es sufrimiento. 

¿Pero qué queda cuando ya no hay sufrimiento? El Buda no habla sobre esto y su silencio implica que usted tiene que averiguarlo por sí mismo. Usa una definición negativa para que la mente no la convierta en algo que se deba creer o en un logro sobrehumano, una meta que es imposible de alcanzar. A pesar de esta precaución, la mayoría de los budistas aún cree que la iluminación es para el Buda, no para ellos, al menos no en esta vida. 

Extraído de "El poder del ahora" Autor Eckhart Tolle 


El Arte Y La Supervivencia


"Los humanos modernos parecían tener un número mayor de alternativas de solución frente a los problemas ", dice Stewart. Esta habilidad de innovar y adaptarse puede explicar por qué reemplazamos a los Neandertales tan rápido.

Cuando llegamos a Europa, teníamos herramientas más variadas que los Neandertales. Incluso más innovadoras y letales, según la evidencia arqueológica.

Arte, pegamento social
Pero también creamos otra cosa que nos ayudó a superar a cada una de las otras especies de la Tierra: el arte simbólico.

Hay amplia evidencia de que los humanos modernos estaban haciendo arte poco tiempo después de que salieron de África, hace 40 mil años.

Los arqueólogos han encontrado ornamentos, joyería, representaciones figurativas de animales míticos e incluso instrumentos musicales.

"Cuando los humanos modernos llegaron (a Europa), su población creció rápidamente", dice Nicholas Conard, de la Universidad de Tubinga, en Alemania, que ha descubierto muchas de estas reliquias. Empezamos a vivir en unidades sociales mucho más complejas y necesitábamos formas más sofisticadas de comunicarnos.

Una de las reliquias más sorprendentes es una estatua de madera de un león-humano, llamada el Hombre León, que fue encontrada en una cueva en Alemania. Esculturas similares del mismo período han sido encontradas en otros lugares de Europa.

Esto sugiere que estábamos compartiendo información entre grupos culturales de diferentes áreas. Parece que el arte era parte de nuestra identidad y ayudaba a unir a diferentes grupos.
En otras palabras, los símbolos eran una especie de pegamento social. Estos podían "ayudar a la gente a organizar sus asuntos sociales y económicos", dice Conard.

En cambio, los Neandertales no parecían necesitar el arte o los símbolos. Solo hay evidencia limitada de un poco de joyería hecha por ellos. "Ellos cazaban, cocinaban, dormían, tenían sexo y se recreaban. No necesitaban artefactos simbólicos para cumplir con sus tareas".

Compartir información simbólica fue crucial para el éxito de los humanos. Cada nueva idea que recogíamos tenía la posibilidad de volverse inmortal al pasar de generación en generación. Así fue como el lenguaje se propagó, por ejemplo.

Capacidad de adaptación (genética)
El hecho de que hayamos practicado el arte y fabricado herramientas con las mismas manos también señala nuestra capacidad única de variar nuestro comportamiento, dice Shea.

"Todo lo que hacemos, lo hacemos de más de una forma distinta", dice. "Las soluciones que desarrollamos para un problema, pueden ser reorientadas para resolver otro distinto. Esto es algo que hacemos especialmente bien".

Otros homínidos antiguos parecían hacer lo mismo una y otra vez. "Encontraban un camino y se quedaban atascados ahí".

Ahora tenemos evidencia para sugerir que nuestro ADN cambió después de que nos separamos del ancestro común que compartíamos con los Neandertales.

Nosotros desarrollamos docenas de características únicas en nuestro genoma, que nos diferenciaron de otros homínidos.

Los genetistas han determinado que estas características se relacionan con la forma en la que nuestros cerebros se desarrollaron, que puede haber sido la clave de nuestro éxito.

No sabemos qué beneficios trajeron estos cambios genéticos. Otros han sugerido que nuestro cerebro hipersocial y cooperativo nos diferencia.

El lenguaje, la cultura, la guerra y el amor, todos los comportamientos humanos distintivos tienen un elemento social.

Nuestra tendencia a la vida social pudo haber propiciado la habilidad de usar símbolos y crear arte.
Por decenas de cientos de años, antes que desarrolláramos estas habilidades, los humanos modernos y otros homínidos estaban en el mismo nivel, dice Conard. Cualquier otra especie pudo haber ocupado nuestro lugar.

Pero no lo hicieron. A medida que nuestra población se multiplicó, las otras especies retrocedieron y eventualmente desaparecieron.

Tal vez debamos agradecer a nuestra creatividad por haber sobrevivido.

Pero hay otra posibilidad. Tal vez fue pura casualidad. Tal vez nuestra especie tuvo suerte y sobrevivió, mientras que los Neandertales se llevaron la peor parte.

Lee la historia original en inglés en BBC Earth



Compromiso Ético


La ética es el compromiso efectivo del hombre que lo debe llevar hacia su
auténtica realización como persona en todas sus dimensiones.

La ética es el compromiso efectivo del hombre que lo debe llevar hacia su
perfeccionamiento persona, el mejoramiento de la comunidad humana y la
aplicación en el mundo del verdadero sentido del trabajo.

