La felicidad o la infelicidad no dependen de circunstancias
externas. No hay ni felicidad ni infelicidad en las cosas externas, tu estado
de alegría o de tristeza depende de tu reacción a esas cosas externas.
En realidad, las cosas no importan, lo que importa es tu
visión de las cosas; todo depende de cómo miramos a las cosas. Así, en suma, la
importancia es del individuo, y no del objeto: la importancia está en ti y no
en el objeto que posees.
A raíz de esto, podemos decir que la felicidad o la
infelicidad residen dentro de nosotros.
Epictectus dijo: “Si estás infeliz, ten seguridad de que tú
eres la causa de eso”.
Yo diría lo mismo. Nosotros somos la causa de nuestra miseria, porque sea como
sea que estemos, nosotros mismos creamos esa condición. Por favor, ten esta
verdad en tu mente, porque no puedes transformar tu vida sin ella: si te
sientes infeliz, sabe que alguna cosa está equivocada en tu punto de vista.
Una vida miserable es el resultado de una manera equivocada
de ver las cosas y una vida feliz es el resultado de un abordaje correcto en
relación a la vida.
Por favor, siempre que te sientas miserable, intenta buscar la causa de tu infelicidad dentro de ti, no del lado de afuera; entonces, gradualmente, descubrirás las causas de tu infelicidad, escondidas en tus propias reacciones. Entonces, una nueva vida comienza para ti.
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