Las personas imitan o adquieren las características de personalidad de
sus padres o del entorno que les rodea en la infancia y juventud.
El refrán “de tal palo, tal astilla” se emplea para
referirse a las personas que imitan o adquieren algunas características o
cualidades de sus padres o del entorno en el cual crecen o se crían.
En sentido explícito, significa que la astilla que se
desprende de un palo tendrá, por fuerza, las mismas características de este.
El significado implícito, en cambio, alude a las relaciones
de semejanza existentes entre padres e hijos, bien por herencia genética, bien
por educación, según lo cual los hijos se parecerán a sus padres en su
comportamiento, gustos, forma de ser o de actuar, así como en el físico, etc.
En un sentido general, se puede decir que lo que significa
el dicho “de tal palo, tal astilla”, es que todo, de un modo u otro, se parece
a su origen o a aquello de lo que proviene.
“De tal palo, tal astilla”, por lo tanto, puede ser
empleado de forma positiva con la finalidad de resaltar una virtud del
padre que posee el hijo: “Samanta adora estudiar, como su madre: de tal palo,
tal astilla”.
Asimismo, el refrán puede ser usado con el objeto de
señalar o enfatizar una característica negativa de la persona, que también
posee el padre: “Al igual que su padre, a Miguel no le gusta caminar. De tal
palo, tal astilla”.
Expresiones sinónimas de este dicho popular son: cual el
cuervo, tal el huevo; cual es el padre, tal es el hijo; cual es la madre, así
las hijas salen; de tal árbol, tal ramo; de tal parra, tal racimo; de tal
simiente, tal gente, etc.
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