La ética, por ser un compromiso, es como un contrato consigo mismo
de orientarse permanentemente hacia el perfeccionamiento personal y
comunitario.
El compromiso ético es la exigencia que uno mismo se hace de ser siempre
más persona. Es la decisión interna y libre de vivir actitudes que contribuyan
a la realización personal y comunitaria del hombre.

La ética como compromiso implica el propósito y la decisión firme de superar
aquellas situaciones que en lo personal o comunitario se oponen a la realización
plena del hombre en todas sus dimensiones.
La ética como compromiso requiere y supone todo un proceso, un camino por
recorrer. Precisamente recorrer ese camino, verificar ese proceso, es la gran
tarea ética del ser humano.

Ese proceso, ese camino, incluye:

1.  Ver la realidad.
Conocerla
2. Interpretar la realidad
Analizarla
3. Transformar la realidad
Es la actitud de compromiso del hombre de perfeccionarse él mismo y de
mejorar el mundo.
 CARACTERÍSTICAS DEL COMPROMISO ÉTICO
1.      EL COMPROMISO ÉTICO ES CONSCIENTE.
Por lo tanto es reflexivo, crítico y realista.
2     EL COMPROMISO ÉTICO ES PERSONAL Y LIBRE.
Es decir, tomando cada uno su propia decisión y sin que represente
simple aceptación de lo que otros piensan, dicen o hacen

 3      EL COMPROMISO ÉTICO ES COMUNITARIO.

O sea que en el compromiso ético el hombre tiene en cuenta que
no existe solo, que vive con otros. Por lo tanto, supone y reclama
acciones solidarias.


domingo, 22 de octubre de 2017

Enfoque Mental


Realmente creo que existe una distancia muy grande entre una persona con enfoque y una sin ella, pues quien tiene enfoque personal concentra todas sus fuerzas en sus objetivos, sin distracciones y entregando lo mejor de sí mismo en cada cosa que hace.    

No hace las cosas porque sí, sino que es excelente en cada tarea que tiene entre manos.  
         
Tus expectativas del futuro:
–          Tu satisfacción y mejora el trabajo
–          El concepto que tengas de ti mismo
–          Tu motivación
–          Tu proyecto o plan de vida
–          Tu propósito o sentido de vida.
–          Tu rol como padre o miembro de tu familia

Puede ser que alguno de estos aspectos de tu vida estén desenfocados, es decir, no se aprecian como deberían ser, o presentan un ángulo no muy agradable y finalmente la imagen que tienes de tu realidad no te sirve para vivir mejor y ser feliz, o tienes la sensación de no tener el control sobre ellos.  Eso es estar “desenfocado”.  Tu energía se dispersa tratando de encontrar un balance adecuado, pero sin éxito.

¿Qué es el enfoque personal?
Bueno, para empezar, al escuchar la palabra “enfoque”, entendemos que es la acción que ayuda a “ver mejor”,  pensando en una cámara fotográfica, es la acción que nos permite tomar mejores fotografías, que captan toda la belleza o concepto que queremos capturar.   

La misma aplicación tiene esto para la vida.  En ocasiones, parece que tus expectativas, tu trabajo, tus amigos, en general “tu realidad” está desenfocada.   Es entonces cuando estamos más vulnerables a la “ley mental del accidente”.  Y ¿Qué dice esta ley? Que cuando renuncias a enfocar tu energía hacia un propósito o proyecto, tú no ya controlas tu vida, sino la vida te controla a ti,  y estás a merced de los acontecimientos.   

Esta visión es muy cómoda, porque atribuyes todo a fuerzas externas e incomprensibles de lo que te pasas y nunca tomas el control de lo que está a tu alcance, pero al a vez es muy peligrosa, porque te puede llevar al precipicio.

Tú decides en que pones la atención
No sé si te ha pasado, que de pronto te descubres apesadumbrado, porque sin darte cuenta “decidiste” dejar pasar a tu mente todo lo que no tienes.  En pocas palabras, “decidiste” poner atención en lo malo.

La buena noticia, es que podemos salir de ese estado “desenfocado”, para “ver” lo que realmente queremos y para apreciar las bendiciones y cosas buenas que tenemos y sobre todo, los recursos con que contamos para lograr nuestros sueños y metas.

La gran mayoría de las personas decide enfocar su atención en los problemas, en las facturas que tiene que pagar, en lo caluroso o friolento que esté el clima, en el tráfico, en lo pesado que es el trabajo o el jefe, en lo que no tiene, en lo que perdió, etc.   La mente se atiborra de cosas a las que decidimos ponerles atención.    Pero ¿Por qué estamos tanto tiempo en ese estado mental?  Porque así lo decidimos.

La clave fundamental para el enfoque personal
Existen varias claves para poder energizar nuestra vida con otro “enfoque”.  En primer lugar, tenemos que poner atención en otra cosa, en algo que nos motive.   

El poder de decidir, aunque suene a cliché, “está en ti mismo”,  pero es cierto, tú puedes decidir si pones atención en pensamientos “capacitadores” o en pensamientos “limitadores”.  

Yo recomiendo empezar pensando en lo que quieres tener o lo bueno que te ha pasado, o como se suele decir “contar tus bendiciones”, en lugar de tus problemas.


Cero A La Izquierda:

Situación En Cataluña

Cataluña se ha convertido en problema para la izquierda española. En un entorno tan polarizado, las posturas negociadoras que solían invocar tienen las de perder, al menos durante bastante tiempo. 

Esa parte de la sociedad catalana que quería mayores niveles de autogobierno pero no abandonar el Estado es ya mucho menor, y en España, ante el órdago independentista, se les percibe como tibios: su aceptación cae por ambos sitios.

La izquierda lo tiene peor ante el ruido de sables, sí, pero también porque ha movido sus piezas de una forma endeble, priorizando los discursos culturales en lugar de insistir en los materiales, lo que ahora les pasa factura. Era algo normal en el PSOE que hemos conocido hasta ahora, porque esa insistencia en el diálogo con el País Vasco o Cataluña era lo que les permitía aparecer como progresistas mientras instigaban desde el Gobierno políticas económicas de derechas, y también en Podemos, que llevó un paso más allá la idea de los socialistas y que cuenta con grupos como los anticapitalistas, que entienden que “el legítimo derecho a votar puede acelerar el proceso destituyente del régimen y avanzar en una profundización democrática".

Sin embargo, el problema catalán, que existe y al que se le debe dar una solución, debería ser reconsiderado desde ese espectro ideológico: poco tiene que ver con el derecho de autodeterminación de los pueblos que decían defender.

En un escenario global en el que las diferencias territoriales e intranacionales han aumentado, la reacción más frecuente ha sido de la aumentar la fragmentación. Al igual que la escasez de empleo en los países occidentales no ha provocado una mayor unión entre trabajadores, sino un contexto en el que cada cual se ha buscado la vida como ha podido, con las naciones y las regiones ha ocurrido igual.

En este mundo fragmentado y complejo, cada territorio está calculando cuáles son sus mejores opciones para competir

Las dos principales tendencias que ha generado la globalización las conocemos bien. Por una parte, ha consolidado una élite transnacional, cosmopolita, que aboga por la libre circulación de flujos y unas fronteras más endebles, que se reúne en lugares cerrados, como el Foro de Davos, y cuyas ideas son recogidas por instituciones internacionales FMI y difundidas por The Economist, The New York Times o Financial Times. Esa es la corriente dominante, aquella con cuyas creencias concuerdan la gran mayoría de gobernantes occidentales, y especialmente la UE.

En segundo lugar, también ha provocado un repliegue hacia la religión y hacia las posturas integristas, especialmente (pero no solo) en aquellos países con menor nivel de vida y donde las desigualdades son mucho mayores, que han encontrado en los preceptos religiosos una manera de conservar la comunidad y de oponerse a un mundo descreído e infiel.

Somos modernos y globales, tenemos una buena situación geográfica y contamos con Barcelona; yendo solos conseguiríamos mucho más

Pero también ha generado algo más, y Cataluña tiene que ver con eso: en este mundo fragmentado y complejo, cada territorio está buscando su propio lugar. El actual gobierno de los EEUU cree que es mucho mejor finalizar las viejas alianzas, replegarse hacia el interior y negociar una nueva posición en el mundo. China o Rusia también poseen ese deseo de asentarse como potencias decisivas en el contexto global y están desarrollando sus propios planes. En esa recomposición geopolítica, hay territorios que piensan igualmente que rompiendo los lazos que les unen a otros Estados les irá mucho mejor.

Así ha ocurrido con el Reino Unido, y así lo creen muchos ciudadanos de Francia, Grecia o Italia, para quienes la UE, en la actual forma de dominio alemán por el euro, les perjudica mucho más que les beneficia.


sábado, 21 de octubre de 2017

El Saber Longevo


Según la investigación, el 60 por ciento de los ganadores del Nobel de Física de finales del siglo XIX y principios del XX lograron gritar ‘¡eureka!’ entre los 20 y los 40 años. “Con el tiempo la cantidad de conocimiento que una persona debe dominar para hacer un trabajo importante ha aumentado. Prueba de ello es que cada vez más la gente obtiene sus PhD a una edad avanzada”, le explicó a SEMANA Weinberg.

En efecto, la vida estudiantil ahora es mucho más larga. Mientras que a principios del siglo XX los grandes científicos comenzaban a investigar activamente a los 23 años, a finales de este dicho promedio subió a 31 años. Según el estudio de Jones y Weinberg, que fue publicado por la revista Proceedings of the National Academy of Sciences, el campo de la Física es el que más cambios ha sufrido. Uno de los períodos más revolucionarios fue el vivido entre 1900 y 1927, cuando la física clásica fue desbancada por la física cuántica. Los científicos de esa época “fueron capaces de hacer trabajos importantes a temprana edad sin necesidad de hacer un máster en Física clásica”, señala Weinberg. 

Un claro ejemplo de esto, además del de Einstein, que fue el precursor de esta tendencia, fue Werner Heisenberg. El alemán, ganador del premio Nobel en 1932, estuvo cerca de reprobar los exámenes para obtener su doctorado cuando tenía 21 años porque tenía vagos conocimientos de electromagnetismo clásico. Sin embargo, poco tiempo después formuló el principio de incertidumbre que marcó el inicio de la Física cuántica y le dio un giro revolucionario a esta disciplina. “La revolución de la mecánica cuántica es una excepción en cierto sentido”, dice Jones y explica que a raíz de un gran descubrimiento se observa que el promedio de edad de los científicos que hacen el próximo hallazgo aumenta porque les es mucho más difícil superar ese hito. 

En el caso de la física, el promedio de edad de los hallazgos ha aumentado más que en cualquier otra área, pues según el estudio de Jones y Weinberg este pasó de 37 a 50 años. Por ejemplo, el científico Raymond Davis obtuvo el premio Nobel en 2002 a sus 88 años por haber descubierto los neutrinos cósmicos, un trabajo que empezó cuando tenía 51 años y que finalizó a los 80. 

Algunos afirman que los físicos hacen su mejor trabajo cuando son jóvenes en comparación a los médicos y químicos, porque la física es más abstracta. “Eso puede ser cierto, pero últimamente los Nobel de Física premian más el esfuerzo de trabajos experimentales de muchos años por encima de lo meramente teórico”, afirma Weinberg. El economista señala, además, que la relación entre creatividad y edad es más fuerte que entre la creatividad y la especialidad. 

En el caso de otras áreas como las artes o la tecnología, la situación es distinta pues allí no existe una tendencia general. El arte conceptual, dice Jones, tiende a provenir de los más jóvenes, mientras que el arte experimental suele favorecer a artistas de edad avanzada. Por ejemplo, Miguel Ángel, Rembrandt o Alfred Hitchcock hicieron su mejor trabajo a edad avanzada, mientras que Picasso, James Joyce y Orson Welles lo lograron antes. David Galenson, economista de la Universidad de Chicago que ha estudiado por años este tema, afirma que estos últimos son ‘innovadores conceptuales’ y por esa razón triunfaron cuando eran jóvenes. 

Jones y Weinberg concuerdan con esta teoría y afirman que el hecho de que haya un aumento progresivo en el promedio de edad en que los científicos hacen grandes hallazgos, no implica que no haya jóvenes inventores que logren revolucionar otros campos. Bill Gates, Steve Jobs y Mark Zuckerberg son tres ejemplos muy conocidos que prueban que el ingenio puede surgir a temprana edad. Al respecto, Jones dice que eso sucede cuando un área de conocimiento está naciendo o está transformándose. Por eso, el campo de la informática o internet tuvo grandes avances gracias a mentes brillantes de jóvenes talentos. 

En todo caso, según el estudio de Jones y Weinberg, el potencial creativo tiene una importante relación con la edad, pero de forma dinámica, es decir, que puede variar y depende de la era por la que esté pasando cada área del conocimiento. “El pico de creatividad se demora más hoy porque la ciencia ha avanzado tanto que el camino es mucho más largo para las nuevas generaciones de ingenieros y científicos”, concluye Jones.

De Tal Palo…


Las personas imitan o adquieren las características de personalidad de sus padres o del entorno que les rodea en la infancia y juventud.

El refrán “de tal palo, tal astilla” se emplea para referirse a las personas que imitan o adquieren algunas características o cualidades de sus padres o del entorno en el cual crecen o se crían.

En sentido explícito, significa que la astilla que se desprende de un palo tendrá, por fuerza, las mismas características de este.

El significado implícito, en cambio, alude a las relaciones de semejanza existentes entre padres e hijos, bien por herencia genética, bien por educación, según lo cual los hijos se parecerán a sus padres en su comportamiento, gustos, forma de ser o de actuar, así como en el físico, etc.

En un sentido general, se puede decir que lo que significa el dicho “de tal palo, tal astilla”, es que todo, de un modo u otro, se parece a su origen o a aquello de lo que proviene.

“De tal palo, tal astilla”, por lo tanto, puede ser empleado de forma positiva con la finalidad de resaltar una virtud del padre que posee el hijo: “Samanta adora estudiar, como su madre: de tal palo, tal astilla”.

Asimismo, el refrán puede ser usado con el objeto de señalar o enfatizar una característica negativa de la persona, que también posee el padre: “Al igual que su padre, a Miguel no le gusta caminar. De tal palo, tal astilla”.

Expresiones sinónimas de este dicho popular son: cual el cuervo, tal el huevo; cual es el padre, tal es el hijo; cual es la madre, así las hijas salen; de tal árbol, tal ramo; de tal parra, tal racimo; de tal simiente, tal gente, etc.


Razón De Existir


Ser feliz es primordial. Tanto es así que nos movemos en su búsqueda como si fuéramos pequeños y jugáramos con ella al escondite. Pero, ¿es necesario buscarla?, ¿y si ya fuéramos felices? Quizás, entonces, nuestra vida carecería de sentido.

A pesar de que no siempre podemos esbozar una sonrisa, de alguna manera nos obligamos a ello. ¿Te has dado cuenta de que la tristeza no está bien vista? Sin ser conscientes, enmascaramos los sentimientos y las emociones negativas que sentimos.

“Deja de buscar razones para ser infeliz. Enfócate en las cosas que sí tienes y en las muchas miles de razones por las que deberías ser muy feliz”

Cuando a pesar de realizar todos estos pasos no logramos alcanzar la tan ansiada felicidad, la tristeza nos aborda provocando que nos sintamos terriblemente desdichados. Es entonces cuando empezamos a pensar que, quizás, no merezcamos una vida llena de sonrisas.

Todas las directrices que nos marcan el camino para ser felices no hacen más que convertir esto en una expectativa muy difícil de lograr. Porque por mucho que queramos abarcar, la felicidad no es lo que nos han contado y para eso solo hay que abrir los ojos y mirar a nuestro alrededor.

“Hay dos maneras de difundir la felicidad, ser la luz que brilla o el espejo que la refleja”
-Edith Wharton-



viernes, 20 de octubre de 2017

Trascender La Finitud


El propósito -creo yo- de todo proceso terapéutico, es ir abordando el camino hacia el Sí Mismo Superior, es decir, hacia esa parte de nosotros mismos que anhela trascender mientras intenta comprender cuál es su función a favor del prójimo. Habitualmente partimos de un lugar simple: de un problema personal o de un sufrimiento mundano -cosa totalmente legítima- con el fin de contactar con el Sí Mismo Auténtico, ése que se encuentra escondido detrás de nuestro personaje.

Todos usamos máscaras en la vida cotidiana, es la imagen positiva pero falsa, de cada uno de nosotros. Por debajo, reside la sombra. Contactarse con el Sí Mismo Auténtico, no nos garantiza un estado de dicha o beatitud, sino simplemente la posibilidad de vivir nuestra vida con los dolores y las alegrías sin tener que ocultarlos.

Desde niños, hemos aprendido a vivir una fachada para no hacer enojar a nuestros padres o para responder a lo que ellos esperaban de nosotros. Por eso, ahora será necesario modificar los condicionamientos que arrastramos desde entonces.

Quienes acompañamos procesos de encuentro con la propia sombra, sabemos que a menudo nos encontramos “dando permiso” a otro adulto para que se otorgue el derecho de vivir como quiera, sin continuar respondiendo a los deseos inconscientes de mamá o papá.

Es posible que haya partes de su sí mismo que no fueron reprimidas pero que sencillamente nadie estimuló. Hay personas que necesitan permiso para autoafirmarse, otras para reconocer sus aspectos más vulnerables. En todo caso, hacerles ver que lo que sea que encuentren en su interior, es válido y merecen vivirlo, puede ser el primer paso para conectarse nuevamente con las partes del sí mismo que habían rechazado.

Ahora bien, incluso en este proceso de contactar con el Sí Mismo Auténtico, no tenemos garantizado el contacto con el Sí Mismo Superior. Mirar nuestra sombra no trae implícito la trascendencia ni la fusión con la Totalidad. Hay aún mucho camino por recorrer.

Cuando sentimos que estamos hechos de la misma esencia que el resto del Universo y que formamos parte de algo más vasto que nosotros mismos, el Sí Mismo Superior nos anima a usar nuestra energía en aras de algo mayor. Es allí cuando nos vemos inclinados por el servicio.

Todo esto parece bonito pero requiere muchísimo trabajo y dedicación. También es preciso reconocer cuándo la espiritualidad funciona como un refugio infantil, en lugar de ser consecuencia de haber entrado en contacto -previamente- con el Sí Mismo Auténtico.

Muchas personas -en nombre de la espiritualidad- reprimimos lo que creemos que hay de negativo en nosotros. Pero en esos casos, no será posible trascender ni dominar nada, ya que simplemente, estamos asustados. Hay una delgada línea, entre trascender y reprimir. Es ridículo creer que dominamos algo cuya existencia hemos negado.

Antes tenemos que haber aceptado el dolor, la rabia, la frustración o lo que sea, porque son partes de nuestro sí mismo. Tenemos que convivir con nuestra sombra, con el desamparo, con el dolor por aquello que no obtuvimos o por la esperanza que mamá nos quiera tal como hubiéramos necesitado.

Desde mi punto de vista, es indispensable que transitemos los aspectos oscuros de nuestra identidad, de la mano de alguna persona experimentada, generosa, sabia y contemplativa. 

La construcción de la biografía humana es una manera posible. No es la única ni la mejor.

Todos los sistemas de indagación, funcionan como “hojas de ruta” para guiarnos en el proceso hacia el conocimiento interior. Una vez abordada nuestra historia personal y nuestro entramado familiar, el rol que hemos ocupado, los beneficios de nuestro personaje y los juegos vinculares; entonces sí, en profunda comprensión de nuestra realidad emocional, quizás estemos en condiciones de trascender, poniéndonos al servicio de la humanidad. 
 

Contenidos Atractivos


Cuando un editor de contenidos se dispone a elegir cuál va a ser su próxima lectura para investigar sobre contenidos relevantes y de interés, se fija en los títulos y entradillas y decide entrar o no en ellos. Un altísimo grado de responsabilidad de que esos contenidos tengan éxito reside en la capacidad de seducción del título y la entradilla.

Cuando ya has investigado sobre el asunto del que quieres escribir, el primer momento de inspiración lo necesitas en la creación del título. Esas pocas palabras con que abres un nuevo post deberían medirse bien si quieres que el  texto se propague y deje huella, evitando que caiga al pozo de los contenidos irrelevantes de Internet, ese mismo pozo al que van a parar las películas olvidadas…

Debes ponerte en el papel del lector —ese que ocupas tantas veces cuando recibes en el correo entradas de blogs, o cuando navegas por Twitter, Facebook, grupos de Linkedin o por distintos agregadores—, y pensar qué es lo que le hace pinchar en uno u otro artículo. Las palabras de ese título forman parte de una buena estrategia en el marketing de contenidos. Si diseñas un título enrevesado o nada intrigante, es probable que no te lea ni tu mejor amigo, pero si lo concibes como el primer paso de un camino por el que vas a guiar al lector, entonces tendrás tus opciones de lograr un buen número de lectores que se sientan interesados y lleguen a leer tu publicación. 

Eso sí, no te obsesiones con el título perfecto porque no existe, pero quédate con esto: el título ha de ser el alma del texto, una especie de matrícula inteligente.

Tienes ya pensado el título? Bien. El segundo momento de inspiración lo necesitas en la redacción de la entradilla. Si con el título tienes que procurar captar al lector para que lea las primeras líneas, estas deben tener también su gancho para lograr que el lector se quede y lea el post hasta el final. Por tanto, tendrás que decirle que vas a ofrecerle algo que necesite saber. O podrías abrir el post con algo sorprendente que le pique la curiosidad. También te servirá una historia o anécdota personal que pueda encajar en el contenido del nuevo post,

Una vez que tienes claro qué mensaje o información relevante quieres transmitir y has conseguido inspiración en el título y en la entradilla, ¿cómo haces para que el lector lo lea del tirón? Para esto, además de contar con el tercer momento de inspiración, tendrás que esforzarte para que una línea le lleve a la siguiente y así hasta el final. 

Lo principal es que no decaiga el interés, por lo que será necesario construir un entramado atractivo y que cada uno de los puntos esté bien ligado.



Tu Lugar En El Mundo


Nadie en el mundo va a darte tu lugar si tú no lo ocupas primero.

Al que elige con firmeza su papel nadie le dicta el libreto ni le señala cuando debe entrar o salir; solo tú eres el director, guionista y protagonista de tu historia.

No importa tanto en realidad si eres un actor secundario en la obra de otros, lo esencial es que seas el actor principal en la tuya, y también, en la medida de tu vínculo con Dios, participe de la redacción de tu libreto.

Es irrelevante el tiempo asignado a tu papel, siempre será el necesario para que tu participación en el plan del Supremo sea la esperada, pero cuida de no equivocarte de escenario: el tuyo es aquel en el que se juega tu suerte, no la de otro, por apasionantes que puedan parecer los libretos ajenos.

Esta enseñanza tiene que ver con la elección consciente de tu libertad en todos los niveles, que te llevara siempre a negarte a la aceptación de ese papel que muchos asumen para descansar de sus obligaciones: el de víctima.

Indaga profundamente en tu interior cuál es tu sino, cuáles son tus talentos, cuales los lenguajes con los que ansias expresarte, y luego actúa. No te limites a una sola forma de expresión, emprende la aventura de descubrir de cuantos modos puedes llegar a los demás con tu mensaje. Cada conducta es una forma de manifestación, no te limites al desempeño de un único papel en tu vida. Cambia, amplía tu experiencia, pruébate en cosas nuevas, ensaya algo distinto en tu casa, en tu trabajo, en tus pasatiempos, en la forma de vincularte con los demás, en tu búsqueda de Dios y en el modo de amar a los que amas.

No permitas que el miedo, los prejuicios, la moda, la rutina o la presión de los demás aplaquen esa potencia creadora que habita en tu interior, exprésate y no te justifiques, no expliques, no argumentes.
Sabe que, por por cada uno que te critica en voz alta, existen muchos más que silenciosos crecen con tu ejemplo y a quienes tu coraje impulsa a buscar en sí mismos la fuerza que te anima.

Existe una verdad en ti, debe ser develada y transformada en acción. Esa verdad se refiere a tu esencia y a las características peculiares que te identifican. Dios decidió que tu persona fuera única, 
original, nunca repetida; debes dar cuenta de eso. A cada uno de nosotros nos compete manifestar la riqueza infinita de la Creación desarrollando todo lo que de distinto te ha entregado.

ERES LA ÚNICA OPORTUNIDAD QUE TIENE EL MUNDO DE CONTAR CON ALGUIEN COMO TU.
(Autor desconocido) Colaboración de Nayle de Alicante España.


Nosotros Y Los Demás


Un mal enemigo para nuestra carrera profesional es nuestro ego. De éste no se habla casi nunca ni en los procesos de selección, ni como la causa de un sinfín de conflictos en las empresas. Pero es lo que está detrás de los excesos de búsqueda de poder, de las envidias, de las incapacidades para el reconocimiento o para colaborar con otras áreas. La definición del ego es compleja (necesitaríamos un libro para ello), pero podemos decir que está relacionado con la imagen que tenemos de nosotros mismos y con la búsqueda de la autoestima.

En sí, no es un problema. Como se dice en la psicología gestáltica “nos da de comer”, porque también nos ayuda a sentirnos seguros. Sin embargo, el problema surge cuando nuestro ego es excesivo o está herido. Es entonces cuando corremos el riesgo de buscar el éxito a cualquier precio, somos incapaces de ver las necesidades de otros más allá de las nuestras, o de herir a otras personas sin darnos cuenta. 

Por ello, si una persona quiere tener éxito en su carrera profesional, ha de aprender a
aceptar nuestra vulnerabilidad. Dicho descubrimiento nos lo va aportando la edad y los reveses que vamos afrontando. 
Recuerdo las miradas extrañas de unos jóvenes con talento en una sesión de desarrollo de liderazgo cuando hablaba de este concepto. No lo entendían, era demasiado pronto.

Otra idea es poner nuestro ego en algo diferente. Convertirnos en el mejor esquiador o el que mejor juega al mus, pero no pretender demostrar lo buenos que somos en cada minuto en la empresa

Y por último, para el éxito es recomendable desarrollar la humildad y la generosidad, ya que es lo que nos ayuda a dejar de sentirnos tan importantes y a comenzar a mirar al resto y a nosotros mismos desde lugares más saludables.

En definitiva, una buena técnica que podríamos hacer en nuestras empresas es la que emplearon los productores de la canción We are the world, tan famosa en los 80 y que reunió a más de 20 cantantes.

Ante las luchas de egos que preveían, colocaron una papelera en la puerta del estudio con la inscripción: “Deja el ego aquí dentro”. La técnica funcionó. Quizá es lo que deberíamos hacer en algunos proyectos o reuniones de trabajo.


Valor Persona


El verdadero valor de una persona no se encuentra en su inteligencia, ni en sus talentos, ni en sus habilidades, ni siquiera se encuentra en sus principios …

El auténtico valor de una persona, el más valioso, el que es exclusivo, inconfundible, el que es innato al gran ser humano, es esa capacidad tremendamente generosa de situarse en el lugar del otro, de olvidarse de uno mismo, de sustituir el YO por encima de todo a el TÚ como una misma parte. De postergar ser el centro del universo por empatizar con tus semejantes. De aparcar la falsa necesidad de nuestro ego por la bondad de prestar ayuda a los demás. De desatender nuestros arduos deseos por atender los deseos de los que de verdad te necesitan en ese momento.

Esa cualidad, que es tan escasa en la actualidad, es la que más valor tiene, porque en un mundo tan superficial y caótico como es el actual, donde cada cuál camina en soledad y mira por si mismo, es realmente difícil encontrar a personas que no solamente se preocupen por ti sino que se ocupen de hacerte sentir feliz.

Sentir empatía requiere de un grado de atención cuantioso, de un esfuerzo extraordinario de observar al otro.

Seamos más humanos y desarrollemos nuestra empatía, situémonos en el lugar del otro e intentemos comprenderlo en cada situación. Las relaciones humanas funcionarían mucho mejor si practicáramos la escucha activa desde nuestro corazón y apreciáramos de verdad los sentimientos y necesidades de los demás.

Pregúntate todos los días, ¿qué puedo hacer hoy para que tú te sientas mejor?      


miércoles, 18 de octubre de 2017

La Verdad No Es Pura Ni Simple


Y de nuevo tenemos al gran Oscar Wilde negando la existencia de una única verdad. Y es que seguro que todos podemos pensar en una persona que parece que siempre tenga que tener la razón. 

Que no atiende a posibles cambios en su posición, aquella persona que siempre niega otras opciones, y lo que es peor, lo hace sin escuchar si puede ser realmente una opción según su postura.

Pues bien, aquí lo tenemos. No hay una verdad pura ni tampoco es simple. Así que eso de “es así de simple”, no debería de existir en nuestros cabales ya que si así fuera, no habría necesidad de conocer, compartir, aprender… todo sería siempre igual. Afortunadamente tenemos variedad y eso es lo que desprestigia esta afirmación pues la verdad jamás es simple.

Del mismo modo, la verdad no es pura, ya que su origen puede haber sufrido millones de cambios y eso no significa que haya sido inmutable, sino que ha variado hasta llegar a nosotros.

¿Acaso una mesa es únicamente un árbol? La respuesta ya la sabes, no es talar el árbol, tratar la madera, diseñar una mesa, trabajarla, venderla, colocarla en el comedor… hay muchos factores que han variado aquella mesa cuyo origen inicial era el árbol, origen que sin embargo no es puro ya que ha sido tratado para adecuarlo al producto que representa.

Así que ya sabes, jamás creas que tu verdad es única ni simple. Siempre puede haber habido cambios. Aprende a escuchar cuál es la verdad según la otra persona y aprenderás mucho más de lo que imaginas. 

Escuchar es la clave. ¿A cuántas personas conoces que le haría bien entender que la verdad jamás es pura y simple?


Moral Pública



El arte de gobernar consiste en el ejercicio de la función pública, rodeando la administración del Estado de seguridades materiales, las cuales solo se soportan y permanecen, en la medida que los actores de la gestión pública, alimenten con la moralidad, prudencia, eficacia y honor, cada una de las realizaciones, las cuales han de estar sujetas a los pilares de la honestidad, el decoro, la cultura y la responsabilidad ciudadana.

Sin éstos aditamentos no podemos construir un país fortalecido con valores, confiado en la moralidad de sus gobernantes, dispuesto a contribuir, en lo personal cada ciudadano, para impedir las laceraciones que frecuentemente se le producen a la moral pública, inspiradas en una glotonería insaciable, en la avaricia incontenible y sobre todo en la seguridad de la impunidad.

Somos los ciudadanos con derecho a sufragar, quienes tenemos la grave responsabilidad de escoger los gobernantes, seleccionando personas con un perfil moral blindado ante las tentaciones que el ejercicio del poder produce.

Los panameños somos testigos de la precaria calidad moral de muchos aspirantes en el escenario político. El rechazo de las actuaciones deshonestas, teñidas con el soborno y el aprovechamiento de una posición gubernamental importante, no parece intimidar a quienes hacen del servicio público una forma de vida divorciada del ejemplo, y viven de su trasiego con cualquier grupo que les beneficie, porque su único interés es proveerse de bienes materiales, aún cuando sean objeto de severas críticas como personas, ya que la moralidad no forma parte de su formación dirigencial.

No es imposible encontrar mezclados entre la gente decente a personajes identificados por el lodo que lleva su plumaje, fruto del tránsito por el pantano, y como decía el poeta, debemos aspirar a que el plumaje de cada uno de nosotros no sea de esos manchados por el pantano de nuestras actuaciones.

Es indispensable que cada funcionario público, cada educador y, en especial, cada padre de familia, 
adopte una actitud de resguardo y protección a los valores morales, dotando a los jóvenes de ejemplos a seguir, previniendo las ofensas, desalentando la delincuencia, imponiendo modelos de comportamiento familiar y público, para que podamos construir el país que deseamos heredar a nuestros descendientes.

Con el concurso de todos, podremos desalentar la corrupción, la extorsión, y así vamos creando una moral blindada contra las ambiciones desmedidas y contra el abuso tan frecuente en el ejercicio del poder.


La moralidad pública depende del aporte que cada funcionario y dirigente haga en beneficio de la decencia, la pulcritud, la capacidad y productividad de cada estamento de la administración y se perpetuará en la medida en que no renunciemos a los principios morales que deben levantarse como un muro que contenga el aprovechamiento inmoral, porque es de nosotros de quienes depende que la moral pública no siga siendo lacerada.

El Deseo De Servir


Cuando servimos de corazón, no debemos sufrir ni hacer sacrificios.Si nos pesa, quizá sea porque estamos tratando de cerrar una herida personal, y no por ayudar a otros. Así que empecemos por ofrecer lo que podamos dar. 

Si tenemos tiempo, ofrezcámoslo; si nuestro bolsillo lo permite, demos dinero, o compartamos nuestros talentos con los demás: escuchar, hablar, cocinar, pintar... De este modo estaremos felices de hacerlo sin sentir que es un sacrificio.

El deseo de ofrecer ayuda a gente lejana es un anhelo noble, pero servir a quienes nos rodean es más fácil y podemos hacerlo de inmediato. Dentro de nuestra familia puede haber alguien que necesita ayuda, y también entre nuestros vecinos o en la comunidad. 

Esto no significa que el resto de la gente no nos debe importar, sino que es mejor empezar por las personas que están más cerca de nosotros.

Ayudar en forma anónima nos quita la posibilidad de dar otro regalo: nuestra presencia. Cuando una persona está enferma o tiene una carencia, no solo podemos ayudarla con algo material (por ejemplo, dinero), sino también con nuestra presencia. 

La calidez de un abrazo, una sonrisa cariñosa o una mirada comprensiva pueden ser un auténtico bálsamo cuando hay dolor o necesidad. Nuestra persona, en sí misma, puede ser un valioso regalo para otro ser humano.

Al ofrecer ayuda, no solo debemos tener consideración por la otra persona, sino respetar también el momento en que se encuentra. A veces, todos necesitamos afrontar el dolor o una situación extrema para crecer como seres humanos. Esto no implica dejar de ayudar a los demás, sino respetar sus tiempos. 

No pretendamos que sigan nuestros consejos, que valoren lo que les damos y, menos aún, que nos den muestras de gratitud. Nuestra tarea es dar el paso hacia ellos, y ellos decidirán cuándo ir a nuestro encuentro.

Nuestra tarea es dar amor y ayudar a quien lo necesite, como podamos, mirar alrededor y empezar a ofrecer lo mejor de nosotros mismos. Así, nuestro corazón no tendrá más vacíos por llenar.